||Narración normal||

Supongo que deberé retractar lo dicho, les ayudare a ir a ese sitio, pero al no saber donde queda, tan solo puedo llevarnos a una zona cercana y de ahí comenzar la búsqueda de Neo y el señor Mikaela, mas no puedo trasladarnos en este momento por cuestiones de fuerza y poder, deben esperar hasta apróximadamente las diez de la mañana ¿entendido?-. Tomoe estaba más que decidido en ayudar, se notaba ahora sí cuan preocupado estaba.- ...Yo puedo trasladarme inmediatamente, pero para llevar a más personas conmigo debo estar bien descansado, espero lo comprendan.

Mientras podamos ir por Mika, no importa esperar un poco, sin embargo, me preocupa, él siempre quiere hacer todo para evitar que estemos en riesgo, aún si significa arriesgarse así mismo-. Yuu ahora solo sentía una relativa calma, pero el sentimiento de preocupación no se iba.- Tengo un mal presentimiento, ese lugar no es uno a donde debieran ir, sin importar el que.

Entiendo, de haberlo sabido, no hubiese aceptado su petición, pero esperemos esten bien-. Tomoe sintió culpa en ese momento, más no se podía evitar, él no sabía realmente el sitio al que irían.

(Por favor, no hagan ninguna locura, Neo, papá... Esten a salvo hasta que vayamos a por ustedes)-. El vampiro ojiverde caminó hasta una de las ventanas y miró por ella mientras pedía que a sus dos seres queridos no les pasara nada en aquella ciudad.

Mientras tanto, en Sanguinem, los dos infiltrados estaban investigando por separado la zona, en busca de información que pudiesen destruir y enemigos a los cuales eliminar, en caso de que hubiese claro.

El ninja se movía entre las sombras y observaba con detalle su alrededor, se encontraba cerca del antiguo edificio de recolección de sangre, que tal parecía estar siendo usado, ya que la zona estaba en buen estado y sin rastros de polvo o deterioro.

(Tal parece que ha habido actividad reciente en la zona, indicando que sí hay "personas" aquí... debo informar a Mikaela-san cuanto antes, podemos estar en desventaja si nos encuentran por separado)-. Cuando el ninja estuvo por retirarse en sonido de algunas voces amenazando a otra le hizo mantenerse en su sitio, en especial porque le resultó familiar la que era amenazada, pues era la del vampiro rubio con el que vino inicialmente.- (¡¿Mikaela-san fue capturado?!... Debo ayudarlo pronto).

Sin esperar un segundo más, Neo se movilizó hasta estar detrás de los dos enemigos que trataban de sostener a Mika para que no se escapara, cuando reaccionaron a la presencia de este fue demasiado tarde, con telequinesis fueron arrojados directamente a la katana que giraba y los hizo quedar hecho trizas.

¡¡Mikaela-san, Mikaela-san!! ¿Se encuentra bien?-. El pelivioleta se hincó para ayudar al rubio que estaba en el suelo algo débil.

S-sí, estoy bien... Esos sujetos me capturaron con la guardia baja mientras recorría la zona donde tenían a todos los niños antes, me distraje al ver el que era nuestro antiguo hogar, si es que le podía llamar así-. En la mirada de este se notaba la molestia que tenía consigo mismo a causa de aquel fallo tan tonto, según él.- Pero no hay tiempo, avisaron que me encontraba aquí, no tardaran en venir más de ellos, hay que ir pronto a la mansión que pertenecía Ferid Bathory, puede que allí quede información que aún no hayan visto.

No se preocupe por ello, solo dígame donde queda ese sitio e iré yo, usted salga de aquí, no puede estar en esas condiciones, si algo le pasa no podré ver a la cara a Izu y a Yuuichiro-san-. El ojiamarillo le miró decidido, no le importaba terminar aquello de manera solitaria, no si el padre de su amado estaba a salvo.

No puedo dejarte hacerlo solo, así como haz dicho, no sería capaz de ver la cara de mi esposo e hijo si algo te ocurriera, en especial si fui yo quien te trajo a este problema, de aquí nos iremos juntos Neo-chan, sin importar el como-. Con ayuda del ninja, Mikaela se puso de pie y de una bolsa de cuero negro que tenía a un costado sacó un pequeño frasco con sangre de Yuu, el cual bebió para reponer fuerzas.- Con ello podré continuar por un poco más de tiempo, vayamos rápido y tratemos de mantenernos en silencio el mayor tiempo posible.

Con el vampiro en mejores condiciones, ambos comenzaron a moverse nuevamente, esta vez en dirección a la que alguna vez fue la mansión de Ferid Bathory.

Al llegar esperaban que hubiese alguna vigilancia, pero nada, al parecer todos estaban en el lugar donde minutos antes estuvieron, buscando a Mika seguramente, ya que solo tenían informes de que él estaba en Sanguinem.

Entraron y gracias a los recuerdos, desagradables que por desgracia el vampiro conservaba del lugar, se pusieron a investigar hasta el mas mínimo rincón.

En su búsqueda, solo hallaron papeles sobre el orfanato Hyakuya y algunos experimentos que se habían hecho en el mismo, además de una lista con todos los nombres de la familia de Yuu y Mika, aquellos que habían muerto en aquel lugar.

Parece ser todo lo que había de importancia en este lugar Mikaela-san, será mejor irnos, con saber que es aquí donde varios de esos vampiros nuevos se esconden puede bastar para planear un ataque más adelante-. El rubio asintió a lo que dijo Neo, tomó todos aquellos papeles que podían ser usados en contra de los suyos y salieron del recinto.

Con el mismo cuidado que tuvieron desde que el rubio fue liberado por el pelivioleta.

Avanzaron por exactamente aquel camino que alguna vez Mika, junto a su familia, siguieron en busca de libertad.

Solo tenían una salida: aquella misma que fue su entrada en un principio, pero era demasiada coincidencia que todo marchase bien como en aquel intento fallido que el rubio había liderado cuando niño.

Entonces, como era de esperarse, justo al final, alguien los esperaba para impedirles salir: una mujer de cabellera rubia y ropa similar a la que en su momento fue el ejercito imperial japonés, pero que dado sus ojos rojos y colmillos, era fácil deducir que se trataba de una vampiro, esta se interponía entre la salida y ambos infiltrados.

Mas ella no estaba sola en el lugar, un mínimo de 50 vampiros y los que parecían ser 5 nobles, la acompañaban, indicando que esperaban a por ellos o por lo menos a Mika, ya que no sabían que siempre estuvo acompañado por Neo.

Pronto, ambos se vieron rodeados y la tensión en el ambiente era palpable, era clara su desventaja numérica.

Ja, tal parece que fuimos fácilmente emboscados Mikaela-san... Y no creo que vayamos a salir ilesos de esta situación-. Neo ya tenía en manos su katana y estaba atento a cualquier indicio de que la batalla comenzaría en cualquier momento, estaba justo a un lado de Mika para tratar de cubrir su espalda.

Era de esperar que esto no sería salir y entrar sin un poco de riesgo Neo-chan, pero podemos lidiar con esto, debemos hacerlo... Bebe tanta sangre como puedas espada-. Aquella espada, que ya estaba en sus manos, sacó unas raíces que se enredaron en su mano, la hoja se tornó roja al beber la sangre del vampiro cuando le clavó unas espinas a través de las mismas y por un momento se sintió mareado debido a ello.- No olvides porque estamos haciendo esto, el porque debemos salir de aquí... Por Yuu-chan...

No lo olvido Mikaela-san, usted y yo saldremos de aquí... Por Izu-. Los ojos amarillos de Neo cambiaron a un tono magenta mientras que un tatuaje azul se expandió por su mejilla izquierda, dando a entender que iba con todo su poder.

La mujer rubia ya no les permitió seguir hablando, pues ordenó la captura de los intrusos, pero estaba permitido asesinarlos si se oponían demasiado.

De esa manera, el combate entre los más de 50 vampiros comenzó en aquel sitio, la vampira rubia se había retirado, confiando en que cumplirían lo ordenado.

El sonido de choque entre las hojas afiladas de katana y espada contra las de los enemigos no se hizo de esperar.

Los primeros en atacar fueron los vampiros corrientes, mientras tanto, los nobles analizaban el estilo de combate de los infiltrados, pues no querían sorpresas.

Para Neo era difícil la situación, no tenía un arma capaz de matar vampiros al primer toque, si quería deshacerse de ellos tenía como única opción el hacerlos trizas, pero con tantos enemigos a la vez era imposible, solo le quedaba dejarlos vulnerables para que Mikaela los acabase.

Aquello no pasó desapercibido por los nobles, quienes por fin decidieron entrar en acción, siendo su objetivo el más vulnerable de los dos: Neo.

Los separaron lo suficiente para que no pudieran cuidarse mutuamente y entre los cinco trataron de someterle.

Mika entró en desesperación al ver aquello, se deshizo de tantos como pudo para abrirse pasó y llegar a dar apoyo a Neo, que como podía mantenía dando pelea gracias a su telequinesis, ataques de kenjutsu e invocaciones.

Pero todo tenía un límite, y como tal, el poder de Neo estaba llegando al suyo, para su suerte, Mika ya estaba a su lado, manteniéndolo a salvo mientras seguía peleando ahora solo contra seis vampiros comunes y los nobles, quienes no parecían estar a la altura de lo que el vampiro rubio recordaba a los anteriores.

Pero eso no les quitaba fuerza, simplemente parecían ligeramente menos experimentados en el combate que sus antecesores.

La batalla continuó, pero el desgaste en Neo y Mika ya era notable, habían pasado a la defensiva total, lo que poco a poco fue causando que los acorralaran en una esquina.

No había escape alguno, no para ambos según los pensamientos de ninja, que se estaba defendiendo con un kunai solamente, pues su katana había sido lanzada a otro extremo y ahora trataba de cuidar que no hiriesen más al rubio ojirrojo.

¡Debemos esforzarnos un poco más Mikaela-san, no deben detenernos, tenemos que regresar! (Lo siento Mikaela-san, tal vez no saldremos de esta juntos... pero usted sí lo hará, tiene que volver con su familia)-. Una última invocación por parte del ninja cayó desde arriba para dar un fuerte golpe en el suelo, que hizo tambalear a todos menos al que lo hizo aparecer.

Neo aprovechó eso para hacer que su espada volviese a sus manos con la telequinesis, pero no solo fue aquello, el cuerpo de Mika salió levitando hasta la salida que ya estaba despejada, se posicionó delante de él y miró al frente, donde los nobles se ponían de pie y los miraban con enojo, al parecer finalmente irían con intenciones asesinas.

Huya Mikaela-san, le daré tiempo mientras lo hace, rápido, yo iré justo detrás de usted-. Lo último era una mentira, Neo no tenía las intenciones de huir, pero eso Mika no lo supo hasta que fue arrojado por la fuerza de la telequinesis más allá de la salida.

El ninja sabía que estando fuera y a nada del amanecer, los vampiros que estaban ocultos en el lugar no podrían seguirlo, así que solo le quedó sellar con una tumba de rocas la salida para enfrentarse hasta la muerte con los vampiros nobles.

...Bien, vayamos por una segunda ronda, esta vez, verán el verdadero demonio que soy en el combate...-.La confianza era lo único que le quedaba al ninja, pues su poder y fuerzas estaban ya en ceros.

No iba a durar mucho más en combate, pero lo daría todo hasta el final.