"¿Estás lista?"

La voz de la alfa suena a sus espaldas. Es gruesa y siente su olor intensificarse con cada segundo que pasa. Nayeon tiembla con solo oírla. Voltea a verle y está sin camiseta, con sus pechos y torso marcado al aire.

"Y-yo" Mina alza una ceja, totalmente impaciente. "Si-sí, está bien"

Con los ojos vidriosos, la más alta se le acerca y los latidos de Nayeon se aceleran. Le quita la camiseta con mucho cuidado, besando su hombro desnudo.

"Tienes que estar segura"

"Lo estoy" aclara con voz quebrada.

"Puedo hacerlo solo si estás segura"

"Te dije que sí"

Rondando los ojos, la alfa le recuesta en la pequeña cama de su habitación. Nayeon gime al sentir el calor de la más alta cubrirle, se siente segura ahora.

"Mina" chilla al momento de que la nombrada pasa sus labios por su estómago plano.

Los besos que la ojiverde le da por todo el cuerpo, hace que se pierda, fijándose únicamente en lo bien que se siente.

"Mi-Mina" vuelve a decir su nombre, en un gemido ahogado.

Mina ha comenzado a prepararla con los dedos, evitando gemir cuando toda la húmeda entrada de la omega. Muerde su cuello suavemente, tratando de no romper la piel, por más que quiere.

"¿Lista?"

Nayeon asiente.

"¿Segura?"

Traga saliva, pero vuelve a asentir.

Mina sisea, entrando en Nayeon, y ella quiere gritar de tan bien que se siente. La omega solo abre los labios en grande, nada saliendo de ellos.

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Chaeyoung seca las lágrimas de su castaña amiga, sonriendo triste.

"Tienes que decirle, Nay"

La omega niega, repetidas veces.

"Me da miedo"

"No debería. Es su hijo. Es un alfa, Nayeon, no sabes cómo se va a poner cuando se entere de que no le dijiste"

"Pero-"

"Mira, ahí está ella" apunta con la cabeza, hacia donde la azabache estaba con su propio alfa -Tzuyu-. "Tú dile, y si ella no te quiere escuchar, entonces ese ya es problema de ella"

"Chaeyoung, no-"

"Ve, Nayeon" le empuja, tirándole un beso a Tzuyu.

La alfa castaña camina con una sonrisa hacia su omega, viendo a Nayeon pasar a su lado.

Nayeon camina a Mina y esta, sin darse cuenta de la más baja, avanza hacia la cafetería. A Nayeon no le queda más que seguirle. Observa a la ojiverde sentarse en una mesa, solo, ve a Dahyun acercarse, pero ella niega con la cabeza, la beta tuerce la boca y se aleja, sin insistir más.

"Ehh" se sienta en la silla del frente.

La alfa ni siquiera se molesta a alzar la mirada, con el aroma sabe perfectamente quién es.

"H-hola" con nerviosismo, Nayeon dice. No sabe cómo empezar.

Mina prosigue comiendo la fruta con yogurt de su plato, el que trajo de casa.

"Mina... yo..."

Otra vez, parece no hacer caso. Pero, lo que no sabe, es que toda su atención está sobre ella, desde que la olió, entrando a la cafetería.

"Quiero hablar contigo"

"¿Y qué estás haciendo?" Con una ceja alzada, bebe de su botella de agua.

"Es... importante"

"Defínelo"

La omega no entiende a que se refiere con eso. Mueve su cabeza de un lado a otro.

"Es en serio"

"Entonces solo dilo"

"Pero no sé cómo"

Suspirando, Mina tira de su cabello.

"Solo dilo, rápido. Lo que sea que vayas a decir, no me importa"

Mentirosa. Su alfa interior se burla.

"Estoy... estoy emba-"

Mina se para, acomodando sus cosas lo más rápido que puede, ni siquiera termina de escuchar al omega

"¡Mina!" Lloriqueando, corre detrás de la alfa. Se siente humillada, porque todos la están viendo. "¡Es serio!" Le grita.

"No me interesa, lo que sea que vayas a decir"

"¡Solo-solo déjame decírtelo y ya!" Ve a la alfa parar su paso, y ella lo hace también, quedando cerca.

"No quiero oírlo" mira a otro lado, mordiendo sus labios.

"Por favor" ruega, juntando sus manos.

Si Nayeon no lo hacía, se sentiría culpable después y la culpa le seguiría por el resto de su eternidad. Y si eso pasaba, ella no iba a disfrutar a su bebé cuando naciera -si es que tenía suerte-.

"Solo, hazlo y vete"

"Estoy embarazada" baja la mirada, apenada. Cuando la alza, la alfa ya no está ahí.

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Nayeon se muerde las uñas, golpeando la prueba sobre su rodilla. Positivo. Vuelve a posar su vista sobre las dos rayas azules y maldice internamente. ¿Cómo le diría a Mina?, cuando fue de Soobin, estuvo terrible, acepta que tiene miedo de la reacción de la alfa. Aunque, llevan siendo pareja algunos años, no sabe cómo hacerlo. Tira todo a la basura, envuelto el papel de baño para no dejar rastros de nada. Sale y Soobin está acostado en el sillón, adormilado con la cabeza sobre el hombro de Sullyoon. Ya están grandes, pero Nayeon los consiente dejándolos tomar biberón por las noches. Así que ambos toman la leche, con la mirada fija al televisor.

"¿Ya casi viene mamá?" Sullyoon pregunta, quitando la cabeza de su hermanito -ya dormido- de sobre su hombro. "Dijo que hoy terminaría de contarnos la historia del mono Yuto y la rata Dahyun"

"Estará pronto aquí, amor. No te preocupes"

"Estoy seguro de que hasta Sullyoon sabe hacer una ecuación con dos incógnitas" la voz de la alfa se oye, entrando por la puerta.

Nayeon sonríe al verla. En el cabello tiene algo de nieve y su chaqueta también.

"El estúpido de Yuto hoy fue a la oficina. Ni siquiera sabía que existían las ecuaciones de dos incógnitas" camina hasta la sala, besando la cabeza de sus dos hijos. "Eres una mala maestra, Nayeon"

"¿Mamá es maestra de grandes?" La rubia restriega su ojo, escuchando atenta. "Pensé que solo era de bebés"

"Le di clases a Yuto hace años"

"No sirvieron de nada, al parecer" carga a Soobin, burlándose de su omega.

Nayeon sonríe a medias. Y no es que no le hubiese causado gracia, solo que aún pensaba en cómo decirle.

"Vamos, Sullyoon, se hace tarde y mañana es sábado"

"Mejor, puedo dormir hasta tarde"

"Es sábado y tienes que dormir temprano porque yo lo digo, bruja"

La niña bufa, pero camina hasta su madre, tomando la mano que ella le ofrecía. Nayeon los sigue tranquilamente. Sabe que Sullyoon pediría, no, exigiría que le contaran la otra parte del cuento, así que quería estar ahí.

Nayeon ya comenzaba a sospechar sobre su embarazo desde hace ya unas cuantas semanas atrás. Sentía que su omega sufría cada vez que se tenía que separar de Mina, quería sentirla cerca, y aun teniéndola cerca parecía estar lejos. Disfrutaba mucho del calor que su alfa le daba por las noches, cuando se acostaban a mirar una tonta película romántica -como la más alta les llama-.

Piensa en distintos escenarios sobre como decirle, unos son mejores que otros, pero en ninguno acaba bien la cosa. Mientras Mina contaba el cuento, nota a Nayeon bastante distraída, ya que casi siempre está pendiente de que si dice algo ofensivo, ella la calla, porque dice que ese vocabulario no es correcto para la niña.

"¿Estás enferma?" La alfa le pregunta a su omega, acariciando el cabello que cae por su frente. La siente negar desde su pecho. "¿Entonces?"

"Estoy bien, no tengo nada" encoge sus hombros, reacomodándose en el sillón.

"Hueles raro" hunde su nariz en la cabellera castaña de la más baja.

"Yo... no"

"Coco con Piña..." sigue olfateando, con su alfa chillando de gusto en el fondo de su pecho, sabiendo de qué se trataba.

"No sé de qué hablas, ¡deja de hacer eso!" La aleja, consiguiendo una postura recta en su asiento.

Mina suspira, pasando las manos por su cara.

"¿De cuánto estás?"

"No lo sé" juega con sus dedos. "Apenas hoy me enteré"

"¿No te habías dado cuenta?"

Nayeon mueve su cabeza de un lado a otro, entre sí y no.

"Hasta yo ya sabía y tú no"

Los labios de la omega se abren, sorprendida, al ver la sonrisa en los labios de su alfa.

"¡Mina!" Riendo, se tira sobre ella a abrazarla, ella la recibe, apretándola entre sus brazos. "Pensé que te molestaría, por cuándo fue lo de Soobin-"

"Lo de Soobin era diferente, amor" besa su cabeza. Olía muy bien, y su alfa estaba agradecida de sentirla. "Ahora estamos bien y estoy feliz, Nay"

La omega alza el rostro, acercándose tímidamente a la alfa, y esta, sin esperar más, une sus labios en un suave beso. Ambas sonriendo mientras lo hacen.

"Te amo" Mina suelta, oyendo el ronroneo de su omega desde el hueco de su cuello. "Mucho"