P.O.V. Ashton

El último gramo de alegría que quedaba en mi interior se había terminado consumiendo al igual que mi cigarrillo. Estar devastado era algo con lo que me había acostumbrado a vivir. Me había acostumbrado de un modo que ya era algo del día a día.

Tenia pocas formas en las que me sentía alegre y con Amelia cerca era imposible.  No iba volver, no quería volver a pisar algún lugar cerca de ella si no la había superado.

Joder.

La había superado  o bueno lo había imaginado.

La analice lentamente. Ella vestía un buzo simple con el cabello hecho un moño, llevaba un termos y sus audífonos. Podía jurar que la música estaba a todo volumen. Amelia era como aquellas fans apasionadas, aquellas que subían el volumen hasta el tope por querer sentir mejor.

Una pequeña sonrisa se asomó por mi rostro, pero al instante lo borré. Me coloqué los lentes para que ella no se diera cuenta que la observaba.  Siempre había sido muy cauto aún cuando salíamos. Odiaba que ella se diera cuenta que la observaba. Observar era un placer que lo sentía tan íntimo que no me gustaba que alguien más se diera cuenta.

Las ideas se abalanzaron a mi mente tanto que dolia. Era extraño. Siempre que pensaba en ella encontraba inspiración y con nadie más lo hacía.  Al irme aquellos dos años, estar alejado de toda mi familia, perder a todos de un golpe había sido un gran cambio , pero me había acostumbrado rápido y después volver de un golpe me había sorprendido.

Estaba informado de todo lo que sucedía en mi casa. Harry había sido de gran ayuda,  me contaba cada paso de todos y algunas veces cuando ellos tenían alguna crisis económica enviaba un poco de dinero para que pudieran sobrevivir. Mientras que con Amelia era diferente. Había asegurado a Harry una y mil veces no querer saber nada de ella y así lo había cumplido mi hermano, de Amelia me había desligado completamente.

- hijo ¿qué haces aquí? Pasa que ya debemos irnos a casa. - dijo mi padre a mis espaldas. No habíamos conversado desde la última vez que tiré la puerta y me fui de casa.

26 de diciembre de 2018. Era irónico había vuelto exactamente dos años después.

- no iré. Me quedare con Kendall aquí - me limité a decir.

Tenia mucho planes y estaba más que seguro que no los iba poder realizar si me iba a casa con ellos. aún no estaba completamente preparado para ir a casa.

Había fracasado. Ver a Amelia de alguna forma me había afectado así que ir a casa no era del todo saludable, además quería pasar siquiera un poco de tiempo con Kendall antes que volviera a la universidad.

-pense que pasarías año nuevo con nosotros. - dijo mi padre sentándose a mi lado. Negué.

- aún no.  Solo vine a la boda y ya es hora de irme. Tengo muchos proyectos - dije sin más.

La conversación había muerto muy rapido y no me preocupaba casi siempre era así. No me interesaban los temas que el me dijera. Volví la mirada hacia adelante y sin querer o tal vez mucho más consciente continue observando a Amelia. Ella al parecer no de daba cuenta, estaba tan metida en sus cosas que le tenía sin cuidado quien la observaba. Además, era una mujer muy hermosa, estaba más que seguro que ella sabía que muchos la observaban. Amelia sabía todo lo que tenía seguro y era común para ella caminar con tantas miradas encima.

- es una niña hermosa. - dijo mi padre rompiendo el silencio otra vez.

Sabia perfectamente de quien hablaba, pero no quería darle crédito además seguro y me veía como un pobre diablo que ni siquiera pudo con una niña menor que él.

- es inteligente,  apasionada hace todo lo que se propone. Será una gran mujer, su madre la crió muy bien -

Al parecer mi padre no se daba cuenta de lo que sucedía. Era simple. No quería hablar con él.

- seguro, pero no me interesa - corte el tema. Al parecer allí acabaría todo, pero no, joder, estaba hablando con un abogado era obvio que hablaba hasta por los codos.

- hijo, yo se que eras tú quien nos enviaba dinero anónimamente durante todos estos meses. Lo agradezco, fue un gesto muy noble de tu parte. En el estudio las cosas no andan muy bien y gracias al dinero que enviabas logramos sobrevivir. -

Bueno, era obvio que sabía quien era. No estábamos en una especie de cuento donde el dinero caía del cielo así que ya lo  sabía. La idea de ayudarlos había sido gracias a Kendall, sin ella creo que ni siquiera me habría animado a tener contacto con Harry.

- papá a pesar de todo son mi familia. - logre decir. Era una persona de pocas palabras,  siempre lo había sido.

- se que lo que te diré a continuación te moleste y tal vez incluso hasta te pongas un poco incómodo.- dijo mi padre. Estaba sin nada de ánimos,  pero tuve que seguir escuchándolo.

- Es sobre Amelia, se que ustedes tienen un pasado juntos y tal vez aún pienses en ella, pero tengo que decirlo. Ella....

Y antes que siguiera hablando me levante. No quería hablar de ella y mucho menos con mi padre.

La relación que tenía con ella era completamente clandestina. Era mi primera chica,  joder, yo no tenía nada de experiencia ni siquiera con las personas.

Amelia había roto todas mis barreras,  ella volvió a mi vida divertida. Sin ella todo no tenía lógica, simplemente actuaba sin pesar en un futuro.

Antes de ella había pensado que iba terminar detrás de un escritorio con un salario que no alcanzaría y seguro tendría una enfermedad en los pulmones, bueno, aún estoy propenso.

- hijo no te vayas. - dijo mi padre a mis espaldas. Tenia dos opciones, irme y la otra era quedarme.  No se porque lo hice, pero me quedé escuchando lo que él tenía que decirme.

- solo un minuto - dije cruzandome de brazos.

- Amelia ingresó a la universidad West - dijo mi padre. Arquee una ceja ¿acaso ella era su nueva hija favorita?

- ¿y qué tengo que ver allí? Si pensabas que seguiría tus pasos, pues te equivocas. En mi camino no estaba planeado ser como tu.

Mentia. Mi vida había sido planeada de esa forma. Estaba tan rendido que pensaba hacerme cargo del estudio de mi padre.

- es una universidad privada y nosotros no tenemos el dinero suficiente para enviarla. La estancia, la pensión y sus libros nos saldria demasiado. Pensábamos que pidiera una beca, pero solo lograron darle un cuarto y aún así no nos alcanza. - dijo mi padre mirando de un lado a otro.  Estaba nervioso.

- no lo sé padre. Amelia es hija de Charlotte así que no me compete nada de ella. - dije.

Amelia era importante para mí , pero la universidad en la que ella quería estar quedaba a tan solo unos kilómetros de mi casa. Seria verla todos los malditos días.

- nosotros pagaremos las pensiones y los libros, pero te queríamos pedir si nos podías ayudar en la estadía. Quisiera que ella se quedara contigo hasta que las cosas mejoren.- dijo mi padre.

Eso era peor. Prefería mandarle dinero a tenerla en mi casa rondando con sus vestidos coloridos por todas las habitaciones.

- no creo que pueda, yo..

- es su sueño. Siempre lo fue. Amelia es una persona importante para ti, lo sé hijo y no lo puedes negar. Te quiero y se que tienes un gran corazón igual que tu madre. Piensalo, por favor. -

No dejo que diera la respuesta simplemente se alejó moviendo su mano.

Era verdad. Mi padre tenía razón. Amelia era parte importante en mi vida. Fue mi primera chica, la primera con la que sucedió todo y también fue la primera en romperme.

No quería dejarla sin cumplir su sueño si yo tenía las posibilidades de ayudarla, pero también tenía que ponerme a pensar en mi, en mi salud mental, tenía que pensar en Kendall. Ella no sabía nada de nuestra historia juntos, pero muy bien sabia que no eramos hermanos de sangre.

(...)

Las conversaciones con Kendall eran extrañas nunca podíamos terminar algo si no follabamos y bueno tampoco era que yo me oponía.

Sus besos descendieron a mi cuello, apreté su cintura. No quería apartarla, pero debía.

- amor...

- lo sé, amor, escuche una conversación con tu padre ¿por que no quieres ayudarla? - dijo ella depositando un último beso en mi cuello.

- no lo sé ¿crees que es buena idea? - pregunte sonriendo de lado.

No sabia como disimular. Estaba seguro que si hablaba de más ella se daría cuenta que había algo más que una relación de hermanastros.

- no es tu obligación, pero ahora son familia. - dijo ella tomando mi mano.

No era mi obligación ni nada por el estilo, pero sentía que debía ayudar a pesar de que mis ánimos eran los peores.

Tenia a Kendall,  ella era mejor que Amelia ¿verdad?

...

Espero les guste <3