𝐭𝐰𝐞𝐥𝐯𝐞
PARA CUANDO LLEGAMOS AL the Wreck, estaba más que lista para salir de la camioneta. Fue incómodo, todo el viaje fue un desastre. JJ estaba callado, Pope estaba sentado allí preguntándose quién iba a romper el silencio primero, yo todavía estaba furiosa y el pobre John B, no tenía ni idea. Estacionó la camioneta y se dio la vuelta.
-¿Quién se va a quedar con Kie?
-¿Por qué no? Tú eres el cerebro detrás de todo esto.- dijo JJ, bajando la ventanilla. John B arqueó una ceja antes de negar con la cabeza y volverse hacia Pope y yo.
-¿Alguno de ustedes?
-¡Yo iré!-Pope y yo dijimos, sentándonos en nuestros asientos.
John B sacó el labio inferior y asintió. -Está bien, diviértanse y haganlo rápido.
Pope me miró como si estuviera chocando contra su desfile, pero, francamente, no me importaba. Solo necesitaba salir de la maldita camioneta. Le adelanté hasta la puerta, la abrí y salté. Pope me siguió poco después, cerrando la puerta detrás de él y mirándome. Agité una mano hacia los escalones.
-Dirige el camino.
Lo seguí, subí los escalones y entré en el the Wreck. Había comido aquí varias veces con Nana, era uno de los mejores restaurantes de la isla. Los padres de Kie son dueños del lugar, así que como Pope trabaja en Heywards, ella trabaja aquí. Cuando nos hicimos amigas después de nuestra asignación inicial, pasábamos el rato en la biblioteca o aquí. Su padre nos daba cualquier comida extra que hubiera, nos sentábamos y charlábamos durante horas. Desde que la presenté al grupo, no hemos hecho nada de eso. Sus padres... bueno, en realidad no les gusta mucho los chicos. Con las mismas razones que Heyward tenía contra John B y JJ. Nada más eran un grupo de niños a los que les gustaba causar problemas. No creo que tengan ningún resentimiento hacia mí. Tal vez sea porque voy a la escuela con Kie y mi Nana es quien es. No lo sé, nunca me ha molestado tanto.
No estaba tan ocupada por dentro, ya que la fiebre de la cena aún no había llegado, por lo que ver a Kie no fue tan difícil. Pope se detuvo junto al puesto de la anfitriona y me miró.
-Quizás deberías ir primero.
-No va a haber diferencia entre quién pregunte, Pope.-me reí, dándole un codazo.-Pero podemos ir juntos si hay alguna diferencia.
-Por favor.
Caminamos hacia las mesas donde Kie estaba parada detrás del mostrador, bajando de una escalera con una lata de masilla en sus manos.
-¿Qué pasa, chicos?
-John B lo descubrió... Redfield.- espetó Pope, sonando como un loco ansioso. -Nos vamos.
Kie negó con la cabeza y removió la masilla.
-No gracias, me quedo atrás.-
Pope me miró con los ojos muy abiertos.
-No es así como se suponía que iba a ser- susurró.
-Vamos Kie, si esto funciona, entonces estaremos un paso más cerca de encontrar... ya sabes.-dije, apoyando los codos en el mostrador. -Además, creo que si me dejas con ellos, podría morir.
Ella sonrió, subió de nuevo a la escalera y esparció la masilla en una sección astillada de la pared.
-Lo siento, pero sigue siendo no.
Suspiré, dándome la vuelta para mirar a Pope y cruzando los brazos.
-¿Que hacemos ahora?- Preguntó, mirando a Kie.
-Si no podemos convencerla, John B tendrá que hacerlo.- asentí con la cabeza hacia la puerta. -Ve a buscarlo.
Asintió, mirando a Kie por última vez antes de alejarse y dirigirse hacia la puerta. Me di la vuelta para enfrentar a Kie.
-Está bien, se ha ido. Ahora suéltalo.
Bajó la escalera y se acercó al mostrador y dejó la lata.
-John B me besó.
-Cierra el...-Miré a mi alrededor y de nuevo a ella. -¡No puede ser! ¿Cuándo? ¿Cómo estuvo? ¿Le devolviste el beso?
Se apoyó en el mostrador y juntó las manos.
-En primer lugar, debes estar callada.- se rió, sacudiendo la cabeza.-Y fue... raro. No como esperaba que se sintiera, ¿sabes?
Mordí el interior de mi mejilla, haciendo todo lo posible por ocultar mi decepción. Realmente me gustaba la idea de que Kie y John B estuvieran juntos, y sé lo felices que eran el uno con el otro, así que el hecho de que su beso no fuera tan divertido como creí, realmente apesta. Además, me puso nerviosa. ¿Qué pasa si, en los mayores de los si, JJ y yo nos besábamos, y no era absolutamente nada como pensé que sería y mis sentimientos simplemente se vuelven puff?
-Entonces ... ¿te besó?
Ella asintió.
-Acabábamos de huir del faro y estábamos evitando las sirenas de la policía. Estábamos ahí parados y luego boom, me planta el beso.- Apoyó la barbilla en la parte superior de las manos.-No fue nada salvaje, fue solo un simple beso. Pero algo en eso simplemente se sintió...
-¿Como si estuvieras besando a tu hermano?
Ella sonrió, asintiendo con la cabeza antes de sacar la lengua.
-Uf, una analogía tan horrible, pero sí, exactamente así. No había mariposas, ni chispas, nada... y extrañamente ... estoy un poco bien con eso.
-Lamento que no haya salido como esperabas.-respondí, encogiéndome de hombros.
-Está bien. Además,-dejó caer las manos y movió las cejas.-Me enfocaré más en tratar de que tú y JJ estén juntos.
Me chupé los labios y suspiré, negando con la cabeza.
-Sí, eh, sobre eso...
La campana sobre la puerta sonó y me volví para ver a John B entrando. Kie se enderezó y agarró la lata de masilla, suspirando.
-Aquí vamos.
-¿Quieres que me quede?
-No, deberías irte.- me despidió con un gesto de la cabeza.-Puedo manejarlo.
-Por favor, ven con nosotros, Kie. Te necesitamos.
Le sonreí antes de alejarme del mostrador y acercarme a John B, que todavía estaba de pie en la puerta. Antes de que pudiera pasar, extendió el brazo y me hizo detenerme.
-¿Qué debo esperar?-Preguntó, apartando la mirada de ella y hacia mí.
Negué con la cabeza y le di unas palmaditas en el hombro.
-Buena suerte.
Su boca cayó ante mi respuesta y caminé alrededor de su brazo, dirigiéndome hacia la camioneta. JJ ahora tenía los pies asomando por la ventana y la puerta trasera estaba abierta. Subí y me dejé caer en el asiento trasero, levantando los pies y descansando los brazos sobre las rodillas.
Los tres nos sentamos allí en silencio, nada más que el mediocre golpeteo de JJ en el tablero de instrumentos lo interrumpió. Ni siquiera me molesté en mirar en su dirección, pero su inquietud estaba empezando a ponerme de los nervios. Pope me miró y arqueó una ceja antes de asentir con la cabeza a JJ. Negué con la cabeza, mirando hacia atrás por la puerta corrediza. Pope suspiró, girando a medio camino en el asiento individual.
-Entonces... ¿vamos a hablar de lo que pasó antes o...?
-¡No pasó nada!-JJ y yo dijimos al mismo tiempo, ambos mirando a Pope.
Por un momento, los ojos de JJ se demoraron justo detrás de Pope y en mí antes de apartar la mirada rápidamente, golpeando su mano en dirección a Pope mientras gemía.
-Cállate Pope.
-Caray, está bien.-Pope lo imitó y asintió con la cabeza antes de hundirse en su asiento y poner los ojos en blanco.
-Genial.-cantó en voz baja, comenzando a tamborilear en su asiento.
JJ metió los pies en el auto y se dio la vuelta para enfrentar a Pope como si fuera a enfrentarlo de lleno, pero se detuvo una vez que vio a John B y Kie bajando las escaleras del the Wreck. Suspiró y sacudió la cabeza antes de sentarse normalmente en su asiento mientras John B y Kie subían al auto. John B encendió el auto mientras Kie se sentaba a mi lado. Nos miró a Pope, a JJ ya mí y frunció el ceño.
-¿Que pasó?
-Nada.-Los tres dijimos al unísono, sin siquiera molestarnos en mirarnos.
-Está bien.-susurró John B, alejándose del restaurante y conduciendo hacia la carretera principal.
Además del suave zumbido de la música en la radio, nadie hablaba en la camioneta. Era porque el agotamiento de esta mañana estaba empezando a golpearnos a todos, o porque nadie quería hablar debido a la obvia tensión que nos rodeaba, no lo sabía. Sentí un golpecito en mi codo y me volví para ver a Kie extendiéndome su teléfono. Ella escribió algo antes de voltearlo hacia mí y la miré para ver que había abierto una nota.
-¿Qué pasa?
Cogí el teléfono y tecleé.
-¿Nos reunimos en la parte de atrás?
Ella asintió con la cabeza y ambas nos sentamos en silencio mientras John B escogía el momento perfecto para encender la radio. Kie se rodó sobre el asiento primero, luego yo hice lo mismo. Pope nos miraba con el ceño fruncido.
-Cómo...
Kie se llevó un dedo a los labios y negó con la cabeza. Simplemente se encogió de hombros y se relajó en el asiento. Nos sentamos una al lado de la otra, extendiendo nuestras piernas lo más que pudimos para permanecer fuera de la vista de los chicos. Kie me dio un codazo.
-Está bien, habla. Y ni siquiera digas que no es nada porque incluso en el Wreck miraste hacia otro lado.-Ella susurró.
Respiré hondo y exhalé, negando con la cabeza.
-Honestamente, hoy ha sido un gran día colapsante que ni siquiera sé por dónde empezar.
-¿Siempre puedes intentar el principio?-Bromeó, tratando de no reír.
-Qué poético de tu parte.- respondí, rodando los ojos.-Supongo que todo comenzó ayer en el pantano cuando esos tipos empezaron a dispararnos y JJ prácticamente me tiró al suelo. Estábamos tirados allí y tuve este momento en el que...-Sacudí la cabeza, mordiendo el interior de mi mejilla.-
Donde literalmente podía sentir mi corazón latir tan rápido que estaba tratando de escapar de mi pecho y él seguía mirándome y justo recordé cómo tú y yo dijimos que nos arriesgaríamos ese día y... en cierto modo, casi lo besé...
Su mandíbula cayó mientras sonreía, alcanzando y apretando mis manos.
-Juniper, tú...
Me volví y miré por encima del asiento para ver a los tres chicos en su conversación y la miré, negando con la cabeza.
-No lo clasificaría como un beso, pero nuestros labios definitivamente se rozaron.
-¡Está bien, y eso es bueno! Entonces, ¿qué los tiene a todos así?
Me encorvé, apoyando la cabeza contra el asiento.
-Así que después de eso, no pude dormir, así que fui a casa de John B y nos quedamos dormidos en el sofá. JJ vino por la mañana, nos vio y empezó a actuar, ¿muy...raro?
-JJ siempre es raro, Junie. Es quien es.
-No, esto era diferente. Él estaba actuando como si John B y yo nos hubiéramos estado besando en el sofá justo antes de que él entrara o algo así y que era un crimen que nos quedaramos dormidos juntos en el sofá.- Me senté, frunciendo el ceño.-¿Interrumpí algo? Entonces... ¿Dormís en el sofá... juntos?-Imité, rodando los ojos y mirándola.
-Tú y John B no estaban...-preguntó, agitando la mano como si no quisiera terminar la oración.
-De ninguna manera, absolutamente no.-me crucé de brazos y suspiré.-Y luego, desde los traficantes esta mañana, ha estado como, directamente sobre mí. Como si tuviera miedo de que me derrumbara en el momento en que mira hacia otro lado.-Me senté.-
Cuando tú y JB fueron al faro, entré en la camioneta para dormir una siesta, entonces él vino un poco más tarde, me dijo que podía acostarme en su regazo y literalmente tomó mi mano y jugó con mi cabello hasta que me quedé dormida.
Ella sonrió de nuevo, acercándose más.
-¿Estaba jugando con tu cabello?
-Y cuando le pregunté si le importaría si algo hubiera pasado entre John B y yo, dijo que sí y me preguntó si pensaba que era extraño. Quiero decir, ¿no suena eso como si él pudiera tener al menos algún tipo de sentimientos? ¿hacia mi?
-Espera, espera.-dijo, sacudiendo la cabeza.-Estoy confundida, pensé que las cosas no iban bien con JJ. Porque en este momento parece que ustedes dos van por un buen camino.
-Estábamos en Heywards, JJ, Pope y yo. Pope estaba afinando un generador y yo estaba cansada de sus discusiones, así que fui a buscar unas bebidas. JJ vino conmigo y se fue al baño. Decidí esperar afuera por él.-agité mi mano sin rumbo fijo.-Y luego Trevor estaba allí.
Ella se sentó, con sus ojos muy abiertos.
-¿Trevor? ¿el touron Trevor de la fiesta?
-Mhhm, el mismo. Me preguntó por qué no le envié un mensaje de texto y le dije que no tenía señal y luego me pidió una cita para llevarlo por el Corte.
-¿Te pidió una cita?
Asentí con la cabeza.
-Y dije que no.
-Dijiste que no...-se tapó la boca, dándose cuenta de lo fuerte que lo había dicho.
-¿Qué fue eso, Kie?- Preguntó John B, mirando a la carretera.
Inclinó la cabeza hacia un lado como una forma de disculparse antes de bajar la mano.
-Nada, solo hablando.- Ella me miró y tomó mi mano.-¿Por qué dijiste que no?
Asentí con la cabeza en la dirección detrás de nosotras.-Creo que ya es algo obvio, ¿no?
Se mordió los labios y asintió antes de mirar a JJ. Cuando se volvió hacia mí, tenía el ceño fruncido.
-Está bien, pero ¿qué pasó? ¿JJ escuchó y se enojó o algo así?
Sacudí mi cabeza, llevando mis rodillas a mi pecho.
-Estaba a punto de responder cuando vi a JJ y Dakota en las afueras de Heywards. Ella estaba parada entre sus piernas y lo estaba tocando...
-Esa perra.- se burló, mirando a un lado.-Estoy empezando a darme cuenta del odio hacia ella.
Me reí entre dientes y me encogí de hombros.
-Cuando ella se fue, JJ nos vio a Trevor y a mí hablando y se fue. Corrí para alcanzarlo y nos peleamos, donde prácticamente sugerí que Dakota era su chica para joder para cuando estaba aburrido. Se enojó mucho y me estaba presionando para que le dijera por qué me importaba, por qué me importaba que él y Dakota tuvieran algo.
Kie suspiró, apoyando su mano en mi hombro.
-Y no podías decirle ... ¿o sí?
-No.-negué con la cabeza.-Tenía miedo. Lo tenía todo planeado en mi cabeza, pero en realidad no pude decir las palabras, ¿sabes? Y luego se fue y le conté sobre la cita y cómo dije que no, y él solo miró hacia mí y dijo, 'tal vez deberías haber dicho que sí'. Eso fue todo, ahora él está cabreado y yo estoy cabreada conmigo misma por cabrearlo y todo es un desastre.
-Parece que está celoso, Junie. Y ya sabes, JJ... nunca ha sido de los que realmente pueden procesar sus emociones. -Mordí el interior de mi mejilla, asintiendo con la cabeza. Kie puso su brazo alrededor de mi hombro y me acercó, apoyando un lado de su cabeza contra la mía.-Supongo que no estamos haciendo demasiado en el área de los chicos, ¿verdad?
-No, entonces supongo que es verdad...
Nos miramos y sonreímos.
-Los chicos apestan.
Nos reímos cuando el coche se detuvo a un lado de la carretera. Kie y yo nos dimos la vuelta y miramos a John B.
-¿Por qué nos detenemos?-Preguntó, apoyando los brazos en el respaldo del asiento.
John B se dio la vuelta, arqueando las cejas.
-¿Por qué están ustedes dos allá atrás?
Kie se puso de pie y empezó a trepar por el asiento trasero.
-Necesitábamos hablar algo de chicas, ¿qué te importa?-La seguí, dejándome caer en el asiento junto a ella. -Entonces, ¿por qué nos detenemos?
-Tengo que orinar.-respondió JJ, abriendo la puerta y corriendo hacia el bosque.
John B negó con la cabeza y se volvió hacia atrás, inmediatamente mirándome con una mirada preocupada.
-Junie, ¿estás bien?
-Estoy bien.- sonreí, chocando con Kie. -Nada que una charla de chicaa no pueda arreglar.
Unos segundos más tarde, la puerta trasera se abrió y JJ se quedó allí, asintiendo con la cabeza a Kie y a mí antes de indicarnos que saliéramos de la camioneta.
-Me estoy moviendo hacia la parte de atrás, tengo una hierba que necesito para fumar.
Kie y yo compartimos una mirada mientras JJ subía a la camioneta, empujándonos y rodando sobre el asiento y hacia la parte trasera. Kie puso los ojos en blanco, golpeando sus muslos antes de levantarse.
-Creo que iré a sentarme al frente.
Fui a decir algo cuando ella salió de la camioneta y Pope me dio un golpe con el pie. Suspiró, se puso de pie y asintió con la cabeza en su asiento.
-Es todo tuyo.
Sonreí y me puse de pie, abrazándolo mientras cambiábamos de asiento.
-Eres el mejor, Pope.
-¿Todos listos? Bien, porque ya casi llegamos.-John B dijo, sin molestarse en darle tiempo a nadie para responder mientras se retiraba a la carretera.
-¿Te importa si me relajo en este?- Preguntó JJ, sosteniendo el porro en alto que encendió justo después de regresar del baño.-Ha sido un día largo, y han pasado muchas cosas raras, simplemente me mantendré tranquilo.
-Tal vez si dejas de hablar, estarás bien-respondió Kie, dándole una sonrisa sarcástica.
JJ la ignoró mientras le ofrecía el porro a Pope.
-Oh, ¿quieres un poco de esto?-
Pope negó con la cabeza, luciendo un poco agitado con JJ.
-Mantengo la señal clara.
-Amigo, está bien-JJ se sentó, presionando su espalda más contra la ventana.-¿Entiendes que tu problema es que no eres creativo? Si fueras creativo, entonces...
-No todo el mundo necesita marihuana para ser creativo, JJ.-Intervine, alejando mi cuerpo de ellos y descansando un brazo en el respaldo del asiento de John B.
-Bueno, lo siento, no todos podemos ser perfectos como tú, Madre Teresa.- respondió JJ en tono burlón.
Fui a responder algo, pero en cambio, John B me interrumpió.
-Mira, yo... yo sé que me equivoqué con el faro, ¿de acuerdo?-miró hacia atrás por un momento. -Y bastante mal en todo lo demás. Pero yo ... yo tenía razón en una cosa, ¿de acuerdo? Mi padre está tratando de decirme algo.
Giró a la izquierda y condujo un poco más por la carretera antes de detenerse frente a unas puertas altas de metal negro. Me incliné hacia adelante y miré por el parabrisas mientras apagaba los faros y luego el motor.
-Oh no, por favor no me digas...
-¿Cementerio del condado de Kildare?- Kie terminó, mirando a John B con los ojos muy abiertos.-¿Tu papá nos está llevando a un cementerio?
John B se dio la vuelta y alcanzó la bolsa que estaba en el suelo a mi lado. Lo llevó a su regazo y lo abrió, sacando una linterna.
-¿Solo confía en mí, por favor?
Como si todos tuviéramos un acuerdo tácito de seguir el plan de John B, Kie salió primero del auto. Seguí su ejemplo, deslizando la puerta para abrirla mientras Pope salía detrás de mí. Caminó por la parte de atrás y abrió el maletero, quitando el Juul de JJ y tirándolo al suelo mientras el chico rubio trepaba hacia afuera. Nos encontramos frente a la camioneta, mirando fijamente las puertas cerradas mientras John B nos entregaba una linterna antes de arrojar la bolsa de viaje a la camioneta.
-Por favor, dígame que sabes lo que estás buscando y exactamente dónde está - le pregunté mientras nos conducía hacia la pared de ladrillos que teníamos que escalar.-Mierda aterradora sucede en el cementerio después del anochecer.
-¿Qué? ¿Como fantasmas?- JJ resopló, moviendo su linterna en su mano. -¿Juniper tiene miedo de un pequeño fantasma?
Antes de que pudiera retroceder, John B me empujó hacia adelante como el próximo en escalar la pared.
-Kie, la linterna viene hacia ti.-susurré, arrojándola sobre la pared y escuchándola aterrizar en el suelo. Metí el pie en una de las aberturas y comencé a trepar. Gracias a Dios, esto fue mucho más fácil que escalar esa estúpida cerca en el sitio de construcción el otro día. Cuando llegué a la parada, me deslicé y aterricé de pie.-Y ella se queda en el rellano.- sonreí, mientras Kie me entregaba mi linterna.
Esperamos mientras los chicos trepaban la cerca antes de que encendiéramos nuestras linternas y siguiéramos a John B a través del cementerio. Kie y yo nos quedamos atrás, con cuidado de ver por dónde caminábamos mientras Pope y JJ seguían ciegamente a John B hacia la oscuridad.
-Oye, vamos.- susurró John B, volviéndose hacia nosotros antes de darse la vuelta.
-Vamos, Jesús.-susurró Kie, mientras acelerábamos nuestro caminar.-Este lugar da miedo. John B, ¿qué estamos haciendo?
-Cállate.-susurró él, todavía guiándonos a través del espacio oscuro.
No pude evitar sentir que me observaban constantemente mientras caminábamos. ¿Cementerio durante el día? Claro, está bien. ¿Pero en la oscuridad sin otra fuente de luz que una pequeña linterna? No, de repente me convierto en la persona más paranoica del mundo.
-En serio, John B, ¿qué estamos haciendo aquí? Ir al cementerio después del anochecer es como... se supone que te traerá mala suerte o algo así.
-Es sólo una superstición estúpida, Junie, supéralo.-dijo JJ, pasando por encima de la rama de un árbol.
-¿Qué tal si dejas de ser un idiota? ¿Hm? ¿Suena como una buena idea?- Miré a Pope y Kie.-¿Chicos?
-Eso suena genial para...-dijo Pope, mientras John B nos enfocaba a todos con su linterna.
-En serio chicos, cállense y solo... créanme.-se dio la vuelta y siguió caminando, evitando las lápidas y las raíces de los árboles. -¿Saben cómo cuando intentas recordar una canción y no puedes recordar quién la canta?
Kie me dio una mirada extraña antes de volver a mirar a John B.
-¿Sí?
-Entonces, Redfield. Todo este tiempo, pensé que era un lugar, ¿verdad? Pero no es un lugar-se detuvo frente a un mausoleo y enfocó su linterna hacia el techo.-Es una persona.
Todos iluminamos el mausoleo con linternas y, efectivamente, debajo de las enredaderas muertas que crecían en él, estaba grabado REDFIELD. JJ se burla, asintiendo con la cabeza.
-Voi-jodido-la.
-Mierda... Redfield.-negué con la cabeza, iluminando todo el mausoleo con la luz.
-Miren, mi tatarabuela Olivia... Redfield, ese era su apellido de soltera.- John B miró el nombre antes de caminar hacia la puerta.-Ayúdenme con la puerta. Vamos.
Kie y yo retrocedimos cuando Pope y JJ se unieron a John B en la puerta.
-Uno, dos, tres...-Pope hizo una cuenta regresiva antes de que los tres hicieran todo lo posible por abrirla. -¿Están empujando?
-Sí, estoy presionando.-gruñó John B, mientras continuaban luchando.
-Espera, lo tengo.- dijo JJ, colocando los pies en un lugar donde pudiera usar más el poder de sus piernas.
-Vamos, esta puerta pesa como 700 libras-gimió Pope, adoptando una postura similar a la de JJ.-No se va a mover.
-Tiene razón.-dije, manteniendo mi linterna en ellos.-Los mausoleos son...
-No llegamos tan lejos para llegar hasta aquí, ¿de acuerdo?- Dijo JJ, interrumpiéndome cuando sus pies comenzaron a deslizarse en la tierra.
Un silbido rompió su lucha cuando los tres chicos se alejaron frenéticamente de la puerta.
-¡Whoa!-Pope gritó, aún retrocediendo.
-Serpientes...- dijo JJ, no tan asustado como el resto de ellos.
-¿Serpientes? ¿Dónde?- Entré en pánico, mi linterna brillando en el suelo, atrapando el objeto deslizándose a mi lado.-¡Ah, sácala!-Salté sobre el tronco de un árbol talado, mirando al suelo.
-Eso es un mocasín, está bien- sonrió JJ, yendo tras él.-El viejo Dr. Boca de Algodón. Muerte en la hierba alta.-se puso en cuclillas, siguiendo a la serpiente mientras comenzaba a ladrarle.
-¡JJ, cállate!- Gritó Kie, alejándose de él. "¡Cállate!
Pope lo empujó por el hombro, apartando la atención de JJ de la serpiente.
-¡Vas a despertar a los muertos, hombre!
-Amigo, les tienen miedo a los perros.- suspiró, mirándonos a todos.-Todos saben eso.
-¿Se ha ido?-Pregunté, todavía moviendo mi linterna en el suelo.-Por favor dime que se ha ido.
-Espera, espera, espera.- dijo, caminando junto a nosotros y avanzando hacia el mausoleo a mi izquierda.
-¿Qué?-Preguntaron Kie y John B mientras nos daba la espalda.
-¿Qué pasa, JJ?-Pregunté, tratando de no dejar caer mi linterna mientras mi mano comenzaba a temblar.
-Si hay una.- dijo, agachándose y moviendo su linterna.-Probablemente hay docenas.
Observamos en silencio mientras movía su linterna lentamente, moviéndose un poco hacia su izquierda.
-Oh mierda, hay otra.
-¿Dónde?- Preguntó Kie, presa del pánico.
-¡Aquí mismo!- Saltó hacia mí, apretándome la cintura y tirándome del tronco del árbol.
-¡JJ, idiota!-Grité, golpeándolo con mi mano libre.
Estaba encorvado y riendo, luego fingió secarse una lágrima del ojo.
-Oh Dios, eso fue genial, deberías haber visto tu cara.
-JJ corta la mierda, hombre.- dijo John B, sacudiendo la cabeza.
-Está bien, está bien, pero en serio, probablemente haya más serpientes allí y por todos lados.
-¿Puedes parar? Me estás asustando.- dijo Kie, manteniendo la luz en el mausoleo mientras él retomaba sus ladridos.
-¡Deja de ladrarles a las serpientes!
-¡Solo estoy asegurándome de que esté despejado!
-Cállate. John, mira.- dijo Pope, apartando la mirada.-No vamos a entrar ahí, ¿de acuerdo? No se mueve.
-Tiene razón.-dije, señalando la puerta con la cabeza.-Traté de decirlo antes, pero alguien me interrumpió.
Envié una mirada a JJ que puso los ojos en blanco.
-Cuando sellan mausoleos, los sellan con láminas de metal. Están prácticamente sellados al vacío.
-¿Ven?- Pope me hizo un gesto.-Prácticamente imposible. Deberíamos irnos.
-Puedo pasar.- dijo Kie, su linterna moviéndose hacia el agujero en la piedra que estaba oculto por las enredaderas.
-¿Qué?-John B preguntó mientras todos la miramos.-No, no, no, no. ¿Crees que vas a entrar por el agujero? ¿Ese agujero?
-Kie, ¿no puedes hablar en serio?- Respondí, señalando el agujero con la cabeza.-Ni siquiera sabemos qué hay ahí.
-Mira.-se volvió hacia John B.-Se trata de tu padre. Y, honestamente, realmente no creo en eso, pero mereces saber la verdad. Lo haré.
Se paró frente a la puerta y nos mantuvo de espaldas.
-Venga.
-Voy a buscarlas.- dijo JJ, caminando hacia adelante y agarrando las enredaderas, tirando de ellas a un lado cuando Pope y John B se unieron.
-Por favor, que no te muerda una serpiente.-le dije, mirándola.
Ella negó con la cabeza.
-Estaré bien... creo.
-Sí, dale un impulso.-John B dijo, asintiendo con la cabeza a JJ.
Dio un paso hacia un lado, haciendo que una pared se sentara contra el cemento.
-Voy a darte un empujón, está bien. Lo he visto en las películas varias veces. ¿Listo?
-¿Me recuerdas lo que estamos buscando?-Preguntó, mirando a John B.
-Lo sabrás cuando lo veas.- asintió.
Se volvió hacia mí cuando me acerqué a ella y le tendí la linterna.
-Ten mi linterna.
-Está bien, así que pon tus manos ahí.- instruyó JJ, mientras juntaba las manos junto a las rodillas.-Tu pie, está bien en tres. Uno, dos...-Kie se levantó y atravesó el agujero, desapareciendo de la vista. -Está bien, no importa. Solo olvídate del tres.
Los ecos de sus pies aterrizando en el concreto del interior, nos relajaron a todos sabiendo que ella no solo se cayó y se lastimó.
-¿Está bien?
Di un paso adelante y extendí mi mano, entregándole la linterna.
-Ten cuidado, Kie.
-No te preocupes, estoy bien - respondió ella, encendiendo su linterna y moviéndola por el mausoleo.
-¿Estás viva?- Preguntó John B, todavía reteniendo la respiración.-¿Tienes como... latido y todo?
-Hasta ahora, si.- respondió ella, con su linterna apuntando hacia el techo.
-Eso es bueno, eso es bueno.
-Cualquier vista de serpiente... ¡OW!- Dijo JJ, frotándose el brazo y mirándome.
-Deja de ser un idiota, JJ.-dije, sacudiendo la cabeza y mirando hacia el agujero.-Kie, ¿estás bien?
-Uh... necesito un poco más de luz.
John B metió su linterna en el agujero, iluminando aún más el mausoleo. Nos encontramos en silencio cuando los pasos de Kie se detuvieron.
-¿Kie? ¿Está todo bien?-Pregunté, apuntando con mi linterna al agujero.
-¿Encontraste algo?-Añadió JJ, poniéndose de pie.-¿Hay oro?
Más silencio antes de que escucháramos a Kie soltar un grito de incredulidad.
-Oh Dios mío.
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