Vegas
—No he tenido sexo. —Respondió Vegas sin interés alguno.
Time rio en su lugar para después negar con diversión.
—¿Hace cuánto? ¿2 meses? ¿3? —El tipo parecía sorprendido cada vez que el Theerapanyakul negaba— ¿Un año?
—Nunca. —Vegas se encogió de hombros. Sus ojos leían con rapidez una gran pila de hojas, unas las botaba, otras las firmaba. Todo ante la pálida cara de su amigo.
—¿Tienes..? ¿Acaso no tienes 24 años? —El hombre se recargo en la silla sintiendo como el estómago se le revolvía ante semejante información— ¿Acaso no eres el hombre más deseado de toda Tailandia? ¿El soltero más codiciado por sus grandes millones a tan temprana edad? ¿El hombre que es considerado un puto Dios en el sexo por una encuesta de porquería?
—Sí, sí, si y sí. —Vegas bajo los papeles que leía. Miro a Time haciéndole saber la poca paciencia que le quedaba—. ¿Alguna pregunta más?
—Amigo, tienes que perder lo más casto que te queda.
—Time…
—¿Cómo es posible que en esa maldita encuesta de fans Kinn y yo quedamos por debajo de ti?
—La gente suele ser lo suficientemente estúpida como para idealizar a alguien sin haberlo conocido. —El Theerapanyakul se levantó de su lugar para salir a almorzar—. En esa encuesta quedaste como el novio ideal, y que yo sepa, eres un puto infiel de mierda.
Y sin más, salió del lugar.
…
Vegas era un hombre ocupado. Muy ocupado. Su vida se centraba en el trabajo, en las expectativas de su padre, y muy secretamente, en ser mejor que Kinn.
Tuvo oportunidades con incontables damas, pero jamás sucedió nada. Ni siquiera una pequeña reacción de su cuerpo. Eran hermosas, mayores, de todo tipo de cuerpo y ninguna despertaba morbo en él.
Su padre siempre se jacto de tener a un verdadero hombre al frente de las empresas Theerapanyakul y Vegas no quería que eso cambiará. Así que guardo lo mejor que pudo su pequeño secreto y le hizo creer a su padre que era un maldito casanova sin intención de contraer matrimonio y no un virgen sin experiencia en el ámbito sexual.
Vegas quería, carajo que quería, pero el trabajo y su cero libido por las mujeres se lo impedía.
—Hey. —Kinn lo saludo desde las grandes puertas junto con Time, Ken y Big.
Vegas suspiro cansado; no era buena señal.
—Espero sea rápido lo que tengan que decirme. Llegaré tarde a una cena de negocios.
—Nada de cena de negocios. —Perth le sonrió—. Cancele la reservación con una pequeña excusa. Ellos aceptaron postergar la reunión.
—¿Qué estás..? —Vegas comenzaba a molestarse—. Recuérdame porque te contraté como mi maldito secretario antes de despedirte en los próximos 5 minutos.
—No era importante y lo sabe. —Perth sonrió sin miedo alguno—. Además, todo lo hice a petición de Khun Kinn.
Vegas dirigió su mirada a su primo y le pidió una muy buena explicación.
—Hoy saldremos a un bar bastante bueno. El mejor. —Su primo se acerco y le abrazo los hombros como camarada—. Time nos contó sobre tu pequeño problema.
El hijo de Kan estaba dispuesto a matar al hijo de puta de Time y deshacerse del cuerpo esa misma noche. Kinn, Big y Perth lo sujetaron antes de llegar al rubio.
—¡Lo hice porque me preocupas! —Time se alejo con las manos cubriendo su cuerpo.
—¡NADIE TE PIDIÓ QUE LO HICIERAS, IMBÉCIL! —Vegas trato de quitárselos de encima.
—Ya, basta. —Kinn sonrió divertido—. No te arrepentirás, Vegas. Es un lugar limpio, con buen ambiente, música y sobre todo discreto.
—¿Cuándo fue la última vez que salió? —Preguntó por primera vez Big —. Una salida al año no hace daño.
Kornwit desvío la mirada irritado.
…
Las luces lo aturdían y la música lo molestaba. El ambiente era ciertamente animado, pero el ver tantos cuerpos pegados y frotándose como si no hubiera mañana lo aturdían.
Aún con el palpable aire erótico y prohibido, Vegas no lograba sentirse excitado con lo que sus ojos presenciaban.
—Wow, ¿Pero es mentira lo que mis ojos ven? —Una mujer robusta, de cabello largo y lacio camino con una gran sonrisa hasta ellos y abrazo efusiva a Kinn—. Hace mucho no tenía el honor de verte, muñeco.
Kinn rio alegre.
—Yok, el lugar sigue siendo espectacular. —El Theerapanyakul mayor miro a sus acompañantes—. Big, mi secretario, Ken, el secretario de mi primo, Time, mi mejor amigo y finalmente Vegas, mi primo.
—Jamás en mi vida había visto a tanto hombre sexy junto. —Yok, abanico sus pestañas mostrándose coqueta y alegre. Vegas ni siquiera sonrió.
—Tomaremos asiento en el VIP. —Aviso Kinn con una sonrisa amable.
—Adelante, sabes que esos lugares están reservados especialmente para ti, guapo. —Yok los guío por el lugar.
Vegas miro una vez más a su alrededor. Se tenso cuando vio a dos hombres follando sin importarles dónde estaban. Literalmente estaban en una de las mesas con varios hombres cogiendo como viles animales.
El Theerapanyakul no juzgaba el lugar ni mucho menos el acto de exhibición. Lo que le inquietaba eran los dos varones. Tragó saliva sintiéndose de pronto acalorado. Ninguno de ellos causaba morbo en él. No eran hombres que él podría considerar atractivos; era el acto en sí. De pronto se imagino a él fallándose a un tipo físicamente similar, sin pechos, vagina, curvas delgadas y delicadas. El sexo entre dos hombres, el mero pensamiento, causo una notable revolución en él.
—¿Entretenido? —Time se paró a su lado y se cruzó de brazos— ¿Te sientes incómodo?
Vegas simplemente negó y siguió al resto que ya estaba en la mesa.
Kinn lo miro por un largo rato, siendo sabedor del porque Vegas estaba tan callado. Dirigió una pequeña mirada dónde el hombre gritaba, en medio de la música, por un buen orgasmo. No era un lugar exclusivamente gay, pero tampoco discriminaba género. Yok sabía que el hombre era perverso, era animal y era un buen negocio mientras tuvieras los culos adecuados.
Sea cuál sea.
—Bien, ya que todos en esta mesa sabemos el secreto de este bastardo, es justo ventilar uno. —Propuso Kinn con una gran sonrisa. A Vegas le pareció estúpida la idea.
—No necesito tu lastima.
—Es cuestión de igualdad. —Time se cruzó de piernas y extendió sus brazos en el largo sofá—. Empiezo yo. —El rubio lo pensó por algunos segundos para después sonreír pícaro—. A la mayoría de mis parejas les fui infiel con un solo tipo.
—¿No eras heterosexual? —Pregunto Big sin sentirse ni un poco extrañado.
—Era. —Time se encogió de hombros.
Vegas se quedó sin palabras.
—Yo tengo una relación de amigos con derechos. —Kinn soltó de la nada. Tomo del whisky y apunto con la barbilla la zona de bebidas—. Con ese caliente moreno.
Vegas miro al barman. Agitaba y servía con maestría las bebidas, viéndose varonil, juguetón y atractivo con el simple hecho de estar ahí.
—¡Oye! —Time se enderezó indignado—. Eso no lo sabia.
—Dije secretos, Time. —Recordó el Theerapanyakul de la primera familia.
Ken se encogió de hombros y soltó de la nada—. Para saldar una deuda grande que tenía termine por mamársela a un prestamista.
—Asco. —Big negó con un gesto de horror. Tomo un gran trago para darse valor—. Estuve enamorado de Khun Kinn por más de dos años.
Vegas no decía nada ante las confesiones de sus amigos.
—¿En serio? —Kinn miro asombrado al chico.
—Sí. Después vi como se cogió al de limpieza y decidí que usted no era mi tipo. ¿Quién carajos corre al chico al otro día?
—Seria incómodo verlo. —Dio como única explicación el hombre de gruesas cejas.
Kornwit tomo apresurado su copa de whisky. Si su padre escuchará todo esto, seguramente lo sacaría del legado familiar.
En la mesa reían sin darle importancia a su recién descubierta sexualidad. Ninguno de ahí parecía darle importancia, excepto Vegas; Kinn lo notó.
—¿Sorprendido? —Kinn era el único que no parecía interesado en la presentación que daban las chicas en el tubo—. Vegas, si no…
—No me trates como un niño. No he tenido sexo, pero no soy inocente ni mucho menos idiota. —Vegas tomo un trago de su bebida—. No imaginé que todos tuvieran ese tipo de preferencia, no imaginé que tú las tuvieras. Sobre todo por el tío Korn.
—Papá dejo de hablarme por bastante tiempo, pero después Khun y Kim salieron del closet y no le quedó más remedio que aceptarnos. —Kin rio—. No tienes que darle explicaciones a nadie. Te gusta lo que te gusta y punto.
Vegas asintió mirando la presentación. No se sentía excitado, ni un poco.
La morena en el tubo le lanzaba miradas largas y atrevidas, meneaba su culo en dirección a Vegas tratando de llamar su atención, pero nada parecía funcionar. El asco en el rostro del Theerapanyakul la intimido y la hizo desistir.
—¡Ahora! —Yok subió con el micrófono en la mano, despidiendo a las bailarinas— ¡Lo que todos estaban esperando! ¡La estrella del lugar! ¡Mi preciosa mina de oro! ¡El sueño húmedo de todos aquí! ¡BUILD!
Las luces bajaron haciendo del ambiente algo mucho más íntimo, la música tomo una tonada sensual. De entre las cortinas salió un cuerpo fornido, ciertamente delgado, pálido, vestidos con telas transparentes, cubriendo lo necesario.
Vegas sintió el libido subir como espuma cuando el entrenado chico comenzó a menear sus caderas al ritmo de la música. La máscara en su rostro no dejaba apreciarlo en su totalidad. El misterio y la lujuria dejaron a Vegas con los sesos completamente derretidos.
Las manos de “Build” no dejaban de tocar su piel, de recorrer sus curvas masculinas, sus caderas parecían guiar la tonada, el movimiento de cintura y sus nalgas expuestas parecían ser la tentación misma. Todo en él parecía ser un maldito pecado.
—Jodida mierda. —Vegas se desabotono la camisa que cargaba.
Se sentía muy caliente.
El moreno en la barra gritaba enloquecido con los demás. Parecía emocionado y orgulloso del pálido en la pista. A Vegas no le agrado.
—Ese chico es grandioso. —Time se lamió los labios—. Es elevado, pero lo vale. —Alzo la mano para llamar la atención de Yok—. Lo quiero a él.
—Depende que tanto ofrezcas, cariño. —La mujer sonrió feliz—. Hay al menos 20 hombres pidiéndolo está noche y con muy buenas propuestas.
—Ponle un cero más a la cuenta más elevada. —Time ofreció.
—Bien, si es el caso…
—Pagare el triple que él. —Vegas interrumpió a la mujer—. Pagaré el triple de la cuenta más elevada. Lo quiero a él.
Time, Kinn, Big y Ken se quedaron sin habla en su lugar. Yok soltó un grito emocionado.
—¡Hecho! —La mujer le dio una tarjeta con el número de la habitación—.Build es todo tuyo está noche.
Vegas se levanto sin dar explicación alguna y se dirigió a la habitación. No había nada de su interés en ese lugar ya.
…
El Theerapanyakul se había dejado llevar por su reciente calentura y ahora no sabía que hacer. Estaba nervioso pero excitado.
Sería su primera vez y estaba aterrado.
—It must be a joke (debe ser una broma) —Vegas se pasó la mano por el cabello y suspiro. Saldría de la habitación y se largaría del lugar.
—Ya pagaste el servicio. —Una voz masculina y atractiva lo paro de hacer sus planes anteriores—. Sería de mala educación dejarme plantado.
Vegas miro la silueta en la puerta. El chico aún tenía la máscara en el rostro, tapando su identidad pera dejando sus ojos a la vista. Y Vegas juraba que eran los ojos más bonitos que había visto en la puta vida. Build se movió por la habitación, mostrando su felino andar, moviendo sus curvas y riendo ante la atenta mirada del Theerapanyakul.
Su risa era una caricia en el alma de Vegas.
—¿Vegas? —El chico se sentó en la cama y abrió las piernas sin pena ni pudor— ¿Ese es tu nombre?
—… —El chico reaccionó tarde logrando que Build volviera a reír—. Sí, Vegas, Vegas….
—No necesitas decir más. No me interesa. —Las rudas palabras del chico solo lograron hacer temblar las rodillas de Vegas—. Bien, escuché que pagaste muy bien por mí. Entonces… —“Build” se paró y camino hasta el joven. Subió sus manos por el pecho hasta rodear el cuello. Sus cuerpos quedaron juntos, sin ningún centímetro que se atreviera a interferir—. Haz lo que quieras conmigo, soy todo tuyo, Vegas.
Y Vegas soltó una sola frase:
—Quítate la máscara.
“Build” retrocedió una vez más, dejando un vacío en Vegas. Con calma, retiro el plástico de su rostro.
—Fucking, you’re gorgeous. (Joder, eres precioso) —El Theerapanyakul avanzo hasta el chico completamente hipnotizado por la belleza del hombre. Cuando esté sonrió ante el cumplido, Vegas supo que no había marcha atrás. Esos hoyuelos serían su perdición, su completa rendición. Sin poderlo evitar tomó la cintura de “Build” y lo beso hambriento, buscando calmar su agitado corazón.
El chico se dejó llevar. No pondría resistencia a lo que Vegas quisiera hacer con él. Solo estaba para complacer al hombre que había pagado por él.
Se dejó besar y admitía que era el mejor beso que le habían dado. Vegas era jodidamente atractivo, era imposible de no notar, era sublime y tenía algo que lo llamaba.
Se siguieron besando por un buen rato; “Build” comenzó a extrañarse. El chico no hacía movimiento alguno para quitarle la ropa, ni siquiera bajaba sus besos a otra parte que no fuera su cuello o barbilla. Decidió tomar la iniciativa pensando que eso era lo que Vegas quería.
—Quiero que me folles. —El bailarín bajo sus manos al pantalón de Vegas. Quiso deshacerse del cinturón, pero tan pronto sus manos tocaron el cuero, el hombre se separó de él.
—Espera… —El hombre se separó jadeante—. Yo… Vayamos a la cama.
Vegas se acostó en el colchón. Vio como el chico se subió por mera inercia en él y comenzó a besarlo de nuevo, bajando sus manos a su vientre y acariciando sobre la ropa.
El Theerapanyakul estaba paralizado, y aún espero que el chico encima suyo no notará nada extraño, al verlo elevar la mirada lo supo; “Build” no lograba entenderlo.
—¿No te gusta? —El bailarín se sentó en las caderas del hombre. Sintió la erección en sus nalgas y se meneo con un gesto de extrañeza.
—¡No hagas eso! —Vegas puso ambas manos en la cadera de “Build”—. No… Por favor.
Entonces el chico abrió los ojos con sorpresa. Se bajó del chico y sin tacto pregunto:
—¿Eres virgen?
Vegas tapo su rostro sintiéndose humillado. Quería salir de ahí y no volver jamás. El chico era su sueño húmedo en persona y lo había arruinado. “Build” desprendía sensualidad por cada poro de su piel y ahora ante sus ojos no era más que un tipo sin experiencia y ridículo.
—No, no, no… —“Build” se acercó a la cama y con delicadeza hizo que Vegas se sentará. Con sus manos, y con cuidado, hizo que el Theerapanyakul quitará sus manos de su rostro—. Oye, no tienes que avergonzarte.
—Me tengo que ir. —Vegas se levantó del lugar y camino rápido hasta la puerta—. Dejaré un extra por…
—Puedo enseñarte. —Las manos en su pecho lo pararon—. Vegas, quiero hacerlo. Déjame ser tu primero.
Las grandes manos acariciaron su pecho tratando de calmarlo. La voz en su oído relajo al instante su cuerpo. “Build” dejo un suave beso en su cuello para después reír.
No era una risa burlona, ni divertida, ni siquiera irónica. Era una risa traviesa, curiosa y expectante.
—Los primerizos tienden a recuperarse muy rápido. —“Build” le dio la vuelta, acaricio su rostro y le sonrió amable—. Llegaremos hasta donde tú quieras.
Vegas miro los ojos del pálido hombre. Aún se sentía inseguro pero también estaba caliente. Quería cogerse a “Build”. Quería follar con ese chico de espectacular sonrisa.
—No quiero que pierdas tu tiempo conmigo. —Vegas lo tomo de la cintura sin siquiera darse cuenta.
—¿Acaso no lo entiendes? —Pete bajo sus manos hasta su pantalón—. Está noche soy solo tuyo.
…
Vegas estaba nervioso, sí, pero la mano en su pene no lo dejaba pensar con claridad, ni siquiera los dedos recorriendo su vientre descubierto; la camisa la tenía desabrochada, colgando de sus hombros y el saco había desaparecido.
Habían empezado con algo sencillo, algo con lo que “Build” le dijo que sería suficiente para que la vergüenza pasará a segundo plano.
—Tu pene es bonito. —La sonrisa de “Build” lo hizo gemir. Estaban acostado, con el chico abrazándolo, Este besaba su oreja, su mejilla derecha, sus labios—. Es grande y grueso.
—Build… —Vegas miro los ojos traviesos del chico.
—¿Prefieres que me calle? —El chico dio un beso tierno en su mejilla—. Si no te gusta puedes decírmelo.
—Quiero oírte. —El Theerapanyakul hecho su cabeza hacia atrás sintiendo los largos dedos rodear su glande—. I like dirty (me gusta sucio).
“Build” siguió masturbándolo, mirando los gestos de Vegas, midiendo hasta que punto iba a terminar. Jugando, soltando cada que el Theerapanyakul parecía llegar al orgasmo, soltando frases sucias que lograban subir el libido del hombre.
—Quiero tu polla en mi culo. —El bailarín acaricio los testículos—. Quiero ser tu puto juguete.
—Shit! (¡Mierda!) —Vegas lo tomo del cuello, admirando la sonrisa perversa de “Build”.
—Vegas… —El chico dejo un casto beso en la boca del Theerapanyakul— ¿Quieres joder mi boca?
—¡Sí, carajo, quiero!
“Build” dejo un último beso antes de bajar por su abdomen descubierto. Besando cada músculo bien formado, sintiéndose inexplicablemente caliente con la situación. Lamió en el vientre, sin tomar la polla palpitante y bien parada. Jugo otro rato con el autocontrol de Vegas.
—¡Hazlo, Build! —El Theerapanyakul lo tomo de sus cabellos—. Chúpala.
A “Build” le gustaban las órdenes.
Lamió la cabeza del pene, roja y resbalosa sintiendo como el cuerpo debajo suyo se tensaba. Siguió acariciando al mismo tiempo que escupió dejando lleno de saliva el pene, abriendo su boca y tragándose la verga con lentitud.
—¡Joder, tu boca es el paraíso! —Vegas lo miro. Sintió un calambre en el vientre cuando sus ojos chocaron con los oscuros y grandes de “Build”— ¡Carajo, no! ¡voy a..!
—Córrete. —El chico saco su boca para hablar, siguió masturbando viendo con deleite como Vegas trata de atrasar su orgasmo—. Déjame probarte, Khun Vegas.
El Theerapanyakul tembló y eyaculo cuando la boca de “Build” lo trago de un solo bocado.
Gimió, soltando jadeos roncos y largos. Fue un orgasmo increíble, simplemente maravilloso.
Cuando abrió los ojos, “Build” limpiaba la comisura de sus labios con una gran sonrisa.
—Delicioso.
Vegas lo volvió a tomar del cuello y lo beso probándose en la boca del chico; fue jodidamente excitante.
—Parece que no era mentira. —El bailarín tocó con el dedo índice la polla semi parada del Theerapanyakul—. Aún estás bastante animado.
—Te quiero arriba.
…
El pálido chico estaba desnudo, sobre el cuerpo de Vegas, quien aún tenía el pantalón encima, con el pene de fuera.
—Deberías quitarte los pantalones. — Sugirió “Build”.
—Aun no. —Vegas lo tomo de las caderas—. Muévete.
—Tan mandón. —El chico rio.
Abrió más las piernas y dejo que su trasero callera en la polla ya despierta de Vegas. Sus bolas se frotaban con el miembro, su entrada también causando que su ano palpitara. Quería ser penetrado, quería sentirlo dentro de él, pero tenía que ir lento. Tenía que ir al ritmo de Vegas.
Se frotó escuchando los jadeos del hombre bajo suyo, viendo cómo el vientre se contraía ante las placenteras sensaciones, sintiendo como las manos grandes y cálidas acariciaban sus piernas frías.
“Build” decidió que era momento de aumentar la velocidad, de girar sus caderas, de dar pequeños saltitos simulando penetración.
—¡Ah! —Vegas llevo sus manos a las nalgas de “Build”— they are perfect! (Son perfectas)
El bailarín sonrió. Vegas ya comenzaba a tomar confianza, a soltarse y hacer lo que su cuerpo le mandaba. Noto el fuego en los ojos negro del hombre, como finalmente se levantaba del lugar y atacaba su cuello con deseo y curiosidad.
—¿Te gustaría sentir como es follarme? —“Build” tomo el pene de Vegas, lo alineó a su entrada y bajo lo suficiente para hacer presión en el glande.
Un gruñido escapó de la garganta de Vegas.
—¡Dios! —El Theerapanyakul recorrió la espalda blanca del chico con sus manos ansiosas—. Quiero follarte, quiero romperte por completo, quiero…
—Hazlo. —El sureño se acercó a sus labios y abrió su boca adentrado su lengua y mordiendo los belfos ajenos—. Follame, Khun Vegas.
Quitándose de encima, “Build” se acostó en la cama y mostró su trasero. Abrió ambas mejillas mostrando su entrada palpitante; le regaló una sonrisa sucia al Theerapanyakul buscando acabar con su pena y autocontrol.
—Build…
Vegas callo cuando vio como los dedos del bailarín se introducían a su entrada, poco a poco, mostrándole como hacerlo. Lo vio acariciar su pene mientras se auto penetraba.
—Vegas, ¡Ah! —El joven lo instó a acercarse.
El Theerapanyakul se acercó, mirando atentamente los movimientos de “Build”.
—Déjame hacerlo. —Tomo la mano del chico—. Déjame prepararte.
“Buill” asintió con una sonrisa. Anteriormente el bailarín ya venía preparado. Había veces que los clientes eran una bestias sin compasión, además era política del lugar, pero quería enseñarle lo básico al Theerapanyakul. Le mostró dónde estaban los condones y el lubricante, guio sus movimientos, disfrutando de los toques torpes y cuidadosos de Vegas.
…
—¡Mgh! ¡Vegas!
El Theerapanyakul tenía ambas manos en la cintura, buscando adentrarse más profundo, observando maravillado los gestos lascivos del chico debajo de él.
Era perfecto, solo eso. El interior de “Build” era el paraíso mismo. Su cuerpo, sus gestos, todo en él lo tenía cautivado.
Paro cuando sintió que se corría. No quería terminar tan rápido, no quería que “Build” se sintiera decepcionado, no quería salir de su interior.
—¡Tan malditamente bueno! —El bailarín acaricio el rostro de Vegas y le robo un beso más— ¡Me llenas tan bien! —Tomo su mano derecha y la dirigió a su vientre— ¿Lo sientes?
“Build” jalo de las nalgas al Theerapanyakul y lo obligó a penetrar mientras esté presionaba en su vientre. Lo sintió jadear enloquecido de deseo. Le regaló la sonrisa más sucia que tenía y finalmente lo sintió eyacular de nuevo.
—¡MIERDA! —Vegas apretó los dientes sintiendo la corriente eléctrica que le atravesó el cuerpo, recuperando la respiración, calmando los ligeros temblores. Abrió los ojos y lo vio; tan hermoso, tan sublime, tan suyo— Build, perdón, yo no…
El chico negó con una sonrisa comprensible.
—Te dije que podías correrte cuando quisieras. —Acaricio el rostro arrepentido del Theerapanyakul—. Fue tu primera vez, está bien. Lo controlarás con el tiempo. ¿Fue bueno?
Vegas sonrió—. Fue más que bueno. Fue perfecto.
“Build” vio como Vegas salió de su interior para después sacar el preservativo lleno. Lo amarro y después lo tiró en la basura.
—Déjame compensarlo. —Vegas acaricio sus piernas hasta llegar al miembro aún erecto del bailarín—. Solo enséñame.
El sureño le regaló una hermosa sonrisa.
…
Los encuentros siguieron a partir de esa noche. Vegas siempre regresaba comprando todo la noche con Pete. Le gustaba la manera en que “Build” le enseñaba con paciencia, la manera en que esté lo hacía llegar a los mejores orgasmos, como es que su cuerpo y el del bailarín parecían tener una inmensa química.
Vegas cada vez tenía más confianza en sí.
—Lo siento, guapo. Build tiene la próxima hora ocupada. —Yok le sonrió apenada—. Pero te tengo dos propuestas. Una: puedes esperar a que Build termine y te daré el resto de la noche a ti. Sabes que eres el mejor de mis clientes. Dos: escoge a otro chico. También tengo chicas hermosas. Lo que gustes y me dices. Te reservaré una habitación.
Vegas no estaba muy convencido. Su mente era un caos completo. Odiaba saber que Build probablemente en este momento estaba teniendo sexo con otro hombre, sonriéndole, susurrándole mil y un cosas a otro tipo en el oído justo como lo hacía con él. Una parte de él se había convencido que Build era suyo.
Pero no era así.
Decidió tomar la segunda opción. Build le había enseñado demasiadas cosas y se dijo que podía experimentar con alguien más. No tenía porque cerrarse a una sola personas, se dijo.
Mirando por el lugar se decidió por otro chico, uno que fuera completamente diferente a Build.
—Ese. —Vegas apunto a un hombre alto que reía en la mesa continúa.
—Perfecto. —Yok le pasó la tarjeta con su número de puerta—. Ten una buena noche, bombón.
…
Vegas evito los besos del tipo. No era lo mismo y lo supo desde el primer acercamiento.
Le incomodaba su estatura, sus ojos, su nariz, su cuerpo, su sonrisa. No eran bonitas, no eran atractivas, el tipo no era de su gusto.
—Dime que quieres, y lo haré con gusto, cariño. —El hombre besaba su cuello entusiasmado.
El Theerapanyakul se sentía incómodo. La molestia comenzaba a invadir su cuerpo; no era una buena señal.
—Na, ¿cierto? —Vegas se separó del hombre—. Te pagaré lo acordado, pero no lo haré.
—¿Qué? —“Naphat” lo miro incrédulo—. Oye, así no funcionan las cosas. —El tipo se hincó e hizo el ademán de desabrocharle los pantalones—. Tal vez con una mamada los nervios…
Un tirón en su cabello lo hizo jadear de dolor. Llevo ambas manos tratando de zafarse del duro agarre.
—Shit! Don’t you understand? (¡Mierda! ¿No entiendes? ) — El Theerapanyakul había cambiado por completo, mostrando una actitud tosco y grosera. Sus ojos lo miraban con asco e irritación—. Sal de la habitación. Ahora.
“Na” se levantó asustado para salir corriendo.
…
Vegas volvió con Yok; está lo miraba con seriedad.
—No permito que traten a mis chicos de esta manera. —La mujer lo enfrente con molestia—. No quiero ver de nuevo a uno de mis trabajadores así de asustado, sino tendré que prohibirte la entrada.
—Entonces te sugiero que para la próxima Build está aquí. —Reclamo el Theerapanyakul.
Yok rio con burla.
—Build no es tuyo. Es un trabajador como todos estos muchachos. Si quieres por él paga, pero ten en cuanta que no puedo monopolizarlo para ti.
Vegas la miro con una sonrisa fría.
—¿Yok? —La voz de “Build” saco a ambos de la tensa platica— ¿Vegas? ¿Todo bien?
El Theerapanyakul saco su cartera y dejo varios billetes en la mesa.
—Quédate con el cambio. —Dijo antes de llegar a Build y jalarlo del brazo.
—¡Espera! ¡No puedes..! —Yok iba detrás de “Build” y Vegas dispuesta a llamar a Porsche y que la ayudará a sacar al Theerapanyakul.
—Yok. —El chico pálido le sonrió tratando de calmarla—. No pasa nada. Déjamelo a mí.
Y siguió avanzando con Vegas a la habitación.
….
“Build” miraba con calma al Theerapanyakul. Este se encontraba de brazos cruzados, fumando un cigarrillo mientras lo miraba con ferocidad.
—¿Tuviste un mal día? —El chico le pregunto con inocencia, buscando crear una amena conversación.
—Lo intenté. —Vegas apagó el cigarro—. Trate de tener sexo con otro chico.
“Build” lo miraba atento, esperando que continuará con su explicación.
—¿Cómo fue? —Pregunto finalmente el sureño ante el silencio de Vegas.
—¿Tuviste sexo? —Contesto con otra pregunta el Theerapanyakul, mirando las marcas en el cuello de “Build”. Eran marcas de beso; apretó los puños sintiendo la rabia subir.
—Soy un prostituto. —“Build” hecho sus brazos hacia atrás y se recargo en ellos mostrando aún más su cuello. El brillo en los ojos de Vegas lo tentaban—. Y mientras me paguen…
El Theerapanyakul sonrió de medio lado; comenzó a quitarse el saco para después desabotonar su camisa, mostrando ante los ojos lujurioso de “Build” su buen físico.
—¿Fue bueno?
El chico sonrió ante la pregunta de Vegas.
—¿Para que quieres saberlo? —“Build” se encogió de hombros—. Aunque, realmente estoy cansado. Y muy satisfecho.
Vegas tomo el cuello del bailarín y lo hizo subir la mirada. Era un agarre fuerte, que espantaría a cualquiera, menos a “Build”. Sonrió al ver el rostro sin emociones del Theerapanyakul.
—Te gusta darle el culo a cualquiera, ¿no es así, maldita puta?
“Build” asintió con una sonrisa en el rostro.
Vegas lo jaló hacia él y lo besó con la rabia que quemaba su pecho. Se sacó el cinturón y tomo ambas muñecas, amarrándolas e inmovilizando al sureño.
—Voy a sacar de tu maldita cabeza al imbécil de antes. —Vegas tomo el rostro de “Build”—. Así que más te vale abrir esas bonitas piernas.
—¿Te parecen bonitas? —“Build” solo el último tiro—. Al hombre anterior también.
…
“Build” vio como las sábanas se manchaban con su eyaculación. Era la tercera vez que terminaba y Vegas no se veía satisfecho con ello.
—¿Quieres provocarme otra vez? —Vegas saco sus dedos del ano del chico y dio una palmada en las ya rojas e irritadas nalgas.
—Khun Vegas… —“Build” meneo las caderas listo para ser follado—. Métela ya.
Vegas rozo su polla con la entrada palpitante.
—Ni siquiera debería cogerte. —El Theerapanyakul acaricio la espalda perlada en sudor—. Bad bitches don’t deserve a prize. (Las perras malas no merecen premio).
“Build” trato de librarse pero le fue imposible. Vegas tomo sus manos y lo jaló hacia él, pegando su pecho con la espalda, llevando su boca al oído de “Build”.
—Me estás volviendo loco, Build. —El Theerapanyakul lamió su cuello—. No puedo sacarte de mi mente.
De una sola estocada se introdujo en el chico. Este grito ante la repentina penetración.
—¡Vegas! —“Build sintió una de las manos del Theerapanyakul en su cuello mientras que con la otra lo sostenía del estómago— ¡Puta madre! ¡Se siente bien! ¡Tan bien! ¡Ah!
El Theerapanyakul soltó su cuello y su estómago para tomar sus muñecas amarradas y comenzar a embestirlo lento y duro, metiendo su polla por completo y sacándola con calma.
—¡Vegas, por favor! —El chico miro su pene saltar al compás de las penetraciones— ¡Más!
El hombre cambio el ángulo y dio justo en la próstata de “Build”.
—¡Carajo! —El sureño sentía sus sesos hechos mierda— ¡Ahí!
Un azote lo hizo gritar. Le encantaba lo rudo que era el Theerapanyakul. Lo dominante que lucía, lo salvaje que se mostraba.
¿Cuándo fue la última vez que se lo habían cogido de esa manera? “Build” no tenía idea ni le interesaba.
Inevitablemente se corrió en las cobijas por cuarta vez. Vegas se corrió después de él.
…
“Build” se vestía ante la atenta mirada del Theerapanyakul. Este aún desnudo, desde la cama admiraba las marcas que había hecho en el cuerpo del joven.
—Deberías dejar de venir. —Soltó de la nada el sureño asustando a Vegas al instante.
—Build. —Al Theerapanyakul se levantó de la cama exaltado, llegó hasta el bailarín y lo volteo para quedar de frente— ¿Te lastime? ¿Te asusté? Perdóname, por favor, yo… No volverá a pasar. ¿Te duele? Lo siento, estaba fuera de mí y yo…
—Vegas. —“Build” paro el parloteo del Theerapanyakul y negó—. No fue nada de eso. Me gustó, realmente no recuerdo la última vez que me sentí tan bien
—¿Entonces por qué me pides eso? —El hombre no entendía—. No lo haré, no dejaré…
—No cruces la línea, Vegas. —“Build” miro con seriedad al Theerapanyakul—. No puedes ponerte celoso.
—¡Yo no..!
—No soy tuyo. —El bailarín lo miro con pesar—. Lo digo en serio, Vegas. Soy un prostituto. No soy de nadie.
…
El sureño suspiro con una sonrisa ilusa ante las nuevas noticias.
—No aceptaré el dinero sino estás de acuerdo. —Yok lo miro esperando una respuesta.
El chico negó con la cabeza. Después de todo es el que mejor le pagaba y no quería perder al mejor de sus clientes.
—Esta bien. —“Build” se bajó del banco tomando sus cosas para irse a casa— ¿Cuántas noches reservó?
—Todo un mes. —Yok no lo diría, pero estaba asombrada por la cantidad de dinero que Vegas Theerapanyakul había mandado a su cuenta.
—Siendo así, nos vemos en la noche.
—Pete. —La mujer lo detuvo antes de que saliera—. Note las marcas en tu cuello. No sé lo que pasó en la habitación, y sé que eres capaz de romperle las pelotas si lo quisieras, pero sí él te…
—No es lo que imaginas. —Pete le sonrió con cariño—. Todo está bien. Yo estoy bien.
—¿Acaso no lo sabes, Yok? —Porsche llegó al lado del sureño y lo abrazo por los hombros—. Pete tiene “ese” tipo de gustos. Es todo un temerario.
Pete le dio un codazo en las costillas causando la risa de su amigo.
—¿Acaso te pregunto?
—Si lo sabe Dios que lo sepa el mundo, mi amigo. —Respondió risueño, Pachara.
—¿Entonces ya le contaste que te coges a Kinn Theerapanyakul?
—¡Porsche! —Yok lo miro escandalizada.
Entre risas, Pete escapó de ahí.
…
Pete no quería admitirlo, pero estaba cayendo por el Theerapanyakul.
Después de reservar todo un mes, Vegas volvió a reservar otros dos. Aunque al principio fue sexo como acostumbraban, el Theerapanyakul preguntaba por su día, por lo que había desayunado, comido, si había dormido o una que otra cosa sin importancia.
Vegas había sacado información de Pete sin que este se diera cuenta hasta que fue demasiado tarde.
—Hay que cenar. —El Theerapanyakul le mostró la bolsa con comida. Su sonrisa había callado a Phongsakorn—. Te compre curry picante con arroz blanco.
El estómago de Pete gruñó. Amaba el curry picante.
Ambos se sentaron debajo de la cama, en una esquina y comenzaron a comer en medio de una plática leve. Pete se sentía extraño, pero condenadamente bien.
Vegas era un hombre atento, sabía escuchar y le gustaba la manera en que solo le sonreía a él.
—El segundo mes está por terminar. —Comentó el Theerapanyakul mientras se llevaba la ensalada a la boca—. Está vez reservaré cuatro.
Pete bajo el curry y suspiro.
—No lo hagas. Yok a recibido reclamos de parte de los clientes. —El sureño se llevó una cuchara ignorando la mirada del Theerapanyakul—. Incluso quieren que te veten del lugar.
—Estoy pagando por un servicio. —Vegas se encogió de hombros—. No estoy haciendo nada malo.
—Vegas… —Pete lo miro con el entrecejo fruncido—. Para con esto. Hay muchos chicos en el lugar, mujeres bonitas también. Deberías…
—No quiero. —El Theerapanyakul lo beso callándolo—. Sino eres tú, no quiero venir a este lugar. No me gustan, no me causan nada. Solo te quiero a ti.
—No volveré a tener sexo contigo. —Pete amenazo en un arranque de idiotez.
—Así tenga que pagar por solo verte, lo haré. —Vegas le sonrió antes de robarle otro beso—. Pero no puedo dejar que otro hombre te toque. Ya no.
—No soy…
—Lo serás. —Vegas dejo la comida en el piso y tomo el rostro del chico—. No sé cómo, no sé cuándo, pero serás mío. Así tenga que comprar este lugar por el cuádruple de su precio —Vegas pego sus frentes— “Build” ya no puedo estar sin ti.
—Pete. —El sureño le sonrió—. Mi verdadero nombre es Pete.
…
“—No es tu culpa. —Su abuela, en medio de lágrimas le sonrió—. La vida decide cuando es suficiente. Nosotros no podemos evitarlo. Nadie puede.”
Cuando su abuela cayó en el hospital, Pete sintió que moría con ella. Busco vivir del boxeo y una lesión lo saco por completo del deporte, como guardaespaldas tampoco sirvió. Busco trabajos por fuera, pero todos eran tan mal pagados y de jornadas largas. Incluso llegó a trabajar en las noches y nada parecía cambiar.
Los gastos aumentaban, los médicos cada vez le pedían más y más. El mundo se derrumbaba ante sus ojos y él no podía hacer nada.
“—El cáncer no desaparecerá. —Su abuela negó con el rostro demacrado—. Estoy muy vieja ya. No te dañes por mi culpa. Mírate, ni siquiera duermes. Me duele verte así.”
Pete entre lágrimas negó. Quería tenerla más tiempo con él, quería estar un poco más con ella. La muerte de su abuelo lo dejo destrozado y estaba seguro que la de su abuela lo mataría.
No sé daría por vencido, no desistiría. Solo quería un poco más de tiempo; es lo único que pedía.
“—Yok tiene un bar. —Porsche dudaba—. Paga bastante bien.
—Hare lo que sea. —Había dicho.
—Pete… —El moreno lo miro con pena—. Es un prostíbulo.”
—¿Qué te dijo? —Yok lo miro con una sonrisa—. Apuesto a que le gustaron las sábanas que le mandé. Son de la mejor calidad.
Pete rio.
—Mi abuela no dejaba de presumírselas a todos. —El sureño miro la foto que le mando su abuela—. Dijo que las vecinas no dejaban de verla mal.
—La envidia es el sentimiento más feo que existe. —Yok miro la fotografía— ¿Cómo está ella?
—Los médicos dicen que está respondiendo bien al tratamiento, pero… —Phongsakorn suspiro con tristeza— ya es un adulto mayor, entonces necesitan tenerla en constante observación.
La mujer lo abrazo dándole consuelo. Pete era el chico más aguerrido que conocía. Era un hombre con un gran corazón.
—Dejare que la vayas a ver pronto. En cuanto todo esto se calme, juro que te dejare ir más de un mes. —Prometió su jefa.
—Gracias, Yok.
La mujer acaricio sus fuertes hombros para después dirigir su mirada al frente.
—Oh, ya llegó. —Yok miro su reloj—. Siempre tan puntual.
Pete rio al ver a Vegas buscarlo por el lugar.
—Tengo que irme. —Pete le sonrió antes de levantarse e ir directamente hacía Vegas— ¿Buscabas a alguien?
—Solamente a ti. —Vegas saco de su abrigo una pequeña caja—. Espero te guste, bonito.
Pete miro la caja con sospecha. Al tomarla y abrirla, se encontró dos pendientes. Eran chicos, hermosos y azules. Parecían caros.
—Deben costar una fortuna. —Pete lo miro con espantó—. No puedo tomarlos, son…
—Tuyos. —El Theerapanyakul los saco de la caja y los puso en ambas orejas—. Tengo que salir de viaje por unos días y yo.. definitivamente voy a extrañarte.
—Vegas…
—Pagare por los días que no este. —Aviso el Theerapanyakul—. Hablaré con Yok. Le pediré que te de unas pequeñas vacaciones.
—Estas demente. —Pete negó con una sonrisa en el rostro—. No gastes tu dinero de manera irresponsable.
—No lo hago. —Vegas tocó sus aretes—. Llévalos todo el tiempo. —El Theerapanyakul se acercó hasta quedar a centímetros de su rostro—. Déjales ver qué eres mío, Pete.
Phongsakorn sonrió ante lo posesivo y celoso que era el Theerapanyakul.
—No lo soy.
—Esos aretes no dicen lo mismo. —Vegas lo tomo de la cintura—¿O tengo que llevarte a la habitación y dejarte en claro lo bien que encajamos?
—No está demás un pequeño recordatorio. —Pete lo besó cuando lo sintió tocar sus nalgas— ¿Llevas tu celular contigo?
—Siempre. ¿Por qué?
…
Vegas no recuerda cuando fue que se masturbo. De echo, no recuerda tener una razón para hacerlo.
Miles de mujeres le habían mandado videos buscando despertar su libido, también fotos mostrando su cuerpo desnudo, posiciones atrevidas, ropas provocativas pero nada de eso había logrado que se tocará como un chiquillo caliente.
Buscar hombres tampoco era una opción. Hace no mucho descubrió que los hombres también pudieron ser lo suyo, sin embargo, ahora que conocía a Pete, era imposible de imaginar.
En el celular se reproducía una y otra vez el vídeo que Pete grabó para él. Ambos desnudos, teniendo sexo sucio y fantástico. El sureño miraba a la cámara con una sonrisa mientras él lo penetraba en cuatro.
Vegas tenía los audífonos puestos. Los bonitos gemidos de Pete parecían acariciar sus sentidos; era como tenerlo con él. Aumento la velocidad cuando vio como Pete se comenzaba a masturbar al ritmo de los empujes, como sus ojos no dejaban de ver la cámara, como susurraba su nombre con anhelo y deseo.
*—¡Más, Vegas! —El sureño dejo caer su cabeza en la cama y alzó más el culo sabiendo que el ángulo de la cámara lo captaba perfectamente— ¡Follame duro!*
Se vio tomar la cámara para apuntar al agujero de Pete siento embestido por su pene ancho y largo. Gruñó al ver cómo el anillo succionaba su polla. Era como revivir todo otra vez.
*—You’re a dirty bitch. (Eres una perra sucia)—Vegas azotó las nalgas del chico.
—Khun Vegas… —Pete se dio la vuelta y saco la lengua sentandose frente a él con las nalgas de fuera—, por favor…*
Se vio masturbándose con rapidez, escuchando sus jadeos roncos al ver cómo Pete comenzaba a tocarse a la par.
Vegas termino cuando vio en el vídeo la carita de Pete bañada con su semen. Era tan asquerosamente sexy.
—Por Dios… —Vegas miro su mano ahora sucia—. No creo soportar tanto tiempo sin él.
—¡¿YA TERMINO O TENGO QUE VENIR MAÑANA?! —Grito Ken del otro lado de la puerta.
Vegas suspiro molesto.
—Vete al carajo.
…
Al entrar al lugar, no encontró a Pete por ningún lado. Le pidió una explicación a Yok pero está se negó rotundamente en decirle algo.
Molesto, busco otra opción. Miro al moreno en la barra y corrió hacia él.
—¿Sabes dónde está Pete? —Pregunto ni bien llegó.
El barman lo escaneo con la mirada.
—¿Vegas?
—Sí, ¿Dónde está Pete?
—¿Por qué tendría que decírtelo? —El chico siguió en su trabajo—. Vete de aquí, chico.
—No me voy a ir hasta saber dónde está Pete.
—Oye…
—Puedo ser muy buena persona, sin embargo mi paciencia tiene un límite. —Vegas no bajo la mirada—. No me importa cuál sea la relación que tengan mi primo y tú, pero tú no eres mi prioridad.
—¿Me estás amenazando?
—Te estoy pidiendo por las buenas que me digas dónde está Pete.
Porsche apretó la mandíbula. Pete tenía un pretendiente demente, de verdad loco.
—Regreso a casa. —El moreno se acercó al hombre y le dio una mirada retadora—. Es todo lo que diré.
…
Vegas contrato a un investigador privado. No tardó más de dos eternos días en encontrarlo.
Supo la situación de su abuela, su situación económica y se sintió un idiota por no poder ayudar a Pete. Se reprochó por no investigar antes, por no dar lo suficiente para tener contento al bonito chico.
Llegó con un gran ramo de rosas. La mirada sorprendida de Pete y la emocionada de la abuela fue lo que lo recibió.
—¿Pete? —La mujer mayor miro a su nieto— ¿Quién es el chico?
—Abuela, mucho gusto en conocerla. —Vegas hizo una reverencia en respeto—. Vera, yo soy…
—Mi pareja. —Pete interrumpió al Theerapanyakul para mirar a su abuela—. Él es Vegas.
La mujer abrió los ojos sorprendida. Miro una vez más a Vegas y le sonrió con cariño.
…
Vegas hablo con la abuela por un largo rato. Rio ante las ocurrencias de la mujer, disfruto de las anécdotas que tenía de Pete, prometió cuidar al nieto de la mujer y ser incondicional con él.
Vegas, sin saberlo, había dejado tranquila a la anciana.
—Me haré cargo de los gastos. —Vegas caminaba de la mano de Pete—. La mandaremos al mejor de los hospitales, me haré cargo del papeleo, no tendrás que preocuparte.
—Ya no es necesario. —Pete miraba el horizonte—. Ya hiciste suficiente.
Vegas sintió su corazón pararse al ver las lágrimas descender de los ojos de su chico. Lo abrazo con fuerza, sintiendo como Pete se rompía en sus brazos.
No hubo reclamos, no hubo preguntas. Hubo sollozos doloroso y largos.
—Ya no trabajaré con Yok. —Pete tenia los ojos hinchados y rojos.
…
El funeral fue lo más doloroso para Pete. Mirar cómo la vida se iba de su abuela fue el peor de todos los golpes en su vida. Se sintió derrumbar, quiso rogarle que no se fuera, quería llorar como un niño pequeño y esconderse debajo de la cama como siempre hacía.
Quería despertar y ver que todo era una pesadilla.
Pero entonces llegó Vegas y sintió que unos brazos lo sostenían.
La abuela estaba feliz de ver qué su nieto no estaría solo, que era querido y atesorado por una persona decente ante sus ojos. Vegas le dio esa calma que tanto necesitaba para finalmente irse.
“—Me he vuelto una carga para mi nieto. —Le confesó la mujer al Theerapanyakul—. Hace tanto había perdido su sonrisa.
—Pete jamás la perdió. —Vegas tomo sus manos—. Tiene la sonrisa más hermosa que he visto en mi vida.
—¡Claro que la es! —La abuela rio—. Cuando Pete sonríe, sientes que tu mundo se ilumina.
Vegas no puedo estar más que de acuerdo.”
…
—¿Te trata bien? —Yok miro al bonito chico—. Le diré a Porsche que lo golpee si no es así.
—Deberías de ver lo consentido que me tiene. —Pete le sonrió a la mujer—. Es algo intenso y ciertamente celoso, pero es parte de su encanto.
—Te gustan lo tipos locos.
—Solo Vegas.
—Varios clientes me han reclamado por tu ausencia. —Yok lo miro risueña—. Te pagaré el triple si regresas.
—Lo siento Yok. —Pete terminó su trago—. Soy solo de Vegas.
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Extra:
—Me gustaría tener tu número. —El chico a su lado le regaló una sonrisa coqueta.
—Lo lamento, no puedo darte mi número. —Pete le sonrió amable para seguir tomando su trago.
—Eres muy guapo. —El chico no se daba por vencido—. Tus aretes son bonitos. Quedan perfectamente contigo.
—Gracias. —Pete tocó las joyas—. Mi esposo me los regalo.
El chico miro como Vegas llegaba del otro lado, se sentaba junto a Pete y lo abrazaba por la cintura posesivo.
—Mucho gusto. El esposo del chico con el que coqueteas. —Se presento el Theerapanyakul con seriedad.
Porsche que miraba todo desde el otro lado de la barra, negó.
—Primos tenían que ser. —Susurro viendo el bonito reloj en su muñeca.
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Querido lector, debo de admitir que fue una idea sin pies ni cabeza. Espero la disfruten.
P.D: el inglés fue meramente traductor. Si hay algún problema, pueden ponerlo en los comentarios con el debido respeto y lo cambiaré. Gracias.
Va con dedicatoia especial para mi preciosa ElRollitoPatriotico 💙
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