Tres meses después.

MinGi rió cuando vio al alfa de tigre en la puerta del apartamento de su hijo. Se había enterado por una fuente muy confiable que ambos estaban en planes de cortejo y aquello había activado algo dentro de la alfa.

— Así que tú eres el gatito feroz que pretende comerse a mi YoonGi. — Susurró la mujer mientras sostenía la puerta del apartamento. Jimin parpadeó confundido ante la diversión por parte de la alfa antes de asentir.

— Hola suegra. — Saludó formalmente extendiendo la mano hacia la mujer. MinGi observó la mano extendida y con gusto la tomó.

— ¿Qué te trae por acá gatito feroz? — Cuestionó.

— Vine a ver a YoonGi, me dijo que estaba enfermo así que le traje algunos remedios. — Mencionó alzando la pequeña bolsita que estaba en una de sus manos. — Quería ver como estaba antes de irme a trabajar.

— En realidad yo creo que debes quedarte. — Susurró la mujer divertida mientras salía del apartamento y empujaba al alfa hacia dentro. Jimin la observó confundido hasta que el agradable aroma de su omega llegó a sus narices.

— ¿E-Está en c-celo? — Titubeó en su pregunta mientras veía a la mujer. Esta sonrió.

— Lo estará dentro de unas horas. — Le guiñó el ojo divertida. — Quiero nietos Park y siento que moriré esperando ese milagro. — Comentó con un suspiro resignado. — Entonces ya sabes lo que tienes que hacer, hasta luego. — Mencionó con su ánimo arriba nuevamente antes de empezar a caminar por todo el pasillo dejando atrás a un confundido y asustado Jimin.

...

Taehyung sonrió cuando vio al pelinegro atendiendo a un grupo de personas, entre ellas una madre con una pequeña niña que parecía tener un flechazo con el mayor. Cuando vio que el pelinegro estuvo más liviano de trabajo, se acercó hasta este con una sonrisa cálida en su rostro. JungKook suspiró aliviado en el momento en que lo vio.

— ¿Crees que podamos escapar de la ciudad dentro de tres días? — Preguntó JungKook de repente mientras veía a Taehyung. El omega parpadeó confundido por unos segundos, segundos que parecieron ir firmando el acta de defunción del alfa.

— ¿Por qué dices eso? — Cuestionó.

— Piénsalo. Sería un viaje para conocernos mejor. ¿No te parece? — Intercedió de otra forma y el omega negó sospechoso.

— ¿Qué hiciste? Algo dentro de mí me dice que Jimin te contagió su estupidez. — Gruñó el peli-naranja de forma adorable. JungKook asintió dándose por vencido. — ¿Dónde está YoonGi-hyung? — Preguntó viendo el lugar de arriba abajo para intentar dar con el omega. JungKook se tensó en su lugar.

— ¿Puedo quedarme a dormir en tu casa hoy? — Respondió con otra pregunta. Tae frunció el ceño ante tanto rodeo por parte del alfa.

— ¿Qué hiciste JungKook-ah?

— P-Puede que le haya dicho a mamá Min que Park estaba pretendiendo a YoonGi. — Susurró. — Y puede que entre ambos inventáramos que YoonGi estaba enfermo para que Jimin fuera para el apartamento.

— ¿Y eso que tiene? ¿Qué tan mal está YoonGi-hyung? — Preguntó alarmado el omega queriendo salir de la librería. JungKook como pudo lo retuvo en su lugar mientras negaba.

— No está enfermo. — Confesó.

— ¿Entonces que tiene? — Cuestionó arqueando la ceja el omega.

— Su celo será dentro de unas horas, él quería pasarlo solo y como él y Park han estado juntos todos estos meses, yo pensé que sería el momento perfecto y... — Tae negó divertido mientras se imaginaba el resto.

— ¿Sabes que posiblemente YoonGi-hyung te matará? — Preguntó.

— ¡Por eso te digo que escapemos! — Exclamó el alfa. — Yo conozco a YoonGi, seré su esclavo de por vida.

— Pues te lo mereces. — Susurró el omega encogiéndose de hombros. JungKook puchereó y aquello alborotó a su tigre interno, así que esquivando la barrera entre ambos se acercó hasta el alfa y besó el puchero de este. — Ya mi pequeño lobito, iremos al fin del mundo si quieres. — Ofreció Taehyung teniendo como premio la sonrisa del alfa y las manos de este en su cintura.

— Eres muy bonito. ¿Lo sabías? — Tae asintió. — Bonito y mío. — Concluyó antes de adueñarse de los labios del mayor y embriagarse con su olor a moras, flores silvestres y miel.

...

Jimin tembló como una hojita cuando entró en la habitación de su omega. YoonGi parecía completamente dormido mientras se aferraba a un peluche negro. Una sonrisa se dibujó en su rostro antes de cerrar la puerta y dirigirse hacia la cocina en donde prepararía alguna comida sencilla para cuando el omega por fin despertara.

Quitándose la chaqueta que tenía encima, corrió un poco las mangas de su camisa de vestir y comenzó a picar algunas verduras que pronto colocaría en un sartén. Con la misma agilidad picó algunos pedazos de carne para posteriormente freírlos.

Tanto se había concentrado en su acción que no se dio cuenta que era fijamente observado por alguien.

— No sabía que cocinabas, incluso te ves bonito haciéndolo. — La voz del omega sonó un poco ronca producto del sueño. Jimin volteó con una sonrisa en su rostro. — ¿Buenos días? — Saludó dudoso. El alfa negó mientras veía la hora en su reloj de mano.

— Buenas tardes bebé. — Mencionó besando castamente la frente del omega. — ¿Cómo estás? — Preguntó viéndolo fijamente a los ojos. El omega desvió la mirada ante la intensidad en los ojos del alfa.

— Estoy bien, no es necesario que estés aquí. — Mencionó intentando restarle importancia a su venidero celo. Jimin negó mientras colocaba sus manos en la cintura del omega y lo atraía hasta él.

— Estaré aquí para cuidarte, no hay problema. — Sonrió ante el leve carmín en las mejillas del omega.

— Termina de cocinar. — Pidió. — No he comido nada desde ayer en la noche. — Confesó un tanto incómodo. El alfa asintió separándose del omega y este aprovechó para huir a su habitación en donde esperó pacientemente a que Jimin se acercara con la comida.

Veinte minutos después Jimin apareció por esta con una bandeja en manos en donde había pequeñas porciones de comida, un vaso de jugo y otro de agua. YoonGi sonrió e intentó agarrar los cubiertos pero Jimin negó.

— Yo te daré la comida. — Susurró divertido ante la mueca de vergüenza del omega. — Abre la boca Gi. — Pidió. El omega a mala gana abrió la boca y dejó que el alfa cuidara de él mientras lo alimentaba. — Pareces un tierno bebé. — Se rió el alfa de la cara del omega. YoonGi gruñó mientras masticaba la comida.

Entre pequeñas bromas y maldiciones, la comida se acabó y Jimin salió de la habitación para limpiar los platos usados. Fue cuestión de minutos cuando estuvo de vuelta en la habitación. YoonGi estaba arropado hasta el cuello mientras veía sin emoción alguna la televisión. El alfa se hizo a un lado en la cama y poco a poco fue acercándose al tembloroso cuerpo bajo las sabanas.

— ¿Tienes frío? — Preguntó Jimin.

— N-No. — Negó el omega. — Jimin-ah. — Llamó obteniendo la atención inmediata del alfa. — Gracias por venir. — Jimin sonrió tiernamente mientras veía al omega. Ambos se acomodaron de forma en que pudieran verse el uno al otro. El olor dulzón del omega deleitó al alfa quien solo suspiró embriagado por este. Sin medir sus acciones se acercó hasta el pálido y se adueñó de sus labios. YoonGi correspondió el tacto mientras llevaba sus temblorosas manos hacia los botones de la camisa del alfa.

— S-Solo déjame amarte. — Susurró con dificultad mientras se separaba superficialmente del omega. YoonGi asintió antes de besar de nueva cuenta al alfa.

...

¡Hola!

Muchas gracias por leer y por la espera.

Debo confesar desde una vez que no sé si narre de forma explícita el siguiente capítulo por el simple motivo de que... YoonGi Top mi religión. JimSu mi pecado.

De la forma que salga, espero que les guste igualmente.

Disculpen cualquier error y gracias por el amor a este fanfic.

Saludos y hasta la próxima.