-Capítulo 2-
||Narración normal||
Después de una hora viendo a la nada, Iwaizumi se dispuso a preparar el desayuno.
Justo unos minutos después de prepararlo llegó Neo, quien estaba sudado y con varias heridas de las cuales brotaba algo de sangre, esta llamó la atención del vampiro de alguna manera, pues le dio un ligero cosquilleo en la nariz.
El ninja se acercó al rubio pues le vió bastante pensativo y le intrigaba, ya que era curioso ver como este no le quitaba la mirada a las heridas donde más sangre brotaba.
(Se supone que recién he comido, pero ese cosquilleo en mi nariz al oler su sangre, se sintió como si me hubiese provocado un hambre más ¿voraz?... Tal vez debería salir un momento en lo que se atiende, esa sangre me resulta tentadora y no es bueno, descontrolarme no es algo que me guste) El desayuno ya esta listo, saldré un momento, necesito aire fresco-. Iwaizumi desvió la mirada adoptando su actitud indiferente y trató de caminar en dirección a la puerta.
Sin embargo, fue detenido, y cuando menos lo pensó, en su boca se encontraba el brazo de Neo.
Su lengua por accidente había rozado sobre una herida y pronto el sabor de la sangre le hizo sentir un cosquilleo por todo el cuerpo.
Puedes beber un poco si te ha dado hambre, no me molesta y no moriré si es lo que llega a preocuparte, sabes que soy... y perdón, volví a leer tus pensamientos, pero fue porque me intrigó bastante el que no dejaras de ver las heridas-. Neo fue llevando de empujoncitos hasta el sofá a Iwaizumi sin quitar su brazo con heridas de lla boca de este, quien trataba de no morderle, pero si lamía la sangre que aun brotaba, el ninja terminó sentándolo y se acomodó un poco sobre él.- Sabes, si no quieres morder puedes lamer la sangre del resto de heridas que tengo si quieres, aunque también, por otra parte, puedo quitarme, ya que ¿no es la mejor posición para estar?
No pediré que te quites, esa sangre tuya es especial y me esta alterando al punto es que creo que me descontrolare, pero te estas arriesgando a que pueda tomarla sin aviso y te deje sin una gota, además ¿No habíamos quedado en que ya no leerías más mis pensamiento por mucha curiosidad que tuvieses? Contigo parece ser siempre lo mismo Neo-. Iwaizumi para hablar había retirado con cuidado de su boca el brazo, el cual ya no tenía mucha sangre manchandolo, pues se había encargado de lamerla, pero aún quedaba un poco, la cual no dudo en limpiar con su lengua de manera lenta con intenciones de saborearla mejor.- (Sigo sin entender porque siento ese cosquilleo recorrer mi cuerpo cada siento el sabor de su sangre, tiene algo especial ¿No es así?).
No tiene n-nada de especial, tan solo es ligeramente distinta a la humana, pero es interesante lo que te provoca, bebe cuanto gustes, hasta que sacies tu hambre Izu, bueno si es que quieres-. Neo ya no dijo nada mientras dejaba que cada herida que tuviese a la vista, y tuviese sangre, fuese lamida.
El ninja sabía que aquello era poco favorable para las heridas pero le daba cierto gusto sentir como su piel era lamida con tal delicadeza, pues el vampiro, a pesar de que estaba diciendo que podría estar en riesgo si llegaba a descontrolarse, no era rudo y evitaba causar algún dolor mientras su lengua limpiaba cada gota carmesí que brotaba de cada pequeño corte.
Al final Neo terminó sin la ropa de arriba y recostado en el sofá mientras Iwaizumi estaba sobre él, lamiendo las demás heridas que cubrían su cuerpo hasta que simplemente ya no hubo ni una gota de sangre.
Sin embargo, para el rubio aquella pequeña probada de líquido carmesí no había sido suficiente y la vista del chico de cabello violeta, cubierto levemente por su saliva en gran parte de la piel descubierta, le era un tanto erótico.
Tus pensamientos son algo subidos de tono en este instante ¿Lo sabías Izu? No deberías pensar así y menos cuando yo puedo saberlo-. Aún cuando habló de manera fluida, Neo estaba un poco nervioso, pues aquello estaba pasando de los límites que se imaginó, además, no podía dejar de sentirse un poco intimidado ante esa penetrante mirada que el otro le dedicaba.- Para de verme así, es extraño, me haces sentir extraño.
Reaccionaste ante lo que hacía-. El vampiro recibió una mirada extrañada de parte del ninja, así que para aclararle tocó sobre el bulto que creció bajo el pantalón de este.- ¿Tanto te gustó que lamiera tu piel?
Y-yo no, no me di cuenta que eso reaccionó ante la sensación de ser lamido, disculpame... Será mejor que me vaya, debo ponerme algunas vendas sobre las heridas-. Como pudo el ninja quitó de encima al vampiro y quiso alejarse, pero no lo consiguió, pues le abrazaron por la espalda y dio un gemido al sentir como unos colmillos se incrustaban en su piel.- ¿Iwa-Iwaizumi? ngh... du-duele... ahh~~.
Tan solo un poco más, prometo no beber demasiada... tiene un sabor adictivo tu sangre, además, morderte justamente en esta parte, es incluso placentero para mí-. El vampiro estaba desvariando un poco o eso era lo que creía el ninja, que jadeaba cada que sentía que la sangre era absorbida de su cuerpo.- Y por lo que escucho también lo es para ti, con mi rodilla te daré un poco de atención en recompensa por tu sangre.
Iwaizumi arrinconó a Neo contra la pared haciendo que le viese de frente y le separó las piernas con su rodilla para poder hacer roces con la entrepierna del ninja, que pegó un respingo por la repentina acción del otro y para después gemir cuando nuevamente sintió como los colmillos del vampiro se clavaban en su cuello.
Aquello provocó que al final ambos terminaran excitandose más de lo debido, siendo que ahora deseaban algo mas que mordidas y roces, por lo que se vieron por un momento para luego besarse con cierto deje de desesperación.
B-bas... basta I-Izu... n-no podemos ha...cerlo aquí.. ngh estamos cerca de la entrada... al-alguien podría escucharnos-. Neo trataba de hablar pero era imposible, pues Iwaizumi apenas y le daba tiempo de tomar un poco de aire antes volver a besarle mientras metía la mano en el short y poder tocarle sobre la tela de la ropa interior.- ¡NO!... n-no me toques... esta sen-se-sensible... espera, ahh~.
Esta bien, seguiremos en mi cuarto y una vez allí ya no me detendré, que lo sepas.- El vampiro cargó al ninja para llevarlo de prisa a su habitación, donde le quito la ropa que le quedaba y se quitó la propia manteniendo solo la ropa interior.- Trataré de ser cuidadoso, es tu primera vez después de todo ¿no?
¡Claro que sí!... Con... un hombre por lo menos, pero ¿no debería tomar un baño o algo? Acabo de venir de entren-. Antes de que pudiese hablar más, Neo fue nuevamente besado por Iwaizumi, pero esta vez fue mas lento.
Era un beso que se tomaba su tiempo para explorar que estragos podía causar al ser suave y a la vez exigente, sin parecer desesperado claro.
Hablas mucho, siempre lo haces Neo, eres inteligente, tanto que tienes poderes psíquicos ¿No? Entonces deberías saber que justo lo que hacemos no debe ser interrumpido con tanta charla-. Iwaizumi le dio un pequeño beso y luego descendió para dejar rastros de besos, mordidas y marcas por toda la piel de Neo hasta que llegó a la parte del abdomen, donde trazó un camino con su lengua hasta llegar al miembro del chico que ya estaba jadeando nuevamente.- Exactamente eso es lo único que quiero escuchar salir de tu boca: jadeos, cualquier sonido de placer que puedas emitir mientras te toco y saboreo.
Luego de aquello, con la puerta cerrada y tratando de concentrar el sonido húmedo que se creaba al hacer un oral en esa pequeña habitación, Iwaizumi se encargó de dar un buen estimulo antes de que comenzara la tarea difícil de preparar a Neo.
Se alejó un poco para poder buscar la caja de condones que tenía guardada, pero antes de dar con ella, vio al chico de cabello largo mostrandole uno de los paisajes más eróticos que jamás haya visto: Neo lucía de cierta manera indefenso, su respiración trataba de regularse pero era en vano, pues se encontraba sumamente agitado por tantas sensaciones que le habían embargado mientras recibía las atenciones del vampiro, la mirada un tanto perdida y nublada por toques de lujuría y deseo, una fina capa de sudor cubriendo su piel clara, mordidas y demás marcas en el cuello.
Iwaizumi tragó saliva al ver tan tentador paisaje, se tomó un momento para seguir apreciando las condiciones en las que estaba el otro, puso atención a cada detalle que se quedaba grabado a fuego en su mente.
Notó la cantidad de cicatrices que el ninja tenía marcando su piel, paso la yema de los dedos por cada una de ellas sintiendo curiosidad de como habían sido hechas, que historia guardaba cada una.
T-tal vez... luego de que ter-te-terminemos de hacer esto te cuente las historias de cada u-una... si quieres, so-solo deja de tocar tan suavemente mi piel, da cosquillas Izu-. Neo sintió la mirada de molestia de Iwaizumi y se percató que nuevamente había leido sus pensamientos.
Estuvo por disculparse pero, sin momento a reaccionar, fue besado con salvajismo, a los minutos quedó sin aire y nuevamente jadeando.
El vampiro tomó de la cajonera al lado de la cama la caja de condones que en un principio buscaba antes de distraerse por culpa del cuerpo del ninja, la dejo a un lado suyo y luego con una voz algo ronca le pidió a Neo que lamiese sus dedos.
Por inexperencia este lo hizo torpemente, sin embargo, eso le daba un toque encantador, según Iwaizumi, que una vez sintió sus dedos lo suficientemente húmedos dio inicio a preparar la entrada del chico de cabello largo.
Se dedicó a darle besos exigentes que trataran de facilitar el que se relajase, pero el primer dedo estaba teniendo dificultades para entrar, el ninja estaba muy tenso pues la incomodidad de que le tocasen ahí era fuerte.
Neo, relajate, hago esto para no dañarte, pero si estas tan tenso no avanzaremos nada-. Pero las palabras del vampiro fueron ignoradas, pues el ninja estaba demasiado centrado en la incomodidad producida por aquel primer dedo que quería entrar en el.- Bien, no me dejas de otra, centraré tu mente en otra cosa.
Una vez más, y de manera sorpresiva, Neo recibió una fuerte mordida en el cuello y su grito fue callado con una mano, la sangre brotaba de manera que manchó un poco las sábanas, mientras consentía el paladar del vampiro que la bebía disfrutándola con gran placer.
Iwaizumi retiró su mano de la boca del ninja, quien no tuvo tiempo a pedir explicaciones pues recibió un beso dulce y delicado, uno que provocaba una calidez y ternura que luchaba con el dolor punzante que sentía a causa de la mordida.
Pero el beso se tornó intenso, sus lenguas se rozaban entre si, provocando que el calor aumentara y que corrientes eléctricas recorrieran el cuerpo de ambos.
Nuevamente ser embriagado por sensaciones tan fuertes y nuevas eran las causantes de que lentamente fuera sumergido en placer, el cual logró calmar la molestia del primer dedo, que ya estaba adentro y se movía imitando leves estocadas buscando la zona que hiciera gritar a Neo, quien sentía que su cuerpo era consumido por un pequeño deseo y calor que iba en aumento mientras más sentía aquel dedo moverse dentro suyo.
Sin embargo, de nuevo la molestia se hizo presente cuando un segundo dedo trataba de entrar, mas no hubo tantos contratiempos como con el primero y se acostumbro pronto, comenzando a disfrutarlo con gran gusto.
La sinfonía creada a partir de sus jadeos y suaves gemidos embeselaban al vampiro que seguía su labor de prepararle y de encontrar el punto de mayor placer.
Cuando dio con aquel dulce punto, Neo gritó de lo bien que se sintió, su mente se tornaba blanca mientras más arremetían en aquella zona, fue tan absorbido por el placer que ni siquiera notó cuando tres dedos entraban y salían de su cuerpo, dilatandole en lo mayor posible para lo que seguía.
Se nota que lo disfrutas, tu interior tan caliente aprieta fuerte, no quiere dejar que saque mis dedos... quien diría que tu cuerpo es así de lascivo, Neo-. La mirada perversa de Iwaizumi al decir aquello dejó sorprendido, a la vez que sonrojado y apenado, al ninja que dejo escapar un pequeño quejido de inconformidad al sentir que los dedos ya no estaban torturando su interior.- Espera un poco, te sentiras mejor en un momento, solo acostumbrate pronto que sino, arremeteré con salvajismo puro y haré de ti un desastre.
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