Visita
No tenía intenciones de salir corriendo en mi primer día. Me dolían los ojos y estaba mas que segura que se notaba que me había pasado toda la noche llorando. Lentamente como si fuera un alma en pena fui al baño para poder bañarme. Una vez bañada, salí del baño para terminar de arreglarme.
Mis ojos estaban mas que hinchados. Una pequeña sonrisa se formo en mis labios al ver que a pesar de todo lo que me habia demorado aún iba temprano. Camine las calles hasta que llegue a la universidad. Una vez dentro empecé a buscar mi clase y pase todo el día en eso, corriendo de una clase para otra.
-¿en serio? – dijo alguien a mis espaldas. Sinceramente no tenia ganas de hablar con nadie, pero era Helena y se habia vuelto la única persona con la que podía tener una conversación civilizada.
- no digas nada. Se que doy pena. – dije saludándola con un beso en la mejilla. Ella soltó una carcajada.
- me quitaste la palabra de la boca. – dijo ella aun riendo.
- supongo que si – dije encogiéndome de hombros. Mi primer día de universidad había sido arruinado, jodido por mis ganas.
-¿tienes idea de quien te esta mirando? Joder, viene para acá. – y antes que pudiera decir algo delante mío había un tipo que impedía mi pasada. Era el típico jugador de futbol que creía que todas se morían por él. Seguí mi camino evitándolo.
-hola. – dijo tomando mi muñeca.
- hola, mucho gusto, no me interesas. – respondí un poco fastidiaba. Odiaba a las personas que trataban de hablar sabiendo que la otra no tenia intenciones de hacerlo.
-solo quería invitarte al juego que haremos hoy por la inauguración del año – dijo él con una sonrisa en los labios.
- pues que bueno, supongo que iré- respondí rezando que se alejara de una buena vez.
-soy Troy. – dijo a mis espaldas.
- soy Amelia – dije al ver que tenia la mirada de Helena fulminándome.
Sinceramente nunca me había atraído la idea de ser amiga de alguno de los del equipo de futbol. Era algo ilógico, todo eran tontos y narcisistas.
-espero verte allí, Amelia. – dijo dándome un beso en la mejilla. Y sin mas se alejo al grupo donde estaban sus amigos.
¿Qué más podía esperar?
-acabas de espantar al chico mas guapo de toda la U – dijo Helena dándome un pequeño golpecito. Solté una carcajada carente de humor.
- no me interesa socializar con esos idiotas. -dije encogiéndome de hombros. Helena rodo los ojos.
Ambas atravesamos todo el campus en busca de algún lugar donde poder sentarnos a conversar, pero lastimosamente todo estaba lleno y nos toco irnos a la cafetería donde hacia demasiado calor.
-¿Cómo te fue en tu primer día? – pregunto ella animada.
- mal. No tenia ganas de venir – dije tomando de la botella de agua que acababa de comprar.
-seguro que es por Ashton ¿Qué te dijo? – preguntó.
-no me dijo nada. Solo me voto de su casa, ahora soy su vecina, vivo al lado. – dije fingiendo una sonrisa. La boca de Helena se formo en una completa "o"
- de todas las formas en las que pensé que acabaría esa conversación esa es la que no pensé. – dijo ella interesada en el tema.
- me voto, no dejo que hablara. – dije tratando de evitar que las lagrimas salieran de mis ojos. Tal vez lo mejor seria de una buena vez olvidar a Ashton, pero no, yo era masoquista.
-la mejor forma de que esto termine es pidiéndole a Ashton explicaciones. – dijo Helena. De cierta forma era verdad, pero con Ashton nadie podía hablar si es que él no quería porque terminaría evadiendo la conversación.
-debemos hablar- dijo una tercera voz. Algo dentro de mi se alegró mientras que otra parte simplemente deseaba apartarlo. Ambas nos miramos entre si y dirigimos nuestra vista hacia donde provenía la voz.
Era Ashton, estaba con una polera negra y con la capucha junto con lentes negros. Parecía una especie de enanito.
-¿puedes quitarte eso? No seas ridículo – respondí levantándome para alejarme de él, pero para mi sorpresa camino tras de mí.
- ¿acaso quieres que todas las mujeres corran tras de mi? – pregunto a mis espaldas.
Joder, había olvidado que ahora era famoso.
-pues no te dije que vinieras. – respondí saliendo del comedor.
- pero a pesar de eso esperabas que viniera. – dijo él con la sonrisa de autosuficiencia que siempre tenía.
Me había dejado sin palabras.
Otra vez.
-haremos algo para que nadie se dé cuenta, tómame la mano y me podre quitar la capucha. Además pásame tu bolso por favor. – dijo provocando que soltara una carcajada.
¿Qué pensaba? ¿qué caería tan rápido para que después se riera de mí?
-eres un estúpido. Quédate como estas, yo no te ayudare. – respondí mientras caminaba mas rápido, pero él logro alcanzarme.
-necesito conversar de algo importante contigo, por favor solo escúchame y después me iré. – dijo él tomándome de la muñeca.
¿Por qué carajos a la gente se le daba por tomarme de ahí?
-no quiero hablar contigo – dije tratando de liberarme.
- no he cruzado toda la maldita universidad buscándote por gusto así que me vas a escuchar. – dijo de la misma forma en que yo le había contestado.
- ¿Qué dirás ahora? No tengo tiempo para tus burlas. – dije.
- quiero pedirte perdón por lo que paso ayer. No era la forma de pedirte que te fueras, lo siento. – dijo él sonrojándose levemente.
Y era él, por aquella milésima de segundo mire al Ashton que yo había conocido y no al famoso que votaba brillos por donde sea que caminase.
-tampoco era la forma en que yo empecé a molestar. – dije aun sin poder creer que Ashton me estaba diciendo todo eso.
- no se por qué trate de pretender que todo estaba bien cuando ambos sabemos que todo lo arruine y...
Otra vez termino cortándome.
-no sigas, yo no he venido a hablar de eso. – dijo Ashton incómodo.
- déjame terminar. Se que arruine todo por eso me alejare de ti para que puedas ser feliz. – terminé la frase ignorando por completo su comentario.
-creo que es lo mejor, así no tendremos mas problemas. – dijo Ashton con la mirada en otro lugar menos en mí.
- exacto. – me limite a responder.
A veces era estúpida ¿Cómo podía pensar que Ashton iba decir que no?
-si es lo que quieres, no te detendré. – dijo él. Y por primera vez en tantos años logro verme a los ojos.
Sentí exactamente lo que sentía hace años. Me sentía protegida, sentía que era parte de algo. Me sentía vulnerable y a la vez protegida.
-es lo que debemos hacer. – dije reteniendo las lágrimas que estaban por salir de mis ojos. Ashton no dijo nada mas así que entendí que era la hora de retirarme.
A medida que me alejaba esperaba con ansias que él me siguiera, pero nunca lo hizo. Volví al apartamento y él nunca estuvo tras de mí.
Fue cuando entendí que había sido una buena decisión.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro