Parte 13.
JongDae creyó que todo estaba perdido cuando Jápeto sonrió y emitió una risa que retumbó por todo el lugar al formar un puño con su mano, la misma que había aplastado a Apolo.
Pero esta comenzó a ponerse morada, el color era rápido, recorría toda la piel de aquel Titán haciendo que este gritara del dolor. Aquel tono morado recorría todo su cuerpo, lo estaba pudriendo, matándolo.
Su mano se alzó como si todo lo quemara dejando ver a un Apolo intacto de pie en aquel lugar donde Jápeto había golpeado antes.
Minseok abrazó a su Dios, este lo protegía detrás de su cuerpo todavía, viendo como Jápeto iba cayendo de rodillas haciendo temblar toda la tierra sobre la que pisaban. JongDae estaba seguro que Apolo había usado la ébola negra contra aquel Titán, el mismo que se iba cayendo en pedazos de carne podrida.
—¡Hades te juro que voy a matarte! —gritó Jápeto con furia cuando su único brazo que no había sido contaminado se alzó con una lanza de considerable tamaño para sus cuerpos más pequeños.
Apolo apenas y podía reaccionar, su energía era bastante poca en ese momento después del ataque que hizo al tratar de no morir en ese instante. Estaba resignado a morir cuando sus ojos se abrieron demasiado ante la impresión que le causó ver a ChanYeol frente a él recibiendo el golpe que le hizo una corta demasiado grave a mitad de su pecho.
Todo fue demasiado rápido. La fuerza del golpe fue demasiado que Apolo abrazó por la espalda a ChanYeol conforme sus cuerpos eran aventados contra la firme roca de la montaña y Jápeto caía sin vida desplomándose en el campo libre lleno de putrefacción de su cuerpo.
Apolo estaba en shock. En sus brazos estaba ChanYeol, el grifo que tanto anhelo por cientos, miles de años, agonizando por la grave herida que tenía en su cuerpo.
—¿Por qué? —preguntó Apolo con el pulso latiendo a mil y la voz temblorosa no lo entendía.
ChanYeol sonrió a pesar de que el dolor era demasiado para su cuerpo. Aquella lanza era de plata, y quemaba como si fuera fuego. Sus alas que brillaban poderosas y cafés estaban opacas y caídas en ese momento.
—Porque... —Tosió y con ello escupió sangre temblando en los brazos de su Dios. Apolo no sabía qué hacer—. Porque usted es mi amo...
—Pero sabes que Baekhyun ya no está y...
—Sí... Ahí está, en su corazón... En su cuerpo, así como usted estuvo en él todo este tiempo —susurró tosiendo con más frecuencia y quejándose del dolor—. Yo... No podía permitir que murieran —confesó cerrando sus ojos.
Apolo de quedó helado al sentir la mano ya bastante helada y húmeda del grifo tocar su rostro en una suave caricia.
—Te amo —dijo ChanYeol esbozando una sonrisa y cerró sus ojos, sintiendo un par de lágrimas escapar de sus ojos por sus mejillas escurriéndose por estas.
Apolo lo abrazó más a su cuerpo, aferrándose al grifo agonizando.
A su alrededor sin importarle a él se aglomeraban los miembros de la manada de ChanYeol, quienes querían reclamar su cuerpo. Joy quien había odiado a ese Dios desde que lo vio quiso irse contra él al ver el piso lleno de sangre del amor de su vida pero el lider la detuvo a lo cual gruñó.
JongDae junto a los otros cuatros hombres se acercaron a ver lo que había pasado. Se quedó helado al ver tal escena de su hermano llorando por un siervo más. Kyungsoo desvió la mirada cuando se dio cuenta de lo que había pasado siendo observado por su siervo. El Dios de la luna se giró hacia Kyungsoo tomándolo por el cuello de su ropa.
—¡Haz algo maldita sea! —pidió gritando cabreado por la situación—. Esta es tu maldita culpa, tienes que traerlo de vuelta.
—¡No puedo! —dijo Kyungsoo sabiendo que eso era imposible—. Él no es un humano, yo no puedo decidir su vida. Su alma no me pertenece, ni siquiera sé si tiene, ¡sueltame!
JongDae quiso partirle la cara a Hades pero Minseok lo detuvo al igual que Kai quien se interpuso entre ellos dos.
—No es mi culpa que él se sacrificará por...
—Escúchame bien, Hades —dijo Apolo llamando la atención de todos, alzó su mirada hacia todos ellos, sus ojos estaban rojos por las lágrimas estaban bajando por sus mejillas también ligeramente rojas—. Tal vez tú no lo mataste, pero fue tu causa que ese Titán nos atacara. Así que, ten por seguro que te haré sentir el verdadero infierno que te vas arrepentir de haberme atacado alguna vez.
—Pero...
Kai lo detuvo antes de que dijera algo más su amo. Podía ver el odio que sentía ese Dios por su amo, Kyungsoo hundió el entrecejo. Estaba conscientes de todos los errores que había cometido, pero no pensaba cargar con esa culpa y mucho menos permitir que Apolo lo amenazara.
—Hermano —habló JongDae acercándose a él, se señor frente a él mirándolo con condolencia—. No hay algo que puedas hacer por él, hay que dejar que su manada se lo lleve y...
—¡No! —dijo con rabia aferrándose al cuerpo de ChanYeol manchando sus ropas blancas de su sangre—. Nadie me lo va a quitar, él es mío.
—Pero él está...
—No, no lo está... Él, él solo —sollozó hundiendo su rostro en los cabellos rojos del grifo, negándose a creer en eso—. Solo está dormido.
—Baek...
—Solo está dormido, no está muerto ¡No lo está! —dijo llorando con más insistencia sobre el cuerpo del más alto, dejando que sus lágrimas caigan sobre el rostro inerte del grifo.
JongDae se había dado cuenta ya, ahí no estaba solamente Apolo, sino que de vuelta ahí estaba el pequeño humano que amaba a ese grifo con locura. Pero había algo diferente ahora.
—Baek tenemos que...
—Déjeme solo con él, ¡vayanse! —pidió sin mirar a nadie, solo les echó con una señal de su mano, la cual movía con insistencia hasta posar esta sobre la herida que le quitó la vida a su amado.
Todos se miraron entre sí, no había nada más que hacer ahí. La manada se retiró primero, viendo con odio a Hades tras haber escuchado la amenaza de Baekhyun sobre él. Los dos dioses y sus siervos sabían que era lo mejor irse de ahí en especial Kyungsoo quien ya sabia que Apolo sería capaz de acabar con él en cualquier momento.
Dejando solo a Baekhyun con ChanYeol entre sus brazos él solo lloraba la muerte de su chico. Sintiendo la todavía caliente sangre de ChanYeol con sus manos. No podía creer que su amado Yeol estuviera muerto. No después de que lo único que deseo fue que nadie saliera herido.
«Tenemos que cobrar venganza» Pidió Apolo en la mente de Baekhyun quien se limpió las lágrimas negando con su cabeza.«KyungSoo lo mató, como te quiso matar a ti»
—¿Y eso me va a devolver a ChanYeol? —preguntó Baekhyun al Dios quien se quedó en silencio—. Aunque mate a todo el mundo, nadie me va a devolver a ChanYeol.
«¿Realmente lo amas tanto?» preguntó Apolo, aunque ya sabía lo respuesta. Baekhyun miró el rostro sereno de su amado, su rostro parecía como si solo durmiera, como si en cualquier momento fuera a despertar. «¿Qué serías capaz de hacer por él?»
—Daría mi vida por él —dijo sin pensarlo abrazando más su cuerpo. No podía perder nada más si en el momento que ChanYeol dejó de respirar su corazón se había desvanecido por completo a pesar de haber vuelto—. Solo deseo que él vuelva a abrir sus ojos y su corazón siga latiendo, aun si tengo que darle mi vida.
«Concedido» dijo Apolo haciendo que el humano moviera su mano hacia el abdomen del grifo, Baekhyun no entendía nada. « No voy a desvanecer tu corazón por su vida, pero seremos uno mismo desde este momento, sé feliz con él»
Baekhyun no comprendía qué quería decir eso. Pero su mano se mantuvo presionada sobre el abdomen herido de su amado, un pequeño rayo de luz blanca emanó de la misma, curando aquella herida que había arrebatado la vida a su preciado chico. Sus ojos soltaban lágrimas que escurrían como cascadas sobre sus mejillas rojas del llanto. Cerró sus ojos, no creía que nada de eso pudiera pasar, los humanos no volvían a la vida después de muertos, ¿por qué sería diferente con su amado?
Cuando la herida quedó totalmente curada retiro su mano y acarició suavemente las mejillas de ChanYeol, estas se sentían humedas gracias a sus propias lágrimas que habían estado cayendo sobre estas. Se inclinó un poco y besó su frente suavemente.
—Te amo tanto, Channie —dijo mordiendo sus labios ahogando los sollozos con eso aferrándose más al cuerpo del alto—. No sé que haré sin ti, me harás tanta falta.
El sol se estaba yendo, la noche estaba a nada por caer y se sentía el clima más frío. Baekhyun se puso de pie usando de toda su fuerza para cargar en brazos el cuerpo de su amado. Estaba cerca, su lugar secreto no estaba tan lejos de donde estaban.
En ese momento se sentía tan diferente, completo. Su corazón humano estaba latiendo ahí en su pecho, pero sentía que tenía la suficiente sensatez para tomar decisiones fuertes y la valentía para no tenerle miedo a nada, pero la humildad para saber que iba necesitar de todos a partir de ese momento.
Cuando llegó a su lugar secreto esbozó una pequeña sonrisa, ese lugar solo era de ellos dos. Creía que sería el lugar perfecto para que su amado descansara ahí.
Entró al sitio y se sentó con cuidado en el verde pasto, dejó sobre su regazo la cabeza de su amado y acarició sus cabellos. No imaginaba ningún día de su vida sin él. No después de amarlo tanto.
Su mano acariciaba lento los cabellos rojos de su amado, cerró sus ojos y se mantuvo así, recordando todas las cosas que hicieron juntos en su momento, necesitaba tanto de él. Dolía demasiado su corazón.
—¿Por qué estás llorando?
Aquella voz le hizo abrir sus ojos rápido sintiendo que su corazón se le saldría en cualquier momento del pecho. Una mano tibia tocó suavemente su mejilla haciendo que estas se empaparan de nuevo en lágrimas.
—Cha...
—No quiero ver de nuevo tus ojos llorar —dijo el grifo incorporándose lento hasta quedar frente al Dios. Baekhyun estaba todavía en estado de shock. ¿Qué había pasado? ¿Eso era un sueño? No podía serlo. Se apretó uno de sus brazos y pellizcó fuerte quejándose por ello—. ¿Baekkie?
—¡Channie! —gritó llorando abrazando al más alto. ChanYeol se sorprendió un poco pero aun así abrazó a su chico contra su cuerpo esbozando una pequeña sonrisa. Baekhyun se aferraba a él con fuerza, como si temiera que en cualquier momento fuera a desvanecerse si era un sueño.
Lo único que no sabía era que sus poderes como Dios no sólo eran la desgracia, sino también poder tener el don de crear paz y luz así mismo como la felicidad en sus manos. Lo cual, fue lo que le devolvió a su amado...
Fin.
Nota final.
Pues nada, solo quería decirles muchas gracias por haber seguido la historia. Realmente fue algo nuevo para mí 🤭 traté de dar lo mejor de mí en este tema, quizá lo logre quizá no, pero me siento satisfecha conmigo misma.
La mitología para mí es un tema nuevo, investigue varias cosas y muchas las modifique a mi conveniencia, por ello quizás encontraron cosas como de qué pedo. Jaja. La ciencia ficción)? (No sé si es ese género) no es lo mío. Pero, trate de hacer esto.
Espero que les haya gustado y que el final no haya sido tan malo. Thankiu por sus votos, lecturas y comentarios, todo eso me hace muy feliz porque puedo compartir mis locuras en letras con ustedes.
No prometo un epílogo, porque realmente este es el final que pensé y quise poner. Muchas gracias, nos vemos. Si gustan pueden pasarse por mis demás proyectos y los futuros. Chao chao.
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