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12.


( CHAPTER TWELVE ! )
" primer paso. "



Jimin trato de ser lo más sigiloso al entrar a su casa, todas las luces estaban apagadas y rogaba porque ninguno de sus amigos estuviera teniendo un episodio de insomnio. Ni Jin ni Hoseok sabían que había tenido una cita con Jungkook, quería guardar la noticia hasta que todo fuera formal, pues creía que presentarlo ante los que él consideraba su familia es dar un gran paso de confianza.

—¡Oye!. —y cuando apenas y puso un pie en su habitación, la cual comparte con Hoseok por ser más jóvenes que Jin, abruptamente la voz de su compañero de habitación lo detuvo en el marco de la puerta tras un pequeño salto de susto—. ¿Con quien pasaste la noche y porque tanto cuidado al entrar?. —entorno los ojos cuestionándolo—. Y no te creeré que en el club, es imposible estado vestido así y con el rostro resplandeciente.

Lo conocía muy bien. Si hubiera estado en el club estaría llevando puesto uno de sus vestuarios, sus botas de tacón en la mano y un rostro putrefacto.

—Bien me atrapaste. —Jimin se rindió y cerró la puerta tras dar un suspiro pesado—. Te dire donde estuve y con quien, solo no enloquezcas ¿bien? Y tampoco vayas a decirle a Jin hyung —se sentó en su cama, Hoseok se sentó en la orilla de la suya con los brazos y piernas cruzadas—. Estuve con Jungkook en una cita.

—¡¿Jungkook?! —enloqueció dejando detrás su postura anterior, y ahora colocando una gran sonrisa en sus labios y una expresión de emoción, enseguida el pelirosa lo mandó a callar por tan ruidosos sonidos que estaba haciendo—. Jimin, eso es excelente —se levantó y se lanzó a su cama para abrazarlo.

—¿Qué estás haciendo? ¿Y qué hay con esta reacción? Ni siquiera lo conoces.

—Pero antes mencionaste que te interesaba, que es casi lo mismo a gustarte, además se nota que estás feliz. —separó su cuerpo y lo siguió mirando con su resplandeciente sonrisa—. Pero cuéntame ¿qué tal estuvo? ¿Te gustó? ¿Ya hay algo entre ustedes dos? —lo lleno de preguntas lleno de emoción.

—No aún no hay nada formal porque sigue con lo del trámite de su divorcio, por eso no les dije nada antes. En fin fuimos a cenar a un restaurante muy lujoso, pero con una comida deliciosa y entablamos un conversación de lo más agradable. —y después de contestarle Jimin se levantó para empezar a quitarse la ropa, con intenciones de por fin echarse a tener dulces sueños con su cómoda pijama cuando Hobi terminara de preguntarle.

—¿Una agradable conversación? Vaya es un tanto difícil de creerlo, tú sueles ser una persona bastante tediosa al momento de mantener una conversación. —señaló.

Park sonrió sabiendo que era así, aquello era algo así como su escudo, tener conversaciones sinceras no era lo suyo, se había acostumbrado a decir mentiras por su trabajo.

—Lo se, pero él siempre hace que sea muy fácil conversar con sinceridad, sin embargo... en algún momento él preguntó sobre... mi-mis pa-padres... y, no pude ocultar lo que sentía y...

—Esta bien, no te preocupes demasiado, seguramente él lo entendió ¿cierto? —Hoseok conoce así como Jin la historia de vida de Jimin, así que le era fácil comprender porque había actuado así.

—Más que eso, después de que me sentí mal y solo quería regresar para meterme bajo mis sábanas, él me llevó a un parque solitario y bailamos con música de su auto... —una sonrisa surco en sus labios al recordar tan bonito momento—. Me impresionó el como sabía que bailar me calma, supo que hacer en el momento indicado y eso fue... mágico Hobi, además no me pidió explicaciones ni quiso saber más, solo me dijo que esperaría hasta que yo me sintiera listo para decirle.

—Ese hombre se escucha ideal, tal vez el universo finalmente te está dando lo que mereces Minie.

—Si, tal vez... —se echó en su cama mirando hacia el techo—. Cuando estoy con Jungkook todo parece tan bueno, me hace olvidar las amarguras de mi vida, no hay preocupaciones ni ansiedad, con él todo siempre es ameno y lleno de tranquilidad. —sonrió—. Hobi creo que... me estoy enamorando de él... —soltó como con preocupación.

—¿Y eso está mal? —confundido preguntó el menor.

—No lo sé, he estado tan alejado del amor que ya ni sé qué es en realidad, solo sé que... es el sentimiento por el que más sufres y lo último que quiero en mi vida es más dolor. —contestó afligido.

—Entiendo, hay inseguridad y es normal, no hay tantas bondades ni posibilidades sin ningún riesgo, solo no te dejes llevar, siempre cuida de ti y si algo no resuena contigo es mejor evitarlo, pero sea cual sea el veredicto de esa relación, sabes que Jin hyung y yo siempre estaremos aquí para apoyarte —lo abrazó recostado su cabeza en su pecho.

—Lo sé, pero por el momento hyung no puede enterarse o me comerá vivo, sabes que en este momento Jungkook no es santo de su devoción por lo del divorcio. —mencionó Jimin acariciando su cabello rojo del chico.

—Está bien, aún no lo sabrá, pero tienes que decírselo en algún momento, no me gusta que le ocultemos cosas y menos tan importantes como estas a Jin hyung. —objeto.

—No te preocupes, se lo dire en algún momento...

Una mañana, una gran noticia llegó a Jungkook como un rayo de esperanza.

—Namjoon —entró Jeon a la oficina de su mejor amigo exclamado con conmoción—. En cuanto escuché tu mensaje vine inmediatamente ¿de verdad ya tienes esa última prueba? —lo miró con gran esperanza.

—Así es —respondió Namjoon con una sonrisa llena de alivio que compartió con el contrario—. Mi equipo y yo trabajamos exhaustivamente hasta que lo logramos hermano. —explicó mientras tomaban asiento—. Lo tenemos todo y en el momento en que tú decidas utilizarlo puedes hacerlo —señaló con su mano el sobre color rojo que se encontraba al medio del escritorio.

Jungkook miró el sobre sorprendido y también estaba incrédulo, no podía creer que finalmente tuviera en sus manos aquello que lo ayudaría a salir de su infierno, lo tomó y sonrió junto un suspiro de total alivio.

—Lo haré, y le diré a Jimin después de que deje todo solucionado, estuve preparando algo durante este tiempo para que podamos estar juntos más cómodamente, solo estaba esperando a que me dieras esto. —mencionó—. Namjoon... no encuentro las palabras para agradecértelo, jamás voy a poder pagarte todo lo que haz hecho por mi —le sonrio y sus ojos se llenaron de lágrimas, avergonzado se ocultó tras el sobre.

—Vamos Koo ¿desde cuando eres tan sentimental? Si lloras lloraré también, así que no lo hagas porque no puedo soportarlo. —Joon se levantó de su asiento y abrazó a su mejor amigo con fuerza y cariño—. No hay mejor recompensa que verte feliz hermano, solo prométeme que de ahora en adelante tomarás mejores decisiones.

Jeon asintió moviendo su cabeza sobre el hombro del contrario mientras sollozaba.

—Espero que esas lágrimas sean de felicidad —el moreno se separó de él y le dio un poco de papel.

—Lo son —Jungkook sonrió entre lágrimas—. Finalmente podré ser libre para poder estar con Jimin, no hay cosas que yo más deseara que eso y ahora lo voy a lograr. De verdad, gracias Joon.

—Deja de agradecerme y mejor porque no me cuentas sobre la cita que tuviste con Jimin, pensé que me llamarías de inmediato para contarme todo emocionado como un adolescente —chistó recargándose en el escritorio.

—Fue espectacular, hablamos sobre muchas cosas y disfrutamos de la velada que preparé pero... hubo un momento donde después de que le pregunté algo a Jimin él se vio afectado por esto... —mencionó confundido.

—¿Afectado en qué aspecto? ¿Que le preguntaste? —preguntó igual de confundido Namjoon.

—Sobre sus sueños y sus padres, pero no sé cuál de esas dos cosas fue la que lo angustió.

—Podrían ser ambas tal vez ¿te dijo algo al respecto?.

—No, le di un poco de espacio y no traté de preguntarle porque eso fue lo que creí correcto, preferí hacerlo sentir mejor llevándolo a su zona de confort, después de eso él me dijo que me lo contaría cuando se sintiera listo. —le explicó.

—Hiciste bien. Si de algo te sirve Jin siempre ha dicho que él a sufrido mucho y que por eso lo protege, tal vez hay algún tema allí que lo atormenta, espera hasta que te lo diga él mismo y después ya podrías ayudarlo de la manera en que puedas y él lo necesite. —lo aconsejó—. Eso hice yo cuando Jin se sincero conmigo sobre su pasado, pero... también hay cosas en las que ya no puedes hacer nada para cambiarlas, y solo debes tratar de sobrellevarlas.

—¿Habrá algo así de malo en su pasado?.

—Todos tenemos algo en nuestro pasado que nos dejó una cicatriz, y hagamos lo que hagamos no podemos borrarla, tenemos que aprender a vivir con ello y a ser mejores cada día. —respondió dándole una sonrisa tranquila.

—Entonces haré de todo para protegerlo y que no vuelva a sufrir, porque yo... estoy enamorado de él, y no soportaría verlo sufrir. —dijo Jungkook con seguridad.

—Lo sé, siempre haz tenido una alma buena.

[...]

A lo largo de ese primer mes todo fue ideal, Jimin y Jungkook se volvieron tan inseparables que cuando tenían oportunidad o espacio en sus agendas de trabajo, salían en una nueva cita; visitaron museos, anduvieron en bicicleta, tuvieron un picnic, fueron al cine, aunque en vez de ver la película se comían a besos, conocieron nuevos lugares de comida deliciosa, vistieron un hanbok andando por los templos, patinaron en pista de hielo, caminaron por el río Han, y por último fueron al acuario, hicieron la gran mayoría de planes que una pareja romántica haría y durante todos esos días y momentos llenos de risas, besos y diversión, lograron estrechar más su relación, todo iba viento en popa para su amor, solo hacía falta algo para que fuera completamente felices...

—Casi se ha cumplido un mes. —mencionó Jimin mirando el cristal lleno de hermosos peses de colores—. Sé que... tal vez estoy siendo demasiado demandante pero...

—Tranquilo, no lo estás siendo —contestó Jungkook mirándolo con una sonrisa tranquila—. Se a lo que quieres referirte y tengo buenas noticias sobre eso, iba a decírtelas más tarde, pero si necesitas saberlo ahora te lo diré.

—¿En serio? Ven sentemos por allí. —encontraron una banca desocupada en el acuario y tomaron asiento.

—Namjoon terminó de recaudar todo lo que necesitábamos para movilizar con más facilidad el proceso de divorcio, de ahora en adelante todo será mucho más fácil, no falta mucho para que finalmente... —Jeon deslizó su mano por la banca para tomar la de su amado y entrelazar sus dedos—... tú y yo estemos juntos, y eso me emociona muchísimo. —mencionó con una gran sonrisa que compartía con el pelirosa que también tenía en su rostro.

—Jungkook esas son maravillosas noticias, felicidades por ti y por Namjoon, espero que todo continúe igual de bien porque... todo este mes ha sido increíble y, el estar contigo se ha vuelto muy importante para mí. —confesó con timidez, con las mejillas sonrojadas.

—Para mi también lo es, y lo sabes perfectamente. —lo tomó de la mejilla y lo miró a los ojos—. Tanto así que... quiero darte un regalo que espero que te guste...

—¿Ah si? ¿Qué es?.

Jungkook buscó en el bolsillo de su saco y sacó una caja de terciopelo, al ver esto Jimin se puso muy nervioso pues ahí podía haber dos cosas; un par de artes o un anillo, y eso último no podía ser, no era el momento, todavía había muchísimo camino por recorrer para pensar aún en el compromiso, y entonces cuando Jungkook comenzó abrir la caja frente a sus ojos ya estaba formando la frase para rechazarlo, pero de pronto...

—¿Una... llave? —confundido preguntó Jimin al ver aquel objeto dentro de la caja—. ¿Para qué es esa llave?.

—Vayamos a averiguarlo, anda vamos —se levantó y le tendió su mano, el pelirosa confundido la tomo y entonces se fueron.

[...]

Jungkook condujo sin decir una sola palabra aunque Jimin le suplicaba que le diera al menos una pista, pero fue una tumba hasta que llegaron a su destino. Se aparco frente a un grande y hermoso condominio lujoso en la zona Gangnam-gu, cuando salieron del auto el chico de cabello rosa no podía estar aún más confundido.

—¿Y este lugar que significa? Jungkook por favor dime que no me llevarás a conocer a tu familia. —suplicó un poco asustado.

El pelinegro rio.

—Tranquilo mi familia no vive aquí, esa no es la sorpresa, pero para poder saber que es en realidad, primero tendré que ponerte esto. —de forma delicada Jungkook le vendo los ojos a Jimin.

—Espera ¿pero no puedo ver nada? ¿Cómo voy a caminar correctamente?.

—No te preocupes, yo te llevaré. —Jeon cargó entre sus brazo al chico con gran facilidad, tal como una princesa y entonces comenzó a caminar.

Jimin no podía ver absolutamente nada, se guiaba con lo que escuchaba que era poco, sintió como subieron por un elevador, dieron unos cuantos pasos más y luego escuchó como Jungkook ponía la contraseña de la cerradura de una puerta, entonces se escuchó como abrió la puerta y finalmente sus pies pudieron tocar el suelo de nuevo.

—Jungkook ¿dónde estamos?.

—¿Estás listo? Cierra los ojos te quitaré la venda, por favor no los habrás hasta que yo te diga. —entonces le descubrió los ojos, el pelirosa los mantuvo cerrados como le había indicado—. A la cuenta de tres puedes abrir tus ojos, uno... dos... tres ¡ábrelos!.

Jimin abrió lentamente sus ojos, su vista al principio estaba un poco borrosa hasta que logró ver con mejor claridad, y entonces se encontró con un enorme y muy hermoso apartamento aún sin amueblar, pero con múltiples cajas y algunas decoraciones dispersas por allí, al parecer se encontraba en lo que sería el recibidor, se adentró con pasos lentos observando todo a su alrededor sorprendido, vio unos escaleras al fondo las cuales seguramente llevaban a la planta alta y justo a lado se encontraba una amplia cocina, traspasó un arco entrando a lo que sería la sala de estar, esta aérea estaba completamente tapizada por alfombra y justo al frente había un gigantesco ventanal que tenía una vista panorámica de toda la ciudad. Sus ojos brillaron con la luz anaranjada del atardecer reflejándose en ellos.

—¿Te gusta? —Jungkook preguntó acercándose a él—. Ahora que estoy apunto de ser libre, compré este lugar para nosotros dos.

—¿Qué? —Jimin estaba en shock, lo miró sorprendido—. ¿Como que compraste esto para los dos?.

—Quería un lugar ideal donde pudiéramos estar juntos. Traje todas mis cosas luego de que Namjoon me diera las buenas noticas, solo faltan las tuyas... ¿le gusta su castillo al rey? —le preguntó con una sonrisa.

—Pero Jungkook... ¿tú de verdad compraste esto...? —no podía creerlo, su respiración se agitó de tanta emoción—. No puedo creerlo, esto es... tan hermoso, dios mío.

—Me alegra que te guste. —replicó Jeon abrazándole por detrás, recargando su mentó sobre su hombro, llevando su mirada hacia el mismo paisaje exorbitante que Park miraba—. Lo mejor para ti, mi cielo.

—No tengo palabras para describir lo bello que es. —Jimin ladeo la cabeza hacia su amante para mirarlo.

—Park Jimin, no tengo dudas de que eres lo más bello y lo que más quiero en este mundo. —susurro llevando sus labios hacia el cuello del chico para comenzar a besarlo, el rosado se giró y unieron sus labios, comenzó siendo un beso completamente dulce hasta que deformó y terminó siendo uno de esos besos apasionados y vehementes, dio un paso hacia él pegando su cuerpo con más fuerza al suyo, sus muslos se tocaron sus pechos colisionaron, el deseo se inyectó en ellos y entonces ya no hubo vuelta atrás.

—Espera —pidió Jungkook con la voz agitada—. Detengamos, por favor.

Jimin lo miró desconcertado.

—¿Estás bien? ¿Qué sucede?.

—Yo quiero decirte... —aclaró su garganta antes de seguir—. Mejor dicho, yo quiero preguntarte si... —balbuce nervioso, el otro frunció el ceño sin comprender—. ¿Si tú quieres que...?

Se le hacía tan difícil preguntar, tenía miedo de hacer sentir incómodo a Jimin, pensaba que tal vez para él sería demasiado pronto dar ese paso, compartir intimidad es sin dudas una de las cosas más importantes y decisivas para una persona. Y más cuando Jungkook es un completo novato, no era virgen claro estaba, pero en sus veintiocho años de vida solo había tenido intimidad con mujeres, nunca se imaginó estar en una situación así, tenía miedo de no poder llenar las expectativas de Jimin en ese aspecto, la conexión sexual también es algo importante en una relación, y no quería fallarle.

—Jungkook, no te entiendo... ¿qué sucede? —acuno el rostro del ya mencionado con sus manos y lo miró con preocupación, buscando lo que había salido mal.

—Quiero preguntarte si... ¿me dejarías hacerte el amor? —finalmente preguntó mirándolo tímido a los ojos, y entonces el contrario soltó una risita de alivio.

—Tonto —Jimin arrugó su nariz y enredó sus brazos alrededor del cuello del pelinegro—. Jeon Jungkook por dios, todo mi cuerpo arde por ti, te anhela, si hazme el amor. —y entonces se apoderó de sus labios, sus bocas se movieron de forma sensual y posesiva, y sus cuerpo se tiraron en la alfombra buscando un lugar donde plantar su pasión.

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