Once
Baekhyun se sentía bastante adolorido por todas partes, pero sobre todo en su trasero. Ni siquiera podía sentarse y para caminar era un esfuerzo grande. Extrañaba a Chanyeol, pero este no había venido en días.
Lo extrañaba bastante, pero sabía que probablemente el alfa estaba ocupado con algo. Gracias a su metabolismo ayudado con la carne pudo sanarse más rápido, pero su corazón dolía por no estar junto a Chanyeol.
Se levanta para calentar un poco de agua y luego sale al bosque por unas sandías que había visto crecer cerca de ahí; la estación de calor había llegado y el sol casi derretía su piel así que decidió que en la tarde iría al río para refrescarse un poco.
Su miedo por los guardias había menguado bastante ya que en realidad ellos no pasaban cerca de ahí así que no le harían daño. Recogió dos sandías grandes en su cesta y volvió a su casa con la esperanza de ver a su alfa de pie esperando… Pero no había nadie así que simplemente suspiro para luego entrar.
No sabía lo que significaron aquellos días de celo para Chanyeol, es decir, le dijo que le quería, pero pensaba que quizá solo fue por la bruma del calor. No quiso morderlo y eso solo lo ponía aún más nervioso; su corazón ya había sido robado y no quería que terminara pisoteado en algún tacho de basura.
No podía hacer nada más así que cuando su cuerpo estuvo completamente recuperado decidió salir al río para bañarse, no había podido hacerlo en todos esos días y apestaba a muerto. Ahora ya podía caminar un poco mejor así que estaba agradecido con Chanyeol por ello, por aquellas presas grandes, su salud había mejorado bastante.
Se quitó la ropa para luego lavarla y dejarla secar; se metió en el agua fresca nadando; se sumergió hasta el fondo donde pudo ver árboles, plantas y rocas, también un par de serpientes que seguían su camino. Él no les tenía miedo, pensaba que eran realmente bonitas… Quería pensar en otra cosa que no fuera Chanyeol.
Salió del agua y se sentó en el filo, sobre unas hierbas para luego ver al cielo intentando entender el comportamiento del alfa. Él sabía los suyos, aunque era bastante ignorante en muchos temas como que no sabía que era un beso o cómo funcionaba el apareamiento entre otras cosas, pero estaba seguro de algo y era que se encontraba profundamente enamorado de Chanyeol, pero no quería estarlo.
Recoge sus rodillas con sus brazos y coloca su quijada sobre estos, él no lo había mordido y según la señorita Park, cuando un alfa no marca a un omega significa que no tiene sentimientos serios, que no hay amor de por medio, su corazón necio se negaba a creerlo, pero su mente le decía que Chanyeol solo había sido presa de su celo y nada más.
Odiaba pensar en el momento en que el alfa se enlace con otro omega para formar una familia y que a él lo deje abandonado a su suerte. Estaba seguro de que aquello iba a suceder y entonces sus lágrimas comenzaron a brotar hasta caer al suelo mojado.
Estaba seguro que Chanyeol nunca lo mordería, que jamás iba a tenerlo como su omega para luego tener cachorros. Sin embargo su piel anhelada su toque, sus labios anhelaban aquello llamado beso, su cuerpo palpitaba por tenerlo adentro otra vez; y odiaba todo eso.
Se odiaba a sí mismo por amarlo tanto.
El día paso y en la noche fue cuando volvió a su casa, se sentía cansado, hambriento y con ganas de acurrucarse en su cama para no despertar nunca más. No entendía cuál fue el propósito de la Luna para poner a aquel hombre en su camino.
Incluso la Luna se burlaba de él poniéndole en frente un alfa que sabía, jamás iba a ser suyo. Le daba una cuchara de manjar dulce para luego quitarle el frasco y romperlo frente a él; incluso su misma diosa lo odiaba, quizás era realmente cierto y su cuerpo fue tocado por los demonios.
Esa noche se acurrucó entre sus mantas finas como el papel para luego quedarse dormido entre lágrimas y promesas de desenamorarse de aquel alfa que solo disfrutaba jugar con sus sentimientos ingenuos.
La mañana llegó acompañada por el canto de las aves y las gotas fuertes de lluvia sobre su techo. Era una mañana lluviosa y lo agradecía ya que todos esos días el sol había estado quemando demasiado. Estira sus brazos y bosteza, no quería levantarse.
Tenía un poco de frío, agradecía a su naturaleza mitad animal ya que gracias a ella es que no había muerto de frío durante esos años. Había llorado tanto la noche anterior como todas las noches anteriores, que ya ni siquiera tenía ganas de seguirlo haciendo, era como si sus ojos se hubieran secado.
Cuando estaba volviendo a quedarse dormido, escucha la puerta ser tocada así que con pereza se levanta. Sabía quién era porque nadie más tocaba su puerta, pero sinceramente no tenía ánimos de abrirle. Ya habían pasado muchas lunas desde la última vez que lo vio.
No se equivocó, en cuanto abrió la puerta solo alcanzó a ver el cabello mojado de Chanyeol antes de sentir la pared de su casa contra la espalda y como sus labios fueron atrapados de una manera brusca y necesitada. Estaba algo aturdido así que solo se limito a poner sus manos sobre los hombros del alto.
—Te extrañe mucho, —dice Chanyeol una vez se separa de él, —te necesito, —sus ojos estaban vidriosos y sus manos grandes ya se encontraban tocando por todas partes el cuerpo de Baekhyun. —Vamos, —levanta al omega en brazos para ir a la habitación de él.
—Channie, espera, ¿Qué sucede? —pregunta aún procesando lo que estaba pasando.
Sin embargo en lugar de una respuesta solo sintió su cama y luego como su ropa fue separada de su cuerpo hasta que pudo sentir las corrientes frías en su piel y como los besos y caricias de Chanyeol lo iban calentando poco a poco.
—Uno de los hijos del líder se va a enlazar con un tipo de otro pueblo así que tuve que acompañarlo, —le explica rápidamente mientras se comienza a quitar su propia ropa. —Apenas volví, vine a buscarte.
El corazón de Baekhyun comenzó a latir con fuerza ante esas palabras. Todas sus promesas de olvidarse de Chanyeol se habían ido a la basura mientras cerraba los ojos disfrutando de las succiones en sus pezones y los dedos gruesos dentro de su entrada que ahora empezaba a humedecerse.
—Uhmh~ —gime cuando uno de los dedos toca un punto que lo hizo sentir realmente bien, —a-ahí, sí, síí, —curva ligeramente su espalda y vuelve a gritar cuando las puntas de los dedos golpean con más fuerza el lugar.
Los labios de Chanyeol se despegan de aquel botón hinchado, extraña la leche que emanaba cuando estaba en celo. Su otra mano la llevo a los labios del omega quien no entendía lo que quería hasta que un poco a la fuerza metió sus dedos encontrandose con la saliva caliente de Baekhyun.
—Mierda, te ves tan malditamente caliente, quiero hacértelo todos los días, —dice en un tono ronco y profundo que estremeció a Baekhyun.
Chanyeol se agachó para pasar su lengua por la mejilla del omega mientras seguía moviendo sus dedos en las dos cavidades de Baekhyun quien gemía con la boca llena.
Se separó y quedó de rodillas para luego rodear el pene pequeño e hinchado del omega con su mano mojada con saliva. Luego levantó una de las piernas blancas y ya gorditas para internarse con un golpe certero en el ano inundando, lo apretaba bastante acunandolo adentro, eso le dijo cuanto el cuerpo de Baekhyun lo había extrañado también.
Mientras se empuja con calma, mira los ojos llorosos del omega y besa el tobillo a un lado de su cara para luego besar la piel alrededor; luego pasa su mano por la extensión de su muslo ahora grueso hasta que nuevamente rodea su pene para empezar a frotarlo de arriba hacia abajo.
Le encantaba ver cómo el cuerpo debajo de él se retorcía de placer pidiendo más y él mismo se encontraba feliz de volver a poseer el cuerpo que tanto quiere. Nunca un omega le había producido algo así, quería vivir pegado a Baekhyun y no le importaban sus marcas. No le desagradaba pasar su lengua o besar sus mejillas donde estaban ellas, no iban a apartarlo de su lado.
Cuando la posición se volvió incómoda, Chanyeol salió de Baekhyun para darle la vuelta con suma facilidad hasta que tuvo aquel culo de manzana frente a él y lamió sus labios para luego abrir aquellas nalgas con sus manos e inhalar el dulce aroma saliendo de ahí. Metió su lengua degustando su sabor hasta que estuvo con sus labios succionando y penetrando con la punta de su lengua.
—Chan~ oh, sí, uhmg, —las manos de Baekhyun estaban enterradas en las mantas mientras sentía como sus nervios electrificaban su organismo de una manera deliciosa, —¡Ah! ¡Ahg! —tiene sus ojos profundamente apretados mientras siente como aquella lengua llenaba su entrada palpitante.
El cuerpo de Baekhyun no pudo resistirlo más y luego todo su cuerpo se tenso mientras su espalda se arqueaba con fuerza hasta que sintió como algo se liberaba tanto por su pene como para el lugar donde Chanyeol había estado lamiendo.
El alfa sonríe de medio lado cuando ve como el cuerpo de Baekhyun cae sobre la cama con la respiración errática y cubierto de sudor. Sin embargo, no lo dejaría aún, él quería seguir degustando al omega pedazo a pedazo hasta sentirse satisfecho y estaba seguro que Baekhyun quería lo mismo.
Se coloco encima del omega para besar su nuca mientras acariciaba sus nalgas y luego levanta su mano dejándola caer con fuerza, hizo lo mismo algunas veces. Pudo escuchar los gritos de seda de Baekhyun lo que hizo que su pene se pusiera aún más duro.
—Ahg, al-alfa, —un hilo de saliva salía de sus labios mientras mantenía sus ojos en blanco algo desesperado por sentirse de nuevo lleno. —T-Te necesito~ —pide desesperado.
Baekhyun no entendía como aquellos golpes fuertes en su trasero podían hacerle sentir tan bien, se supone que los golpes dolían, pero estos solo hacían que su cuerpo se retorciera, su pene volviera a crecer y su ano comenzará a ponerse viscoso de nuevo.
Chanyeol quería hacer sufrir un poco al omega, pero en realidad él también estaba desesperado por su cuerpo así que con una mano agarró su erección para dirigirla hacia aquel agujero palpitante que lloraba lubricante para ser llenado. Con su otra mano agarró el cabello largo de Baekhyun envolviendolo para estirar su cuello hacia atrás.
—¿Qué deseas, pequeño? —le pregunta mientras coloca sus labios cerca de la oreja de Baekhyun, —dime… —cierra sus ojos y pasa su lengua por su cuello lleno de sudor.
—Uhmg, m-metelo, por favor, —le ruega mientras se estremece ya que los dientes de Chanyeol estaban rozando su hombro. —Lo… Lo necesito adentro, —dice entrecortadamente mientras empuja su cadera hacia atrás y desliza sus rodillas para abrir más sus muslos.
—Mi pequeño omega caliente necesita la polla de su alfa, —le susurra en tono de burla mientras lleva una mano a uno de sus pezones para apretarlo con delicadeza, —¿Quieres mi verga? ¿Ah? Necesitas que te anude, —le sigue molestando.
—S-Sí, por favor, —dice casi sin sentido solo queriendo estar lleno.
Chanyeol abre una de las nalgas de Baekhyun para luego entrar de golpe sacando un grito gutural por parte del omega quien dejó caer su pecho contra la cama, pero la mano de Chanyeol en su cabello lo obligó a levantarse de nuevo.
—Tan apretado, —gime con los dientes apretados mientras siente como su miembro es aplastado por aquellas paredes calientes, —tu culo si que me ha extrañado mucho, —succiona el cuello de Baekhyun dejando una marca.
Chanyeol se empujaba con fuerza mientras sujetaba su cabello y llenaba de besos su espalda, sus hombros, su cuello y lamía su mejilla demostrando que en realidad aquellas marcas no le importaban.
—Uhmg~ ahg~ se siente rico, —gime cuando la punta de su pene empieza a golpear en aquel punto que le hacía sacar la lengua y blanquear los ojos.
Chanyeol atrapa los labios de Baekhyun en un beso descuidado y lleno de saliva que dejaban caer sobre la cama. Sus lenguas jugaban entre sí mientras sus dientes chocaban. El alfa pujaba por entrar cada vez más en aquel canal apretado y caliente.
—¿Quieres mi nudo, uhm? ¿Quieres a mis cachorros en tu vientre? —le pregunta dejando de besarlo para mirarse a los ojos los cuales estaban vidriosos, —¿Quieres sentir mi leche dentro de tí, pequeño omega sucio? —saca su lengua para lamer aquellos labios hinchados.
—Sí, sí quiero, por favor, lléname, —asiente con vehemencia queriendo tener un lindo cachorro en su vientre, —preñame alfa, por favor, —le súplica mientras empuja su culo mojado contra la pelvis dura del alfa.
—Te haré parir unos preciosos cachorros, —dice entre la niebla de placer y excitación que sentía en ese momento, —me aprietas tan rico, —gime para luego meter su lengua nuevamente en la boca de Baekhyun quien la recibió gustoso.
Chanyeol sujeta la cadera del omega mientras introduce su nudo grueso en el anillo goteante para luego disparar su carga pesada dentro y sintiendo como el mismo omega comenzaba a venirse ya que su cuerpo se encontraba convulsionando por su orgasmo. Quiso morderlo, lo quiso tanto, pero sabía que no debía así que simplemente agarró una de las prendas de vestir de Baekhyun que estaba a un lado para clavar sus colmillos ahí.
Nunca antes había querido morder un cuello con tantas ganas, Baekhyun era como una droga que con cada día que pasa quería más y más hasta un nivel en el que nada más tenía sentido. Todos esos días sin Baekhyun cerca de él fueron de sufrimiento puro y ahora pudo saberlo certeramente ya que incluso pudo escuchar como sus bolas se descargaban en Baekhyun.
Ambos estaban jadeando pesado y tratando de controlar sus respiraciones. Chanyeol se acomodo junto al omega para quedar acostados de lado hasta que el nudo se deshinchara; abrazó con fuerza a Baekhyun mientras besaba sus hombros hasta que sintió como el pequeño empezó a quedarse dormido, supuso que por el cansancio.
No había notado cuando la lluvia se detuvo ya que no había estado prestando atención, pero no le importaba. Ahora solo quería quedarse abrazado aquel frágil cuerpo, sin embargo sabía que pronto debería volver al pueblo, ya había sido muy difícil convencer a su familia de que había tenido un accidente y por eso no había vuelto en todos los días de celo de Baekhyun.
🌹
Cuando los ojos del omega se abrieron, vio que estaba en su habitación y cuando se quiso dar la vuelta para abrazar a Chanyeol, solo se encontró con un puesto vacío y frío. Pensó que quizás había sido un sueño, pero en cuanto se quiso sentar tuvo un dolor profundo aunque no era tan fuerte, pero eso le hizo saber que todo fue real y más cuando se puso de pie viendo cómo la semilla de Chanyeol resbaló por sus muslos.
En realidad todo su cuerpo estaba limpio y las mantas habían sido cambiadas, pero su canal seguía lleno. Se dirigió al baño para limpiarse aunque se sintió algo avergonzando cuando tuvo que meter sus dedos en su ano para vaciarlo completamente.
Tenía mucha hambre así que fue a preparar lo último que tenía de aquel jabalí, pero se encontró con que ahora había pedazos grandes de carne adentro del lugar donde los mantenía fríos. Estaba lleno así que sonrío, no entendía al alfa ya que ahora tampoco lo había marcado, pero veía que al menos no lo había dejado en el olvido.
Como no tenía ganas de cocinar, solo corto un poco de vegetales y frió un pedazo de carne para luego comer todo. Estaba hambriento, aunque le hubiera gustado hacerlo junto a Chanyeol mientras le contaba cosas de su vida; suspira sabiendo que tenía que acostumbrarse a ser el sucio secreto del alfa.
Luego de dos lunas, estaba paseando por el minibosque de rosas, quería unas cuantas para colocarlas en su casa ya que pensaba que su hogar se veía muy triste sin color; aunque no quería matarlas así que las cortaba de una manera donde luego podría sembrarlas en pequeños recipientes viejos que podría usar como macetas. Tantos años solo en el bosque le había ayudado a saber algo sobre jardinería.
Sin embargo, mientras tomaba las flores, escuchó como unas ramas eran rotas y unas hojas pisadas así que se dió la vuelta esperando a que fuera Chanyeol, pero el viento no arrojó su aroma a café. Se tenso asustado cuando percibió un olor a mandarinas.
—¿Q-Quién está ahí? —pregunta un poco asustado intentando ver dónde estaba la persona. —Y-Yo me… me iré, no me haga daño, por favor, —dice viendo para todos lados mientras retrocede para volver a su casa.
—Espera, no te vayas, —escucha la voz gruesa de un hombre, —no planeo lastimarte, —un chico alto sale desde detrás de unos árboles.
—¿Quién eres? —el inicio de sus cejas estaban subidas ya que se sentía intranquilo.
—Soy JoonGi, —sonríe para tratar de calmar al pequeño omega tembloroso, —no tengas miedo, jamás lastimaría a un omega, —se acerca lentamente hacia él.
—¿Eres del pueblo? —pregunta con interés ya que nunca antes había sido tratado como un omega normal por alguien del pueblo.
—Oh no, —niega con su cabeza, —mi aldea fue atacada hace poco así que tú manada nos dió cobijo hasta que el líder pueda arreglar todo para volver, —le explica ya estando bastante cerca del omega. —¿Por qué estás tan lejos del pueblo? No es bueno que un omega tan lindo como tú este por este lugar.
—Entiendo, siento lo de tu aldea, —se siente mal pensando en la gente herida que pudo haber resultado, —yo vivo cerca de aquí… ¿Cómo sabes que soy lindo? Solo puedes ver mis ojos, —dice a través de su velo grueso.
—Son los ojos más hermosos que haya visto antes, —finalmente están solo a unos pocos pasos de distancia, —¿Me permites saber tu nombre? —pregunta mientras rasca su nuca sintiéndose algo nervioso por el aroma dulce del omega.
—Uhm… —desvía su mirada sintiendo aún temor de estar con un extraño, —me llamo Baekhyun, —susurra.
—Me imaginé que sería así de lindo, —sonríe mirando aquellos ojos preciosos, —¿Estabas haciendo algo? —pregunta queriendo que el omega se sienta cómodo y él mismo sentirse así.
—No, es decir, solo estaba recogiendo algunas rosas para sembrarlas en mi casa, —explica mirando los rosales de diferentes colores.
—Así que te gusta la jardinería, —le dice dando un paso a un lado de Baekhyun. —Mira, —toma unas pequeñas rosas de colores pasteles, una de las flores eran celestes, —son casi tan bonitos como tus ojos.
—Uhm, —baja la mirada sintiendo como sus mejillas se calentaban, —no lo creo… pero gracias.
—Eres muy tierno, —lo mira divertido y luego apoya su espalda contra un tronco grueso, —¿Puedo acompañarte mientras las recoges? Me preocupa dejar solo a un omega tan lindo como tú en este lugar.
—He estado solo aquí durante muchos años, —responde él para luego volver a su labor de cortar las rosas.
—¿En serio? ¿Por qué? —pregunta interesado, pero no recibe respuesta así que siente una bruma tensa formándose alrededor de ambos, —entiendo, no quieres hablar de eso. En fin, ¿Cuántos años tienes? —decide cambiar de tema.
—Tengo veinte años, ¿Cuántos tiene usted? —dice sin mirarlo.
—Tengo treinta años, ya soy un anciano, —suspira realizando una mueca graciosa que provoca una risa por parte del omega, —tu risa es más hermosa que el canto de las aves.
—¿Usted siempre dice todo lo que piensa? —pregunta Baekhyun muy sonrojado.
—No veo porque no, —se cruza de brazos y sonríe de lado. —Siempre he pensado que a las bellezas que crea la Luna hay que alavarlas, —levanta sus cejas con obviedad.
—Uhm, si usted lo dice, —deja caer sus hombros, —por cierto ¿Qué hace usted aquí?
—Me sofocaba con tanta gente en el pueblo y no conozco a nadie así que quise venir a respirar un poco de aire fresco, —explica mientras mira con atención como los dedos largos y cubiertos del omega cortaba con precisión los tallos, —pero me encontré una ninfa, —lo mira divertido.
—No diga eso, ellas se enfadarán por compararlas conmigo, —dice seriamente pensando que si aquel alfa viera su rostro, probablemente no pensara nada de eso sobre su físico.
—Si llegarán a enfadarse sería solo por envidia, —le gustaba ver cómo la mirada del omega cambiaba con cada palabra que decía.
—Usted es muy atrevido, —simplemente se ríe y luego lo mira, —ya termine así que debo volver, —le dice dándole a entender que se fuera.
—Te acompaño entonces, —le propone.
—No, —se ríe ligeramente, —no es correcto, —levanta sus cejas.
—Tenía que intentarlo, —dice con una sonrisa derrotada dejando caer sus hombros, —gracias por haber permitido mi compañía.
—Bueno, vaya con bien a su hogar, —dice de buen humor mientras comienza a caminar alejándose del alfa.
—¿Te veré de nuevo? —levanta su voz apresurado.
Baekhyun se detiene sintiendo como el viento movía su ropa hacia un lado y luego gira su cuello un poco para mirarlo sintiendo algo extraño en su estómago.
—Solo la Luna lo sabe, —entrecierra sus ojos a modo de sonrisa viendo cómo el alfa parecía felíz y luego continúa con su camino entre las hojas secas del suelo.
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