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XIV




Seguía observándome al espejo tratando de ver cuál era mi mejor sonrisa y que no se notara que era una total mentira. Aunque traté de maquillarme más de lo normal para que no se notaran mis ojeras y los ojos hinchados no lo logré por completo, lloré bastante y aún más cuando mi hermano decidió estar a mi lado.

Tocaron la puerta, (aunque está se encontraba abierta) volteé a ver a Elliot que me observaba con una pequeña sonrisa dándome ánimos. Era un nuevo día y teníamos que parecer que nos encontramos de lo mejor, así evitaríamos cualquier pregunta incómoda.

Escuché el claxon del auto de Johan, mi hermano me esperó para caminar juntos a la puerta de la casa, él se quedó cerrando mientras fui a subirme al auto del chico, como era costumbre subí en la parte trasera y por el retrovisor me vio para darse cuenta si estaba mejor o había empeorado, le di una sonrisa mirándolo directo a los ojos para que no se preocupara más, ese día paso, intentaría no volver a caer de esa manera.
En cuanto entramos a la escuela vi a Dante recargado en unos casilleros que cuando se percató que llegué caminó directo a mí. Me despedí de los chicos y fui hacia mi amigo.

—Hola —saludó alegre dándome un beso en la mejilla a lo cual respondí del mismo modo —. Estaba esperándote porque quería invitarte a ir al cine hoy.

Lo que dijo me tomó por sorpresa quedándome muda por unos segundos, pensando la respuesta.

—Claro. —sonreí, salir a despejar mi mente no me haría ningún mal, sino todo lo contrario.

—Entonces paso por ti a las ¿7:00? ¿Te parece bien? —preguntó aliviado de mi respuesta. Afirmé con la cabeza y se despidió para ir a su clase.

Me quedé sola y recargué todo mi cuerpo en los casilleros detrás de mí. No sabía que acababa de hacer, no entendía porque había aceptado su invitación, él no me gustaba, yo solo tenía ojos para una persona, cubrí mi rostro con las manos por la tontería que había hecho.

Saqué de la mochila mi móvil para poder ver la hora, dándome cuenta que faltaban muy pocos minutos para que diera inicio mi primera clase. Lo volví a guardar emprendiendo camino al salón, pensando una buena excusa para decirle a Dante y no ir al cine.

Faltaban pocos minutos para que en cualquier momento apareciera el profesor, Kat aún no llegaba, algo demasiado tarde porque ella era demasiado puntual, siempre me esperaba en cualquier lugar, porque yo era la impuntual, pero cuando la vi entrar al salón casi corriendo a sentarse a un lado mío entendí la razón de su retraso.

—Traes labial por todo el rostro. —reí apuntándola. Ella sacó un pequeño espejo de su mochila y empezó a arreglárselo para cuando terminó el maestro llegó y empezamos a "estudiar".

No podía pensar en nada y en las cuatro horas antes de salir a almorzar no entregué nada, por suerte ese día los profesores se encontraban muy accesibles y sin que les dijera algo entendían, solo que al siguiente día tenía que llevar todo sin excepción. Todos en el colegio sabían que mis padres murieron en un accidente de auto, fue terrible la muerte haciendo que la pasaran por los noticieros y por eso llegó a oídos de todos, pero cuando Elliot y yo llegamos a las dos semana siguientes actuando como si no hubiera sucedido nada, nuestros compañeros se comportaron del mismo modo. No importaba que tan destrozados estábamos, lo perdidos que nos encontrábamos sin saber que íbamos a hacer sin las dos personas más importantes de nuestra vida, actuábamos lo más normal posible.
Ninguno de los dos quería que sintieran lástima por nosotros.

Ví como una lagrima cayó en la hoja de mi cuaderno, quité cualquier rastro de que estaba por empezar a llorar de mi rostro y arranqué la hoja para meterla al fondo de mi mochila, después observé por todo el salón para ver si alguien me había visto, suspiré aliviada al darme cuenta que no fue así, pero mis ojos se quedaron estáticos al darme cuenta que el profesor lo notó. Bajé la mirada de inmediato y empecé a resolver las preguntas que nos había puesto, intentando encontrar las respuestas, cosa que no logré para nada.

El sonido de la campana logró hacer que me tranquilizara, guardé todo con rapidez y me apresuré a salir del salón con la mirada del maestro en mi espalda. Esa era una de las razones por las cuales nadie tenía que notar lo débil que me encontraba.

—Hoy habrá entrenamiento muy duro —habló Johan sentándose a mí lado y dándome una manzana — . Al menos tienes que alimentarte con algo bueno. —dijo al ver mi rostro de confusión. La tomé dándole una mordida provocando una sonrisa de su parte.

—Será muy divertido. —dije emocionada y él me miró riéndose de mí.

—Eso ya lo veremos en la tarde y me burlaré de ti por lo adolorida que quedes. —respondió empezando a comer.
Mi hermano y Katherine llegaron segundos después donde empezamos a charlar los cuatro.

Durante las horas que estuve en clases pensé en la posibilidad de llegar a salir con Dante y no me pareció una muy mala idea, era un chico apuesto–no tanto como Johan, pero lo era– y me caía muy bien.

—Elliot ¿puedo ir al cine hoy con Dante? —pregunté dando mi mejor sonrisa para que accediera. No me sorprendió nada cuando casi se ahoga con la comida, que Johan me volteara a ver en shock y que Kat me mirara pidiendo explicaciones. Reí un poco al ver a mis amigos así.
No respondió nada y solo observó a Johan, con la mirada esos dos se estaban diciendo muchas cosas que yo quería saber.

—No. —respondió levantándose a tirar la basura, dejándome en la mesa sorprendida por su reacción tan seca y grosera.

—¿Qué?

—No irás al cine con Dante —hizo una pausa donde yo iba a empezar a reprochar— porque Kat y yo iremos  al cine y Johan se quedará contigo.

Con esa respuesta quedé aún más sorprendida que al principio, era una revoltura de emociones. Emoción porque me quedaría sola con el chico que me encantaba, enojo ya que no sabía porque mi hermano había reaccionado de manera tan grosera, me esperaba esa respuesta, pero no de esa manera y por supuesto que demasiado confundida, ninguno de los dos me habían dicho que saldrían juntos esa noche.

—¿Qué? No es cier...— Kat soltó un pequeño grito y empezó a afirmar con la cabeza tallándose la mano. Al parecer Elliot la había pellizcado para que siguiera cubriéndole su mentira. Me encontraba doble confundida con lo que sucedió.

Ignoré ese acontecimiento porque no tenía que reprochar para nada, estaría sola con Johan durante un buen tiempo, lo único que me preocupaba era como le iba a decir a Dante que no iría con él.

• • • •

Ya con el uniforme deportivo, corrí directo a las gradas y subí a la más alta para dejar las mochilas, observé hacia atrás para ver si alguien me miraba y guardé la primera nota.

Johan:
Fue triste no verte ayer en la escuela, te extrañé y como no asististe tendrás las dos notas, la de ayer y la de hoy.
Razón No. 13
Juegas de una manera asombrosa que cualquiera que tenga al menos un pequeño conocimiento de fútbol se percata de eso, yo tengo ese conocimiento y siempre me quedo atónita al verte en un partido, porque vaya que eres asombroso, más que eso ¡juegas perfecto! Y te digo esto a ti porque se que por ello no te creerás más que nadie, simplemente es un alago que hará que te esfuerces más en todo y que algún día logres ser un gran jugador.

Volví a revisar que nadie me estuviera viendo y con el corazón en la boca y la adrenalina al cien metí la otra y cerré la mochila.

Johan:
Es la primera vez que te escribo dos cartas seguidas y esto me emociona mucho.
Razón No. 14
La inteligencia es otro atributo tuyo que no se me puede pasar, siempre has sido el chico con la calificación más alta, el que ayuda a sus compañeros que tienen alguna duda acerca de la clase, porque entiendes todo lo que explican y cualquier materia, eso es sorprendente, porque yo soy pésima en Química.
Tenerla no es algo que todo el mundo tiene y si lo hace no la aprovecha al máximo como tú, otra cosa que es de admirar de ti. Por eso te amo.

Bajé con calma las gradas, porque guardé todo sin que nadie se diera cuenta. Otro éxito para mí.
Cuando estaba por bajar la última casi me caía al suelo al ver a Dante entrar y mirarme con una sonrisa, tenía que decirle que no podría ir al cine.
Tomé aire armándome de valor y caminé hacia él con miedo de su reacción, no quería que me odiara.

—Tengo un problema con hoy. —Fui directa logrando ver su cara de preocupación por las palabras que estaba por decir.

—¿Qué ocurre?

—Sucede que saldré con mi novia y si yo no estoy en casa ella no sale—empezó a hablar Elliot con indiferencia y como si Dante no le importara en absoluto, jamás lo había escuchado expresarse de esa manera, lo observé demasiado sorprendida —Y Johan se quedará a hacerle compañía para que no le sucede nada.

En definitiva estaba demasiado sorprendida, no podía articular ninguna palabra al escuchar lo que había dicho.

—¡Elliot! —elevé un poco la voz para regañarlo, estaba molesta —Discúlpalo no se lo que le sucede hoy y discúlpame a mí por no poder acompañarte hoy, será otro día.

—No te preocupes Jema, otro día. —dijo dándome una sonrisa, pero se encontraba deprimido por lo que escuchó.

—Más bien nunca. —susurró mi hermano para que ninguno de los dos lo escucháramos, pero no fue así, ambos lo hicimos.

—¡¿Qué te sucede?! —grité intentando no captar la atención de los demás —¡¿Por qué lo trataste así?! ¡Es mi amigo!

Se quedó callado y suspiró, intentando calmarse y no empezar a decirme lo que le pasaba.

—Él no solo quiere ser tu amigo. —Fue lo único que se le ocurrió decir logrando que me enojara más.
Caminé directo a donde se encontraban todos los chicos y empujé a mi hermano con el hombro enfurecida.

—¡Algún día tendré novio Elliot! ¡Acéptalo! —chillé cuando iba a mitad de camino para llegar a donde se encontraban los chicos. Lo hice tan alto que todos me escucharon, sus miradas se dirigieron a mí y a Elliot, pero lo ignoré, solo me enfocaría en entrenar ignorando a mi tonto y demasiado protector hermano.

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¡Hola!
Muchas gracias por seguir leyendo esta historia que tanto amo, si te gusta sabes que puedes decírmelo en un comentario ❤️

Si es de tu agrado como escribo puedes ir a leer mi otra historia titulada "será divertido, dicen" es una novela de dos chicos que se odian a muerte y gracias a sus hermanos (que son novios) tendrán que irse de vacaciones los cuatro, intentando que Alexis y Alejo sobrevivan al viaje.
Tranquilo, que no es cliché y puede que te guste. Dale una oportunidad.

-Sujey-

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