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Cap. 23- El loco más cuerdo

Chris

Me quedé asombrado cuando Cairus se acercó a Amy y la besó con pasión mientras miraba de reojo a Lawriett, el cual solo se limitaba a mirarlo mal en vez de ir y alejar a ese loco de su prometida psicópata, su actitud me hizo fruncir el ceño.

¿Acaso no siente nada por ella?
Entiendo que esté media loca pero en el fondo sigue siendo Amy, aquella chica dulce que me preparaba pasteles.

—Aléjate de ella —dije asesinando a Cairus con la mirada, él miró hacia mí con una ceja arqueada y una sonrisa burlona, me estremecí al ver su mirada sádica, Amy parecía una muñeca sin vida a su lado.

Todos nos quedamos estupefactos cuando él hizo un poco de fuerza y rompió las esposas que había en sus manos, agarró a Amy de la cintura, ella intentó alejarse pero él la agarró con fuerza. 

—Ella es mía —hice una mueca cuando dijo eso, le levantó la camiseta y le arrancó el sostén dejando sus senos a la vista de todos, enfurecido caminé hacia él hasta que Jack me agarró del brazo, apreté los dientes y miré a mi novio, él negó lentamente.

Sé que no estoy en mi mejor momento pero tengo que hacer algo si nadie más lo hará. Me molestaba ver a Cairus lamerle los pezones mientras ella lloraba. 

—Esa ya no es tu amiga.

Giré rígidamente la cabeza y miré a Lawriett con incredulidad cuando dijo eso. "Esa" "Mi amiga" No pensé que él podría llegar a ser tan frío e indiferente.

—Ohh ahora es solo "mi amiga" ¡Te vas a casar con ella! ¡¿Acaso no te importa lo que le pase?! —dije furioso, él me miró con dureza, un silencio sepulcral e incómodo se hizo en la sala. Miré de reojo algo de preocupación en los ojos de Jack.

—Chris, shh... —me susurró, me crucé de brazos sin entender por qué dijo eso.

—No sé de qué estás hablando... —dijo finalmente Lawriett, abrí mucho los ojos y me sentí indignado de que se hiciera el tonto. 

—¿Casarte? ¡¿Planeabas casarte con ella?!

Todos miramos a Cairus, en su rostro había tanto odio que me dio un escalofrío, me sentí perdido al ver su mirada enojada hacia Lawriett, ¿Cairus y Amy tienen algo?

—Ay Chris... tremendo lío acabas de armar —susurró Luke asustado, yo también me asusté al ver a Jack asentir.

El pequeño rey observaba todo con ojos curiosos mientras comía palomitas de sangre gelatinada, ¿en qué momento le dieron eso?

—Cai...

—NADA LAWRIETT, te pasaste —Cairus interrumpió a Lawriett, tragué duro al ver como agarró a Amy del cuello, ella lo miró con odio. Un momento...

Cairus lanzó a Amy hacia el otro extremo del salón, me quedé boquiabierto al escuchar sus huesos romperse, Cairus destilaba odio y furia.

Él no tiene algo con Amy... Es con Lawriett.

Pero hace un segundo parecía que Cairus violaría a Amy delante de todos.

—Eres un imbécil —dijo Cairus mirando fijamente a Lawriett, me sorprendí al ver la íntima pero algo incómoda mirada que se dieron.

—Alguien debía controlarla —respondió Lawriett con cautela, asombrado vi como el rostro de Cairus enrojecía de rabia, jamás había visto eso en un vampiro.

—S-Sabía que no me q-querías —miré a Amy cuando dijo aquello, ella seguía en el suelo, estaba llorando cuando me miró. —P-Pensé que era tu culpa, por eso intenté matarte... lo siento —dijo arrepentida, suspiré pesadamente.

—Buen trabajo Lawriett, se nota que la controlaste bien... —dijo Cairus con un tono sarcástico y resentido, Lawriett lo miró con cara de  "hablemos esto en privado, por favor cariño" podía ver eso escrito en su rostro —Y obviamente él no te quiere, zorra estúpida —le dijo Cairus a Amy con enojo, ella sollozó y se abrazó sí misma.

Me sentí mal por ella, Lawriett realmente no la quería.

—Mmm... ¿Ustedes que son? —pregunté rascandome la nuca, di un respingo cuando ambos me miraron de forma poco agradable, me escondí detrás de Jack y asomé la cabeza para ver que pasaba.

—Mejor quédate callado, parece que están sensibles... —me susurró mi novio, asentí rápidamente de acuerdo con eso, él se quedó mirándome, me sonrojé cuando sonrió un poco, agarré su fría mano y ambos miramos al frente.

Jamás hubiera imaginado que entre ellos había algo, los dos son tan distintos... bueno...

Miré a Jack y me encogí de hombros, también nosotros somos muy distintos.

—La voy a matar —dijo Cairus fríamente acercándose a Amy, miré a Lawriett, él no hacía nada, solo observaba de una forma extraña a Cairus.

—Déjala en paz, Cairus —suspiré aliviado cuando el rey dijo eso y Cairus detuvo sus pasos. —¿Recuerdas que debes pelear con Chris? —preguntó con una sádica sonrisita mirando de reojo a Lawriett, lo miré mal. Maldito enano.

Cairus frunció el ceño y se quedó pensativo por unos segundos, luego asintió, él miró por un momento a Lawriett y me pareció ver dolor en sus ojos.

—No lo harás —dijo Lawriett con enojo poniéndose delante de Jack y yo, Cairus lo miró sin expresión alguna.

—... Tú no decides eso, cariño —susurró. Abrí los ojos como nunca cuando en menos de un pestañeo me encontraba contra la pared con Cairus agarrándome del cuello. ¡¿Cómo diablos hizo eso?!

Lo miré y ahora pude notar claramente el dolor y enojo que había en sus ojos, ahora sí que me va a matar. Miré de reojo a Jack y a Lawriett, los dos se veían sorprendidos.

—S-Suéltame... —dije con dificultad, me estaba asfixiando, no tenía fuerzas ni para alejarlo de mí.

Cerré los ojos por un momento, respiré con desesperación cuando sentí que la presión alrededor de mi cuello se iba abrí los ojos y vi a Jack a mi lado mirando a Cairus con hostilidad, el cual estaba más allá parándose del piso.

—Jackson, esto es entre el rojito y yo —dijo limpiando su elegante traje, sus ojos negros me miraron de arriba abajo con una extraña sonrisa.

—No te dejaré lastimarlo —contestó Jack mirándolo fijamente, fruncí los labios cuando Lawriett se puso a mi lado, odio parecer una damisela en peligro.

Miré al pequeño rey, él podría detener todo esto pero parecía estar disfrutándolo a lo grande, al sentir que lo observaba me miró pero luego apartó violentamente la mirada, arqueé una ceja, ¿qué le hice?

—Creo que el rey te tiene ganas —susurró Luke a mi oído mirando alrededor, todos escucharon eso, lo miramos como si estuviese loco, él se escondió detrás de mí, escuché la risa de Cairus.

—Hasta yo le tengo ganas —dijo él cuando dejó de reírse, Jack frunció el ceño, Lawriett miró mal a Cairus y yo me sonrojé.

Miré de reojo al rey, él estaba asesinando a Luke con la mirada, ¿será verdad?

—No importa cuantos aquí le tengan ganas, él es mío —cuando Jack dijo eso fríamente sentí mariposas en mi estómago.

—¿Qué ganaré si peleo con él? —preguntó Cairus arqueando una ceja y mirando a su rey, el cual lo miró fijamente.

—Rebajaré 500 años de tu condena —contestó, Cairus asintió complacido y me miró con lástima fingida, mi corazón latió muy rápido y mi instinto humano me decía que huyera.

Pero no podía simplemente huir dejando aquí a Luke, a Amy y a Lawriett, además tenía que pelear con Cairus, o lo más probable es que Jack y yo no podamos estar juntos.

—Yo... voy a pelear con él —dije haciendo que todos los murmullos se detuvieran, todos los presentes me miraron.

—No estás en condición de...

—Lo haré —corté a Jack mirándolo a los ojos, él negó acercándose a mí, suspiré pesadamente y miré al pequeño rey, él estaba mirándome atentamente.

—Chris, no lo vas a hacer —ordenó Lawriett mirándome con advertencia.

Me dieron ganas de vomitar de los nervios al ver que el pequeño rey levantó una mano y sentó bruscamente a Jack, a Lawriett y a Luke en unas sillas que había al fondo, vi que los tres intentaban pararse pero no podían, ni siquiera Jack.

—Nate, levantame —dijo Lawriett mirando con rabia al pequeño rey, el cual arqueó una ceja y balanceó sus piernas, se veía aún más pequeño haciendo eso. Entonces él se llama Nate...

—¿Quieres que te siente en el techo? —preguntó con una inocencia sádica, Lawriett lo miró mal y luego a mí.

—¡Vete de aquí, Chris! —exclamó mi novio mirándome con impotencia, negué con dificultad.

—No puedo —respondí y dejé de mirarlo, no soportaba verlo así.

Miré a Cairus, él estaba recostado de la pared con una expresión de aburrimiento.

—Oh, ¿Romeo y Julieta ya acabaron? —preguntó con un tono extraño arqueando las cejas.

—Si lo dices así pensaré que tienes envidia —dije con un tono malicioso, eso pareció enfurecerle.

Mientras él comenzaba a replicar diciendo que Jack y yo somos unos idiotas, y bla, bla, bla, me acerqué a mi novio y sin mirarlo a los ojos le clavé los colmillos en el cuello.

Miré de reojo que Cairus no venía, más bien estaba mirándome como un psicópata pervertido, igual el pequeño rey y los guardias, me sonrojé mientras bebía de la sangre de Jack, lo escuché gemir en voz baja así que enterré aún más mis dientes.

Al sentir que su sangre recorría todo mi cuerpo y se mezclaba con la mía me alejé y lamí la herida, miré a Jack, él se veía un poco drogado, como cada vez que chupo su sangre o él la mía, acaricié su rostro y caminé hacia Cairus.

—Ahora que Jackson está así deberíamos violarte aquí mismo.

Un escalofrío me recorrió al escuchar a Cairus decir eso con seriedad y lujuria. ¿"Deberíamos"?

Miré mal al pequeño rey, él fingió estar distraído mirando los macabros pilares del macabro palacio en el que ha estado 900 años o más.

Tengo suerte de que sea un rey y respete que soy la pareja de uno de sus amados príncipes, no tenía oportunidad contra él, pudo con Jack, Luke y Lawriett con solo levantar una mano, él se aclaró la garganta y nos miró.

—El que le quite la cabeza al otro gana —explicó rápidamente, me sorprendí por eso, ¿no voy a morir? Pero si Cairus gana perderé a Jack, esa para mí sería la peor muerte de todas.

Cairus se carcajeó y se acercó a mí, retrocedí con disimulo y concentré una gran cantidad de fuerza en mis manos, fingí parecer asustado para Cairus no se de cuenta de qué estoy haciendo.

—Sé lo que haces, bebé —dijo con una sonrisa, lo miré incrédulo. —Escucho claramente tu corazón, y desde aquí puedo sentir una gran cantidad de algo en tus manos —explicó acercándose lentamente. Mierda. Obviamente se daría cuenta, aunque está loco es alguien muy poderoso. —Chris... piensas que estoy loco, ¿cierto?

Parece que también es adivino, no respondí y levanté una mano hacia él, imitó mis acciones, él tenía una sonrisa de diversión que me inquietaba.

—Estás loco —dije mirándolo fijamente, él sonrió aún más.

Sin dejar de mirarlo saqué de mí el dash más fuerte hasta ahora, me dio algo de ansiedad ver que no se movía ni un maldito centimento.

—¡Aaah! ¡que fuerza tan poderosa! —exclamó exageradamente ese demente fingiendo que casi se caía, me sentí insignificante y dejé de usar la fuerza viendo que ni un pelo le movió. —No te equivocas, soy la persona más demente en este lugar, pero también soy la más cuerda...

Casi se me salen los ojos al verme pegado al techo, temblando miré hacia abajo, Cairus estaba sonriéndome como maniático.

Me puse en posición fetal al sentir mis huesos ir rompiéndose lentamente uno por uno.

Vomité sangre y me retorcí de dolor escuchando las voces desesperadas de Jack, Luke y Lawriett.

—¡Basta maldito! —escuché que exclamó Amy.

Caí del techo como un saco de papas, miré hacia Cairus y vi a Amy intentando quitarle la cabeza.

Me levanté rápidamente en cuanto sentí mis huesos volver a unirse, es inútil pelear contra Cairus, su fuerza es claramente superior.

—¿Ya te rindes, Christoper? —miré al rey, él preguntó eso sin mirarme. No debo olvidar que esto es una prueba, y que debo impresionar a ese rey con apariencia de niño.

—Por supuesto que no —respondí secamente, caminé hacia Cairus al ver que intercambió los papeles y estaba estrangulando a Amy.

—Maldita perra, debí hacer esto hace mucho tiempo —dijo con enojo tratando de quitarle la cabeza, ella movía sus manos torpemente intentando matarlo.

Mordí mi labio con fuerza y miré alrededor buscando algo con que pegarle. En una pared había una armadura de caballero, este agarraba una espada plateada, corrí hacia allá y la tomé sin dudar, me acerqué a Cairus con sigilo, él parecía estar muy concentrado intentando matar y torturar a Amy, empuñé la espada y se la clavé con fuerza por la espalda, tanto así que le salió por delante, una gran cantidad de sangre salió de la herida, él giró el rostro y me miró con los ojos entrecerrados, tragué duro cuando me lanzó un beso.

—Primero déjame matar a esta zorra, bebé —dijo casualmente como si estarse desangrando le pasara todos los días.

Lo miré horrorizado, él ni se inmutó cuando lo apuñalé.
Lo único que puede contra él es la habilidad extraña que tiene para destruir cosas, la misma que tiene Jack...

Ya sé que Cairus es un loco inteligente, esos son los peores...
Pero yo también tengo un cerebro...

Un chorro de sangre corrió por la empuñadura de la espada y llenó mi mano, sentí lo espesa que era, me quedé callado al sentir un cosquilleo en la mano llena de sangre, me quedé mirándolo fijamente mientras usaba el dash en ella, observé incrédulo unas burbujitas...

Limpié rápidamente mi mano al sentir la sangre quemarme. ¡Su sangre se calentó en mi mano! 

Sentí que se me prendió el bombillo al sentir otra vez un cosquilleo. Busqué con la mirada un toma corriente, quizás esto sea algo loco pero podría funcionar...

Puse una mano en el hombro de Cairus e hice fuerza, le rompí los huesos de ahí para que soltara a Amy, él suspiró pesadamente y la soltó, se dio media vuelta y se inclinó para verme directamente a los ojos.

—Que impaciente eres —dijo negando, cuando iba a revolver mi cabello lo agarré del brazo y se lo rompí mientras lo miraba con odio, él evaluó su brazo roto. —Nada mal...

Me estaba exasperado su maldita actitud relajada, él estaba muy confiado de que podría volverme papilla en cualquier momento. Bueno, si yo fuese él también estaría confiado. 

—Te pareces mucho a él... —susurró mirando mi rostro, me sorprendió ver un poco de compasión en sus ojos.

No era la primera vez que me miraba así, cuando pensé que Jack lo mataría hace meses él me miró de esta forma.

—¿A quién? —pregunté alejándome de él y acercándome al toma corriente, él suspiró y negó, miré a Lawriett, él se veía desanimado, Jack estaba en completo silencio sólo mirándome, eso me pareció sospechoso.

Para hacerlo sólo pon una mano en la pared e intenta atraerla hacia ti, NO toques el toma corriente.

Su silencio cobró sentido cuando escuché eso dentro de mi cabeza, él sabe lo que intento hacer.

Cairus ladeo el rostro y me miró con sospecha, caminé hacia la lámpara que estaba pegada a la pared, con disimulo acerqué una mano, quería atraer la energía hacia mi mano y así poder darle una descarga eléctrica a Cairus utilizando el dash, eso sin duda le haría mucho daño, pero no puedo practicar traerla, él lo sabría en menos de un segundo.

—¿Qué intentas hacer? —preguntó arqueando una ceja y caminando alrededor de mí. Casi podía ver los engranajes de su cerebro moviéndose a una velocidad descomunal intentando averiguar que tramo.

—¿Crees que intento algo? Me halagas —respondí mirándolo con burla, él se acercó con una mirada que daba miedo.

Justo cuando lo tuve frente a mí tomé la energía con una mano y la otra la puse en su pecho, sorprendido miré como su cuerpo daba fuertes espasmos, sus ojos parecían dos botellas y un poco de sangre espumosa salía de su boca, él me empujó haciendo que me cayera al piso, miré con horror su mirada psicópata, sin ver atrás pegué mi mano a la pared otra vez, lancé un grito al sentir la corriente electrocutarme, quité la mano y miré atrás, había tocado el toma corriente, me quejé cuando un débil Cairus me dio una patada en el estómago, toqué la pared y agarré una de las piernas del psicópata, él intentó quitar mi mano pero parecía no tener más fuerza para hacerlo, creo que lo estoy matando...

Solté un quejido cuando mi cuerpo impactó contra la pared del frente, sin esperanzas y con terror miré a Cairus, pero él estaba tirado en el suelo, confundido miré alrededor y suspiré pesadamente al ver al pequeño rey parado observando fijamente a Cairus, él fue quien me azotó.

Lo miré mientras se acercaba a Cairus, se inclinó y acarició su rostro, Cairus tenía los ojos abiertos con dificultad, me acerqué a ellos.

—Voy a quitarle la cabeza —dije mirándolos con calma, el pequeño rey me fulminó con la mirada.

—Ya ganaste Christoper —dijo bajando la mirada hacia Cairus, los miré con sorpresa.

Cairus parecía a punto de morir, ¿por qué me siento mal? Debería estar feliz por haberle ganado pero no me sentía así..

El pequeño rey acercó su muñeca a la boca de Cairus, este le clavó los colmillos y bebió su sangre.

—Vámonos.

Me di la vuelta al escuchar la voz de Jack, él me miró con alivio y me tomó de la mano, asentí levemente al ver que Lawriett se acercaba a Cairus, el cual parecía estarse recuperando mientras bebía la sangre del pequeño rey, Luke se acercó con cautela a Amy.

Me llevé una mano a la barriga, me dolía un poco, me quedé sorprendido cuando Jack me cargó, me sonrojé al ver su mirada suavizarse, pegué mi cabeza de su pecho mientras él caminaba hacia la puerta.

—¿Ahora podemos estar juntos? —pregunté bostezando un poco, él asintió lo que me hizo suspirar de alivio y relajarme. Por fin.

—Podemos hacer lo que queramos —susurró con un tono extraño, sonreí y le di un beso en el cuello.

Él me miró con perversión y entró en su habitación, cerró la puerta con el pié y me tiró en la cama, el sueño que tenía se me fue al ver su sexy sonrisa.

Sin más nos quitamos la ropa en un abrir y cerrar de ojos, él se subió sobre mi cuerpo desnudo, mirándome a los ojos separó suavemente mis piernas, me sonrojé cuando llevó su boca a mi miembro y lo lamió, me sorprendió su delicadeza al hacerlo...

Cuando se lo metió en la boca y comenzó a chuparlo no pude callar mis gemidos y suspiros al sentir su fría boca alrededor de mi miembro, él lo succionaba y lo lamía de una forma maravillosa, sentía como el interior de su boca se iba poniendo tibio, cerré los ojos y estruje las sábanas en mis dedos, gruñí y abrí los ojos cuando alejó su boca.

—¡Ah! —solté un grito cuando clavó sus colmillos cerca de mi entrada.

Temblando del placer dejé que chupara mi sangre, sentí un hilillo de saliva recorrer mi barbilla, Jack me masturbó sin dejar de beber.

Miré al techo y con un gran gemido terminé corriéndome, Jack sacó sus colmillos y lamió la herida, sintiendo mi rostro arder me acerqué a él tímidamente y lo besé, él me correspondió de inmediato mientras masajeaba mis caderas, bajé mis labios hasta su cuello y lo besé mientras lo recostaba suavemente en la cama sentándome sobre sus caderas.

Enterré mis dedos en su cabello y alejé mis labios, mientras él me miraba fijamente con lujuria y expectación le sonreí un poco y me levanté, miré su gran miembro erecto y decidí jugar, me senté en sus piernas y acaricié con mis dedos la punta rosada de su miembro.

Mirando a Jack acerqué mi lengua y lamí la punta en circulitos, él me miraba con advertencia y deseo, le sonreí traviesamente y lamí todo su falo, me lo entré en la boca o al menos la mitad y lo chupé con rapidez mientras Jack me miraba asombrado.

—¿Cómo aprendiste... —se calló al ver mi falsa mirada inocente, con diversión seguí chupándoselo al ver su mirada asesina.

Sin avisar se vino en mi boca, sorprendido traté de tragar todo su semen pero terminé tosiendo un poco, limpié mis labios y lo miré, con el ceño fruncido él me arrecostó con violencia y abrió mis piernas, sonrojado me quedé observándolo, gemí con fuerza y se me salieron algunas lágrimas cuando entró de una sola estocada en mí, gruñí cuando comenzó a moverse rápida y violentamente, gimiendo de dolor y placer lo atraje hacia mí y lo miré, el sonido de mi corazón acelerado resonaba en la habitación, junto a mis gemidos.

Minutos después Jack me miró a los ojos, sentí un extraño cosquilleo cuando lo hizo, él fue bajando el ritmo de sus penetraciones, mi sudado pecho subía y bajaba con rapidez, suspiré cuando se movió suavemente, él juntó sus labios con los míos, y el cual pensé que sería un beso violento y desesperado, fue uno cargado de pasión y delicadeza, extrañado le correspondí, todo mi cuerpo ardía mientras él bajaba sus manos y me acariciaba, pasé mis dedos por sus mejillas cuando separamos nuestros labios.

Jack acercó su pecho al mío y sin dejar de moverse escondió su rostro en mi cuello, acaricié su cabello y dejé que me lo hiciera como quisiera, los dos nos corrimos casi a la vez, aun después de hacerlo Jack no se alejó de mí.

—Jack... —lo llamé con cariño, él giró el rostro y me miró a los ojos. —Háblame de ti... —le pedí mirándolo, lo sentí tensarse, él salió de mi cuerpo y se sentó de lado en la cama.

—¿Qué quieres que te diga? —preguntó levantándose y mirándome de reojo, enterré mi rostro en la almohada por un momento.

No pensé que llegaría tan lejos, lo miré mientras se sentaba nuevamente en la cama. Detrás de todo ese sadismo hay un vampiro dulce y cariñoso, lo que me pregunto es, ¿por qué él lo esconde la mayor parte del tiempo?

—Todo.

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