Cap. 10
Con cariño, este capítulo está dedicado a mi querida Beta
Día: 30/12/2016. NOTA: Para nuevos lectores (y quien quiera releer) este fic esta LIBRE de OoC (Out of Character-Fuera de personaje) lo que significa que la personalidad de TODOS personajes es la misma que la de la serie.
Gracias por su atención.
~Moon Erebos~
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Cap. 10
No se resistan
No son lo suficientemente fuertes
Para detenerme
Soy el rey de ahora en adelante
Spirit Of Chaos – Aviator
—Dipper —la voz preocupada de Pacifica sorprende a Mabel y sobresalta a los demás que absortos observaban a Ford intentar liberar a Dipper—, ¿estás bien?
Los pequeños sollozos se cortan y la habitación se sume en el silencio, Dipper alza su rostro y los que estaban más cerca de él retroceden jadeando al ver sus ojos, dorados con las pupilas rasgadas como ojos de gato, la sonrisa que les regala logra que el terror congele la sangre en sus venas.
—De maravilla —dice poniéndose en pie, chasquea los dedos y antes de darse cuenta todos caen en el suelo del salón principal.
Se levantan inmediatamente mirando a su alrededor, aturdidos por el humo que los envuelve y que poco a poco se disipa; cuando por fin todo está claro buscan con la vista a Dipper, ¿o era Bill tratando de engañarlos?
La risa que llena el lugar les hace alzar la vista, sentado en el montón de cráneos, que Wendy había señalado como un trono, ven a Dipper o al menos su cuerpo, vestido con un traje negro con detalles dorados. Dipper se pone en pie observándolos con cinismo, acomoda el chaleco sobre su camisa blanca y abrocha el frac mientras baja los escalones, por su mente pasa el fugaz pensamiento de que el poder remanente de Bill en su cuerpo debe bastar para lo que tiene que hacer, hasta que el demonio vuelva.
—¡Mabel! ¡Tío Ford! ¡Ayúdenme por favor! —Se detiene en medio de los escalones, su rostro se llena de dolor y desesperación y sus ojos se llenan de lágrimas—. Bill está... —sus palabras se ven interrumpidas por una nueva carcajada.
—¡Dipper! —grita Mabel mirándolo con los ojos aguados—, sé que estás ahí hermano, ¿por qué estás haciendo esto?
Dipper los mira desde su posición con ojos indiferentes, ningún vestigio de la aparente alegría de hace unos segundos en su mirada mientras una sonrisa lenta y sarcástica se desliza por sus labios.
—Es increíble cuando se tiene el don de la libertad de tomar decisiones, ¿no crees Mabel? —dice con voz suave y sedosa, casi conciliadora—. Es... fascinante poder decidir por mí mismo y no tener que mirar por no romper los sentimientos de alguien más.
Los presentes lo miran con muda sorpresa, incapaces de articular palabra alguna.
—Y tío Stan —mira al hombre está vez—, no tienes que preocuparte mucho por mí, aprecio que estén todos aquí de verdad, pero al menos aquí puedo tener los alimentos que necesito y quiero, mucho mejor que contigo —su sonrisa se amplía tornándose algo burlona—, si es que puedo considerar la tuya comida.
Se inclina un poco hacia el frente, ladea la cabeza y posa su mano bajo su mentón, casi pensativo, sus ojos dorados brillan un poco más.
—Wendy, pequeña y querida Wendy, ¿qué puedo decir de tus acciones? Rompiendo las esperanzas de un pobre niño de 12 años pero dándole la oportunidad a otro de la misma edad —niega chasqueando su lengua con aparente desaprobación. —¿No es eso lo que llaman doble moral querida?
Stan es el primero en reaccionar y sacudirse las punzantes y amargas palabras del chico, controlado por Bill o no se siente repentinamente culpable por su actitud hacia el muchacho la última semana, pero no es momento de pensar en ello por lo que con un gruñido saca de la gabardina de Ford el arma que, según su hermano, eliminaría a Bill, si su hermano no hará nada el acabara con todo eso por lo que sin pensarlo siquiera la activa, apunta a su sobrino y dispara. Dipper se hace a un lado y sonríe esquivando el rayo azulado del arma, cualquier rastro de tristeza y pesadez por las acciones de su familia completamente ausentes de su rostro.
—Eso estuvo cerca —dice con mofa.
Ford le quita el arma a Stan saliendo de su estupor y está vez dispara él, obteniendo el mismo resultado que su gemelo.
—¿Será que la mala puntería es de familia?
—¡Quédate quieto! —grita exasperado el hombre apuntándole y vuelve a disparar.
—¿Nadie nunca les enseñó a usar un arma? —su risa exaspera a Mabel que, llorosa y sin pensarlo mucho, sube las escaleras corriendo y se lanza contra él provocando que ambos caigan rodando por ellas.
—¡Devuélveme a mi hermano estúpido demonio! ¡Dipper jamás haría estas cosas!—Mabel golpea con todas sus fuerzas a Dipper, este simplemente ríe dejándose hacer, sin intenciones de detenerla.
—Hilarante, el dolor es hilarante —murmura riendo más fuerte haciendo que la niña se detenga y lo observe por segundos antes de levantarse y alejarse, sin duda era Bill y no su hermano, no se dejará engañar esta vez, debía acabar con eso y recuperar a Dipper.
—Enmendaré tus errores —dice corriendo hacia Ford y quitándole el arma de las manos, apunta a Dipper que sigue riéndose en el suelo y sin dudarlo dispara, pero no sucede nada.
Frunce el ceño y mira el arma pero esta está encendida y funcionando, por lo que no comprende que rayos había pasado, o lo que no. Dipper se pone en pie limpiando su ropa y la sangre que corre por su labio, mirándolos con diversión.
—Dame eso Mabel —Wendy le arrebata el arma a la chica, los nervios a flor de piel y el cansancio guiando sus acciones sumado a la culpa que las palabras del chico le provocó, apunta a Dipper y dispara pero este se mueve a un lado esquivando el rayo.
—¿Y te haces llamar la mejor cazadora? —la mira con falso pesar, burlándose de que no había logrado nada, Wendy aprieta sus manos y apunta de nuevo pero la mano de Ford le impide hacer algo.
—Si subimos la potencia, no podrá esquivarlo —dice tomando el arma de las manos de la pelirroja, Mabel mira a Ford y frunce el ceño.
—¿Subirle la potencia? ¿Seguro que funcionará?
—Por supuesto —asiente girando una tuerca y apunta a Dipper—, pero tal vez Dipper muera, su cuerpo no lo aguantará.
Mabel palidece y mira a su hermano, no le importa que haya cometido un error no deja de ser su hermano, ve a Ford presionar el gatillo y grita aterrada empujándolo, provocando que el disparo se desvíe y choque contra el montón de cráneos, desbaratando la estructura y estos se desperdigan por todo el lugar.
—¡¿En serio?! ¡Acabo de construir ese trono! —una voz resuena por todo el lugar haciendo que los humanos se congelen en su lugar—, incluso le incluí un porta vasos.
—Puedes hacer uno mejor —dice Dipper, sonriendo ampliamente y de manera mucho más alegre que antes cosa que los confunde a los presentes.
Ven a un hombre caminar hacia ellos, el cabello de un rubio dorado corto con un mechón tapando uno de sus ojos, el otro dorado rasgado iguales a lo de Dipper los observa con disgusto; vestido de negro y dorado y como toque final para su desconcierto un sombrero de copa flota sobre su cabeza.
—Que descorteses nuestros invitados —comenta parándose junto a Dipper y con cierto descaro pasa un brazo por la cintura del menor pegándolo a su costado—, no respetan la propiedad ajena, y ahora hay que limpiar este desastre. Chop, chop, manos a la obra, ¿qué esperan?
Los mira y ríe, dejando a la vista un perfecto juego de blancos dientes y unos sobresalientes y muy afilados colmillos, su aparente enojo esfumado.
—Ya sé, ya sé, ''Oh, ¡ese no era Bill! Sino este guapo y recién llegado caballero en armadura dorada'' —suelta una carcajada—, apuesto a que eso estaban pensando.
Mira a Dipper valorativamente y hace aparecer un sombrero con un ribete dorado y lo coloca sobre su cabeza, satisfecho.
—¿Nadie va a limpiar? ¿Tú que dices Pino? —El chico lo ve y alza la ceja—. Por cierto, he hecho un gran esfuerzo para que te vistas decente, y terminas usando tu vieja y desagradable ropa.
—¿Me has estado vigilando?
—¿Esperabas menos? —sonríe divertido.
—Bueno, solo me estaba divirtiendo y de todas formas yo estoy mucho mejor que tú y tu pseudo elegancia —se mofa señalándolo, aunque debe admitir que no se ve nada mal.
Los humanos siguen su conversación, desconcertados por completo y molestos por ser ignorados.
—Por cierto —continua Dipper para la irritación de los humanos, —¿por qué tardaste tanto?
—Oh Pino, tenía que arreglar un asunto pendiente y un poco más importante que nuestras visitas —chasquea sus dedos provocando que los humanos se sobresalten cuando el sonido del metal contra el suelo resuena por todo el lugar.
Dipper mira no muy sorprendido a los amigos de Bill convertidos en estatuas metálicas, idénticas miradas de horror en sus rostros como señal de que fueron tomados por sorpresa antes de ser transformados.
—¿Te gusta? Tengo algo mucho peor planeado para ellos pero quería mostrártelo, un regalo en compensación de su osadía —hace aparecer un bastón en su mano libre y con él alza el rostro de Dipper apretando un poco más su cintura y se inclina, casi como si fuera a besar al castaño incluso sus alientos chocan y a Bill le cuesta no sonreír ufano cuando el pequeño pino se estremece —. Es hora del té —murmura.
Se separa de manera casi tan abrupta como se acercó, chasquea sus dedos y aparece una mesa de te azul flotante junto a dos sillones; Dipper oculta su estupefacción tras una sonrisa y toma asiento viendo como una taza de té se sirve frente a él, Bill toma asiento en el otro sillón, pasando una pierna por encima del reposa brazo y dejando la otra colgar por la orilla. Ambos toman un sorbo de té y miran a los humanos.
—¿Quieren un poco? El té transdimencional tiene un sabor exquisito —dice antes de tomar otro sorbo.
Ford, que desde el casi beso entre el demonio y su sobrino aprieta el arma con fuerza y furia, los mira fastidiado y alza el arma disparando, disparo que choca contra la taza de Bill rompiéndola en pedazos y el líquido cae sobre su traje. El demonio lo mira, todo su cuerpo y su cabello se vuelven de un color rojo brillante.
—¡Humano insolente! ¿Cómo te atreves a despreciar de esta manera mi amabilidad?
—¡Basta! Esto se acaba aquí —Stanford sube la potencia del arma al máximo con las manos temblorosas tratando de no retroceder ante la furia de Bill.
Apunta nuevamente hacia el Bill, o el que supone es Bill que cada vez se vuelve más rojo por ser ignorado, pero antes de disparar lo piensa unos segundos y apunta hacia Dipper, para él cabe la posibilidad de que el demonio esté proyectando desde su mente la figura solo para confundirlos.
—Vuelve a tu dimensión demonio —dice y dispara.
Bill gruñe, un sonido cavernoso y demoniaco que recorre la columna de todos los presentes antes de colocarse frente a Dipper justo antes de que el rayo llegue a él, disparo que parece chocar contra él y una luz blanca los ciega a todos, envolviéndolos por completo.
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El traje de Dipper:
Human!Bill
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