Análisis de la obra de Juan Mayorga: LA PAZ PERPETUA.
Os dejo el análisis que hice a la obra del talentoso Juan Mayorga. Me ha fascinado este hombre... jajaj
Besazos y espero que os guste el teatro :)
Pd: No puedo poner la portada ni el ínice porque se descuadra al pasarlo a wattpad. De hecho, algunas cosas las he tenido que mover porque el formato me impide ponerlas bien ;)
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Si la única solución es la muerte, no vamos por buen camino. El buen camino es aquel que conduce a la vida, al sol. No se puede tener siempre frío.
Albert Camus.
1. Introducción.
Este trabajo tiene como objeto el análisis de una de las obras más importantes de Juan Mayorga, La paz perpetua.
La paz perpetua se estrenó en el teatro María Guerrero el 24 de abril de 2008. La obra debe su nombre al ensayo La paz perpetua del filósofo Inmanuel Kant escrito en 1795, en el que el pensador alemán, confiando en el sentido común de sus conciudadanos, cree posible alcanzar la armonía universal.
Juan Mayorga responde con un texto que recoge el debate abierto en occidente desde que se produjo el atentado de las Torres gemelas. La obraes una reflexión sobre el terrorismo y la paz a través de los ojos de cuatro perros a los que el autor ha dotado de características humanas en cuanto a su capacidad de razonar.
La obra se desarrolla en «cualquier lugar cerrado con dos puertas» (Mayorga, 2009: 29) y la protagonizan tres perros: Odín, John- John y Enmanuel, que compiten por obtener el collar blanco, símbolo de pertenencia al mejor núcleo anti-terrorista, denominado K7. Los evalúa un Humano y Casius, un perro veterano.
En La paz perpetua está presente la idea de que el fin no justifica los medios, de que en la lucha contra el terrorismo no se puede rebasar los derechos humanos, uno de los pilares de la democracia. Pero también está presente el convencimiento de que sin transgredir esas reglas que rige el funcionamiento de una sociedad justa, es imposible poner fin a la actividad terrorista y garantizar la vida de los ciudadanos.
Para ello, Juan Mayorga, utiliza como en otras obras suyas, animales humanizados, con las funciones psicológicas superiores muy desarrolladas, los cuales le sirven para destapar el lado más horrible de la humanidad.
Y todo esto, el autor lo presenta de tal modo que es el espectador el que interpreta la problemática y el que acaba dándole sentido a la obra.
Por ello, se analiza en las siguientes líneas al autor, el argumento de su obra, el discurso que en ella se emplea, las características que contiene, la representación teatral que se ha llevado a cabo, las diferentes versiones que ha tenido y su esquema actancial.
2. El autor y su obra.
Juan Mayorga nació en Madrid en 1965. Se licenció en Filosofía y Matemáticas en 1988. Amplió estudios en Münster, Berlín y París y se doctoró en Filosofía en 1997.
Enseñó Matemáticas en institutos de Madrid y Alcalá de Henares durante cinco años. Es desde 1998 profesor de Dramaturgia y Filosofía en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid.
Su trabajo ensayístico más importante es Revolución conservadora y conservación revolucionaria. Política y memoria en Walter Benjamin. Ha dirigido el seminario Memoria y pensamiento en el teatro contemporáneo en el Instituto de Filosofía del CSIC y es director de la Cátedra de Artes Escénicas de la Universidad Carlos III de Madrid.
Es miembro fundador del colectivo teatral El astillero. Es colaborador asiduo de compañías como Animalario y ha trabajado como adaptador y dramaturgo para el Centro Dramático Nacional y la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Además de La paz perpetua ha escrito, entre otros, los siguientes textos teatrales: Siete hombres buenos, Más ceniza, El traductor de Blumemberg, El sueño de Ginebra, El jardín quemado, Cartas de amor a Stalin, El Gordo y el Flaco, Himmelweg, Animales nocturnos, Palabra de perro, Últimas palabras de Copito de Nieve, Hamelin, El chico de la última fila, Fedra, La tortuga de Darwin y La lengua en pedazos.
Sus piezas breves han sido reunidas en el volumen Teatro para minutos. Ha escrito versiones de textos de Calderón, Lope, Shakespeare, Lessing, Dostoievski, Kafka, y Dürrenmatt.
Ha recibido, entre otros, los premios Nacional de Teatro (2007), Valle-Inclán (2009), Ceres (2013), La Barraca (2013), Nacional de Literatura Dramática (2013) y Max al mejor autor (2006, 2008 y 2009) y a la mejor adaptación (2008 y 2013).
Su obra ha sido estrenada en más de treinta países y traducida a más de veinte idiomas. Y El chico de la última fila ha sido adaptada al cine por François Ozon en la película Dans la maison (Concha de Oro a la mejor película y Premio del Jurado al mejor guion en el Festival de San Sebastián 2012).
Su éxito se debe indudablemente a su magnífico trabajo. De forma magistral hace que el espectador haga una revisión de valores que genera controversia. Arriesga y apuesta por el teatro del nuevo realismo actual siendo crítico, éticamente comprometido, sin ser pesimista, fomentando el debate, nunca didáctico ni moralista y siempre preservando la memoria histórica.
3. Análisis de la obra.
En este apartado se presentan varios puntos a tener en cuenta: el argumento de la obra, el discurso que en ella se emplea, las características que contiene, la representación teatral que se ha llevado a cabo, las diferentes versiones que ha tenido y su esquema actancial.
a. Argumento de la obra.
Tres perros: Odín, un rottweiler impuro; Emmanuel, un pastor alemán; y John-John, un cruce de varias razas; son elegidos por sus cualidades para optar a formar parte de un equipo de lucha antiterrorista denominado K7.
En un lugar secreto son sometidos a tres pruebas para decidir quién de los ellos formará parte de este grupo de élite.La primera prueba mide su capacidad olfativa, la segunda es un examen psicotécnico y la tercera una entrevista personal. Los examina otro perro, Casius, un viejo héroe de la lucha antiterrorista, lleno de cicatrices y heridas de combate. Con él también estará un Humano.
Los tres quieren formar parte del grupo K7, aunque sus motivaciones son muy diferentes. Sus perfiles psicológicos también son muy distintos.
Odín es un tipo duro, no tiene ideología, es un mercenario. Tuvo muchos trabajos anteriormente y una vida muy difícil. Su capacidad olfativa es extraordinaria. Se define a sí mismo como un profesional sin sentimientos.
John-John es un perro policía formado en una escuela de entrenamiento. Tiene una perfecta forma física, está hecho para la acción y para ser fiel a los humanos. No se hace preguntas. Sus padres también fueron perros entrenados. Él es un cruce de varias razas, un experimento de laboratorio para conseguir el perro perfecto.
Enmanuel, fue maltratado por un amo y abandonado medio muerto. Isabel era ciega y lo rescató convirtiéndolo en su perro guía. Ella era estudiante de Filosofía y así conoció a Inmanuel Kant, filósofo preferido de su ama y por quien lleva su nombre. Enmanuel tiene conciencia del problema del terrorismo y de que la verdad absoluta no está en poder de nadie. Pero también tiene un trauma que le motiva a pertenecer a este grupo de élite. Isabel murió en un ataque terrorista. Él iba con ella pero no detectó la bomba que estalló y acabó con la vida de su ama.
Los perros superan las pruebas pero están empatados y para desempatar se someten a una prueba de decisión, el Humano les plantea un dilema moral, pero cada perro reacciona de manera distinta. Finalmente Enmanuel y el Humano mantienen una conversación sobre el respeto a la Ley y los límites de la misma.
b. Características de la obra.
La obra pertenece al nuevo realismo actual y por lo tanto cumple una serie de características:
-Visión crítica de la realidad actual.
La paz perpetua es crítica con la realidad. Trata un tema tan actual como el terrorismo y cómo la humanidad actúa ante él.
Según el autor, el tema de la obra es el “del mal necesario [...]. Hay hoy un discurso político y moral de legitimación de la tortura en tanto que mal necesario” (Mayorga, 2009: 64). Por ello, La paz perpetua se convierte en argumento de justificación tanto de una posición que se niega a acceder a la tortura, como la opuesta, que defiende que es un sacrificio inevitable para la defensa de la libertad de los pueblos.
Con esta contradicción, hay tres discursos en esta obra, cada uno de los cuales, sin dejar de cumplir con la función de caracterizar coherentemente a los personajes y de hacer verosímiles las situaciones, también desarrolla el discurso dramático de Mayorga, dejando claro lo controvertido del mismo, y pidiéndole continuamente al espectador que tome parte en la difícil interpretación del tema que se plantea.
-Discursos éticamente comprometidos. Revalorización de los planteamientos sociales:
Toda la obra del autor sigue un discurso éticamente comprometido, puesto que hace una revisión de valores que hasta hace muy poco parecían casi incuestionables. Ya dijo Juan Mayorga que “El teatro es un arte político” (Juan Mayorga: Discurso leído en la celebración del día del teatro, Primer Acto, 297, 2003).
Y es que al autor hay un tema que éticamente le preocupa muchísimo y por ello su discurso es comprometido socialmente:
“Yo creo que hay un tema que vertebra mi obra: Es la indagación acerca de la violencia. La violencia es un tema que me preocupa mucho y que está en alguna medida en todos mis textos.” (Mayorga, entrevista concedida a John P. Grabiele, 2000.)
-No es un teatro pesimista, pues confía en la capacidad de reacción del individuo:
El título del drama remite explícitamente al ensayo de Kant sobre La paz perpetua (1795), en el cual el filósofo alemán expone los aspectos necesarios para que la humanidadprogrese hacia una paz perpetua.
De este modo, La paz perpetua de Juan Mayorga no es una obra pesimista, es una desesperación en relación con el hombre eterno e inmutable y un pesimismo concreto e histórico, pero con cierto optimismo, ya que se puede apreciar el pensamiento de que el hombre puede ser transformado y cambiar.
-Teatro para fomentar la duda y el debate. Teatro que desafíe las verdades absolutas.
Juan Mayorga fomenta la duda y el debate con su obra. Él mismo dijo: “de lo que se trata es de no reproducir el ruido del mundo sino de construir experiencias que nos obliguen a mirar más y más hondo y a escuchar más. Esa es nuestra pequeña misión, hacer visible lo invisible, porque la realidad no es inmediatamente visible”. (David Ladra y Nieves Mateo: Conversación con Juan Mayorga (A propósito de “La paz perpetua”, Primer Acto, 2008).
De esta forma, haciendo visible lo invisible, hace que el espectador dude y entre en el debate que plantea la obra. Hace que el público piense y da lugar, de este modo, a la discusión y conversación de la problemática que expone en su obra.
-Nunca didáctico ni moralista. El autor renuncia a la responsabilidad de explicar el mundo, solo lo presenta en su complejidad y lo critica. Una provocación al intelecto del espectador.
Cuando en el 2004 se le presentó a Juan Mayorga el reto de escribir sobre el terrorismo, quiso que su discurso dramático no tomara posiciones subjetivas, por ello el texto tiene hasta tres revisiones. El autor ha intentado que no se escuchen voces subjetivas. Vemos así el silencio del autor y al público interpretador del tema.
Juan Mayorga expuso que aspiraba a que “el espectador se plantee cosas. Yo siempre digo que en el teatro de ideas, las ideas importantes no son las del autor, sino las del espectador, aquello que el espectador pueda derivar y preguntarse a partir del conflicto que ha visto. […] rechazo la figura del pastoreador, sermoneador, […] me parece más importante que el espectador piense, pero que no se convierta en un epígono de las ideas del autor” (Fermín Cabal: Dramaturgia española de hoy, 2009: 437).
Juan Mayorga no pretende enseñar nada a nadie. Lo que él escribe no es teatro pedagógico, sino teatro político, que muestra la contradicción y el conflicto para que el espectador piense.
-Necesidad de preservar la memoria histórica: “¡Prohibido olvidar!”.
Mayorga manifestó: “No vamos a guardar silencio porque tenemos memoria. El teatro es un arte de la memoria. Recordamos todas las guerras desde los griegos. Todas las víctimas, cada una de ellas. Y todas ellas están hoy, otra vez, en peligro. Porque sólo hay una forma de hacer justicia a las víctimas del pasado: impedir que haya víctimas en el presente”. (Juan Mayorga: Discurso leído en la celebración del día del teatro, Primer Acto, 297, 2003).
De esta manera, el autor exclama su propio: “Prohibido olvidar”. En sus obras se aprecia este hecho, este compromiso con la historia, esa hacer ver lo que ha sucedido para que no vuelva a repetirse.
En este apartado de características de la obra, no se puede pasar por alto las siguientes características que encuadran a La paz perpetua dentro del marco del teatro del nuevo realismo actual:
-La ausencia o silencio del autor dentro del texto y el interés por potenciar la interpretación del espectador.
Mayorga siempre intenta que se manifieste este silencio del autor. En La paz perpetua es evidente este hecho, ya que la edita hasta en tres ocasiones para conseguir que no se escuche ninguna voz subjetiva o la voz del autor. Él intenta que llegue al espectador sólo la voz de los personajes y el discurso dramático de la obra para que el público sea quien interprete.
Esto se manifiesta en la técnica constructiva rompiendo la ilusión de realidad que provoca la representación. Y del mismo modo se manifiesta con la construcción de múltiples perspectivas psicológicas de los personajes.
Mayorga consigue estos dos efectos al utilizar perros como personajes. De este modo, logra distanciar al espectador de la obra rompiendo la ilusión de realidad. Y además, les impregna características psicológicas muy diferentes.
-Construcción de tramas complejas.
Se trata de varias acciones que se entrecruzan. En La paz perpetua se refleja en las motivaciones de cada perro. Cada uno de los personajes quiere conseguir entrar en el grupo de lucha antiterrorista K7, pero a cada uno de ellos le mueven motivos diferentes. Esto hace que las acciones se entrecrucen y se desarrolle una trama compleja.
-Utilización de técnicas de montaje cinematográficas.
En la obra que nos ocupa se manifiesta la intertextualidad. Este recurso está presente en la relación que hay entre la obra de Mayorga y el ensayo de Kant. Puesto que La paz perpetua es un título tomado del ensayo de Kant de 1975 que desarrolla el pensamiento del filósofo alemán.
-Humor.
Juan Mayorga utiliza la ironía y el sarcasmo en su obra para destensar el discurso dramático. Sin embargo, son situaciones puntuales, es un recurso para reducir la carga dramática de la obra. Un ejemplo de ello es la ingesta de pastillas de John-John.
c. Versiones de la obra.
La editorial asturiana KRK publicó en 2009 la tercera edición de La paz perpetua del dramaturgo Juan Mayorga. Esta tercera edición, confirma la importancia de la obra que, a juicio de algunos críticos, quedará como un clásico de nuestro tiempo.
Y es que, este es un texto impresionante que sobrecoge, hace reflexionar y provoca el examen de valores y conciencia. Por algo es una de las obras más polémicas y premiadas de los últimos tiempos.
Hay tres ediciones: la primera edición es la del cuaderno de investigación teatral nº 320, IV/2007, de Primer Acto; la segunda edición es la que se hizo del Centro Dramático Nacional con motivo de su montaje; y la tercera edición es la de KRK de 2009.
Con respecto a la edición que se hizo de la obra en el cuaderno de investigación teatral nº 320, IV/2007, de Primer Acto, la edición de KRK, considerada la definitiva por el autor, no muestra grandes diferencias, pues en lo esencial la obra se mantiene fiel a la primera versión.
La diferencia fundamental, está en el final del texto, sobre todo en la última acotación. En la edición de Primer Acto el Humano entra solo por la puerta B y los perros sólo aúllan. Pero en la edición de KRK el texto es más denso, más elaborado e implica mayor acción, además de presentar a Enmanuel como el mártir que muere protegiendo la vida que quieren arrebatar John-John y Odín por orden del Humano.
En la edición del CDN, afín a su montaje, José Luis Gómez liquida a los perros. Juan Mayorga estuvo de acuerdo en un primer momento, pero después de verla no le convenció. Mayorga creía que convertía al Humano en el “malo” y eso afectaba al significado de la obra.
El impulso de corregir el final de la obra, consciente de la importancia de un buen final, lleva al autor a reducir el discurso del Humano, insistiendo en su carácter moral, y disminuyendo las intervenciones de Enmanuel en esta parte del texto.
Mayorga, tiene por costumbre reescribir constantemente sus textos. De esta forma, corrige la salida de John-John de escena porque provoca ruido, sustituye el silencio por el tic-tac del cronómetro, subraya la importancia del corazón sabio de Enmanuel frente a su cerebro, suprime algunas citas y en la última intervención de Enmanuel sustituye el pronombre de segunda persona por el de tercera. También suprime frases redundantes, añade otras que sí aportan acciones, reduce la información y los diálogos son más ligeros. Y en el espacio escénico, sustituye al principio de la obra “recinto” por “cualquier lugar”, haciendo que lo importante sea el discurso y no la escena dramática.
Finalmente, hay que apreciar lo detallista y minucioso que es. En la revisión, incluso cambia aspectos como la música que no sube de volumen, sino que baja.
d. Discurso de la obra.
El discurso de la obra llama la atención en tres aspectos más que no se ha nombrado en el apartado anterior:
El discurso se atiene al principio aristotélico que supone que la tragedia ha de tener cierta complejidad para ser bella, pero sin exceder la inteligencia del espectador, lo que conllevaría desinterés por su parte, ser completa (tener comienzo, medio y fin) y entera.
Este discurso en la obra tiene algo que llama la atención y es el hecho del homenaje al esoterismo en la senda marcada por Valle-Inclán, según el cual todo se podía explicar desde el misticismo del número tres, que Mayorga ya había realizado en otros textos.
Y es que en La paz perpetua hay tres perros, tres pruebas, los tres semestres que John-John ha estudiado, las tres posibilidades de respuesta por cada pregunta del test, las tres prendas que tienen que oler para decir cuál corresponde a un terrorista, los tres años que tiene John-John, las tres puertas que hay al final del pasillo, los tres nombres que Odín tuvo antes de llamarse Odín, los tres jueces que han aceptado su testimonio de reconocimiento por olor en procesos de homicidio o el trabajo en el que cada tres meses tenía como recompensa una hembra nueva.
Y por último, tenemos la utilización de la humanización de los perros en el discurso.
La antropomorfización de animal es una de las constantes de Juan Mayorga para hablar de la condición humana. De hecho, lo ha utilizado en muchas de sus obras: Palabra de perro, Copito de Nieve, La tortuga de Darwin y La paz perpetua. En todas estas obras, Mayorga utiliza a personajes-animales que dota de características humanas.
La paz perpetua asimismo parte de una realidad humanizada. Cuatro perros que hablan, sienten y padecen, junto al Humano. De esta forma, Juan Mayorga, consigue que el espectador vea el lado más horrible de la humanidad.
El discurso que crea Juan Mayorga en este texto es magnífico y su lectura resulta tan atractiva que podría prescindirse de la representación.
Sin embargo, el fin de toda obra teatral es el escenario y José Luis Gómez la llevó a escena consiguiendo que La paz perpetua brillara en el escenario con una puesta en escena sobria.
Se intuye que ha habido un importante ejercicio actoral en la expresión corporal para hacer creíble el comportamiento de estos perros humanizados. José Luis Gomez ha definido a los personajes como canes bípedos.
e. Esquema actancial de la obra.
El esquema actancial de la obra nos revela las acciones y motivaciones que hay en ella. Toda obra parte de un sujeto o de un actante que realiza la función o acción de sujeto. El sujeto es el actante que inicia la acción, normalmente es el protagonista y lo hace porque desea algo, quiere conseguir algo y este deseo es el que lo impulsa en sus acciones. De igual modo, en la obra habrá oponentes y ayudantes. Y también un destinador y un destinatario que saldrá beneficiado. Estos últimos serán abstractos, pueden ser motivaciones, el mensaje de la obra, etc.
A continuación se realiza el esquema actancial principal de La paz perpetua y otros subyacentes ligados a los tres protagonistas:
La paz perpetua:
Actante: Revisión de valores.
Objeto: Reflexionar para alcanzar la paz perpetua.
Ayudante: Enmanuel, la memoria histórica y la filosofía.
Oponentes: La humanidad.
Destinador: No repetir acontecimientos horribles que ha hecho el hombre.
Destinatario: La ciudadanía.
Odín:
Sujeto: Odín.
Objeto: Entrar en el grupo K7.
Ayudante: su experiencia y actitud.
Oponentes: John-John y Enmanuel.
Destinador: No quiere volver a la calle, ha pasado por mucho. Es un mercenario.
Destinatario: él mismo y el Humano.
John-John.
Sujeto: John-John.
Objeto: Entrar en el grupo K7.
Ayudante: sus aptitudes físicas y obediencia.
Oponentes: Odín y Enmanuel.
Destinador: Cree que ha sido creado para este tranajo.
Destinatario: él mismo y el Humano
Enmanuel.
Sujeto: Enmanuel.
Objeto: Entrar en el grupo K7.
Ayudante: sus conocimientos y corazón.
Oponentes: John-John y Enmanuel.
Destinador: Isabel. Evitar muertes como la de su ama.
Destinatario: el humano que salva.
4. Conclusión.
Como se ha podido apreciar en este trabajo se ha analizado La paz perpetua desde su argumento, pasando por sus características, discurso e incluso su esquema actancial. Y además, se ha podido detallar al autor, Juan Mayorga y su obra.
Como conclusión decir que La paz perpetua de Juan Mayorga es una obra magistral. El autor te envuelve en la trama con sus personajes-animales humanizados, pero a la vez te distancia de este modo de la obra, haciendo que el espectador sea consciente que esa no es la realidad. Sin embargo, el uso de la palabra y el lenguaje está tan bien medido que es imposible no sentir congoja o desesperación durante la obra.
Sin duda, esta obra es de las más bellas ambiciones que un lector o espectador pueda leer o ver. Pues no sólo te sumerges en ella, también haces una revisión de los valores humanos y de las horribles atrocidades que es capaz de cometer.
De esta forma, el autor te deja con la duda y el debate interno sobre que debería hacer la humanidad y cómo podríamos llegar a esa paz perpetua utópica o soñada por tantos.
“Resulta ingenuo y peligroso aspirar a un teatro desinteresado”
Juan Mayorga.
5. Bibliografía.
ABIZANDA, C. (2013)La obra dramática de Juan Mayorga (1989-2009). Teatro histórico-político y teatro social. A Coruña.
CABAL, F. (2009) Juan Mayorga, en Cabal, F. Dramaturgia española hoy. Madrid: Ediciones Autor.
DE PACO, M. (2006) Juan Mayorga: Teatro, historia y compromiso. Monteagvdo, pp. 55-60.
MAYORGA, J. (2008) A propósito de La paz perpetua. (Conversación con Nieves Mateo y David Ladra). Primer Acto, nº 326, V/2008, pp. 63-71.
MAYORGA, J. (1999) El dramaturgo como historiador. Primer Acto nº 280, III/1999, pp. 8-10.
MAYORGA, J. (2007) La paz perpetua. Madrid: Primer Acto nº 320, IV/2007.
MAYORGA, J. (2009) La paz perpetua. Oviedo: KRK ediciones.
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