𝐶𝐴𝑃𝐼́𝑇𝑈𝐿𝑂- 𝑋𝐼𝑋-⭐𝐶𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑙𝑎𝑠 𝑎𝑙𝑚𝑎𝑠 𝑠𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑛⭐
CAPITULO-XVIII- Cuando las almas se encuentran.
5 de Agosto Oxford Inglaterra-2:00pm
Tobías.
"Hola, joven de mirada fría, espero te encuentres bien, lamento haberte causado preocupación en los días anteriores, me disculpo por no hacerle llegar mi respuesta a su pregunta directamente, pero por otro lado agradezco que dada la circunstancia por primera vez estoy haciendo el uso de escribir una carta aunque esta es algo...bueno, creo que me he saltado las formalidades y me he ahorrado el protocolo, quisiera agradecerte por el detalle que has tenido conmigo al obsequiarme ese libro, no sé como has hecho para encontrar un libro tan perfecto, es como tener las estrellas en mis manos , por otra parte le hago saber que en efecto no tengo la edad que le dije, a penas he cumplido los 17 años, más no quisiera usted se sintiera como un criminal por salir con una chica de esta edad, pues es de mi conocimiento que usted tiene 21 años, supongo que también ha visto la nota que han lanzado los Hollands, sin embargo no crea que estoy aceptando ir a este evento con usted por intereses familiares o económicos pues mi interés radica en el espectáculo que el universo nos ofrecerá esta noche y el cual usted me ha invitado a ver, por último, mis padres dirían rotundamente que No, si les anticipaba de mi encuentro contigo, así que es justamente esa la razón de mi misterio y discreción por el cual no he ido personalmente a confirmarle, más esta noche estaré allí puntualmente, así que espere por mí Tobías B."
Pd: Nunca Llego Tarde
Atte: Stella Bowen.
Cuando terminé de leer la carta una sonrisa casi involuntaria se apoderó de mi y por un momento sentí mucha felicidad de saber que esta noche me encontraría con Stella, más mi conciencia me hacía sentir como un idiota.
Que la señorita mentiras haya tenido este gesto tan peculiar de responderme con una carta la hacía muy interesante, y es que en verdad nunca antes me había causado tanta intriga alguien con su personalidad tan característica como lo era la de Stella.
Dios, no me dejes caer una vez más en una emboscada donde mis sentimientos caigan en una trampa, por qué no sé si esta vez podría superarme de una mala jugada.
Mis objetivos no son sentir afecto hacia nadie, pero Stella, la chica que en una noche me ha dado un giro rotundo desde su mirada tan profunda y brillante que expresa más de lo que podría decir con palabras han cautivado mi alma, despertando en mi una sensación extraña que me invita a protegerla y no dañarla.
Idiota, deja de ser tan débil, por una maldita vez no caigas en un juego tan vulnerable como este.
¿Qué tanto vales en realidad Stella? o acaso tu precio es inalcanzable-Cuestioné en mi mente mientras con fuerza apretaba mi mano empuñada a punto de arrugar la carta más algo dentro de mi me decía no hacerlo, no me atrevía a deshacerme de ella a pesar de que mi mente me gritaba que no le tomara tanta importancia a un pedazo de papel con letras, más mi corazón no me permitía hacerlo.
Stella.
-Nora, ¿puedes ayudarme a escoger algo lindo para usar esta noche?-dije con una sonrisa mientras veía como ella ordenaba mis medicinas que debía tomar en unos pocos minutos.
-Una ropa... ¿linda? bueno tu armario tiene demasiada ropa bonita pero...-Antes de que ella terminara de hablar la interrumpí.
-Necesito algo muy...¿romantico?-dije algo sonrojada y con pena mientras bajaba la mirada alzando un poco mis cejas.
-Espera, atuendo romántico para esta noche ¿acaso hay alguna cena familiar aquí en casa?-cuestionó con mucha intriga Nora mientras se ponía una mano en la cintura y me lanzaba una mirada, si, de esas miradas letales de Nora.
-Esta noche es la ingnauración de un restaurante cerca...y Abril me invitó a tocar el piano-dije rascando mi cuello y levantando un poco la mirada.
-¿Hoy? pues que raro, tu madre no me anticipó de esto, además tú no estás asistiendo a la escuela por qué estás enferma, que dirán si te ven allá afuera como si nada.
-Norita, Norita a ver, mi madre tampoco lo sabe, además es un compromiso que yo ya tenía con Abril pero se me pasó por alto-dije algo molesta y con un tono que Nora creyera que era verdad lo que decía.
-No Stella, además tu padre no creo esté muy contento-dijo refiriendose con la mirada a la revista de los Hollands que estaba sobre mi tocador-yo que tú me quedaba, las cosas no están muy bien.
-Nora por favor, mira, sé que mis padres deben estar molestos, y la casa se volverá un caos más noche cuando ellos lleguen y no quiero eso, si hablaré con ellos pero no quiero hacerlo hoy, me iré antes que ellos vengan.
-No sé Stella, y a ver, ¿Cómo se llama ese Restaurante?
Fucking!!-pensé mientras mi mente maquinaba en segundos algo que fuera creible-Ah si, es...ash como dijo Abril que se llamaba, era algo así como...el, la, la...-estaba balbucenado como una tonta cuando la idea vino a mi-Ya!-chasquie mi dedo pulgar con el de medio y dije-"El lugar de las Estrellas" si, así se llama.
-Ok entonces te voy a ir acompañar-agregó Nora.
-No, no, cómo crees Nora, mira es tu noche de descanso, tú relájate, no tardaré solo iré a ver las estrellas
-¿Qué? ver las estrellas?-comentó desconcertada Nora
-Ah si, es decir quería decir que iré a ver le restaurante de las estrellas, para comer bueno no, más bien
-Tocar el piano...
-Exacto, eso.
-y ¿Por qué estás tan nerviosa?
-Es que tengo ganas de ir al baño y bueno me lo estoy reteniendo para culminar esta conversación-sonreí fingidamente.
-Espero sea cierto lo que dices-dijo por último y salió de la habitación.
Sentí que la sangre volvió a fluir en mi, casi que no la libraba, pero al fin se logró, solté un suspiro y me aseguré que se hubiera ido y sonreí más libre, volví a sacar el libro que Tóbias me había obsequiado y repasé la pasta con las yemas de mis dedos y pensé en aquella escena que siempre fue como un sueño de mi infancia.
"Hoy las estrellas vuelven"-apreté aquella estrella qué el me regaló de niña y sonreí-esto te hará recordar quien soy en verdad.
Elegí un un crop top que era de un estilo corset negro corto que tenía mucha presencia de la marca de D&G tenía unos tirantes muy peculiares eran de cadena, y le daban un toque muy fino, saqué una falda que era larga cruzada satinada que dejaba al descubierto parte de una pierna, y era del mismo color que el corset, saqué unas zapatillas blancas de brazalete y un bolso de tipo maletín del mismo color de mi calzado y dejé tendido todo en mi cama.
-Ok Stella, hoy nos vamos a empoderar, al carajo la moda reservada tenemos que ser divas-decía mientras me veía en el espejo con mucho entusiasmo y valor.
-No vas a un restaurante ¿Verdad?-dijo Nora de repente como si fuera un fantasma que apareció de la nada en la puerta.
-Nora! Dios, avísame!-dije con un susto que sentía que el corazón se me iba a salir.
-El que nada debe nada teme, ahora bien... ¿me dirás la verdad?
-Iré al puente Magdalen a verme con Tobías-le dije aún con el corazón agitado mientras buscaba mi inhalador en la cajonera del tocador
-No diré nada más, lamento haberte asustado, solo espero que esta locura no traiga más problemas, te recuerdo que tu madre está a nada de correrme y tú haces méritos.
-Nora...-dije con algo de culpa para luego inhalar mi salbutamol-Nora no te pongas así, te prometo que todo estará bajo control, no haré nada malo, hoy hay lluvia de estrellas, me ha invitado.
-Stella, es que esto no es correcto, que pasará si hay personas de los medios allí y les ven, saldrás nuevamente en esa revista, pero en fin es tu problema, ya eres una señorita hecha y derecha y debes ser consciente.
-Nora, lo prometo, esta vez no pasará nada malo-me acerqué y le tome de las manos mientras le mostraba una sonrisa.
-Eso espero-suspiro- ahora apúrate y ve a bañarte que se hace tarde, date prisa antes de que me arrepienta de ayudarte en esta locura.
Mi rostro se iluminó y la abracé-Ayyy Norita, te amo te lo juro, te amo-le di un beso en la mejilla muy feliz y me fui a dar una ducha.
Adán.
"Entonces llegaste tú y me hiciste entender que la felicidad existía incluso en lo que a mis ojos veían insignificante, por que felicidad era mi paz, y aquellos pequeños y agradables momentos difíciles de capturar pero posibles de tatuar eternamente"
-Jacob cancela todos mis asuntos pendientes en la empresa, no iré esta tarde-dije mientras hablaba con mi asistente por celular para luego colgar.
Suspiré y me tiré en la cama mirando el techo mientras escuchaba Jazz y entre ratos cerraba mis ojos, era terapéutico para mi, me hacía olvidarme de mis problemas tanto laborales como los personales, aunque a veces el hecho de estar encerrado tanto tiempo y aislado del exterior generaba una ansiedad que me hacía tomar sin control.
De pronto la alarma de las 4:30pm sonó, era hora de ir a la tonta terapia, pero tenía el ánimo por los suelos y solo quería estar en mi cuarto sin tener que charlar con alguien que me diría que debía hablarle de mis emociones, traumas y miedos, para luego culminar en ese tonto sofá mientras escucho como el me manipula a través de las palabras que surgen de su boca.
Más tarde Tobías tocó a la puerta de mi habitación, este traía una cara de idiota que le iba muy bien.
-¿Me tiendes una mano?-Me dijo Tobías mientras me mostraba dos atuendos, en su mano derecha mostraba un traje azul, pero no un azul chillante si no que era un azul noche pero de una tela satinada fina que lucía muy linda, en la otra mano había un suéter gris, con una gabardina negra muy elegante y unos pantalones de vestir gris, aunque el gris de su pantalón y su suéter eran distintos pero similares y hacían un conjunto con estilo y presencia.
-Caramba viejo, ¿Vas a proponer matrimonio?-dije en burla.
-Idiota-bufó el rodando los ojos
-Solo estaba haciendo que tus expresiones de ogro amargado mejoraran pero lo empeoré.
-Solo es un asunto de negocios-soltó de repente Tobías
-Por qué te cuesta tanto admitirlo...sabes que a un negocio no irías así
-Ok, señor casanova, que me recomienda usted.
-Si yo fuera tú llevaría este-señalé el que era con gabardina-pero le podemos hacer unas mejoras.
-Vaya, mi hermano se ha vuelto una Diva-lanzó en broma.
-Estás muy chistoso hoy Stella-dije para molestarlo
-Yo que tú tendría cuidado, no soy yo el que pasó la noche con la amiga de mi cita-dijo con una sonrisa mientras me palmeaba por el hombro, sin embargo al analizar detalladamente lo que él dijo sentí miedo.
-Estás bromeando ¿no?-esta vez me sentía realmente en duda. sin embargo la respuesta de Tobías no fue clara y simplemente se encogió de hombros.
Stella
6:00pm La Casa de los Bowen.
Me encontraba alistándome para la cita de esta noche, aunque a la vez los nervios recorrían mi cuerpo y no sabía lo que pasaría en ese encuentro pero esta vez sentía tantas ganas de ir, y mi alma estaba en paz de acudir.
-Esa ropa que has elegido se te ve realmente muy linda, últimamanete noto que usas ropa más distinta a la que sueles usar.-agregó Nora mientras hacía unas ondas a mi cabello con la rizadora.
-Si, bueno hace poco conocí una amiga la cual me ha animado y me ha cambiado un poco la perspectiva de las cosas-contesté sonriente viéndome al espejo.
-Oh, pues la proxima quiero conocerla, me agrada mucho que te anime a dar estos pequeños cambios y soltarte un poco más, eres hermosa y deberías disfrutar de tu juventud.
-De hecho la conoces, ella es la pintora del museo, la nueva asociada de la empresa.
-¿Ella? vaya pero ella es una chica más mayor que tú.
-Recuerda que edad no es sinónimo de madurez, y en realidad ella es muy joven.
-Sí claro, es joven solo qué es una joven ya más hecha y derecha que tú, pero bueno, si ella te ha dado buenos consejos, me agrada.
-Tranquila Nora, cuando la conozcas más verás lo linda que es.
Nora continuo haciendo las ondas en mi cabellera hasta que terminó, mientras que hacíamos algunas bromas verbales y conversábamos de algunos temas en especial de su eterno y bello amor secreto, por último afiné detalles de cómo sería el plan de esta noche para que cuando mis padres llegaran todo saliera conforme a lo planeado.
Más tarde dieron las 6:00 pm, Abril tocó el timbre, enseguida bajé a nuestro encuentro, Nora detrás de mi dándome mil consejos y recomendaciones. Sabía que lo que haría no era correcto pero debía hacerlo.
Me despedí de ella, y subí al auto con Abril, ella me llevó hasta el puerto de Valles de Colón donde un Taxi particular me recogió y me llevó hasta los barrios del Este de Oxford, el camino realmente que era largo pero el entusiasmo era mayor.
Finalmente llegué a Colegio de Magdalen que estaba justo al lado del puente que llevaba el mismo nombre, más adelante estaba el pequeño puerto donde estaban los veleros y subías para iniciar tu velada.
Nuestro encuentro estaba planeado en el puente de piedras, la noche de hecho había caído y era algo fría, pero el viento que te envolvía en aquel sitio realmente era una sensación única, era como si tu alma conectara con la naturaleza y tu paz interior saliera a flote. eran ya alrededor de las 8:00pm, pero aquella calma que momentáneamente me acompañó empezaba a desaparecer al ver que los minutos pasaban y Tobías no llegaba, el estar sola para mi era una opción dentro de mi habitación, no en un lugar que estaba a una hora y 25 minutos de mi hogar donde no conocía a nadie.
Eran ya las 8:20 pm cuando repentinamente el frio de la noche empezó a provocar que mi piel sintiera un leve escalofrió.
-Siempre he sido una tonta, son las 8:20 y como es posible que me ha dejado plantada, encima debí hacerle caso a Nora, y traer mi abrigo pero siempre he sido una testaruda-pensé mientras me abrazaba a mi misma temblorosa y con el ceño arrugado.-Estúpido Tobías como te has atrevido-dije molesta y justo al darme la vuelta aplasté con mi tacón el pavimento pero...
-Auch! Mierd!-¿Así recibes a toda la gente?-exclamó Tobías frente a mi rojo del rostro.
-Tobías!-dije asombrada de ver que mi pie había caído justo sobre la punta de su zapato, bueno, más bien el tacón de mi calzado.
-Sí ese mismo soy yo-dijo en sarcasmo
-Perdón, oye no te vi, yo estuve aquí, ¿a que hora has llegado?-dije nerviosa y tartamudeando
-Tuve un contra tiempo en el camino, perdona la demora-dijo mostrando aún dolor en el pie.
-Oye, lo siento, solo ha sido un accidente.-dije apenada bajando la mirada
-Stella la próxima vez...¿Qué va a ser? un balde de agua fría, bueno la primera vez casi me das un paro cardiaco del susto-empezó a soltar una risita la cuál provocó que me sonrojara y sonriera.
-Tal vez lo considere-dije en .broma e inhalando algo de aire profundamente mientras frotaba con mis manos mis brazos por el frío.
-Te ves muy bien, bueno siempre te ves bien, solo que hoy un poco más, ¿Cómo es que una dama tan inteligente como tú olvida su abrigo si sabe que irá a un lugar donde la temperatura es baja?-dijo mientras se sacaba su gabardina negra y la ponía sobre mi hombros, pero cuando este se acercó a mi para arroparme mi corazón...
Continuará...
Hola mis criaturitas bellas, hoy les traigo este cápitulo incompleto pero muy interesante, proximamente en estos días les subiré el completo, cuéntenme, ¿cuales son sus shippeos?
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