Dos horas más tarde de lo sucedido con Damián, me encontraba acostada en el sofá, comiendo palomitas, mirando una película de terror con Evan y Sonya. Esta última no sé a dónde había ido, ya que había recibido una llamada de su amorcito Henry.

-Ya tardó mucho, ¿no crees? se está perdiendo lo mejor de la película-dijo Evan, sin despegar la vista del televisor.

Se encontraba sentado en el suelo, junto al sofá donde yo estaba acostada, con un tazón enorme de palomitas.

-Ya déjala, lleva días esperando la llamada de Henry, desde que ella le dio su número-estiré la mano para tomar un puñado de palomitas-además, a ella no le gustan este tipo de películas, le da miedo. -las comí de un bocado, cayendo algunas en mi blusa. Las quité al instante.

Tenía la mano con la que había agarrado las palomitas llena de mantequilla, sin saber en dónde limpiarla, acaricié el cabello castaño de Evan por un largo tiempo.

-Deja de hacer eso, vas a hacer que me duerma-dijo Evan.

Lo ignoré.

Al no hacerle caso, este golpeó mi mano para quitarla y después se acomodó el cabello.

-¿Pero que rayos...? -habló, exaltado, cuando sintió su cabello pegajoso.

Comencé a reír a carcajadas.

-Que hiciste con mi... -se volteo y me miró-¡eres asquerosa! -tomó una almohada para golpearme con ella.

Seguí riéndome hasta que me dolió el estómago y comencé a toser. Evan viéndome enojado, se levantó dejando el tazón en la mesita de centro para después dirigirse a la cocina a lavarse el cabello y las manos.

-Perdón, es que tenía flojera de levantarme para lavar mis manos-dije mientras lo seguía a la cocina, tratando de calmar mi tos.

-Calla-fue lo único que dijo.

Saqué una toalla de mano de uno de los cajones de la cocina y se la tendí. Evan abrió la llave, metiendo el trapo en el agua para después llevarlo a su cabello, limpiándolo.

Cuando terminó, dejó la toalla a un lado para después enjuagar sus manos.

Yo en cambio, me senté en la encimera, junto a él, esperando a que terminara. Una vez que terminó, cerró la llave.

-Perdón-dije nuevamente, apenada por lo que había hecho.

Él se volteó, dando la espalda al lava platos sin decir nada.

Si que se molestó, pensé.

-Oye, no lo dije cuando llegaste, pero gracias por las rosas que mandaste cuando salí del hospital-sonreí mirando mis manos, suavizando un poco las cosas.

-¿Rosas? -dijo Evan confundido. Me miró, alzando una ceja. -normalmente recuerdo las cosas que hago, pero estoy casi seguro que yo no mande nada para ti.

¿Qué? pero entonces quien... Nos miramos mutuamente.

-Sonya-dijimos los dos al mismo tiempo, recordando la conversación que mantuve con ella ese mismo día.

-¿Así que aún no se da por vencida con su capricho?

-¿Lo sabes? -dije sorprendida.

-Por supuesto que lo sé, desde que terminé con Jassmine, me trae loco con ese tema. -dijo indignado.

-Y tú no quieres que seamos...

-¡Claro que no! -Interrumpió. Negó con la cabeza-No es que no seas linda, porque si lo eres... -Se quedo callado un momento.

Wow, era la primera persona que me decía que soy linda. Sonreí, pero no dije nada al respecto.

-No se-Continuo después de su pausa-sería como si anduviera con mi hermana.

Uf, menos mal, alguien que piensa igual que yo.

-¿Puedes repetir eso mismo cuando ella esté presente? para que pueda entender de una vez por todas que no queremos ser nada, más que amigos-dije bajando de la encimera, poniéndome frente a él.

-No hace falta-puso sus manos sobre mis hombros-ayer tuve una plática con ella sobre este tema, ten por seguro que ya no insistirá.

Iba a preguntar si estaba bastante seguro de eso, cuando escuché la voz de Sonya proveniente de la entrada de la cocina. Me separé de Evan al instante.

-¿Chicos? -dijo Sonya divertida. Nos miró detenidamente a cada uno, achicando los ojos. -¿Interrumpo algo?

-Por supuesto que sí, Alex y yo estábamos a punto de besarnos-Mintió Evan.

Lo mire sorprendida, con la boca abierta. Sentía mis mejillas arder.

Le di un golpe en el estómago y este rio.

-¡Idiota! -replique.

-Si si si, como sea-dijo Sonya, indiferente-Evan-lo miró-¿nos dejas a sola? necesito hablar con Alex.

Este alzó una ceja, para luego asentir. En silencio pasó por mi lado para salir de la cocina.

Sonya se acercó a mí.

-¿Me puedes decir que es esto? -dijo en voz baja, entregándome un papel doblado por la mitad y arrugado.

¡Maldición, la nota de Damián!

Después del suceso de Damián y su nota, subí a mi habitación con la intención tirarla al basurero y cambiarme de ropa, pero al parecer lo había olvidado ya que en ese instante recibí la llamada de Evan, diciendo que venían a mi casa.

-Es un papel-dije obvia-¿no los conocías?

Sonya puso los ojos en blanco. Desdoblo la nota y la volteo para que viera lo que contenía.

-¿Y bien? -insistió.

No dije nada. Me limité a tomar la toalla que Evan había utilizado, dándole la espalda a mi amiga. La extendí sobre la encimera para que se secara.

-Alex... -dijo Sonya, desesperada por alguna explicación.

-Está bien-Me resigne.

Agarré una silla para sentarme junto a la mesa. Ella hizo lo mismo.

Le conté todo lo que sabía de Damián, (bueno, lo poco que sabía y como lo conocí).

También le conté todo lo que hice en la escuela, desde esperar casi 20 minutos para que abrieran la administración, hasta la parte donde Damián aparece y me lleva a casa.

Omitiendo la parte donde entra sin permiso y todo lo demás que sucedió después de eso.

-¿Dejaste que un desconocido te llevara a casa? -dijo finalmente mi amiga.

Asentí. Puse mis codos sobre la mesa, apoyando mi barbilla contra las manos.

¿Acaso hice algo malo?

-Y te dejó una nota con su número y una dirección. -puso la nota sobre la mesa para que la viera.

Volví a asentir

-¿Sabes lo que significa? -dijo sonriendo.

Negué con la cabeza, frunciendo el ceño, confusa. Bajé las manos a mi regazo.

Sonya suspiró, mirándome.

-Ay Alex, ¿Qué haré contigo? Es obvio que esta interesado en ti y quiere volver a verte.

Solté una carcajada cuando escuché lo que dijo.

¿Damián y yo juntos? no lo creía posible. Además, no soy una experta en eso de las relaciones amorosas y me resulta imposible que yo le interese a un chico como el.

-Que ocurrencias tienes Sonya-dije todavía riendo.

Tomé la nota, la metí en el bolsillo de mi pantalón. Me levanté de la silla, para salir de la cocina.

-No son ocurrencias, es la verdad, conozco a los chicos-dijo siguiéndome. -tengo un hermano, ¿recuerdas?

-Ajá-dije sin importancia.

Aunque quisiera salir con Damián, no podía porque tenía prohibido salir en la noche.

Una vez que llegué a la sala, me senté en el sofá.

-Oye hermanito, ¿Qué hay de bueno en Crestmoore Boulevard? -preguntó Sonya. Se sentó en el lado opuesto a mí, dejando a Evan en medio de las dos.

Este nos vio a cada una, con cara de confusión.

-¿Para qué quieres saber? -Le preguntó a su hermana.

-Nada, curiosidad-dijo esta, encogiéndose de hombros.

-Bien... Pues es una calle atestada de bares-se estiró, para agarrar el tazón, ahora casi vacío, de palomitas.

¿Qué? ¿ir a un bar? ¿con Damián?

De seguro está demente. Jamás en mi vida he pisado un bar y no lo haría con un desconocido.

Pero mi parte menos racional sentía una pequeña curiosidad de lo que podía ocurrir.

Negué, apartando ese pensamiento al fondo de mi mente.

-¿Solo bares?, vaya, que extraño chico-dijo Sonya perpleja.

-¿Perdón? -preguntó Evan confundido. Se levantó del sofá, mirándonos a las dos. -¿Qué se traen ustedes dos?

-¡Nada! -dijimos mi amiga y yo al mismo tiempo.

Listo chicos y chicas, nueva actualización de esta historia. 🤭💗

¿Ustedes que opinan sobre Evan y Alexia? 👀🧐

Creen que harían bonita pareja o apoyan el pensamiento de mis personajes.

Se los dejo de tarea, hagan equipo de 3 y debatan 🤭✨❤️