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Tan pronto como los hombres salieron del Chateau y John B había considerado que la costa estaba despejada, todos nos amontonamos en su camioneta y salimos de allí. A todos les tomó unos minutos relajarse en la van, la radio sonaba suavemente para llenar el silencio en el que todos parecían cómodos para pensar. Originalmente, íbamos a conducir un poco, tratar de aliviar la tensión de lo que había sucedido antes, pero en algún lugar en el medio del camino, John B tuvo una epifanía.
Redfield no era un nombre. Era el faro.
Me había extrañado toda su revelación al respecto, estaba demasiado perdida en mis pensamientos. No podía dejar de pensar en lo cerca que estuve de ser encontrada por ese hombre. Todo lo que tenía que hacer era levantar el edredón un poco más y apenas ponerse en cuclillas en el suelo y boom... Hubiera sido tostada. ¿Qué me hubiera pasado? ¿Me habrían atacado como lo hicieron con Lana? JJ está convencido de que son meros tráficantes ... así que ¿hubiera sido peor para mí? ¿Podrían haberme matado? Era un constante ir y venir en mi cerebro, pensando en el peor de los casos y luego tratando de sacar el pensamiento de mi cabeza. Pero no importa cuántas veces traté de sacarme el pensamiento de mi mente... siempre me daba vueltas, era feo.
En un momento, al principio del viaje y antes de la epifanía de John B, JJ se dio cuenta de lo fuera que estaba de mí. Kie estaba al frente, Pope estaba a mi lado en la parte de atrás y JJ frente a mí con su pie apoyado en mi asiento. Entonces, de todos en el auto, tenía el ángulo para poder decir que algo estaba sucediendo. Desde donde todos los demás estaban sentados, probablemente parecía que estaba mirando por la ventana el paisaje. JJ, siendo JJ, me empujó con su zapato y levantó una ceja, preguntándome en silencio si estaba bien. Ni siquiera podía responder antes de que él me indicara que fuera y me sentara con él. Así que lo hice. Me senté en el suelo frente a él, descansando entre sus piernas. Se había hundido más en su asiento, descansando un brazo sobre mi hombro. Me incliné sobre su pierna, descansando mi cabeza sobre su brazo y estirando la mano para sostenerla. Al igual que lo había hecho por él en el gallinero, me apretaba la mano de vez en cuando, solo para saber si estaba bien y para hacerme saber que estaba aquí.
Era reconfortante.
-Quiero decir, es obvio, ¿verdad?-John B preguntó, mirando alrededor de la camioneta.-Una reliquia familiar. Quiero decir, ¿qué mejor lugar para esconder un mensaje? Tenía que saber que iba a volver a mí, ¿verdad?
-Si.- Kie estuvo de acuerdo.-Es posible.
-También podría ser posible que estés inventando teorías salvajes para ayudar.-Pope dejó de colgar la brújula frente a su cara y miró a John B.-Ya sabes, para lidiar con tus sentimientos tristes.
-Pope.- suspiró John B, mirando hacia la carretera.
-Hermano, sabes cómo proceso mis sentimientos tristes.- sonrió JJ, recostándose en su asiento.-Hierba y de la buena, así es como lo hago.
-No estoy inventando, ¿de acuerdo? - John B se volvió hacia Kie, la sutil ira en su voz era evidente.-Mi papá está tratando de darme un mensaje.
Kie asintió, extendió la mano hacia la consola central y le puso una mano en el hombro.
-Si te ayuda a creer, John B.
-Mira, no necesito una sesión de terapia, ¿de acuerdo? No me estoy tropezando.
JJ se encogió de hombros y miró a John B.
-Está bien tropezar, hermano, pero...
-Escuchen, mi ... mi papá está perdido, ¿de acuerdo? Desaparecido.-Oh chico, la ira estaba aumentando ahora.-No saben lo que es tener a la persona más cercana a ti que desaparezca, y luego no tener idea de lo que pasó. Solo despiertas cada mañana preguntándote...
Podía sentir los ojos de Kie, Pope y JJ mirándome una vez que John B había terminado su diatriba.
-Amigo...-dijo JJ, sacudiendo la cabeza.
John B se volvió para mirar un poco hacia atrás, sin decir mucho antes de mirar otra vez hacia la carretera.
-No, tiene razón.-le dije, aclarándome la garganta.-Pasé tres años con mi madre antes de que ella se fuera. Apenas la conocía. Tenía 16 cuando pasó lo de Big John, hay una diferencia.
Y era cierto, había una gran diferencia entre mi madre y Big John que se iban sin dejar rastro, por lo que una parte de mí estaba perfectamente de acuerdo con que John B dijera lo que dijo. Pero hay otra parte de mí que estaba un poco molesta porque al menos no intentó disculparse. Estoy segura de que no lo dijo en serio, pero aún así. Si había alguien en esta camioneta que entendía lo mucho que me afectaba lo de mi madre, era John B. Sabía que miraba los álbumes de fotos de Nana todas las noches hasta los 11 años, solo para tratar de descubrir algo nuevo sobre mi madre. Pero nunca funcionó, solo empeoró las cosas. Y dejar ese hábito y tratar de no preocuparme por ella y su partida, fue duro como el infierno. Hasta que una noche, cuando John B, JJ y yo estábamos teniendo una de nuestras pijamadas en el bote de Big John. Vinieron a buscarme desde la ventana, donde una vez más, estaba sentada, hojeando el álbum de fotos y llorando. JJ se subió, tomó el álbum de fotos de mis manos, lo arrojó sobre mi cama y dijo. "A la mierda".
Fue estúpido, era un niño ayudando a otro niña imitando el comportamiento que vimos de los adultos en los muelles ... y sin embargo, era más o menos lo que necesitaba escuchar. Después de esa noche, nunca volví a mirar esos álbumes de fotos.
-Ha pasado casi un año.-susurró Kie, sacudiendo la cabeza.
JJ me apretó la mano y lo miré, devolviéndole el apretón. Él sonrió y miró por encima del hombro a John B.
-Oye, podría haber sido secuestrado. Definitivamente es una posibilidad.
-Sí, podría estar en un submarino soviético siendo interrogado por la KGB en alguna parte.-sugirió Pope, extendiéndose a lo largo del asiento.
-Absolutamente. Uh ... ¡o Atlantis!- JJ agregó, asintiendo hacia mí.
-Tal vez está huyendo de esos traficantes- intervine, encogiéndome de hombros.-Se afeitó la barba, se cortó el pelo, ¿totalmente encubierto en algún lugar hasta que sea seguro?
John B suspiró, siguiendo nuestras sugerencias.
-Mira, ¿cuál crees que es el mensaje?- Kie preguntó, mirando a John B.-¿Por qué crees que es el faro?
-Redfield-dijo John B, mirando hacia adelante mientras conducíamos junto al letrero del parque estatal Redfield Lighthouse.-Faro de Redfield. Ese es el lugar favorito de mi padre.
Cuando nos detuvimos en un área cubierta de hierba, me incliné y pude ver el faro a lo lejos. Había estado aquí varias veces antes, ya sea en invierno, cuando venía con el abuelo, o cada vez que Big John nos llevaba a John B y a mí en viajes que le gustaba llamar 'En busca del Royal Merchant'. Que ahora que lo pienso, no era un nombre demasiado sutil.
John B estacionó el auto y lo apagó, mirando hacia el faro antes de exhalar y girarse hacia todos nosotros.
-¿Listo?
-Listo-respondió Kie, cuando todos salieron de la camioneta.
Caminamos hacia la cerca blanca y nos quedamos allí, mirando el faro. John B caminó por delante del resto de nosotros, golpeando con sus manos la cerca antes de respirar y exhalar mientras se alejaba.
-Está bien, esto es lo que sucederá. Vas a quedarte aquí y estarás atento a los policías, ¿de acuerdo?-Dijo, señalando a JJ.
-Espera...-Nos miró al resto, sacudiendo la cabeza.-¿Por qué yo?
-Porque no vienes.-respondió Pope, de hecho.
-¿Por qué?- Miró a Pope.
-Mira, JJ, hay variables independientes y dependientes.- Se tocó el hombro.-Y tú eres una variable independiente.
-Cállate.
-¡No sabemos lo que vas a hacer!- Los dos comenzaron a gritar sobre el otro.
-¡Escúchenme por un segundo! Solo escuchen.- Dijo John B, poniendo un brazo entre los dos muchachos.
-Lo juro, actúan como si todavía tuvieran 12 años.- susurró Kie, sacudiendo la cabeza.
-No te equivocas-me reí, cruzando los brazos.
-Pope.-lo señaló John B.-Te mantienes alerta con JJ. ¿Está bien? Si nos separamos, nos encontramos en la casa de JJ.
-¡Excelente!-Dijo Kie, aplaudiendo. -Suena perfecto, ¿podemos seguir adelante?
Pope y JJ se quedaron allí, sacudiendo la cabeza y sin mirarse mientras Kie y John B se dirigían a la cerca. Me paré en mi lugar, mirando entre los dos grupos. John B no me dijo que me quedara atrás, así que solo podía suponer que eso significaba que debía acompañarlo a él y a Kie. Pero en este momento, estaba tan cansada que no sé qué tan bueno sería. Kie se subió a la cerca, viéndome todavía parada allí y asintió con la cabeza en mi dirección. John B se dio la vuelta, en lo alto de la valla.
-Junie, ¿no vienes?
-No, mantendré a estos dos bajo control.- dije, agitándolos.
Kie me dirigió una mirada preocupada a John B que subió por el resto del camino y le guiñé un ojo, asintiendo con la cabeza a John B. Ella solo sacudió la cabeza y se echó a reír, dándose la vuelta y alejándose.
-Voy a trabajar en mi ensayo para beca de mérito.-dijo Pope, dirigiéndose hacia un árbol sombreado.-Y estoy tratando de mantener los delitos graves al mínimo.
JJ sacó un saco de su bolsillo y comenzó a hacer malabarismos.
-Muy bien, ¿ya te callarías?-Lo pateó y lo atrapó, mirándome.-¿Quieres jugar?
Sacudí mi cabeza, caminé por al lado de él, de regreso a la camioneta. Me senté en el asiento trasero, me di vuelta y acerqué mis pies al asiento y me acosté. Respiré profundamente algunas veces, mirando al techo antes de cerrar los ojos, tratando de concentrarme en el sol que entraba por las ventanas. Sentí que comenzaba a relajarme en el asiento y luego, al igual que antes, la imagen de las botas del hombre al lado de la cama, llenó mi mente. Es como si mi cerebro me estuviera torturando, repitiendo el momento en el que estaba destrozando la habitación y cuán lentamente levantaba el edredón... casi como si supiera que alguien se estaba escondiendo allí.
Justo cuando trataba de sacar la imagen de mi mente, la puerta de la furgoneta se abrió de golpe. Salté respirando pesadamente.
-Whoa, whoa, soy solo yo.- dijo JJ, levantando las manos.
Tomé algunas respiraciones profundas, suspirando y sacudiendo mi cabeza cuando él se acercó.
-Jesús JJ, no puedes hacer eso.
-Lo sé, lo siento.-se detuvo frente a donde estaba sentada y me hizo un gesto con la cabeza.-Muevete, ¿quieres?
-Hay un asiento allí, ¿por qué no puedes...?
-Solo siéntate, Juniper.- Suspiré e hice lo que dijo, observando mientras se sentaba donde acababa de recostar mi cabeza. Se recostó en el asiento y luego acarició su regazo.
-Muy bien, ven con papá grande.- Una sonrisa se apoderó de mi rostro antes de que pudiera molestarme en detenerlo y él me señaló, sonriendo. -¿Ves? ¡Eso te animó! Pero en realidad, solo recuéstate como estabas.
Lo miré con los ojos entrecerrados, tratando de leer su rostro para ver si estaba planeando algún tipo de truco conmigo, pero parecía normal como si no tuviera motivos ocultos. Como estaba demasiado cansada para luchar contra él, suspiré y me recosté, descansando mi cabeza en su regazo y mis manos sobre mi estómago. Inmediatamente, sentí que me agarraba el cabello y lo sacaba de debajo de mi cuello y lo soltaba. Poco después, pude sentir sus dedos rozándolo. No podía decidir si el silencio en la furgoneta era incómodo o cómodo, principalmente porque la forma en que jugaba con mi cabello era suficiente para querer conciliar el sueño.
-¿Por qué no quisiste ir con ellos? ¿John B y Kie?
Me encogí de hombros, mirando por la ventana trasera.
-Me imaginé que estábamos en la misma página acerca de reunirlos. Si hubiera ido, habría sido una tercera rueda. Así que pensé, ¿por qué no darles el tiempo a solas?
Él dejó de jugar con mi cabello y guardó silencio. Levanté la vista para verlo mirándome con cara seria.
-No, la verdad.-Fui a hablar pero él negó con la cabeza.-Y antes de que incluso intentes mentir.-me tocó la nariz.-No olvides que sé lo que dices.
Suspiré y comencé a jugar con mis pulgares.
-Todavía estoy bastante conmocionada por lo de ayer y estoy exhausta. Sin mencionar lo que sucedió en el Chateau.- Aparté la vista de él y mis manos.-Al igual que anoche, cada vez que la casa se asentó, era como si mi mente se hubiera ido.-chasqueé los dedos.-El peor escenario inmediato. Ni siquiera puedo comenzar a decirte cuántas veces pensé que cuando la casa crujía, eran esos dos tipos irrumpiendo en la casa para matarme.
Sacudí mi cabeza, tragando saliva mientras comenzaba a hablar más con mis manos.
-Y hoy, es como cada vez que parpadeo o cierro los ojos por unos segundos, solo veo las botas de ese hombre a un lado de la cama. Y no puedo dejar de pensar en lo cerca que estuvo de encontrarme y qué habría sucedido si lo hubiera hecho y...
Una de sus manos comenzó a frotar mi cabello hacia atrás mientras la otra sostenía mis manos, deteniéndolas y llamando mi atención. Seguía mirándome, esta vez con una pequeña sonrisa en su rostro cuando una ligera risa abandonó sus labios.
-Relájate, June Bug. Estás aquí con Pope y conmigo, está bien.
Me soltó las manos y las traje a mi estómago. Llegué de nuevo con la mano izquierda y sostuve su mano nuevamente, observando cómo sus cejas se alzaban. Cuando lo apreté, la esquina de su boca se alzó y él la apretó hacia atrás antes de mover su mano y entrelazar sus dedos con los míos. Cuando volvió a apretar mi mano, sentí que mi corazón latía contra mi pecho, solo para que se relajara de nuevo cuando sentí que mi cuerpo se fundía con el suyo. Pasó más silencio, esta vez fue fácil identificarlo como cómodo. No había tensión en el aire de mis pensamientos sobre los dos traficantes. En cambio, estaba en presencia de mi mejor amigo.
-Sabes-dijo, todavía frotando mi cabello hacia atrás.-Si tienes miedo, siempre podría ir y quedarme contigo.
Esperaba poder ocultar cuán rápido se alzaron mis cejas con el tinte rojo en mis mejillas que apareció en mi rostro. Mi ritmo cardíaco se aceleró nuevamente, entrando en pánico mientras mi mente trataba de encontrar una buena respuesta.
-Nana vuelve mañana...
Oh no. ¡Oh no, no, no, estúpido cerebro! Podía sentir mi rostro calentarse cuando caí en la cuenta de que prácticamente lo había rechazado.
Lo escuché aclararse la garganta suavemente, todavía jugando con mi cabello.
-Ah, vale.
Así se hace, Juniper.
Lo miré y sonreí, comenzando a mover nuestras manos de un lado a otro para llamar su atención.
-Sin embargo, todavía me gustaría... si quieres
Me miró y sonrió, asintiendo con la cabeza.
-Quiero decir, creo que me gustaría hacerte compañía más que a John B.- pasó un pequeño silencio.- ¿Te has dado cuenta de que es un cerdo manta total?
Me reí, asintiendo con la cabeza.
-¡Tenía tanto frío esta mañana!
Nuestra risa se desvaneció y sentí que dejaba de mover nuestras manos juntas, sus dedos se demoraban en las puntas de mi cabello. Jesús, no podía hacer nada bien, al parecer. No puedo creer que haya mencionado eso, especialmente por cómo había actuado esta mañana cuando nos vio a John B y a mí en el sofá. Lo sentí respirar profundamente antes de exhalar unos momentos más tarde.
-Entonces... esta mañana, ustedes dos... no hicieron nada, ¿verdad?
-John B es como mi hermano, JJ, eso sería prácticamente incesto.- Lo miré y lo vi mirando por la ventana, completamente perdido en sus pensamientos. Estreché nuestras manos, llamando su atención cuando dejó de masticar su mejilla.-Sin embargo, ¿estarías molesto si algo sucediera?
Miró hacia abajo, con una mirada insegura en sus ojos que no pude describir, ya que asintió con la cabeza.
-Sí... ¿eso es raro?-Su voz era suave, muy diferente a la fuerte y estruendosa que podía llegar a ser. Casi como si estuviera nervioso o avergonzado de admitirlo.
Lo miré a los ojos y sintiendo que estaba perdida en el momento mientras sacudía la cabeza.
-No.
Comencé a concentrarme en la sensación de su mano cepillando mi cabello justo cuando él apretó mi mano nuevamente, sonriendo mientras comenzaba a mover nuestras manos. Miró por la ventana una vez más.
-Todavía no hay señales de JB y Kie, y Pope todavía está sentado cómodamente debajo del árbol con su ensayo de beca.- se volvió hacia mí y sonrió.-Si necesitas dormir, adelante. Te despertaré si pasa algo.
-Y si...
-Créeme, June Bug. No dejaría que te pasara nada. Literalmente haría cualquier cosa para protegerte, ¿de acuerdo?-Susurró, llevando nuestras manos a su boca antes de besar el dorso de mi mano.-Ahora ve a dormir, estás empezando a tener bolsas debajo de los ojos.
-Idiota.-me burlé.
-Pero aún me amas.- se rió, mirando hacia la ventana.
Lo miré y sonreí antes de poner los ojos en blanco, girando la cabeza hacia su torso mientras mi cuerpo comenzaba a relajarse contra él y cerraba los ojos.
Por supuesto que aún lo hago.
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