—Draken, creo que tenemos que hablar de algo serio. Sobre... ya sabes, Mikey, tú y yo.

Nada se podía oír en la habitación de Emma Sano. Tal vez si entrabas a la habitación (rompiendo el cerrojo) podrías ver a la chica y el pandillero sentados el uno enfrente del otro, callados y mirando expectante lo que hiciera el otro.

—¡Ken-chin rápido, abre! ¡Es urgente!

—Mikey, ¿¡qué coño quieres!? ¿No ves que estoy ocupado?

Manjiro Sano, alias Mikey o el agua fiestas.

—¡Es el novio de Mitsuya! ¡Es muy urgente!

—¿Del 1 al 10?

—¡10.000!

Eso era raro, nunca hubo una situación que Mikey calificara como dificultad 10.000, sólo cuando Draken se quedó sin banderillas para poner en su menú infantil. Y le preocupaba más que el rubio cenizo mencionara al novio de su gemelo dragón, Mitsuya.

¿Pero qué le había pasado? Si cuando estuvo hablando con él se le veía bien, además de que no bebía y estaba sentado sin molestar a nadie en su sitio, riéndose.

Bueno, ya tendría tiempo para pedir explicaciones, ahora tenía que ayudar a Mikey y, lamentablemente, dejar atrás a su novia. Realmente no quería ir y cortar el momento íntimo que estaban teniendo.

—Ve, Draken. No me importa, y además parece importante.

—Emma te lo robo un segundo, no le haré nada que no quiera hacer~.

—¡Oye Mikey!

Dicho esto se fue de la habitación, dejando sola a Emma. Salió del piso y bajó los peldaños, acompañado de Mikey que le explicaba la situación y el desencadenante de este tremendo lío en el que se habían metido.

Tenemos que remontar hace años atrás, con la familia Shiba.

La madre de la familia murió, dejando solos a sus hijos ya que su padre nunca estaba en casa. Gracias a eso Taiju empezó a abusar de Hakkai y Yuzuha, pero hizo un pacto en donde sólo pegaría a Yuzuha (pacto que rompió).

Pasaron los años y el padre al darse cuenta en la situación que se hallaba su familia decidió enviar a Taiju a un psicólogo para controlar su ira. Funcionó hasta hace unos meses, cuando conoció el alcohol.

Desde entonces la cosa se descontroló. Taiju, no dejaba salir a sus hermanos por cada cosa que hacían y el conflicto se estaba engrandeciendo.

Esa noche, como pudisteis leer, Hakkai con ayuda de Mitsuya pudo poner en pausa la dictadura absoluta de Taiju. Empero cada acto tiene consecuencias, y al llegar Hakkai y Angry se vieron las caras con el hermano del más alto.

Las consecuencias fueron devastadoras para el pobre chico Shiba; ingresado de urgencia en el hospital por varias fracturas debido a la brutalidad de Taiju, pegando sin piedad alguna a su hermano. Por razón alguna no tocó a Angry, quien llamó a la ambulancia y a sus amigos lo más rápido que pudo cuando Taiju se marchó adentro de la casa. Estaba estupefacto, no podía mover ninguna articulación del cuerpo al ver cómo a Hakkai le casi mataban. Estaba seguro de que si intervenía él quedaría igual. El menor de los Kawata sentía ganas de llorar; ver a un cielo de persona ser apaleado te podía quebrar en varias formas.

Lo peor fue el tratar de explicar a un histérico Mistuya todo. Angry se abrazaba a su hermano mientras que el otro le acariciaba el pelo en un intento de calmarlo, y poco a poco relató a su grupo de amigos lo que pasó. Taka-chan decidió irse con Hakkai en la ambulancia para estar al tanto de su novio y lo que tuvieran que hacerle los médicos para curarle.

—¿Y qué se supone que tengamos que hacer?— Cuestionó Draken, parando de andar de repente.

—No lo sé, sinceramente— respondió Mikey también parando y dándose la vuelta— pero no podemos dejar las cosas así. Debe de haber algún modo de vengar al pobre Hakkai, y sólo veo una opción.

—Te veo las intenciones, Mikey.

—Sí, hagámoslo.

—¿Seguro?— Cuestionó de nuevo el más alto.

—¡Sí!

—No puedo pararte, así que adelante.

—Era el 1º A, ¿no?

—Eso creo.

Decididos siguieron bajando hasta el primer piso, donde encontraron a Yuzuha convenciendo a Angry sobre su nula culpabilidad en los sucesos.

—Yuzuha, ¿está él dentro?— preguntó Mikey a la chica.

—Sí, pero está furioso. Yo debo irme a por el hospital a por Hakkai, porque ya sabes está...— en ese mismo momento se quebró y no pudo evitar llorar, sacando las lágrimas contenidas por mucho tiempo.

Para Yuzuha el no poder haber protegido a Hakkai le quemaba, no había podido cumplir su rol establecido de protectora. La promesa que hizo frente a la tumba de su madre estaba forjada a fuego en su piel, quemando cada vez que veía a Hakkai golpeado.

Era un gran peso emocional todo lo que ocurría  en su entorno familiar. La muerte de su madre y sus desencadenantes la marcaron y la culpa de todo lo que pasaba era una espina clavada en su cuerpo.

Hakkai no merecía nada de lo que le había pasado, y ella lo sabía. Él era un mártir como ella del abuso de su hermano, un mártir inocente que ella no había podido proteger.

—Tranquila, está todo bien— la abrazó Mikey — todo se arreglará y el ogro no volverá a haceros daño— sonrió.

—Tengo que ir con Hakkai, me necesita.

—Quédate con Emma, está en mi casa y si necesitas algo ella te lo dará. Cuando terminemos te avisamos, ¿si?— Terminó la conversación para pedir a Pah-chin que la llevara a su piso.

—Ahora nos vamos a encargar del problema a lo ToMan— dijo Mikey refiriéndose a Draken.

Al momento Kenchin pateó la puerta de la vivienda, dando paso primero al rubio cenizo y luego a sí mismo. El golpe exaltó al único hombre que estaba ahora mismo en esa casa, quien se preparó para pelear.

—¿Taiju Shiba?

—Mikey, ¿verdad?

Los dos se miraron en silencio, observando el físico y preparando los futuros movimientos que harían. Parecía que sólo eran ellos dos, en un universo paralelo.

—Yo me llamo Draken, por si te interesa.

¡Pum! Patada en la tripa por parte del "sujeta velas" (en infinitas comillas). Aún así Taiju no se vio afectado y devolvió un puñetazo en la cabeza. En cuestión de segundos una silueta enana apareció atrás del Shiba y lo derrumbó inmediatamente, dejándolo inmóvil pero consciente en el suelo.

—Ahora que ya hemos terminado contig- — fue interrumpido por alguien.

—¡Esperad un momento!

—¿Yuzuha?

—Quiero hablar con mi hermano — se dirigió a Mikey — a solas.

—Vayámonos Mikey—. Entendió Draken.

Salieron ambos del piso, dejando el lugar con los propietarios. La chica se agachó hasta tener su boca en el oído de su hermano, preparada para hablar.

—¿Cuál es el sentido de decir que cometiste un error? Todo el mundo lo sabíamos. No esperes que te perdonemos así como así, las cosas van a cambiar y yo me encargaré de ello. — Yuzuha suspiró y siguió— Hay muchas preguntas que faltan por responder, pero lo que está claro es que eres un cobarde. No te acerques a Hakkai, te partiré la cara si lo haces.

Dicho esto soltó la oreja de su hermano y se fue de la vivienda, cerrándola con llave. Anduvo vagamente hasta el portal en donde se encontraban los dos chicos con los que conversó antes.

El más canijo se ofreció a llevarla hasta el hospital, obligándola a montarse en la moto y poniéndose en marcha hacia el lugar donde tenían hospitalizado a Hakkai.

¡Hola!

Hasta aquí el capítulo de hoy.

¿Habéis visto el capítulo? Yo lloré mares</3.

Random headcanon: a Hakkai le encanta ABBA. (Aprovechando que tienen después de 40 años un comeback).

Tengo varios capítulos escritos pero como dentro de una o dos semanas vuelvo al instituto tendré menos tiempo para escribir.

Amo a Yuzuha siendo una mujer fuerte y empoderada, fin.

Sin nada más que decir,
¡Adiós!💖