La falda.
La primera vez que Vegas vio a Pete con falda fue por una simple equivocación.
—Me parece ridículo. —Pete trato inútilmente de cubrirse las piernas—. No puedo caer más bajo.
—Te casaste con Vegas. Eso es lo más bajo que puedes caer. —Tankhun se miro la uñas mientras sonreía con diversión—. Ahora, no llores y sigue probándote las demás faldas. Perdiste, asume tu responsabilidad y cumple como el hombre que eres.
Pete suspiro sintiendo un dolor punzante en la cabeza. En primer lugar, no entendía como se le ocurrió apostar contra Arm cuando sabía que este era mucho mejor en los juegos de computadora que él. En segundo lugar, no entendía porque demonios Arm tuvo que pedirle a Khun No que le ayudara con el castigo.
Vegas tuvo razón al decirle que no regresará a esa casa.
—Tienes bonitas piernas. —Arm se burló al mismo tiempo que le pasaba otro modelo—. Así que olvida la pena, Saengtham.
Pete le lanzó una mirada molesta.
Cuando salió del probador con la siguiente falda escucho las risas de Tankhun y los dos guardaespaldas. El sureño juro vengarse de esos idiotas.
Un par de toques en la puerta lo hizo callar antes de maldecir.
—Phi, debo de recordarte que Pete es mi esposa y...—La voz de Vegas murió conforme sus ojos se encontraron con las piernas desnudas del sureño.
Pete tomo cualquier cosa que le ayudara a cubrir de la cintura para abajo mientras negaba buscando alguna explicación para el Theerapanyakul.
—Ugh, hablando del diablo... —Tankhun se levantó y camino hasta la puerta interfiriendo entre Vegas y Pete—. Que no se te olvidé que Pete fue mío primero.
—... Él es mío. —Vegas reto conforme su atención se centraba en Khun y se desviaban de la blanca piel—. No te atrevas a secuestrarlo para ti.
Tankhun se encogió de hombros para cerrar la puerta en su cara.
—Vamos, se acabó la diversión. —El primogénito de Korn miro al sureño—. Controla al bastardo. Es molesto.
Pete soltó un suspiro más. ¿Por qué a él le tenían que pasar estás cosas?
▪️▪️▪️
Vegas miraba por la ventana, repasando las imágenes de la tarde.
Fue una gran sorpresa el ponerse caliente solo con eso.
Es decir, Vegas sabía que era un hombre bastante sexual. Sus incontables amantes antes de Pete lo comprobaban. Pero esto era diferente. Jamás en su vida se había excitado con un solo pedazo de tela, incluso llego a considerarlo desagradable. Recuerda vagamente cuando uno de los tantos tipos con los que terminó en la cama quiso ponerse una prenda de ese tipo; fue todo un trauma verle las piernas adornadas con algo que él consideraba bastante femenino.
—¿Por qué te pusiste la falda? —Pregunto de la nada.
Pete salió de su ensoñación para después contestar—: Perdí una apuesta y Tankhun fue el encargado de ponerme el castigo. Supongo que fue graciosa la idea de vestirme con falda.
Vegas asintió mientras tiraba de la cintura del ex guardaespaldas y lo sentaba en sus piernas.
—No te quiero lejos. —Dijo descansando su cabeza en el hombro de Pete.
La risa del sureño fue la melodía que necesitaba para ese día.
A su mente llegaron de manera violenta las piernas de su pareja. Eran blancas, estaban depiladas (o con vello inexistente), estaban torneadas por el ejercicio constante de Pete pero no eran monstruosamente musculosas. Eran unas piernas sensuales y sexys.
Y Vegas lo sabía. Vegas era consiente del cuerpo de Pete. No había rincón que él no conociera. Todas las noches era un ritual follar con Pete de la manera más salvaje y sucia posible. Conocía todo su cuerpo y todo, absolutamente todo, le parecía una tentación. Sin embargo recordarlo con esa bonita falda color azul le estaba causando estragos.
¿Alguna vez pensó que Pete podría ser más sexy de lo que ya era?
—Sexy legs (piernas atractivas). —Susurro aún en el hombro de Pete.
—¿Dijiste algo?
—Te amo, Pete.
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Vegas había echo lo que hace mucho no hacía. De hecho, no recuerda ni siquiera la última vez que tuvo que hacerlo.
—¡Mierda! —Vegas exhaló cuando tomo mayor velocidad sobre su pene.
La masturbación había sido considerada como un insulto para él. ¿Por qué se masturbaría si podía tener a cualquier que él deseara? Pero Vegas ya no deseaba a nadie más solo a su Pete. Desde que Pete apareció en su vida, Vegas solo tuvo ojos para el sureño.
Considero que Pete era como un tipo brujo que lo había hechizado con su bonita sonrisa y su lascivo cuerpo, después se dijo que era una estupidez.
Aunque claro, su sonrisa y cuerpo lo tenían perdido en el limbo del deseo y del amor.
—¡Ah! ¡Pete, carajo! —Termino manchando los azulejos del baño y suspirando con fuerza. Aún no tenía suficiente.
Y es que la maldita imagen de sus piernas siendo adornadas por la prenda femenina no salía de su mente. Tenía aproximadamente dos semanas con el recuerdo de Pete en falda. En esas dos semanas folló a su pareja en todos los lugares posibles, corriendo el riesgo de ser descubiertos, en otras ocasiones atrasándolos a reuniones o simplemente interrumpiendo la rutina de Pete.
"—¡Me arde el culo, demente! —Pete se separó del cuerpo de Vegas en cuanto este comenzó a besar su cuello— ¡Y no solo él culo, también el maldito ano!
—¿Y acaso ese es un problema?
—Lo es cuando quiero sentarme a descansar, bastardo. —Pete se alejo y arreglo su ropa—. No te acerques."
Y con esa advertencia, Vegas dejo que su pareja descansará por dos largos días.
¿Acaso se estaba volviendo un ninfómano? No, solo se estaba volviendo adicto a Pete.
▪️▪️▪️
Vegas estaba colapsando por todos los pensamientos que bombardeaba su cerebro. Miro al tipo enfrente de él y simplemente decidió sacar aquello que tanto lo atormentaba.
—Kinn, ¿qué opinas de las faldas? —Pregunto tomando por sorpresa a su primo.
El heredero de la primera familia alzó una ceja sin entender de todo la pregunta.
—¿Las faldas? —El hombre estiró sus brazos en el sofá mientras miraba todo el bar pensando en una respuesta— ¿Acaso no son prendas femeninas?
"Que listo" se ahorro contestar con sarcasmo Vegas.
—A lo que me refiero, ¿qué opinas de la prenda? ¿Te parece atractiva?
Kinn simplemente frunció aún más el entrecejo. Lo vio como si Vegas fuera un estúpido, cómo sino supiera que su preferencia variaba entre los buenos penes y los estrechos orificios.
—¿Qué idioteces preguntas? —Kinn se cruzó de brazos—. Claro que no.
—¿Y si un hombre la vistiera?
Kinn lo miro ahora con una perversa diversión.
—Así que lo tuyo es eso. —El Theerapanyakul rio mientras dirigía la copa a sus labios—. No te preocupes, querido primo. Te apoyaré cualquiera que sea tu decisión.
Vegas rodó los ojos ante lo idiota que era Kinn. Desvío la mirada no soportando ver a su primo y se topo con Porsche quien se dirigía a su mesa.
Lo imagino con la misma prenda que Pete. Su rostro se desfiguro en asco.
—Perturbador. —Susurro disgustado el hijo de Kan.
—¿Qué dijiste? —Porsche llegó cruzándose de brazos.
Vegas lo ignoro y salió de ahí.
▪️▪️▪️
Vegas estaba seguro que había sido discreto con su situación actual. Había estado lo más posible tranquilo junto a Pete y evitó que sus ojos no se desviarán a las piernas de Saengtham. Pero también sabía que Pete además de conocerlo perfectamente era malditamente observador.
A estas alturas Vegas debió imaginar que el cerebro de su novio había atado varios cabos; como su insaciable apetito sexual desde que salieron de la primera familia hasta el miedo por tocar sus piernas cuando antes no parecía importarle. Vegas había dado señales difíciles y minúsculas que Pete supo interpretar perfectamente.
Cuando el Theerapanyakul llegó a su hogar y subió a su recamara, no espero ver a Pete vistiendo únicamente una bonita falda.
La prenda femenina era color rosa pastel de tela traslúcida, acentuándose en la cintura por una cinta que era parte del diseño y terminando en un bonito encaje. Su torso desnudo solo lucía más blanco al igual que sus piernas.
El color le quedaba jodidamente bien.
—Que bueno que llegaste. —Pete se levantó del medio de la cama y se paró a un metro del Theerapanyakul dejando que este explorara su cuerpo—. ¿Te gusta?
Vegas trago saliva al ver que Pete no traía nada debajo de la falda. Su pene palpito debajo de sus pantalones.
—Pete... —El hombre camino hasta su pareja, estiró la mano pero no lo toco. Se veía tan majestuoso, tan etéreo, que temió mancharlo con sus manos impuras— ¿Qué significa esto?
Pete le regaló una sonrisa terriblemente cariñosa mientras se daba la vuelta y le enseñaba como el inicio de sus nalgas se asomaban tímidamente por debajo del encaje. Vegas soltó un gemido ronco.
—Bueno, creí que te gustaría. —El ex guardaespaldas sonrió apenado—. Pero supongo me veo ridículo.
—No, no, joder, te ves tan... —Vegas no tenía palabras para describir a Pete. Este lo había dejado maravillado y sintiéndose como un maldito puberto apunto de cumplir su mayor fantasía—. Oh, honey, you are the sin itself (Oh, cariño, tu eres el pecado mismo).
Vegas puso sus manos en la cintura del chico y pego su pecho a la espalda ajena. La piel desnuda de Phongsakorn se sentía caliente aún por sobre la ropa.
—¿Me veo bien?
—Pete, no sabes lo mal que estoy. —Vegas pego su pelvis con las nalgas del chico haciendo a este soltar un suspiro— ¿Sabes lo puta que te ves con esa falda? ¿Las ganas que tengo de follarte duro?
Pete gimió cuando los dientes del Theerapanyakul pararon en su oreja. Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo terminando en su pene semi erecto.
—Soy todo tuyo, Vegas. Estoy a tu disposición. —Pete se dio la vuelta y le sonrió seductor—. Utilízame, Khun Vegas.
El Theerapanyakul enredo sus dedos de la mano derecha en los cabellos del sureño y atrapó sus labios en un beso ardiente y sucio; la lengua de Vegas no dejaba ningún rincón sin explorar de la boca de Phongsakorn, sus dientes se encargaban de morder sus labios y sus manos de paseaban por la espalda desnuda del chico, bajando poco a poco a la falda y acariciando por sobre la tela las nalgas redondas.
—¡Mgh! —Pete se separó del beso y aspiro con fuerza. Vegas le estaba robando todo el aliento—. Khun Vegas...
Las manos del Theerapanyakul apretaron el culo del ex guardaespaldas sacándole un gemido. Separó las nalgas dispuesto a meter sus dedos para preparar a su pareja pero algo se lo impidió.
—¿Qué carajos..? —Le dio la vuelta a Pete y empujó a la cama, jalo sus caderas y las elevó dejando su trasero a su disposición— Fucking, you're so hot (joder, eres tan caliente).
Pete le sonrió travieso mientras meneaba las caderas. En su entrada había un bonito plug anal de color rosa.
—Me pareció un buen detalle. —Phongsakorn abrió su culo para Vegas.
Vegas sonrió excitado. Pete era su puto sueño húmedo hecho persona.
—Amor, me encanta como piensas. —Vegas dio un azote a las bonitas nalgas de su pareja. Una y otra hasta que quedaron rojas por el impacto de su palma. Jadeo al ver como estás se seguían meneando, como Pete callaba sus gemidos escondiendo lo caliente que le ponía los azotes en el culo—. You love to be my bitch
(te encanta ser mi puta).
Vegas se deshizo de su camisa, de sus pantalones y bóxer. Quedando desnudo, restregó su polla roja y palpitante en medio de las nalgas de Pete mientras su mano derecha se dirigió al cuello del sureño. De un tiro lo atrajo a su pecho, sintiendo la caliente espalda pegar con su piel.
—Vegas...
—¿Acaso no era Khun Vegas? —Otro azote hizo gritar al ex guardaespaldas.
—Khun Vegas. —Pete llevo una de sus manos a la del Theerapanyakul en su cuello y la otra la utilizo para masturbarse debajo de la falda—. Quiero su verga dentro de mí.
Vegas gruño en su oído para después voltearlo con violencia, bajarlo de la cama y arrodillarlo en el suelo.
—Chúpala. —Vegas tomo su pene y lo restregó en la cara de Pete evitando su lengua ansiosa.
Después de jugar con Pete, metió su polla en la preciosa boca de su pareja. Dejo que este lamiera su glande, que delineará su tronco y que succionara la punta para después empujarla hasta el fondo de su garganta. Vegas sintió las piernas temblorosas.
—Eres genial en esto, Pete... ¡Ah! ¡Maldición! —El Theerapanyakul lo tomo de los cabellos y comenzó a follar la boca del sureño. Se escuchaba el sonido lascivo de la saliva y los jadeos de Pete; Vegas estaba en el puto paraíso.
—¡Ah! —Pete soltó un ligero sollozo cuando la polla de Vegas salió de su boca. Saco la lengua tentando al hombre frente a él. Sabía que le excitaba de sobremanera verlo tan dispuesto y vulgar— ¡Vegas, más!
Vegas, en un gesto lleno de excitación le escupió en la boca al sureño, lo paro y lo beso con euforia.
—¡Mgh, Vegas!
Tomo las muñecas de Pete, lo sentó en el piso justo en la orilla de la cama y pego ambas manos en el colchón dejando a Pete con casi medio cuerpo en la cama. Se acercó y volvió a meter su polla en la boca del sureño, follandola mientras dejaba inmovilizado a Phongsakorn con sus manos.
—¡Ah! ¡Joder! —Vegas saco su pene viéndolo brilloso por la saliva. Gruño cuando su vista se centro en la cara arruinada de su pareja. Pete tenía la boca abierta con la lengua de fuera, sus ojos brillaban por las lágrimas y sus mejillas, hombros y cuello estaban rojos por el calor y el esfuerzo— My little and precious bitch (Mi pequeña y preciosa zorra).
La sonrisa de Pete causo un escalofrío en todo su cuerpo causando que su polla palpitara ansiosa. Dejo las manos del chico; masturbo su pene enfrente del rostro de Pete mientras esté lo miraba atento.
—Khun Vegas, por favor. —Pete le regaló una sonrisa llena de falsa inocencia—. Por favor.
Vegas se corrió en la cara del sureño. Su ronco gemido hizo jadear al chico. El Theerapanyakul espero algunos segundos dejando que su cuerpo dejara de temblar ante el asombroso orgasmo y sonrió perverso.
—Te amo jodidamente mucho, cariño. —Vegas se bajó dejando libre el cuerpo de su pareja, lo levanto y después lo lanzo en la cama para tomar su rostro y besarlo brusco y desordenado—. Me estás volviendo loco, amor.
Pete se dejó voltear una vez más, poniendo sus rodillas en la cama y subiendo su culo.
—Aquí, Khun Vegas, lo quiero dentro... —El chico de bonita sonrisa abrió sus nalgas y saco el plug dejando ver su hoyo ya dilatado.
Vegas le dio una nalgada fuerte que le hizo morderse los labios. Admiro lo fantástico que le quedaba esa falda, lo bien que hacía resaltar sus piernas largas y blanca. Vegas estaba obsesionado con el cuerpo de Pete; jamás había visto algo igual, tenía la musculatura de cualquier hombre bien ejercitado pero a la vez tenía la gracia de un muñequito de porcelana.
Lo mejor de todo eso, es que Pete era todo suyo.
—Te voy a follar como la puta que eres. —Vegas dirigió la punta de su polla de nuevo dura a la entrada del sureño—. Será como yo lo desee, y no te puedes negar, Pete.
Phongsakorn asintió con la cabeza perdido en el placer de ser llenado poco a poco.
Vegas puso las manos en la cintura del sureño y lo jalo hacía sí para penetrarlo de una sola estocada. Gruño al sentirse apresado por las paredes anales de Pete.
—Do you like it, honey? (¿Te gusta, cariño? —El Theerapanyakul dio dos estocadas más encontrando rápidamente la próstata de su chico.
—¡Sí! ¡Vegas! ¡Ah! —Pete movió sus caderas pero su pareja lo detuvo— ¡Vegas, por favor!
El hijo de Kan rio ante la desesperación de Pete. Se veía tan necesitado de él.
—Solo por qué has sido un buen chico. —Vegas lo tomo de los brazos alzando su pecho y pegando la espalda de Pete en su pecho, dejándolo sin posibilidad de moverse. Arremetió con fuerza haciendo gemir al ex guardaespaldas—. Amo tu culo. Siempre tan dispuesto a recibirme.
Pete se sentía como un simple muñeca a disposición de Vegas y eso le encantaba. Sus palabras sucias, su lengua recorriendo su piel cada que tenía oportunidad, las mordidas ( a Vegas le encantaba morderlo para dejarle marcas) los besos y la manera tan ruda que tenía al follarlo.
—Vegas... —Saengtham de un momento a otro se vio encima del Theerapanyakul. Este mantenía una sonrisa grande y perversa.
—Quiero verte. —Las manos del hombre se aferraron al trasero rojo e hinchado—. Móntame, bebé.
Pete comenzó hacer círculos encima del pene hinchado y palpitante. Jadeo al sentir lo caliente que estaba; tomo la polla de su pareja y la dirigió a su entrada.
—¡Mgh! ¡Tan grande! —Pete dejó caer su cabeza mientras bajaba y subía tragándose toda el pene del Theerapanyakul— ¡Vegas!
—Shit! (¡Maldición!)—Vegas deslizó sus manos a la cintura aún adornada por la bonita cinta. Apretó viendo fascinado como sus dedos quedaban marcados en la piel de Pete— ¡Agh! ¡Joder, Pete, eres..!
Pete brincaba encima de Vegas, retorciéndose encima, dándole una espectacular vista al Theerapanyakul. Pete estaba destrozado y Vegas estaba delirando con la imagen frente a él.
Dejo que Pete recargara sus palmas en su pecho y él bajo sus manos a las piernas. Se veían irónicamente tersas, delgadas, rojas de las rodillas pero tan sexys envueltas en esa pequeña falda que caía por sus muslos. Recorrió con sus manos toscas la piel, subiendo y bajando, disfrutando de su polla siendo tragada una y otra ves por la entrada de Pete.
—¡Vegas, no puedo..! ¡Yo voy a..! ¡Aah! —Pete se vino sin necesidad de ser masturbado, estimulado por el roce de la tela en su pene, por su próstata siendo tortura por la punta de la polla de Vegas, por la situación en general.
—¡A mierda! ¡Mgh! —Vegas abrazo el cuerpo de su pareja y se corrió dentro del ex guardaespaldas. Su cuerpo temblaba en pequeños espasmos, su corazón quería salírsele del pecho pero tenía la sonrisa más estúpida en sus labios.
Grande y satisfecha.
—Vegas... —Pete soltó un grito cuando Vegas se puso arriba de él y abrió sus piernas.
—No esperes que me quedé acostado cuando te ves tan sexy con esa falda. —La mirada hambrienta de Vegas le dio mala espina al sureño—. Aún tengo algunas ideas en mente.
Sería una larga noche.
▪️▪️▪️
Pete termino por última vez antes de caer a la cama sin energías ni fuerzas. Vegas se acostó detrás y rio ante la escena.
Pete estaba sonrojado, sudado y cansado, su cuerpo tenía marcas por todos lados y la bonita falda estaba sucia; seguramente era el semen de ambos combinados en la tela.
—Jamás en mi vida me pondré una de estas. —Pete quiso arrancarse la prenda pero no tenía la fuerza ni las ganas de levantarse.
Un brazo fuerte y familiar se poso en su cintura y lo atrajo en un abrazo.
—No puedes culparme. —Vegas beso el cuello de Phongsakorn mientras suspiraba enamorado—. Tenía mucho guardado.
Y Pete lo sabía. No a ciencia cierta ni mucho menos imaginando algo como lo que había sucedido, pero se dio una idea por las constantes miradas de Vegas y sus susurros acompañados de las palabras "piernas" "femenina" "Tankhun". Pete era muy listo, muy observador, ahora se arrepentía de serlo.
—¿Por qué una falda? —Pregunto Pete aún sin saber la razón—. Me veo ridículo.
—Acabo de follarte en casi toda la habitación, ¿y crees que te ves ridículo?
—Bueno, para un pervertido como tú... —Pete rio ante el puchero de Vegas.
—Tú te pusiste la falda y me esperaste con ella en la cama. No soy el único pervertido.
—Quería complacerte. —Pete desvío la mirada.
Vegas sonrió feliz. En su vida había encontrado a alguien como Pete.
—¿Dónde conseguiste la prenda? —Pregunto curioso de repente.
—Tankhun me la mandó pensando que me molestaría. Ya sabes, sigue enojado por dejarlo por ti. —Pete se dio la vuelta y le regaló una hermosa sonrisa a Vegas—. No quiero imaginar cómo se pondrá cuando se entere para que la use.
—Podemos grabarnos para la próxima y...
—Vegas. —Pete lo miro con advertencia.
—Es broma, jamás le mostraría a nadie nuestros videos. —El Theerapanyakul le dio un casto beso—. Mataría a cualquiera que te viera. Solo yo puedo conocer a este Pete, nadie más.
La pareja sonrió para después abrazarse y dejarse llevar por el sueño.
Antes de quedarse dormidos, Vegas pensó "¿Cómo se vería Pete con una gargantilla?"
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Este escrito no tiene ninguna trama. Gracias por leer 💙🫶
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