( CHAPTER TWO ! )
" aquello que se desea. "

¿Qué era esto que sentía en mi interior? ¿De dónde habían salido estos sentimientos de fascinación y deseo al ver bailar a ese chico? Mi corazón aún no puede dejar de bombear rápido, hace que la sangre suba rápido a mi cabeza y que todo me de vueltas, mis respiración está irregular y mis labios continuan secos aunque los relama. Ni siquiera cuando conocí a mi esposa me había sentido de esta forma, y no solo era el sentimiento de extrañeza y miedo que se combinaba con el anhelo y admiración ante aquel joven de etérea belleza, sino también la batalla interna que estaba teniendo conmigo mismo por tratar de entender...

¿Por qué me sentía así por alguien de mi mismo sexo?.

Si hasta antes de que él robara por completo mi atención tenía en claro que era un hombre enteramente heterosexual que adora a las mujeres y que incluso, estoy casado con una. Me crié en una familia tradicional Coreana, y aunque mi mejor amigo es homosexual mi familia lo acepta, les agradaba mucho Namjoon, sus preferencias no quitaban que era el hombre más inteligente y culto que hubiéramos conocido, que aunque fuera gay seguía siendo muy varonil y sofisticado. Sin en cambio, cuando se trataba de mi, mis padres querían a mi lado a una bella mujer para unirme en matrimonio y tener la misma familia tradicional Coreana, y yo estuve completamente de acuerdo, siempre estuve seguro de mis preferencias aunque tuviera muy de cerca a la comunidad gay, pero ahora...

Ya no se quien soy en realidad.

Con veintiocho años de edad acabo de descubrir gracias a un bailarín de un burdel, que probablemente también puedan llegarme a gustar personas de mi mismo sexo.

Era tan insulso, fue inevitable no sentir pánico, quería un cambio en mi vida, pero no de esta magnitud, ahora necesitaba ayuda, necesitaba continuar indagando en mi, confirmar si realmente soy gay, si era la reacción a algo que está hecho para hacerte sentir de esta forma.

O si es ese bailarín es el único que puede hacerme sentir de esta manera.

—Hiciste un escándalo porque llegaba tarde y ahora lo haces tú también ¿acaso es mi turno de preguntar si me estás siendo infiel?. —la voz de su esposa en la oscuridad le sacó un gran susto a Jungkook, quien caminaba como zombie metido en sus ansioso pensamientos.

—Heejin... ¿qué estás haciendo a esta hora despierta? —volteo a verla, estaba parada frente a las puertas de cristal del comedor que daban hacia el jardín, con su bata de dormir y una copa de vino en su mano.

—¿Dónde estuviste? —cuestionó.

—Estaba con Namjoon tomando un trago. —Jeon trago grueso, le mintió. «¿Qué iba a decirle? Que fui a un burdel gay y gracias a un bailarín acaban de descubrir que tal vez soy gay? Maldición soy un asco».

No era difícil que Heejin le creyera con gran facilidad a su esposo; Jungkook era un hombre amable, cariñoso y sobre todo leal, incluso en los peores momentos de su matrimonio jamás fue capaz de mentirle o hacer algo en contra de ella. Y eso tal vez la hacía sentirse un poco culpable.

—Jungkook tú... ¿realmente quieres que te de el divorcio? —le preguntó y el silencio inundó la sala. Volteo a verlo, dejó su copa de vino en la mesa y se acercó a él—. Contéstame ¿eso es lo que deseas? —trató de mirarlo a los ojos pero Jeon se negó.

—Estoy cansado, no es el momento indicado para hablar de algo así, podemos hacerlo en otro momento, por ahora...

—Mírate, ni siquiera eres capaz de mirarme a los ojos —rio entre dientes—. ¿Te haz puesto a pensar por qué nuestro matrimonio nunca ha funcionado?.

—Basta, te dije que no quiero hablar de esto ahora, me voy a dormir. —Jungkook giró sobre sus talones dispuesto a subir a su habitación.

—Hay cosas más importantes en la vida que el amor Jungkook. —dijo y el pelinegro se detuvo—. En un principio pensé que esto sería peor, pero lograste amenizar las cosas por un tiempo, aunque claro después tuvo que salir el cobre.

—¿De qué estás hablando Heejin? —la miró sobre su hombro con el ceño fruncido, confundido.

—Tengo curiosidad... —la mujer volvió a tomar su copa de vino, sorbió del líquido carmesí y prosiguió—. ¿Qué fue lo que te dijeron tus padres cuando me presentaste ante ellos? ¿Lo recuerdas?.

—¿Para qué quieres saber? ¿A qué viene todo esto tan de repente? Te desapareces de mi vista una semana y luego reapareces preguntándome si deseo el divorcio y hablando de algo sin sentido ¿a qué estás jugando Heejin? —cuestionó enfadado.

—Error, esto no es un juego es más bien... un convenio. —respondió, bebió por completo su copa y luego volvió a dejarla sobre la mesa—. Si tú no recuerdas lo que te pregunté, yo si, recuerdo lo que me dijeron mis padres la primera vez que te vieron. —mencionó, volvió a acercase a su cónyuge y sonrió—. Ese chico es demasiado bueno para ser verdad. Jeon Jungkook, graduado de la Universidad de Seúl con honores, atleta nato, apuesto y con un encanto natural que incluso a mí pudo cautivarme, y por sobre todo... el fiscal más reconocido de toda la ciudad. ¿Ya entendiste?.

—Estás diciendo cosas sin sentido, al parecer se te subió el vino, ve a dormir hablaremos en otro momento. —hizo un ademán de irse pero una vez más las palabras de su esposa lo detuvieron.

—No estoy borracha, soy consciente de lo que sale de mi boca, pero tú no lo entiendes. —soltó un prologando suspiro—. Seguro tus padres te dijeron: "Oh que chica tan hermosa y además viene de una familia adinerada, es la indicada para ti hijo" ¿me equivoco?.

—¿Qué sientes Heejin? Dime ¿qué sientes al decirme todo esto? ¡¿Qué sientes al decirme que nuestro maldito matrimonio es por mera conveniencia!? —vociferó—. No soy tonto, entiendo lo que intentas decirme, pero sabes que... a diferencia de ti y de todos, yo si quise esto, no por conveniencia sino porque te quería Heejin.

—Y yo también lo hice —confesó—. En algún momento te quise, pero no fue suficiente, lo que comienza mal tiende a terminar mal.

—Pues que termine de una vez por todas. Antes pensaba que realmente hubo cariño entre nosotros y que eso podía recuperarse trabajando duro, pero ahora que me entero que todo fue por un convenio... no veo la hora en que me pidas el divorcio. —dijo con rabia en sus ojos, y cierta seguridad en sus palabras.

—Pues no voy a pedírtelo. —Heejin sonrió cruzándose de brazos, decidida—. Mis padres jamás habían estado tan orgullosos de mí desde que logré casarme contigo, y supongo que los tuyos también, porque supongo también que van por ahí diciéndole a todo Busan que su hijo se casó con una mujer de familia adinerada y se llevó el premio mayor ¿no?. —soltó una sonora carcajada.

—No me importa lo que digan mis padres, mucho menos los tuyos ni la sociedad, siempre voy a preferir mi felicidad, así que... prepárate porque ahora estoy más que dispuesto a terminar con toda esta farsa, desde hoy voy a hacer todo para separarme de ti. —espetó Jeon.

—Para mi familia las apariencias lo son todo, así que tú también prepárate porque no será tan fácil, firmamos un acta de matrimonio que es lo mismo a un convenio, así que me perteneces. Aunque deberías pensarlo con más detenimiento, podrías evitar el escándalo y mejor cooperar con lo que tú llamas farsa, muéstrate como un buen esposo, sigue haciendo bien tu trabajo y... déjate de estupideces.

—Primero muerto. Mejor tú piénsalo con detenimiento, firma la demanda de divorcio que voy a mandarte y no te enfrentes a mí, porque no por nada tu familia y todos me reconocen como el fiscal más reconocido de la ciudad. Con permiso. —y sin más que agregar finalmente Jungkook se fue a su habitación.

No tenia suficiente ya con mis dudas sobre mi sexualidad y ahora mi esposa me confiesa todo esto. No voy a negarlo, me dolió, al saber me sentí usado, yo la quise y traté de ser feliz con ella pero ahora me doy cuenta que todo significó nada, que todos mis esfuerzos había sido solo una contribución a su teatro.

Después de todos los sucesos de esta noche mi vida estaba formando un nuevo camino lleno de cosas desconocías y grandes obstáculos, y que si bien ir por este camino me asustaba, eso no me detendría para continuar y ver más allá, y quien sabe, probablemente al llegar al final encuentre entonces finalmente mi felicidad. Dicen que el destino está lleno de momento esperando ser descubiertos.

¿Qué será esto, una Serendipia o una Zemplanity?.

Quiero saberlo.

—Buenos días fiscal, esta mañana le traje a todo el departamento un café, pregunté cómo le gustaba y también le traje uno. —el supervisor de la fiscalía le saludó con una sonrisa mientras Jungkook se dirigía a su oficina.

—No debiste haberte molestado, te lo agradezco. —ambos hicieron una reverencia y cada uno siguió con su camino. Jungkook llegó a su oficina, dejó sus cosas y mientras esperaba a su cita tomó el café.

Minutos después tocaron a su puerta—. Fiscal, el abogado Kim está aquí ¿lo dejó entrar?. —preguntó su secretaria.

—Adelante. —respondió. Luego de unos segundos Namjoon apareció frente a él. Jungkook sentía un poco de vergüenza estar frente a él luego de como se había ido anoche, pero se habían reunido para que hablar de algo más importante que eso.

—Amigo creí que ibas a desaparecer luego de tu gay panic de anoche. —dijo Namjoon con una sarcástica preocupación.

—¿De que hablas? ¿Qué gay panic? Yo no tuve ningún gay panic —aseguró, aunque realmente no estaba seguro si lo fue o no—. Como sea, hablaremos de eso después, ahorita hay algo más importante en lo que necesito que me ayudes como abogado.

—Soy todo oídos. —el moreno tomo asiento frente a él y lo miró con atención.

—Voy a divorciarme de Heejin, y necesito que seas mi representante legal en todo esto. Sé que vamos a ir en contra de un bufete de abogados fuerte como lo es el de su familia pero...

—¡Si! —Namjoon festejo—. Mierda si, mis plegarias fueron escuchadas, por fin vas a divorciarte de esa bruja. —sonrió de oreja a oreja, alegre—. Me importa una mierda ir en contra de ese bufete, haré de todo para que seas libre.

—Sabía que dirías eso. —Jungkook sonrió, sabía que su amigo sería el más feliz al escuchar la gran noticia—. Pero no va a ser fácil, Heejin no quiere darme el divorcio así que tendremos que luchar duro para obtenerlo. Empezaremos simple mandándole la demanda de divorcio, a primera estancia ella no la firmará lo se, pero dejaremos que lo piense mejor, y si al final no lo hace, tendremos que acudir a algunas tácticas.

—Haré lo que sea necesario, trabajaré arduamente con mi equipo. Pero... ¿por qué después de dos años de sufrimiento de repente se te prendió el foco y quieres pedirle divorcio? —Namjoon enarco una ceja inquiriendo—. Será por lo que sucedió anoche...

—Muchas cosas pasaron anoche, pero no fue por lo que tú crees —suspiró pesadamente—. Yo... me enteré anoche por Heejin que solo se casó conmigo porque soy todo lo que sus padres buscaban para ella, mi matrimonio es por mera conveniencia. —le contó y pareció un poco avergonzando por ello.

—Maldita bruja, ella realmente es un demonio ¿cómo pudo hacerte eso?. Ahora con más razón conseguiré ese divorcio, aunque sea lo último que haga. —aseguró con una sonrisa valerosa—. Planificare todo con mi equipo y te daremos los detalles, la demanda te la enviaré a más tardar el miércoles. No te preocupes todo saldrá bien.

—Gracias Joon, lo sé confío en ti. —Jungkook le regresó la sonrisa—. Tratemos de que todo sea lo más discreto posible, tampoco quiero que se haga un escándalo y mi trabajo como fiscal se vea afectado.

—No lo hará. Si es que al final se divorcian tendremos preparada la justificación indicada, solo esperemos que tu querida esposa no lleve esto al juzgado con una contra demanda.

—Es inteligente, no hará nada que afecte la prestigiosa imagen de su familia, eso lo sé perfectamente. —aseguró—. Pero si fuera lo contrario no dejaré que salga impune.

—Así es se habla.

—Pero bien, terminando con ese tema que me pone tenso como el demonio, yo... quería hablar sobre...

—Lo sé lo sé, si te llevaré de nuevo, haré una reservación y también te meteré en la lista de espera de Baby J para un privado. —dijo enseguida Namjoon, como si hubiera leído los pensamientos de su mejor amigo.

—¿Qué? Oye espera espera, no hagas nada de eso, primero escucha lo que tengo que decirte. —lo interrumpió—. Primero, no soy gay.

En ese momento Namjoon soltó una ruidosa carcajada.

—¿De qué te esas riendo? ¡Oye! Basta pareces un loco.

—Oh amigo, ese es el mejor chiste que has dicho en toda tu vida —el moreno limpió la lágrima que salió de su ojo al reírse tan duro—. Déjame decirte algo que todavía no haz descubierto, si está bien no eres gay, pero por supuesto que eres bisexual.

—¿Qué? —Jungkook abrió sus ojos de par en par sorprendido—. Tampoco soy bisexual, no estás entendiendo, no me siento de esa forma, en mi vida había visto a un hombre con los ojos que vi a ese chico anoche.

—Mmm, déjame pensar... ¿me estás diciendo que solo él te ha hecho sentir así? —preguntó y el azabache asintió—. Eso es muy gay de tu parte pero, hay que hacer una prueba, tal vez estés equivocado y hasta ese momento tú instinto gay se haya encendido, si es así dime que sientes al ver esto —rápidamente Namjoon se metió en su celular y buscó algo, luego se lo mostró a Jungkook.

Era porno gay.

—¡Namjoon por un carajo! —Jungkook desvió la mirada y apartó el celular—. ¿Por qué me enseñas eso, bestia?.

—Velo y dime si te excita o te pasa algo.  —se lo volvió a enseñar y con desgano Jeon volvió a mirarlo, pero durante esos segundos que estuvo viendo no sintió absolutamente nada.

—Suficiente, no siento nada. —indicó.

—Sorprendente, si fueras gay eso te hubiera prendido, es de lo mejores pornos. —mencionó y su amigo lo miró como si fuera todo un pervertido en potencia.

—Namjoon ¿que haces en tus tiempos libres?.

—... Cosas. —desvió la mirada apenado—. Pero no estamos hablando de mi, sino de ti, ahora dime que sientes al ver esto —buscó una vez más en su celular y luego le mostró a Jungkook una foto donde aparecía aquel chico de cabello rosa con otro chico de cabello púrpura.

Y no necesitaba decírselo, los ojos brillantes y llenos de fascinación con los que Jungkook miraba a aquel joven le confirmaron todo.

—Simplemente sorpréndete... —Namjoon quiso quitar el celular de su vista pero Jungkook lo volvió a jalar para seguir mirando.

—¿Quien es el otro chico?.

—Su nombre es Kim Seokjin, pero en el club lo conocen como King J, espero que no te guste también porque además de ser mi interés amoroso eso ya confirmaría que eres gay, dos es multitud. —señaló.

—Olvídalo, te lo preguntaba porque quería saber si era cercano a él. —aclaró.

—¿A Baby J? Desde luego, ese par es inseparable, son mejores amigos o casi como hermanos, incluso viven juntos. —le explicó Namjoon.

—Podrías decirle que...

—¿Qué te consiga una cita con él? Lo siento, no puede. ¿Sabes cuántos hombres se le han acercado pidiéndole lo mismo? A todos les dice lo mismo —carraspeo e imito una voz ligera y chillona—. "Si quieren un privado con Baby J paguen un lugar en la lista de espera".

—Dijiste que era tu interés romántico ¿están saliendo? No me digas que fue a él a quien le llevaste ese regalo de Tiffanys la otra noche.

—Estoy cortejándolo, no está siendo nada fácil pero creo que lo estoy logrando. —vaticinó con una sonrisa orgullosa.

—Namjoon trabaja en un burdel, él se pro...

—Te equivocas —lo interrumpió—. Ya te dije que no es un burdel, ninguno de los chicos de allí vende su cuerpo, los hombres solo van a mirarlos bailar, incluso en los privados las reglas son solo ver y hablar, está prohibido tocar. Lo que hacen ahí es arte combinado con erotismo ¿haz visto cómo bailan además de Baby J? Todos son geniales, es algo así como un burlesque. Y que me estás criticando si también te gusta alguien de allí.

—Perdón ya, tienes razón. —suspiró—. ¿Entonces qué hago?.

—Te explicaré más o menos como funciona esto. No todos los chicos del club son iguales, algunos tienen más rango que otros. —le explicó—. Por ejemplo Jin es el más grande y experimentado de todos, tiene veintisiete años y es el más deseado después de Baby J. Todos los demás son simples mortales alado de ellos dos, lo que significa que tener un privado con ellos o verlos bailar es un privilegio en el club, ese día que fuimos tuviste suerte.

—¿Y por qué Baby J es el más deseado? —le preguntó interesado, como si estuviera tomando nota de todo lo que decía.

—Por lo mismo que tú ahora te encuentras tan interesado en él, es como en el cuento del flautista, pero él utiliza su baile para hipnotizar a los hombres, además de que obviamente es muy hermoso, posee una belleza irreal, la fantasía de cualquier hombre gay activo. No lo conozco bien, solo lo he visto hablar con Jin, pero por sí solo es muy sensual, tiene la voz más linda y delicada que te puedas imaginar, y aunque trabaja allí es muy educado y sofisticado.

—¿Y por qué no es él tu interés romántico en vez de Jin? —preguntó confundido.

—Baby J es precioso, podría caer fácil ante sus encantos no lo niego, pero Jin... no solo me hace desearlo, también me hace querer amarlo y cuidarlo, admiro su inteligencia y fortaleza, me tiene simplemente encantado. —respondió con el rostro embobado, proyectando a su amado en su mente.

—¿Entonces que puedo hacer para tener un momento a solas con él? Ahora más que nunca tengo mucha curiosidad, quiero tratar de entender porque me hace sentir así. —le preguntó Jungkook.

—Para tener un privado con Baby J hay una lista de espera, los gerentes revisan quiénes son los clientes más... digamos, convenientes hablando monetariamente para poder cederles un lugar. —indagó—. Para ti será muy fácil, la gente de altos puesto en el gobierno normalmente pasa más rápido.

—¿Tú lo hiciste?.

—Siendo sincero iba a ser de los últimos en la lista, ser abogado de renombre para ellos no es suficiente, pero Jin me dijo que desde que me vio en el público tuvo mucha curiosidad por mí, así que él fue el que pidió apresurar el privado conmigo, y después de un par de veces viéndonos terminamos gustándonos, y desde ese momento no ha aceptado a nadie más, solo da shows en el escenario y amo cuando lo hace. —le contó con una sonrisa, feliz.

—¿Y entonces para mí cómo será?. —se preocupó.

—Amigo eres Jeon Jungkook, el fiscal más reconocido de toda la capital, sin duda serás de los primeros de la lista, sino que el primero. —respondió llenándolo de ilusión—. Pero tienes que considerar lo más importante de todo ¿estás dispuesto a pagar cualquier cantidad de dinero que se te pidan, aunque esta sea fuerte? No olvides que hablamos de uno de los bailarines estrella. —Namjoon le preguntó.

—No importa qué cantidad sea, lo pagaré, solo necesito tener ese privado. —respondió Jungkook con toda la seguridad, sin importarle nada.

—Yo te recomendaría ir un par de veces al club y verlo bailar, deja que te vea, deja que te conozcan y ya después programaremos eso ¿te parece?.

—Esta bien.

Si por Jungkook fuera él irá en ese momento pagaría el privado y lo tendría de una vez, pero la recomendación de Namjoon era lo correcto, de esa forma Baby J lo vería y si corría con la misma suerte que su amigo lograría despertar interés en él, y eso sin duda sería grandioso.

Mis hermosos personajes principales: