Sus ojos estaban puestos sobre la lista que había hecho desde la noche, cuando había adquirido el valor suficiente para decirle a su tía que había por fin perdido toda la beca que tenía en la universidad, Jungkook se había dedicado a buscar algunos empleos en internet, inclusive había salido cuatro veces a la ciudad para encontrar alguno que tuviera una vacante disponible.

Había encontrado muchos, y algunos tenían sueldos que le ayudarían inclusive a verse más favorecido hasta para aportar un poco más de lo pensado a casa, pero lamentablemente, la mayoría de los empleos que tenían esos sueldos tan jugosos, tenían también muchos requisitos, y específicamente había uno que Jungkook no podía cumplir, no por ahora, y era el de tener sus estudios universitarios completos, eso si era un grave problema, uno que lo llevaría a tener una búsqueda mucho más tardía, y no tenía que perder el tiempo, no por ahora.

Estresado por los problemas de buscar un bendito empleo, Jungkook soltó un resoplido, frustrado arranco con fuerza la hoja del cuaderno en la que había escrito los empleos, todos y cada uno de ellos eran empleos en los que no podía estar, no hasta que completase ese requisito, arrugo la hoja entre sus manos, formando de aquel modo una pequeña pelota y la dejo caer sobre la mesa.

El comedor estaba repleto, todos los estudiantes dejaban que el silencio no estuviera presente debido a sus conversaciones acaloradas y risas sin freno, mientras que en una solitaria mesa cerca de los grandes ventanales que daban vista al jardín trasero de la universidad, se encontraba Jungkook, con su almuerzo todavía guardado en su mochila, un cuaderno sobre la mesa, y una bola de papel en medio de la mesa, Jungkook se preguntaba si acaso la vida lo estaba odiando en ese preciso momento como para causarle tal tragedia como perder su beca y que los costos de la colegiatura bimestral subieran, quizás era un castigo divino.

—¡Vaya! —Jungkook dejo de lado sus pensamientos pesimistas, para mirar a la persona que había hecho aquella exclamación, y allí los vio, Yoongi y su fastidioso novio, Jimin—. Pareciera que te acaban de decir que el mundo se acaba en dos minutos —menciono Yoongi.

Min Yoongi, su amigo, su mejor amigo de toda una vida, a decir verdad, se conocen desde prescolar, a pesar de que Yoongi es un año mayor que él se habían vuelto grandes amigos casi inseparables.

—Pues, a decir verdad, sí —dijo Jungkook para después rodar los ojos, le dolía la cabeza—, esto es una mierda...

Yoongi tomo asiento justo frente a su amigo, seguido de Jimin que se sentó a su lado, para después pasar un brazo por sobre los hombros de su novio.

—¿Qué es esto? —pregunto Yoongi, mientras tomaba la pelota de papel que había hecho Jungkook.

—Es una lista de fracasos —menciono Jungkook sin tomarle mucha importancia.

En cuanto su amigo se deshizo de todos los dobleces de la hoja arrugada, pudo ver la lista completa, la hoja no estaba totalmente escrita, pero podía ver letras detrás de todos los rayones que había allí, sí, era una lista de fracasos, dejo la hoja sobre la mesa y miro a su amigo.

—¿Tan rápido decidiste buscar empleo? —pregunto Yoongi—. Pensé que esperarías más tiempo.

—¡No puedo hacerlo! —exclamo Jungkook.

—¡Hey! No le grites —dijo Jimin de inmediato ganándose de ese modo unos ojos en blanco de parte de Jungkook.

Yoongi soltó una suave risa al presenciar aquella escena.

—Ash... —dijo Jungkook—, ¿por qué no lo dejas, Yoongi?

—Porque me encanta —dijo Yoongi en respuesta, sonriendo en el proceso—, ¿hablaste con tu tía sobre la beca?

—Eso hice —dijo Jungkook—, ella insiste en que no busque un empleo, ya sabes —hizo un leve ademán con la mano, indicando de ese modo que era un ciclo repetitivo lo que decía su tía—, no quiere que me sofoque por esto, pero... —soltó un suspiro—, pronto será el pago y...

—No tienes dinero —completo Yoongi—, ya te dije que puedo prestarte un poco.

—No —se negó de inmediato Jungkook—, no quiero deberte nada monetario y lo sabes.

Yoongi soltó un bufido, esto sería más complicado.

Buscar un empleo era una tarea difícil, Yoongi lo sabía perfectamente, y más porque recuerda como su padre había buscado empleo durante casi tres meses seguidos y sin resultado alguno, hasta el cuarto mes, aquellos días habían sido una total joda para su padre, pues inclusive lo había visto desesperado por las deudas bimestrales y mensuales que había, inclusive habían pasado casi dos semanas sin luz debido a que no podían pagarla, al menos su padre había logrado encontrar empleo después de eso, y ahora estaba feliz y estable. Por eso ahora, ver a Jungkook con esa misma desesperación en la mirada le hacía sentirse sumamente mal, pues le recordaba aquella situación.

—¿Y Seokjin? —pregunto Jungkook, quería olvidarse por unos momentos del tema del empleo y del dinero, y de la beca, su cabeza estallaría si seguía pensando en lo mismo.

—Estudiando —menciono Yoongi—, me dijo que almorzaría en la biblioteca.

—Espero no lo saquen como la ultima vez —Yoongi dio un asentimiento, sintió como Jimin acariciaba con sus dedos su cuello del lado izquierdo, haciéndole leves cosquillas—, ya Jimin.

—No te molestes, encanto —Jimin le sonrió—, sé que te gusta.

—¡No! No me gusta que me hagas cosquillas de ese modo —se quejó Yoongi.

—Ustedes dos se ven ridículos —menciono Jungkook.

—Deberías verte en un espejo —dijo Jimin sin tomarle mucha importancia a la reacción que pudiera tener Jungkook.

—Yoongi... ya déjalo, es mejor —pero Yoongi volvió a negar—, te daré pasteles por un año si lo dejas.

—Dame el doble y lo dejo —Jungkook soltó una suave risa haciendo que por lo menos ya no se sintiera tan tenso—, ¿has pensado en trabajar en un local pequeño?

—No puedo hacerlo, Yoongi —dijo Jungkook—, no ahora, un empleo en un lugar pequeño, significa también poco sueldo, y mi tía no tiene mucho también, no tengo lo suficiente, podría dejar mis estudios a la mitad.

Y eso era lo que menos quería, después de todo, ya estaba a poco de poder graduarse.

—Necesito un maldito empleo y rápido, antes de que siquiera empiece el cobro de la colegiatura —estaba desesperado, muy desesperado.

—¿Por qué no te metes de stripper? —comento Jimin, recibiendo después un pequeño golpe sobre su pecho departe de Yoongi—. ¿Qué?

—No digas tonterías —reclamo Yoongi.

—¿Qué tiene de malo? Un empleo es un empleo, además tu amigo se ve muy desesperado, así que —volvió a recibir un nuevo golpe—. ¿Ahora qué dije?

—Sólo cállate, Jimin... —rodo los ojos y miro hacia Jungkook—, tienes razón, debo dejarlo.

—No quiero decir te lo dije, pero te lo dije, Yoongi —Jungkook sonrió hacia su amigo—, te dije que tiene cabeza de percebe.

—Pero es muy dulce —canturreo Yoongi feliz sin apartarse de su novio, Jungkook volvió a rodar los ojos.

A pesar de que quería pasar un buen rato con su amigo, no podía dejar de pensar en lo que tendría que hacer, tenía como plan seguir buscando un empleo, salir a las calles de nuevo e inclusive ver en los periódicos si había alguna oportunidad de oro, pero también sabía que la probabilidad de que volviera a tener que hacer una lista de fracasos, estaba más alta que una montaña.

Quizás iba a tardar más en buscar un empleo de lo que imagino, pero debía tratar de hacerlo, aunque ahora mismo la tonta idea que había dado el novio de su amigo se le hacía más accesible que encontrar un empleo como camarero en un restaurante.