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V




    Los días en la escuela eran demasiados aburridos, tanto que algunas veces pensaba en saltarme las clases, hasta que reaccionaba que si lo llegaba a hacer y Elliot se enteraba estaría castigada de por vida, él sería capaz de crear una torre para encerrarme ahí y nunca escapar. Así es, tenía un hermano paranoico.

Seguí luchando durante toda una media hora para que mis ojos no se cerrarán en plena clase, en cuanto se escuchó el timbre indicando que era el momento de marcharse, salí huyendo de ahí junto con Katherine.
No me sorprendió para nada ver a mi hermano caminar hacía nosotras acompañado de su amigo inseparable.

Desde que mi mejor amiga y Elliot se hicieron novios, él siempre iba por ella a clases para llevarla a la siguiente, dejándonos a Johan y a mí solos. En verdad parecíamos que éramos pareja, Katherine con mi hermano, Johan conmigo. Era algo demasiado perfecto y que provocaba que toda la escuela hablara de ello, provocando rumores.

-¿Qué tal la clase?-inició la platica el chico. Sonia pasó frente a nosotros y este la siguió con la mirada, en cuanto se percató que lo observaba regresó su atención en mí.
Odiaba tanto que Johan todavía siguiera enamorado de esa chica y odiaba aún más que yo no podía superar a un chico que nunca en mi vida me haría caso.

-Creo que bien-respondí elevando los hombros, restándole importancia.

-Jema se que siempre estamos nosotros cuatro juntos a la hora de receso, pero-hizo una pausa pensando en que iba a decir, logrando que me pusiera nerviosa-necesito tu opinión acerca de unas cosas, eres alguien muy importante para mí y me gustaría saber que opinas al respecto.

No era necesario que dijera otra palabra más, con solo escuchar eso me derretía por dentro, afirmé con la cabeza como una loca enamorada hasta que me di cuenta de mi comportamiento.

Llegamos al aula, me despedí de él y entré a sentarme para esperar la aburrida clase que me esperaba llena de sufrimiento y aún más al enterarme que Johan quería platicar conmigo acerca de algo privado, no era necesario emocionarme por algo así, era lógico que quisiera hacerlo después de tanto tiempo de conocernos.

El sonido de la campana indicando que era momento de descansar del infierno fue lo más alegre de toda mi vida, sin decirle nada a Katherine salí corriendo en busca del chico de mis sueños, choqué con alguien logrando que cayera al suelo muriéndome de vergüenza. Levanté el rostro topándome con un chico que nunca había visto.
Asustado me ayudó a levantarme pidiéndome disculpas a más no poder.

-No te preocupes-respondí dándole una sonrisa amigable-Eres nuevo en la escuela ¿no?

Devolvió la sonrisa mostrando su dentadura, dándome cuenta que tenía brackets.

-Si.

-¿Y tú nombre es...?

-Dante Becket-dijo mirándome directo a los ojos, la sonrisa no se le había desaparecido de su rostro.

-Jema Vance, la chica que tiraste al suelo-Me burlé y él hizo lo mismo.
Seguimos platicando unos segundos más, hasta que me di cuenta que había quedado con Johan en que hablaríamos, no entendía como se me había olvidado ese maravilloso detalle.

Me despedí de él diciendo cosas incoherentes, lo deje allí solo en el pasillo y eché a correr al jardín, el lugar donde quedamos en vernos. Lo vi sentado en una banca revisando su celular, en cuanto levantó su mirada se topó con la mía. Caminé hacia él con normalidad y en cuanto llegué me senté a su lado.

-Perdón por llegar tarde, un chico me tiro al suelo-dije riendo- , el chico nuevo fue el que lo hizo, por accidente claro, así que nos presentamos y nos quedamos platicando un rato.

-No hay problema Jema-dijo el chico sonriendo al ver como le platicaba lo sucedido- , no es tu obligación escucharme y aquí estás sentada a mi lado.

Cada vez que decía algo tan lindo, las ganas de decirle todo lo que sentía por él aparecían, pero la realidad me azotaba por que cuando te lanzan un balón al estómago y te sofocan.

-¿Qué pasa?

Johan suspiró mirando sus manos nervioso.

-¿Crees que deba regresar con Sonia?-Al escuchar aquello sentí como un balde de agua fría caía arriba de mí, tragué saliva intentando que no se notara la tristeza en mi rostro.

-No se porque terminaron, así que no puedo responder tu pregunta-dije jugando con mis pies, observé por todos lados, suplicando que mi querido hermano apareciera, le diera un ataque de celos al ver con quien me encontraba y me sacara de ahí, pero al parecer él se encontraba muy ocupado besándose a Katherine.

-Me engañó con un chico que conoció en una fiesta a la cual me dijo que no iría-explicó buscando mi mirada.

Odiaba a Sonia por ver sido novia de Johan y en esos momentos quería ir a darle una muerte muy dolorosa, no entendía como le había hecho aquello, el chico por el cual miles de chicas se morían (incluyéndome), no entraba en mi cabeza una razón lógica. En definitiva Johan no tenía que regresar con ella.

-Te engañó Johan, te falto al respeto haciendo eso, así que creo que no merece tu amor-dije tratando que no se notara mi furia.

-Como negarte lo que acabas de decir, eres la mejor Jema-habló y se acercó para darme un abrazo que me tomó por sorpresa, en cuanto reaccioné se lo devolví intentado que no terminara nunca.
Sonia iba pasando frente a mí y me fulminó con la mirada, solo le sonreí burlándome.

Era Viernes, escondería la carta en la mochila de Johan por quinta vez, el tiempo se me había pasado muy rápido. Existían momentos en que ya quería terminar de enviarle las veinte notas, pero en otras ocasiones era todo lo contrario, me ponía feliz al verlo a él de la misma manera cuando las leía.

Estaba sentada en las gradas observando mi celular con aburrimiento y los chicos se encontraban platicando sin nada que hacer porque el entrenador aún no llegaba.

Cerré el zipper de la mochila de Johan en cuanto guardé la carta y volví mi atención al celular.

Johan:
Es Viernes y no puedo creer que haya pasado tan rápido la semana. Espero que te estén gustado las notas que te he dejado.
Razón No. 5
Tu sonrisa es mágica. Sonríes si alguien lo hace, sonríes dando apoyo, sonríes cuando alguien menciona estás notas, sonríes aunque algo te sale mal. Siempre tienes esa sonrisa que hipnotiza a cualquier persona, nunca desaparece y siempre está presente, sin duda alguna ese es un gran rasgo que te identifica y que provoca enamorarme aún más de ti.

-¿Jema que hacías revisando mi mochila?-di un salto en mi lugar del susto y levanté la cabeza para encontrarme a mi amigo observándome confundido.

Tartamudeé palabras que no se entendían, él me miró animándome a hablar. Cubrí mi rostro con las manos por la vergüenza que sentía.

-Es que...-pensé en una buena excusa-Estaba buscando tu cargador para ver si lo traías, perdón por no pedírtelo, pero te vi ocupado.

-No hay problema sabes que puedes tomar lo que necesites-respondió dándome un beso en la frente.

Sacó de la mochila su botella de agua y volvió a retirarse con sus amigos.
Pude suspirar aliviada de que no me haya atrapado.

La puerta se abrió y mostró al entrenador caminando acompañado de un nuevo chico, lo miré porque me parecía familiar, hasta que caí en que era Dante Becket, la persona que hizo que cayera al suelo, él volteo a verme y camino sorprendido hacia mí.

-¿Qué haces aquí Jema?-preguntó dándome un beso en la mejilla en forma de saludo-Por lo que se, solo se permite que estén los que van a entrenar.

-Mi hermano y amigo son jugadores, le agrado al entrenador y pues me deja quedarme a esperarlos para irme con ellos a mi casa-respondí sonriente.

-¿Quiénes son?

-Elliot y Johan-Los apunté para que supiera quienes eran, estos me miraban interrogante. En cuanto subiera al auto las preguntas se dejarían venir.

-¿Eres hermana y amiga de los chicos más populares de toda la escuela?-preguntó sorprendido.

Afirmé con la cabeza.

-Ya entendí porque todo el mundo habla de ti...

-No es para tanto-dije sorprendida por lo que había escuchado. Sabía que era demasiado popular, pero no que siempre hablaran de mí-¿Y al menos dicen cosas buenas?

-Muy buenas-dijo mostrándome sus dientes.

No pudimos seguir hablando ya que se tuvo que retirar por que iban a comenzar, volví a tomar asiento y prestar atención a los chicos.

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