Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Primera cita

P.O.V. Mack

Estaba nerviosa. Habían pasado dos días desde el encuentro con Dalton y además era el día de nuestra cita. No hablaba que ponerme, no encontraba algo que me diera a la perfección y que estuviera a la altura. Tenia ganas de tirar todo mi clóset, tenía ganas de salir corriendo y comprar nueva algo que siquiera disimulara mi cuerpo.

Continue buscando entre mi clóset hasta que encontré algo que parece ajustarse a las circunstancias. Me retoque un poco y sin más salí de la casa. Por suerte mis padres se encontraban trabajando y ninguno de ellos se encontraba en casa. Era un alivio de alguna forma saber que ellos estaban haciendo su vida  con normalidad y ya no retrasandose por mi.

Deje una pequeña nota antes de salir y tome un taxi con destino al centro la ciudad,  exactamente en un café. Estaba en buen tiempo, me sentía ansiosa por verlo.

Alrededor de doce minutos ya me encontraba entrando al café. Era un lugar muy cálido, era una especie de bar porque había una banda que tocaba música de antaño y las luces eran bajas con pequeños destellos de azules, verdes y rojos. Una moza se me acercó preguntando mi nombre y al decirle me llevo a otro lugar salón donde encontré a Dalton.

Él al verme sonrió. Llevaba una casaca de cuero, un polo blanco donde colgaban sus lentes de sol. Su sonrisa iluminaba el lugar, sus ojos me analizaron de pies a cabeza y en aquel instante pude ver su rostro a detalle.  Era de tez blanca y tenía una pequeña cicatriz cerca a sus labios, no se notaba demasiado ante tanta perfección. Sus ojos esmeralda resaltaban en todo su rostro y tal vez en aquel momento fue cuando descubrí porque es que encontraba tanta perfección en él. Sus ojos esmeralda combinaban a la perfección con sus labios rojizos y la tez blanca, cuando sonreía la vida tenía otro sentido.

No tenía idea si lo habia visto antes o si quiera si cuales eran sus intenciones. Tal vez el sabia de mi problema y era alguien del pasado que se aprovecharía. No lo sabía, no tenía idea, pero aquel día sentí que me encontraba bien con ello. Me encontraba bien en aquel instante, tal vez después de todo de alguna forma algo bueno me traua perdida de memoria.

Me senté en el lugar temiendo que cometiera alguna estupidez. Dalton me sonrió y me saludó con un beso en la mejilla. Temble. Tenerlo cerca hacia que todo mi cuerpo se sintiera inseguro.

- pensé que no vendrías- dijo Dalton soltando una pequeña risita. Negué.

¿Como faltaría a una cita? ¿a mi primera cita? No había forma.

- no, tenlo por seguro que nunca falto- dije sonriendo.  La moza que anteriormente estaba, se habia acercado  con las cartas.

-eres mayor ¿verdad?- pregunto Dalton mordiéndose levemente los labios. Volé.  En aquel momento mi mente ya estaba en otro lado, en algún lugar desconocido que acababa de descubrir.

- supongo, tengo 18 - respondí encogiendome de hombros. La verdad era que aún no había actualizado ninguno de mis documentos. Solo necesitaba hacer un click, pero estaba muy metida en otros asuntos. - ¿y de verdad tienes 25? - pregunte.

Dalton sonrió de lado, aquellas sonrisas socarronas.

- ¿parezco mayor?- pregunto enarcando una ceja. Negué. La verdad que sí, pero no quería darle el privilegio.

- no, pareces menor, por eso preguntaba. - dije. La conversación se sentía diferente a la que tenía con cualquier persona, podía sentir la tensión.

- acabo de cumplir 25, hace menos de una semana aún tenia 24 - explico. La señorita volvió a escribir nuestros pedidos. No tenía idea de lo que decía en la carta así que simplemente pedí lo mismo que Dalton había pedido.

- Mack Thompson ¿cómo es que llegaste a la ciudad?- pregunto segundos después que la mujer se había retirado.

Sinceramente no tenía ni idea de cómo había llegado, bueno, mis recuerdos no decían nada, pero mis padres me habían contado mi vida desde su perspectiva, pero estaba segura que había más.

- pues soy de "Los Angeles", cuando nací nos mudamos a Londres donde terminaron sus estudios mis padres y después nos mudamos a España, Madrid y bueno, ahora me encuentro denuevo aquí, completamente ajena a la ciudad. - respondi. Dalton me escuchaba con completa atención. Era prácticamente el resumen de mi vida,  mis padres me habían hablado acerca de algunos amigos que había conocido en el camino, pero aquello no venía al caso.

-creo que ya entendí porque estas en esta escuela. Es porque vienes del extranjero. - dijo Dalton. A pesar que me caía súper bien y provocaba tantas sensaciones en mi no estaba lista para contarle lo que me había pasado y él no estaba preparado para lo que le contaría.

- si, es por eso. - respondi encogiendome de hombros. No quería entrar en tantos detalles que podrían delatar mi mentira.

- es bueno que te hayas mudado aquí- dijo él sonriendo provocando que mis mejillas se sonrojaran.

- ¿por qué?- pregunte sin entender. Bueno, era verdad, era una gran oportunidad y mi memoria ayudaba en eso, porque si me hubiera quedado en madrid tal vez todos preguntarian que me había pasado y mi adaptación hubiera sido más fácil,  pero con los mismos problemas de antes y siguiendo tal vez una vida que no era la mía.

- porque te pude conocer. - dijo.

Al parecer ahí empezó todo. En aquel instante en que me dijo ello, creo que ahí fue el momento cumbre de la cita.

- trajo algo bueno la mudanza - dije riendo. Él asintió.

-cuentame más de ti - agregue al cabo de unos segundos.

- pues enseño filosofía en tu escuela- dijo sonriendo acercándose levemente a mi. Me moví.

- ¿algo más? ¿Solo eso?- insistí. No le había contado gran cosa de mi vida, pero a comparación de lo que me había dicho era nada.

- estudio el ultimo año de administración de negocios internacionales, siempre viví aquí, pero he viajado por todo Europa. Enseño filosofía para mantenerme y bueno, pienso dejarlo. - dijo dándole un sorbo a la bebida que le acaban de traer. Era una bebida roja con espuma arriba, no tenía idea de que era y tampoco quería preguntar. La sorpresa fue cuando a mi también me entregaron lo mismo.

- eso es impresionante ¿todo Europa?- pregunte interesada. Había vivido en Madrid y tenía fotos de ello, pero no recordaba nada más.

- gran parte, solo me falta conocer Grecia y Belgica. - respondió. A cada segundo que pasaba Dalton me sorprendía cada vez más.

- algún día quisiera ir - dije soltando un suspiro. En mi estancia en el hospital había soñado muchas cosas, había planificado mi vida al detalle y entre ellas se encontraban viajes , pero no lo podía hacer porque no trabajaba y además mis padres me sobreprotegian mucho más.

- ¿por qué no lo haces? Nada te lo impide. Debes tomar riesgos. Al terminar la escuela puedes tomar un descanso y viajar - dijo Dalton

Era una buena opción, pero no para mi. Aquello retrasaria todos mis planes.

- tengo mi vida planeada supongo que lo haré después- respondi encogiendome de hombros. Dalton soltó una carcajada.

- debes vivir el momento ¿sino cuándo lo harás? ¿Cuando te des cuenta que te pasaste la vida estudiando?- dijo él.  Era verdad de cierta manera, pero no.

- no me puedo dar esas libertades. - respondi metiéndome un gran pedazo de comida para que entendiera que no tenía que hablar más.

- la vida es para tomar riesgos Mack, comprendelo- respondió sin más y se calló el resto de la comida.

Habia llegado al punto de pensar que la había regado por mis estupidas opiniones. Por suerte cuando estaba por salir corriendo del local sin importar que no tenía que ver en horas de clase, él decidió hablar.

- tengo que mostrarte algo- dijo sonriendo como solo el sabia hacerlo. Temble. - solo tomará unos minutos, quiero que conozcas algo. -

No lo dude. No tenía duda que quería hacerlo, pero también el miedo invadía todo mi cuerpo.

- ¿dónde iremos?- pregunte terminando el último sorbo de lo que sea que haya sido esa bebida. Solo sabía una cosa: tenía alcohol.

Me sentía un poco mareada y salida de mis casillas. Era como si estuviera entrando en una especie de nube.

Salimos del local y corrimos por las calles con la lluvia encima. Estaba completamente empapada, el cuerpo me temblaba,  pero me sentía feliz en aquella simpleza. Los minutos pasaron y de un momento Dalton me tenía tomada de la mano, temblaba el sabor a lo prohibido se asomaba.

La lluvia cesó junto con sus pasos, ambos teníamos una sonrisa plantada en los labios. Tal vez sería por parte del alcohol o porque me encontraba lo suficientemente cómoda.

- aquí es - dijo Dalton rompiendo el silencio que se había formado. Estábamos en una especie de montaña pequeña, bueno no tan pequeña, de allí se podía ver gran parte de la ciudad, casi toda. Se podía apreciar los imponentes edificios y además las magníficas obras que solo Londres tenía. Suspire. Era lo más hermoso que había visto en mi vida.

Ambos nos tumbamos. Recoste mi cabeza en su hombro, el paso su brazo por mi hombro y recostó su cabeza encima de la mía. Las corrientes pasaron por todo mi cuerpo.

Apenas lo conocí ¿y? Era mi mayor ¿y? Yo sabía que era una completa locura, pero me sentía completa, sentía como que si Dalton trataba de llenar aquel hueco en mi pecho.





Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro