¿Cuánto azúcar necesita un corazón para resistirte a los encantos de los chicos de Vanilla Express?

Esa pregunta sigue rondando a los que sin más inconvenientes para tener una buena coartada o escapar de los caprichos de la vida social apuestan por una noche en compañía de sus etéreos empleados.

Las reglas son simples: maquillar la realidad y evitar todo contacto que traspase la frontera profesional. Solo es un juego donde omegas y alfas interpretan el papel solicitado como los experimentados actores de una obra teatral. O eso creía Park Jimin hasta que su última cita como acompañante de un hombre de negocios se vino a convertir en su peor pesadilla.

—Dime tú nombre al menos...

Aquellos ojos felinos prácticamente le obligaban a desconectarse de la realidad y ceder.

—Yo no tengo permiso para eso señor Min.

Ah pero el joven Park no sabía que para aquel hombre estaba prohibido negar algo por pequeño que fuera. El destino con el nombre de la madre luna se encargaría de que esa noche no fuera la última visita a Vanilla Express.

🍭🧁🍭

Hola, bienvenidos a Vanilla Express el butler café donde omegas y alfas interpretan el personaje que se les solicita cada noche en una especie de baile de máscaras en el que se prohíbe intimar con el cliente.

¿Qué dices te unes a staff?

🍭🧁🍭