Todas las prendas que cubrían el cuerpo de BaekHyun cayeron al suelo. El cuerpo desnudo del dios brillaba frente a los ojos de ChanYeol. El grifo podía apreciar el hermoso color de la piel ajena, algo en su interior cosquilleaba de satisfacción.

Mordió sus labios pegándose un poco mas a la ventana cuando BaekHyun se dio vuelta para entrar a la enorme tina de ese gran y espacioso baño. El agua baño el cuerpo del dios, quien se bañaba sin preocupaciones. ChanYeol quería seguir observando al dios pero el ruido de varios caballos trotar llamó su atención. Caminó por el pasillo de pasto verde del patio observando como llegaba al santuario aquel chico a quien fueron a visitar antes, JongDae, el hermano de su amo.

JongDae saludó a JaeJeong con amabilidad dándole las riendas de su caballo de tres cabezas y cola de serpiente. El sirvo ordenó a una de las musas para que llevara al animal hacia los establos.

—¿En dónde está mi hermano? —preguntó JongDae con su hermosa sonrisa gatuna bien formada en sus labios, buscando con su mirada al aludido.

—Está tomando una ducha, ha ordenado un banquete para usted, se ha puesto muy contento de su venida —informó el sirvo llevando al dios hermano de su amo al interior del salón.

JongDae miraba a todos lados aun a pesar de saber donde se encontraba su hermano. Cuando sus ojos enfocaron a ChanYeol detras de un pequeño arbusto sonrio, sus ojos se tornaron más azules y ChanYeol sintió sus mejillas sonrojarse al darse cuenta de que el chico le leyó la mente.

Cuando el dios se perdió de la vista de ChanYeol este regresó a ver hacia el interior del baño, BaekHyun se encontraba ya secando su cuerpo para poder colocarse su ropa nuevamente, todas esas telas que cubrían ese hermoso cuerpo.

Cuando BaekHyun salió del baño se dirigió hasta la sala en donde sabía que Jaejeong llevaría a su hermano. Tenía tantas cosas que hablar con él. En cuanto lo vio, JongDae le dio dos besos en la mejilla y ambos tomaron asiento en los sillones de material mullidos con almohadas de plumas.

—¿Como haz estado? —preguntó JongDae acomodando un mechón de su frente, el mismo que siempre le causaba problemas, BaekHyun suspiró—. ¿Algo no anda bien?

—Todo bien, creo. Hace poco vi a mi mejor amigo, KyungSoo… Él, él ha despertado como Hades —informó jugando con sus manos con algo de insistencia—. El y yo siempre hemos  sido muy unidos, estaba cien por ciento seguro de que lo conocía bien pero…

—¿Estabas? Quiere decir que hay algo nuevo en él que no esperabas —dijo astuto el adverso de cabellos plateados, BaekHyun asintió.

—Hay algo en su esencia que no me gusta, me preocupa que no sea mi amigo sino él, Hades nada más. —Suspiró, no quería que fuera así. Su mejor amigo no podía desaparecer—. Apenas hable con Apolo.

JongDae iba a tomar la taza de té de oliva que JaeJeong le sirvió antes de retirarse y dejarlos solos pero,  se detuvo a mirar a su hermano con preocupación.  «¿Habló con Apolo?» Se preguntó dudoso.  Nadie había podido hablar con el Dios en su interior antes de ser poseído por completo.  Los Humanos simplemente desaparecían en su totalidad,  al menos que.

—¿Qué te dijo Apolo?  —preguntó el adverso con parsimonia bebiendo de su té,  Baekhyun mordió sus labios y miró a sus alrededores.  Sabía que Chanyeol estaba cerca,  podía sentir su presencia.

—Él quiere que yo desaparezca,  quiere que deje el camino libre para que él sea la persona que se adueñe de mí,  y odia a Chanyeol.

—¿Chanyeol es tu grifo,  no es así?  —preguntó con diversión el de sonrisa felina.  Baekhyun asintió—. No digas más.  Puedo leer tu mente si me lo permites,  el está cerca y lo que digas lo puede dañar,  ¿quieres eso?

Negó con su cabeza y así mismo dejó el camino libre para que JongDae pudiera entrar a su mente.  Baekhyun cerró sus ojos,  había entrado a un estado de trance.  JongDae lo tomó con cuidado dejándolo descansar sobre su hombro,  sabía que le llevaría algo de tiempo esa búsqueda.  Cuando por fin dio con lo indicado sonrió.

«Apolo,  sé que estás ahí,  encarame.  Soy tu hermana» llamó al dios esperando a que apareciera pronto.  Leer la mente de Baekhyun era extraño,  no sólo podía ver lo que pensaba sino también sus recuerdos pasados,  tenía una vida hermosa,  su familia lo amaba y él los amaba con su corazón.  Hizo una mueca hasta que apareció el dios «Hola,  hermano. »

«Hola,  Artemisa.  ¿qué haces leyendo mi mente? » dijo él mostrando su molestia,  pero fue que se dio cuenta de que su receptor estaba dormido. «Debes ayudarme a eliminar este chico,  esta entorpeciendo mi despertar»

«¿Por qué quieres que él desaparezca,  Apolo?  Eso no es necesario.  El humano es noble,  quizás es lo que necesitas.  Incluso consiguió hasta lo que tu en siglos no habías logrado. Capturar al grifo»

«No menciones ese estúpido animal,  quiero que desaparezca porque ese niño es un estúpido,  ¿sabes lo que anda haciendo con esa bestia? Yo no voy a tolerar eso.  Nunca en la historia» bramó el dios al pensar en el beso que su cuerpo y ese animal se dieron,  y lo peor era que él sentía las emociones de ese chiquillo,  las emociones que sentía por esa bestia. 

Artemisa se rió junto con JongDae,  era de esperar para ellos dos la necedad de Apolo.  Lo conocían tan bien,  sabían de lo terco que era.

«¿Te preocupa que el niño se enamore del grifo porque es un varón?  O,  ¿lo que te preocupa es,  que tu sientas también lo mismo que Baekhyun por Chanyeol? » preguntó Artemisa con diversión viendo la molestia en su hermano,  era más probable lo segundo.   «El niño es fuerte,  te será difícil sacarlo de la jugada. Y,  aun más porque siente mucha atracción por Chanyeol,  su grifo.  Lo mejor sería que te funciones con él.  Yo lo hice,  y me llevo muy bien con mi humano,  incluso lo hace mejor que yo,  no seas testarudo.  Cambia un poco la historia y quizás no tengas que partir antes» fue lo único que dijo saliendo de la mente de Baekhyun quien se quedó dormido entre sus brazos.

JongDae le acarició los cabellos y miró hacia la gran puerta del salón.  Sonrió y bebió un poco de su té.

—Puedes entrar,  ChanYeol.  Sé que estás ahí —dijo y el grifo apareció con cautela a través de la puerta.  Al ver a Baekhyun en el hombro ajeno fruncio el ceño—. No debes estar celoso de mí,  Chanyeol.  Baekhyun solo se siente cansado,  ¿puedes llevarlo a su habitación?

—¿Por qué está dormido?  —preguntó preocupado acercándose a su amo,  a quien tomó en brazos al estilo princesa.  JongDae se puso de pie.

—Me permitió entrar a su mente,  eso es agotador,  así que dormirá por unas horas,  cuidalo y cuando despierte dile que me he ido.  Por cierto. —Se detuvo antes de salir del salón,  las mejillas de Chanyeol se sonrojaron ante su sonrisa ladina—. Creo que si Baek se entera de que lo espías,  te castigará.

Cuando JongDae se fue ChanYeol hizo un pequeño puchero en sus labios.  Miró el rostro sereno del Dios en sus brazos y sonrió.  Era tan lindo así dormido.  Caminó con él con paso tranquilo hasta que llegaron al cuarto del más bajo.  Entró al mismo y lo dejó descansar sobre la suavidad de su cama.  BaekHyun se acurrucó entre las sabanas mientras Chanyeol se sentaba al pie de la misma guardando silencio.

Mientras lo miraba dormir Chanyeol pensaba en el tiempo que ya llevaba conociendo a Baekhyun.  Habían pasado ya tres meses desde que ese chiquillo se presentó ante venciéndolo con una patada en sus genitales.  Desde entonces él no había visto más a los de su raza,  se preguntaba realmente si su raza lo considerarían un traidor por haberse ido con Apolo,  aunque este solo fuera Baekhyun.

Acarició suave los cabellos rubios del más bajo y sonrió,  su cabello era sedoso.  Siguió tocando hasta llegar a su frente,  descubrió la misma y dibujó en ellas pequeñas líneas.  No supo cuando tiempo pasó dándole caricias al Dios y admirando lo hermoso que era.  Para cuando Baekhyun abrió sus ojos Chanyeol se había quedado dormido recargado sobre el colchón sosteniendo una de sus manos.

El más bajo miro al grifo,  sonrió sin poder evitarlo y se sentó en la cama acomodando su ropa.  Movió suave el hombro de Chanyeol haciendo que este se despierte también.

—¿Qué haces aquí,  ChanYeol?  —preguntó con suavidad acomodando sus cabellos rebeldes.  Chanyeol bostezó levemente y talló sus ojos rojos—. ¿A donde se fue JongDae?

—Tiene rato que se fue —respondió a su pregunta y sonrió—. Me pidió que cuidara de ti porque estabas cansado.  ¿Como te sientes? Mientras dormía llamabas mucho a tu perrito Dante y a tus padres.  ¿Los extrañas?

Baekhyun abrió un poco más sus ojos por la sorpresa de las palabras del adverso.  Realmente sí,  extrañaba mucho a su familia.  Pero,  estaba seguro de que ellos ya no le recordaría. El tiempo para ellos y para los humanos era tan distinto. 

—Es normal extrañarlos. ¿Tú no los echas de menos?  Ellos seguro piensan en ti y...

—Mis padres murieron.  Eso tu debes de saberlo —dijo Chanyeol molesto. Se puso de pie y gruñó.  Baekhyun se sorprendió por eso—. Sabes bien que tu maldita ambición por tener a uno de nosotros mató a mi familia.

Baekhyun se puso de pie mirando como la espalda de Chanyeol se tensado,  sus músculos estaban demasiado ariscos así como sus puños cerrados con fuerza. Mordió sus labios y negó.

—Chan...

—Por eso te odio...

Ambos se miraron.  Los ojos rojos de Chanyeol brillaban aun más de lo que normalmente lo hacían,  Baekhyun podía darse cuenta de que en ellos había demasiada rabia.  Tanta que no podía soportarla,  sus ojos se llenaron de lágrimas.