Sé que ya terminé la historia, pero, no me sentía satisfecha con el capítulo original, así que, hice otro, en el cual no sea tan... ya saben jeje

El original no me gustó, para nada, osea, me dio cositas, aunque de igual manera voy a dejarlo ahí, como una prueba de mis mejoras como escritora :)

Y por ese motivo, me alegro presentar este nuevo y mejorado capítulo, en el cual estará dividido, es decir, cada tema tendrá su momento o día mmmm.... como pequeños recuerdos, se podría decir?

Les agradecería si me dijeran en que aspectos debo de mejorar ^^ ya saben, para que capítulos futuros sean mejores y más entendidos para ustedes (obvio, ya no en esta historia)

jeje bueno, los dejo leer, disfruten ♡

No les pasa que, después de mucho tiempo, encuentras por fin a tu alma gemela?

Después de luchar tú solo contra las adversidades de la vida, pensando que nadie te amará ni tampoco te apreciará por como eres, solo por el simple hecho de que eras diferente a ellos, llega ese "alguien" especial para ti?

Por que justo en ese momento?

Por que no antes, cuando lo necesitabas más que nunca?

Por que?...

El mundo es muy extraño, al igual que la vida, cosa que lo hace divertido e impredecible.

Cada día, hora, minuto, segundo, vale mucho, porque no sabes que cosas van a pasar, aquellas situaciones pueden ser tanto negativas como positivas, pero siempre van a tener un motivo y ese motivo influirá en ti, volviendote más fuerte y preparándote para las cosas que vienen a futuro...

[...]

"Señor! Señor!"

"Señor, ayúdenos, por favor!"

Solo eran unos niños, unos niños indefensos, que demostraban miedo, preocupación y confusión.

Una situación común en el lugar, no era la gran cosa de que niños se perdieran, eso siempre pasaba, y siempre los pequeños desaparecían, sin dejar rastro alguno.

Ellos no iban a ser la excepción, las personas que caminaban por el lugar los ignoraban, los apartaban de su camino, sin darles ayuda alguna.

Lo niños, a su tan corta edad, sabían que no les iban ayudar, después de todo, ellos estaban ahí como unos simples estorbos, como pequeñas molestias en el camino de los mayores.

Ya rendidos, dejaron de pedir ayuda, solo se dispusieron a rondar por cualquier parte, buscando de alguna forma su objetivo, su papá

"Tengo frío, Phobos..."

"Yo también, Deimos, yo también... p-pero hay que ser fuertes! Papá se pondría muy feliz al saber que somos valientes!"

Dos niños, intentando darse apoyo entre ellos, siendo uno consciente de que si alguien no se apiada de ellos, los dos estarían en peligro.

Se arrepentían de haberse salido de su casa, tuvieron que esperar a que su padre volviera del trabajo, ellos sabían que si volvían a estar al lado de él, no lo desobedecerían nunca más, le harían caso, no pondrían excusas, ni habrían reproches, solo querían volver a su hogar.

[...]

Venus, un chico trigueño, con cabello ondulado de color anaranjado y de puntas amarillas, pasaba por las calles, sintiendo el frío viento de la tarde que estaba a punto de anochecer.

Se encontraba cansado, acabado, algo normal para él, después de tener un día lleno de trabajo, atendiendo a personas que no les importaba en lo absoluto, mostrándoles una amplia y falsa sonrisa.

Él solo quería irse a su casa, echarse en su cama y jamás despertar.

Pero oh! Vaya sorpresa, el mundo no estaba de su lado, acaba de olvidarse el informe que tenía que presentar mañana en su trabajo, justo cuando estaba a tan solo dos cuadras de su hogar!

Que suerte tenía!

Sin más que hacer, emprendió su ida de vuelta al gran edificio, llamado Solarbank

Un trabajo en el cual, socializar era lo primordial, cosa que no le favorecía a una persona a la quien no le gusta salir de su casa y sobretodo, estar rodeado de gente. Pero que más da, solo trabajaba ahí por el buen sueldo que le dan.

"Maldito mundo, maldita suerte, maldito estúpido que soy!"

Pasaron las horas, por fin pudo llegar al edificio, Venus pudo notar la presencia de alguien, era Mercurio, su hermano.

"Qué hace ese enano allí? No estaba en U. S. A con Luna?" Pensaba

Al irse acercado, pudo notar que el de menor estatura traía su preciado informe, que hacía él en ese lugar y con su trabajo?

"Hey Venus! Que tal?"

"Cómo que 'que tal'? Que haces aquí? No estabas con Luna? Acaso terminaron?"

"Qué? No! Vaya forma de recibir a tu hermano"

"Tks cállate!"

"Agh bien, estoy aquí por que quería visitar a la familia y respondiendo a tu otra pregunta, no, no terminé con Luna, seguimos juntos"

"Da igual, dame mi trabajo, que ya me quiero ir, estoy que me pelo de frío en este lugar"

"Oh si... jeje"

"Tienes con que irte o..."

"Sí!, no te preocupes, hasta luego!"

Vaya momento más incómodo tuvo, pero que más da, lo importante es que ahora tenía su informe, ya no le faltaba nada.

[...]

Estaban dando vueltas, veían los mismos lugares una y otra vez, nada cambiaba, el pánico se estaba siendo presente en ellos, pobres, no encontraban salida.

Ya estaban mareados, temblaban de frío, a cada rato empezaban a extrañar la calidez del abrazo de su padre, pero no podían hacer nada, ni siquiera sabían en donde se encontraban.

Los niños se sobresaltaron al escuchar pasos de una sola persona, quien en su sano juicio saldría en plena calle, estando de noche, sabiendo que el lugar era conocido por secuestros, asaltos y asesinatos?

Nadie

Pero ahí estaba, Venus, la única persona que rondaba en ese lugar, parecía estar de mal humor, como no, si una señora se robó su taxi cuando él lo pidió?!

Vaya, este no era un gran día para él.

"S-señor, por favor, ayúdenos..."

La voz del pequeño Phobos se hizo presente en el lugar, captando la mirada del mayor, quien se sorprendió al ver a los dos niños solos en ese sitio.

"Eh? Ustedes niños, que hacen aquí? Acaso no saben que es peligroso rondar en lugares como este?"

"Nosotros somos consientes de ello, pero, nos perdimos, no sabemos donde está nuestro hogar, solo queremos regresar con nuestro padre, nada más pido eso, por favor, ayúdenos o sino ayude a mi hermano, él tiene mucho frío y miedo, aunque sea ayúdale a él, y-yo soy fuerte, puedo soportar esto, pero él no, por favor..."

Tales palabras dichas por el menor, atravesaron como bala al corazón del mayor, logrando conmoverlo.

"Bueno... ahora me disponía a ir a mi casa, si gustan los llevo, en ese lugar habrá comida para que se puedan alimentar, también tendrán una habitación donde pasar la noche, obvio, hasta que puedan encontrar su hogar, y claro, ahí no pasarán frío"

Los pequeños sólo se quedaron en silencio, no pudieron aguantar las lágrimas, aquellas lágrimas salían como grifo sin cerrar.

Deimos no pudo evitar irse a abrazar al mayor, realmente estaba agradecido, ya no estarían en ese lugar tan solitario.

Ambos pequeños sabían del peligro que corrían al ir con una persona desconocida, pero estarían dispuestos a aceptar todo con tal de regresar.

[...]

"Bien, aquí dormirán, en unos minutos les traigo la cena, si?"

"De acuerdo, muchas gracias por todo"

Los niños no tardaron en irse hacia la cama, haciéndose bolitas con las colchas.

No tuvieron que esperar mucho la cena, recibieron una chocolatada caliente para el frío, y también galletas para acompañarla.

Los niños empezaron a comer, realmente estaban hambrientos, mientras lo hacían, Venus, observaba el estado de los pequeños, viendo a detalle si es que tenían alguna herida.

"La comida está deliciosa, señor..."

"Venus, mi nombre es Venus, estem..."

"Deimos, y el de mi hermano es Phobos"

"Oh! Bueno, me alegra que les guste jeje mm... por cierto, no sabrán el número de su padre o de algún conocido suyo?"

"Sí! Sabemos el número de nuestro padre, pero de alguien más, no, nosotros no tenemos más familiares, solo... solo a nuestro padre"

"Mis condolencias por su situación, pero, les agradecería mucho si me dan el número de su padre para poder comunicarme con él y avisarle de que están a salvo, deseguro ahora mismo debe de estar preocupado por su desaparición"

"De acuerdo!"

[...]

Se encontraba desesperado, con sueño y miedo, no puedo dormir durante toda la noche, la preocupación de no encontrar a sus hijos se apoderó de él.

Ahora se encontraba dirigiéndose hacia el lugar acordado del chico con el que habló.

Estaba tan concentrado que no se dio cuenta de que ya había llegado al punto indicado.

Esperó 5 minutos, los minutos más largos de su vida.

Su tortura acabó al escuchar pequeños gritos llamándolo.

"Papá, Papá!"

"Padre!"

Realmente estaba feliz, por fin estaba junto a sus dos tesoros más preciados, sus hijos.

"Mis niños! Los extrañé mucho, pequeños, por favor no se vuelvan a ir"

"Ya no lo haremos padre"

"Sí, tuvimos mucho miedo, pero este buen señor nos ayudó a estar aquí contigo!"

"En serio? Quien?"

En ese momento, pudo fijar su vista en Venus, en serio era él? Después de tanto tiempo sin verlo...

"V-Venus?..."

"Emm... hola Marte jeje"

Las lágrimas no tardaron en salir, era un sentimiento de alegría mezclado con nostalgia.

Después de tantos años, de nuevo se vuelven a ver.

No dudó en ir hacia él, abrazándolo, sin la intención de soltarlo.

"AMIGO! Te extrañé tanto!"

"De tal palo tal astilla"

"Eh?"

"Eres igual de llorón que tus hijos, incluso son iguales con la costumbre de abrazar"

"Oye!"

En ese momento, Venus, empezó a reír como nunca antes, ver como Marte ponía su cara, era gracioso.

"Jajaja hace mucho no me reía así jajaja"

"Bueno, ahora lo harás, por que ya estamos juntos, y no pienso alejarme"

Los dos sentían felicidad, mucha alegría, pero, por otro lado, se encontraban Phobos y Deimos, ellos no entendían nada de lo que sucedía, estaban confundidos.

Después de ese encuentro, los chicos se empezaron a volver más unidos que antes, incluso para Phobos y Deimos ya les era costumbre ver todos los días a Venus.

Con el pasar del tiempo, la amistad de los chicos, empezó a cambiar a una más fuerte, a una donde ya no sólo se demostraban cariño, sino amor...

Esa aquella amistad iba creciendo poco a poco, logrando unir a estos dos bellos chicos.

Los más contentos resultaron ser los menores, quienes ya esperaban con ansias la afirmación de la relación de ambos mayores.

Cuando llegó el día donde se anunciaron su boda, todos sus amigos que conocieron con el tiempo, los felicitaron, todos ellos estaban contentos con el gran paso que daban.

Sin duda, una nueva etapa de vida para ambos.

Después de tanta espera, llegó su día especial, el día donde por fin serían novios.

Ambos chicos sellaron esa bella etapa de amistad, con un dulce y delicado beso, dando inicio a un amor puro y fiel, cosa que los dos anhelaban con mucho tiempo.

[...]

"Venusito~"

"Sí, amor?"

"Te acuerdas el día de nuestro primer beso?"

"Claro! Eso fue en el colegio, al parecer ya estábamos destinados a estar juntos"

"Es cierto, no lo había pensado, mmm... aún conservas esa marca?"

"Cuál? La cicatriz que tengo ahora en el brazo?"

"Sí jeje, eso fue cuando nos subimos al árbol del patio, los dos nos hicimos la misma herida, aún sigo pensando que es raro"

"Yo igual, pero hay que tomarlo como una marca de alma gemela, ya que, después de todo, estamos juntos"

"Tienes razón... Te amo mucho Venus"

"Yo igual te amo, Marte, yo igual te amo"

Los dos iban cerrando sus ojos, cayendo poco a poco en los brazos del Morfeo.

Sin duda, los mejores recuerdos que tuvieron...

"VENUS!"

"AH! Marte, que sucede?"

"Te puedo enseñar algo que vi en el salón?"

"Ehh... claro! Por que no?"

El pequeño Marte se fue acercando a Venus, logrando unir sus labios con los del contrario, sorprendieron a Venus, quien no sabía cómo reaccionar.

Al separarse, lo dos se quedaron mirándose, uno traía una sonrisa en su rostro y el otro mostraba confusión.

"Qué acabas de hacer, Marte?"

"Te di un besito!"

"Por qué?"

"Por qué te quiero mucho!"

"..."

"Tu... tú me quieres?"

"Sí, si te quiero, incluso más que tú a mi!"

"Oh! Jaja!"

"Será mejor ir a clases, o sino el profesor se enojará"

"Sí, tienes razón, hay que irnos, no pienso quedarme a barrer el aula"

"Menos yo jeje"

Ambos niños se fueron a su aula, ambos tomados de la mano, se veían tan felices, tan contentos...

Que bonitos.

Con el tiempo iré mejorando, y más aún con su ayuda jeje

Pero bueno, espero les haya gustado!

Hasta luego ♡