Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo catorce

—Jennie, ¿podrías por favor dejar de untar tu maldito pene contra mi muslo?

—Mmm no —gime y muerde el hombro delgado de la omega.

—Tu celo fue hace dos días.

—¿Y?

Lisa se ríe, apretando el miembro de la castaña, ella gime.

—Haz eso otra vez.

—¡No seas asquerosa! —le pega—. Párate o suéltame. Debemos ir a la escuela, es nuestro último día.

—Ve tú. Yo estoy harta de toda esa gente —se acomoda, soltando a Lisa y abrazando su almohada.

—Vamos, Jen —la mueve—. Por favoooor.

—No.

—Cuento tres.

—Hasta mil si quieres. No iré.

—Uno.

—Lárgate.

—Dooos.

—Eres insoportable —se para, caminando al baño, con la risa de Lisa siguiéndole por la espalda.

—Tres —la omega cierra la puerta del baño, detrás de si.

Después de una larga ducha —compartida—, ambas salen y se visten para su último día de preparatoria.

—Estoy feliz y triste a la vez —Lisa junta sus manos, caminando por los pasillos, mirando a todos lados.

—Odio a todos, así que estoy feliz —a su lado, Jennie dice.

—No puedes ser tan agria, Jennie —le da su mochila porque su espalda ha comenzado a doler—. Deberías apreciar a la gente que Dios pone en tu camino.

—Aprecio más a la que me quita —abre su casillero, masticando el chicle que la rubia le dio en el autobús.

—Ugh. No seas así —hace un puchero.

—Soy así, lo siento, no puedo cambiar.

—Okay —encoge sus hombros, sacando un chocolate de su mochila—. ¿Irás al trabajo hoy?

—Me quedaré en casa —le quita el chocolate y se lo come, de un bocado.

—¡Oye!

—Mucha azúcar —cada quien va a su clase correspondiente, según la clase que le tocaba. Lisa compartía esa con Taehyung. El chico era una gran compañía, y más aún cuando no había nada que hacer. Como era el último día, los maestros no podían marcar tareas o hacer alguna actividad. Las calificaciones ya estaban dadas, o al menos la mayoría. Lisa sentía frío por más que no hubiera, pero quería sentir el calor de Jennie cerca. El maestro dice que pueden salir y hace lo que sea, siempre y cuando y saliesen del colegio.

Lisa, junto con Taehyung van al comedor. La mayoría de los alumnos de último año están ahí, todos lucen felices de por fin haber terminado la escuela.

—¿Es ahora cuando todos se ponen a bailar? —Nayeon llega, sonriendo—. We're all in this together —canta, tratando de hacer el baile final en High school musical.

—No seas idiota, Nabong —Lisa se ríe—. ¿Irás al baile ésta noche?

—Claro que sí, mis padres me dieron permiso porque pasé álgebra —abraza a la omega—. Muchas gracias, Lis.

—De nada —le devuelve el abrazo.

—Te quiero lejos de mi omega ahora mismo.

—Como digas, primita —la alfa de dientes de conejos se aleja. Revuelve el cabello de Lisa sólo para molestar a la castaña.

—¿Irás con alguien? —Taehyung le pregunta.

—Nahh

—Ven Lisa, vamos a conseguirte algo de comer.

—¡Yaaay! —aplaude, siguiendo a Jennie.

Jennie le compra a Lisa un poco de fruta con miel y un yogurt para beber. La rubia no se refería a eso pero bueno, comida era comida. En su último día no hicieron nada más que platicar y recordar viejos momentos. Lisa sentía nostalgia, Jisoo, Tae y Rosé tenían planes de ir a la Universidad y no eran precisamente en Corea.

—Entonces... ¿se irán? —la omega limpia sus mocos con la servilleta que Jennie le da—. ¿Nos van a dejar?, ¿mi bebé no tendrá tíos?

—Dios, Lalisa. Eres una llorona de lo peor —Jennie niega, divertida.

—Lo siento, es que esto me pone muy sentimental.

—Jisoo, recuérdame nunca quedar embarazada —Rosé dice.

—A mi también —ahora es Taehyung.

—Tú no puedes —Nayeon le recuerda.

—Pero si puedo dejar a alguien —guiña el ojo.

Por la tarde, Lisa ha tomado otra ducha. Su cuerpo ha decidido cambiar de temperatura cuando quiera, de nuevo. Con su cabello húmedo, vistiendo unas bragadas y camiseta vieja —de Jennie—, comienza a buscar su mochila. Una que trajo hace poco, donde guardaba su ropa bonita. No se pondría un vestido ésta noche, con su barriga así, se vería ridícula según ella. La encuentra, en la parte de arriba del armario. Demasiado alto, hasta para ella.

Va a la cocina por una silla, la arrastra hasta la habitación y con cuidado, sube. Jala la mochila, haciendo que caiga al suelo junto con una bolsa de super, negra. Extrañada, Lisa se baja de la silla, agachándose para recoger sus pertenencias y la bolsa esa. Se sienta en la cama y la abre, dentro hay dinero, bastante. Jennie tenía dinero, y mucho. Lisa podía contar doscientos mil wones, al menos.

—¡Lisa! —oye la voz de la alfa entrar a la casa—. Ya llegué, ¿dónde mierda estás? —su voz se va acercando hasta llegar a la habitación.

—¿Para qué tanto dinero? —es lo primero que pregunta. La coreana le quita la bolsa de su regazo, la amarra de nuevo y la tira a donde estaba—. Creí que no tenías.

—Iba a servir para algo.

—¿Para qué, exactamente?

—Quería pagarte el viaje de graduación, pero cuando al fin tenía todo el dinero ya estaban cerrados los cupos y el último día de pago había pasado. Así que decidí seguir ahorrando para el bebé.

—Oh... eso es lindo.

—Lo sé.

—Egocéntrica.

—Tengo mis razones.

—Entonces... —Lisa avanza, quedando frente a ella y picando su estómago—. Ibas a hacer algo romántico para mi.

—¿Qué le ves de romántico a eso, Lalisa?

—Déjame soñar.

—Si, si —besa los labios de la omega—. Pero no sueñes tanto porque tenemos que ir a ese estúpido baile.

—Cierto, ¿a donde fuiste?

—Por ahí —entra al baño para ducharse.

Lisa come un poco de frituras en la sala, mirando la tv y oyendo la regadera correr. Cuando su bolsa de papitas se acaba —lo cual le pone triste— se lava las manos y comienza a buscar la ropa que se pondría para el baile.

—¿Sabes? Para ir al baile tienes que vestirte mucho —horas después, Jennie dice, viéndose al espejo y abrochando su cinturón—. Y para quedarnos en casa no hay que usar nada, si entiendes lo que digo.

—Lastimosamente lo hago —Lisa acomoda su camiseta, empujando a la alfa para ver como lucía, frente al espejo—. ¿Crees que es mejor ésta o la negra?

—¿Qué negra?, casi todas tus camisas son negras.

—Me hacen ver delgada.

—Eres delgada normalmente, ahora sólo estás embarazada.

—Cómo digas, señorita vientre marcado.

—Está en mi naturaleza, Lisa. En la tuya está ser rellena, lo sabes.

—¿Qué hay de Tae?, el tampoco es alfa, come mucho y es delgado.

—Es beta. Los betas pueden hacer lo que quieran, esa es su naturaleza.

—Entonces odio la mía —cruza sus brazos y frunce su ceño.

—Lástima —Jennie besa sus rojizos labios, largamente, sacando suspiros en la menor—. A mi me encanta.

Antes del famoso baile, hay una ceremonia, una a la cual asisten los familiares de los graduados. Los padres de Lisa y Jennie se están conociendo y parecen caerse bien. La alfa se pavonea, orgullosa, cuando a su omega le entregan un reconocimiento y diploma con uno de los mejores promedios. Lisa sube al escenario con ayuda de la alfa. Sus maestros la felicitan por sus logros y el bebé, algo atrasado, sí.

—Te tengo algo —Kim dice, buscando en los bolsillos de su pantalón.

—¿Es por lo que saliste hoy en la tarde?

—Aja.

Saca una cajita, transparente y de plástico. Dentro hay una flor azul con brillos y destellos verdes, artificial. Lisa abre la boca, llevándose las manos al pecho. Era una costumbre entregarle una flor y amarrársela a la omega, en la muñeca, ya sea mujer u hombre, para hacer el emparejamiento oficial.

—Jennie, yo-

—¿Me vas a dejar ponértela? —alza una ceja, mirando a la omega asentir, repetidas veces.

—Mierda, sí. Sí —extiende su brazo derecho, dejando a la chica amarrar el listón negro.

—Listo.

Lisa la abraza con pequeñas lágrimas en los ojos, y su vientre entre ellas.

—Está pateando mucho —la tailandesa dice, riendo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro