Cap. 21- El infierno en la tierra
Chris
Creo que toda la ciudad escuchó el grito que lancé al sentir las enormes lenguas de los cancerberos lamerme, me hice un ovillo en el suelo abrazando mis piernas mientras los perros me lamían, están saboreándome antes de tragarme, que lindos.
-M-Maldita, h-haz algo -dije temblando y mirando a Amy. Un movimiento en falso y estos perros me devorarán.
Ella se cruzó de brazos e intentó acercarse pero los perros le gruñeron.
-Acércate -me pidió ella con cautela, la miré con temor. ¿Que vaya hasta allá?
-¿Y-Y si se enfadan? -pregunté mirando a los perros. Me sentía violado, seis lenguas babosas y calientes pasaban por todo mi cuerpo.
Por eso son perros del infierno, saben cómo torturarte antes de matarte. Moriré del trauma antes de que me coman.
-No te matarán, ven -dijo ella frunciendo el ceño, respiré hondo e intenté levantarme del piso, mis piernas parecían de gelatina, tuve que gatear hacia Amy.
Cerré los ojos con fuerza, estaba todo babeado y los malditos no dejaban de lamerme todavía, no lo soporté más, me levanté y corrí lejos, Amy me agarró cuando iba a largarme de este infierno.
Temblando miré hacia atrás, los perros estaban mirándonos. Quietos y observándonos. ¿Qué están esperando para matarnos?
-Era solo una suposición, pero pensé que si eres la pareja de Jack entonces ellos no te matarían -dijo Amy mirándome y sonriendo nerviosa. Me sorprendí ante su falta de humanismo. Que maldita perra.
Había sorpresa en sus ojos al ver que los perros no me destrozaron, fruncí el ceño y la levanté dos metros con mi fuerza, ella lanzó un grito al ver que sus pies abandonaban el suelo.
Me lanzó a esos perros sin estar segura de si me matarían o no. Sin duda ya piensa como una vampira, tan fría y despiadada.
-¿Fue una "suposición"? Dame una buena razón para no lanzarte a ellos ahora mismo, por lo que noté no les agradas -dije con un tono sádico mientras la observaba con odio, ella me miró con temor.
-No te atreverías -su tono de advertencia me hizo reír, arqueé las cejas y la acerqué a los perros, ella chilló como una niña asustada.
-¿Tú crees? Será mejor que comiences a rezar, perra -contesté mirándola seriamente, la vi tragar duro. Si me atrevería a hacerlo, pero...
-Lo siento, lo siento -dijo mirándome muy arrepentida a la vez que lloraba, suspiré pesadamente y la bajé sin cuidado alguno.
Es la pareja de Lawriett, no le haría gracia que la matara. Solo por eso te salvas, Amy.
-¡Chris! ¡Amy!
Miramos hacia atrás con sorpresa y temor, Luke tenía el ceño fruncido mientras se acercaba y nos miraba.
-L-Luke, ¿q-qué haces aquí? -pregunté nervioso, él me miró mal.
-Escuché un grito, ya me imaginaba lo que estaban haciendo, par de idiotas.
Amy y yo bajamos la cabeza como niños regañados, Luke estaba enojado. Si él lo escuchó...
-¿Lawriett y Alec...
-No, yo estaba por aquí cerca así que lo escuché mejor, puse una barrera para que ellos no lo oyeran -respondió, suspiré aliviado. Ellos nos hubieran matado de inmediato.
-Gracias -dijimos Amy y yo mirándolo, él nos fulminó con la mirada, luego tragó duro viendo a los perros con temor y un brillo de fascinación en los ojos.
-Vámonos de aquí -contestó y comenzó a caminar de regreso, Amy lo siguió sin dudar, en cambio yo me quedé mirándolos.
No quiero irme, necesito estar con Jack. Me concentré para sentir su presencia, una sensación cálida acudió a mi pecho, él está en Infernus. Lo llamaría mentalmente pero no tengo ni idea de cómo lo hice la otra vez.
-Chris, vamos -me llamó Luke con cautela, negué, él resopló y se cruzó de brazos.
-Ustedes váyanse -dije con calma, Amy frunció el ceño y se acercó junto a Luke.
Quizás ellos no entiendan mi necesidad de ver a Jack, ellos tienen a sus parejas sin ningún problema. Si para ver a mi novio tengo que aguantar que cincuenta o más perros pasen sus lenguas por mí, lo haré.
-Sabía que dirías alguna estupidez así, y como soy un idiota te acompañaré.
Abrí mucho los ojos al escuchar a mi mejor amigo, él me miraba fijamente. Está hablando en serio. Le sonreí agradecido, daba un poco de miedo ir solo a esa ciudad tan oscura.
-Yo también -dijo Amy mirándome, arqueé las cejas y ella suspiró pesadamente. -No volveré a lanzarte a los perros -añadió jugando con sus manos, Luke giró rígidamente la cabeza hacia ella.
-¡¿Eso hiciste?! -preguntó con una mirada aterradora acercándose, Amy se alejó rápidamente cuando Luke iba a estrangularla.
-Luke, está bien -dije con tranquilidad, yo también quería matar a Amy, aunque quizás los perros tengan hambre.
"Law, lo sentimos. Fue un accidente" eso le diré a Lawriett si ella muere accidentalmente.
Luke se alejó de ella y caminó hacia mí.
-Deberíamos matarla -me susurró seriamente mirándola de reojo, me encogí de hombros y asentí, Amy nos miró con terror.
-Deberíamos pero no lo haremos -respondí mirándolo, él suspiró resignado y miró a los perros.
Tomó mi mano y clavó sus colmillos en mi muñeca, yo lo miré sorprendido mientras bebía, se alejó después de lamer la herida.
-Esas cosas no te matan por la sangre de Jack, y a mí no me matarán por la tuya -explicó él mirando a los perros, sus ojos azules brillaron con interés. A él le gustan las cosas extrañas. -Aunque a Jack le enojará que la beba -dijo con una sonrisa malvada, negué varias veces. Él odia a Jack.
Miré a Amy, ella también debe beber mi sangre. Estaba mirando al suelo tristemente, suspiré y me acerqué.
-Bebe -dije poniendo mi muñeca frente a ella, vi cómo se llevó una mano a los ojos.
-En serio perdóname -susurró llorando, me quedé mirándola, asentí al ver que estaba realmente arrepentida, además me hace ricos pasteles.
Tomó mi mano y clavó sus colmillos suavemente, bebió con timidez y lamió la herida. Los tres nos paramos frente a los perros, con pasos lentos caminamos hacia el puente, los cancerberos me lamían a mí, hice un puchero.
-¿Por qué solo a mí? -pregunté arrugando la nariz, Luke se rió con maldad. ¡Esto es injusto!
-Porque fornicas con su jefe, ellos también quieren cariño -respondió con malicia ese idiota, lo miré mal e hice que el Dash me levantara, crucé medio puente sin poner un pie en el suelo, así los perros no me lamerían, bajé cuando estuve alejado de ellos.
Les sonreí con burla a mis acompañantes cuando llegaron a donde yo estaba, ellos negaron y se quejaron en susurros.
-Este se cree superman... -susurró Luke rodando los ojos.
-No, no, él es el Drácula moderno... -dijo Amy en voz baja.
Los fulminé con la mirada y caminé por el puente con ellos. No es mi culpa tener estos poderes. Pensé con sonrisa. Miré a Luke, él estaba mirándome y negando con la cabeza.
Miré con incomodidad toda la niebla negra que había, miré hacia el mar, tragué duro al ver lo negra que estaba el agua. Ladeé la cabeza con confusión al ver extrañas burbujas saliendo del agua más allá. ¿A caso tiene jabón?
-Es agua hirviendo -explicó Luke, lo miré incrédulo, él fingió un escalofrío y asintió.
Miré el agua con más atención y pude ver peces muertos flotando, si era agua hirviendo.
Los tres caminamos hasta el final del puente, lo que había frente a nosotros era un bosque, un inmenso y terrorífico bosque de árboles de hojas negras y unas extrañas frutillas negras que parecían cerezas, había mucha niebla alrededor, sentí como se me helaban los huesos. Este lugar me da ganas de salir corriendo, esconderme en mi habitación y no salir en los próximos 200 años.
Me acerqué a uno de los árboles y tomé varias frutillas en mis manos.
-Cómete una y tendrás que quedarte en cama por una semana.
Las solté al escuchar a Luke. No podemos relajarnos en este lugar. Miré al cielo y me horrorice al ver por qué era negro.
Entre las nubes se podía ver los rostros desfigurados de muchos vampiros, eran almas oscuras. Si agudizaba mi oído podía escuchar sus gritos de súplica y lamentos. ¿Qué clase de manicomio es este?
-¿P-Por qué están ahí? -pregunté más que aterrorizado mirando a Luke. Él sabía mucho sobre este lugar. Amy y él me miraron con las cejas arqueadas. -¿Qué? -pregunté confundido y abrazándome a mí mismo.
-Para resumir todas las preguntas que harás solo te diré que... Mmm... Piensa en este lugar como el infierno en la tierra -respondió Luke mirando alrededor.
Asentí no muy conforme con su respuesta. El infierno en la tierra. Entonces esas almas son de vampiros malvados.
-¿Jack vendría siendo una especie de demonio? -pregunté intrigado, Luke me miró con cara de ¿es en serio? Hice un puchero.
-Jack vendría siendo el próximo satanás -aclaró mirándome fijamente, me dieron un escalofrío sus palabras, sobre todo porque él habló con seriedad. -¿Qué rayos es lo que ustedes hacen cuando están juntos? -preguntó frunciendo el ceño, me sonrojé. No sé mucho sobre mi novio.
-Mmm... tenemos sexo -respondí encogiéndome de hombros, Luke soltó una pequeña risa.
-Tiene sexo con el futuro satanás y ni cuenta se da -murmuró con indignación, me sonrojé y miré al frente, tendremos que atravesar este horrible bosque.
-Vamos -dije comenzando a caminar. No hay tiempo que perder, Lawriett y Alec se darán cuenta que no estamos cerca.
-Chris, no te apresures, debemos tener los ojos muy abiertos, a muchos les agradaría matarte.
Me detuve y tragué duro al escuchar a Luke, me sentí mal. "A muchos les agradaría matarte" Lo sé.
Sé que es estúpido que piense en la ciudad vampiro como mi hogar ya que los vampiros van a querer matarme si saben qué soy, pero me siento tan bien en el palacio que me es casi imposible no pensar así. Pero mi hogar es con Jack.
-Ocultaré mi presencia -dije con pesar, ya estoy acostumbrado a esconderme.
Mi padre anunciará mi existencia en unos días, eso me está causando mucha ansiedad. Tengo mucho miedo de que me rechacen, eso me dolería mucho.
Luke asintió y seguimos caminando. A medida que nos adentrábamos más en el bosque sentía que nos observaban, a parte de las almas en el cielo.
Miré alrededor con mucha atención, pero no había nada ni nadie más, al menos no siento la presencia de nada. Quizás estoy siendo paranoico.
-¡Perro salvaje a la izquierda! -exclamó Amy asustada, nos giramos, más allá venía un cancerbero corriendo hacia nosotros, me quedé en shock por la sorpresa.
Tragué duro, ese no mostraba ganas de lamerme o de dejarnos pasar. Los tres reaccionamos y echamos a correr por entre los árboles, ese perro nos matará.
-¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! -grité fastidiado mirando hacia atrás sin dejar de correr, el perro se acercaba cada vez más, por sus grandes patas acortaba rápidamente la distancia.
Había una extraña espuma amarilla saliendo de sus tres bocas, fruncí el ceño y olí el aire minuciosamente. ¡Lo sabía!
La espuma en sus bocas es de azufre, alguien le dio de esa sustancia para que cogiera rabia. A los perros del infierno los enciende el azufre. Perfecto para que se animen a buscar la cena. Parece que alguien no está contento con nuestra intromisión aquí.
No es como si me importara, yo quiero y veré a Jack, cueste lo que cueste.
-¡Sigan corriendo! -exclamé mirando a Amy y a Luke, ellos me miraron con advertencia pero siguieron corriendo.
Fui bajando la velocidad al ver que ellos estaban un poco lejos, me subí rápidamente a un árbol, maldije cuando crujió un poco por lo seco que estaba, miré con atención al perro.
Ni siquiera un estúpido perro infernal me detendrá.
Este se detuvo a unos metros del árbol y se quedó mirándome y ladrando.
-¡Ven maldito! -lo llamé con fastidio, vi como gruñía. Algo que me llamó la atención fueron sus ojos, parecían burlones e inteligentes. Entonces comprendí algo...
Cada perro tiene un dueño, los ojos de los perros pueden servir como "cámaras" o algo así de los dueños, por lo que el dueño de este probablemente me está observando ahora mismo. Pero, ¿por qué los de la entrada no nos mataron? A no ser que ellos querían que entráramos...
Bajé del árbol y me quedé mirando al perro. Sentí una punzada de dolor en el corazón. Jack está sufriendo. Él sabe que estoy aquí.
-¿Vas a matarme? ¿O te quedarás ahí como idiota? -pregunté caminando lentamente hacia la derecha. Eso se lo pregunté al dueño.
El perro gruñó y flexionando sus patas se dispuso a lanzarse hacia mí, me moví rápidamente escapando de los dientes de una de sus cabezas, tragué duro y corrí hacia un árbol, el perro me perseguía con una rapidez descomunal.
Abrí mucho los ojos con temor cuando se tiró sobre mí y comenzó a ladrar, mi pulso se aceleró, apunté mi mano hacia él e hice que el dash lo detuviera, me sorprendí al ver que se quedaba paralizado justo antes de que una de las bocas me mordiera, me reí entredientes con nervios. Mandaron a un cachorrito a recibirnos. Lancé al perro lejos de mí.
-¿Es en serio? ¿Nos están subestimando? -pregunté riéndome, miré con sadismo al perro. Lo siento por él, pero no debieron mandarlo.
Me acerqué al perro ignorando sus quejidos de dolor, el dash también actúa en el interior de los cuerpos, puedo romperle todos los huesos con solo mirarlo.
Rompí los huesos de sus patas haciendo que cayera al suelo, me acerqué sin temor y me paré frente a una cabeza, me quedé mirando a los ojos de esta.
-Mataré a todos los perros o vampiros que intenten detenerme, así que si no quieren una masacre en su bosque déjenme ver a Jack -dije con un tono de odio, sonreí con sadismo mirando los ojos negros del perrito.
Suspiré con pesadez al sentir la presencia de tres vampiros. Me giré, estos eran guardias y tenían expresiones hostiles. A mi lado llegaron Luke y Amy, ellos miraban estupefactos hacia el perro que se retorcía de dolor.
Dos de los vampiros empuñaron sus estacas y corrieron hacia mí, negué varias veces y miré como sus cabezas giraban sobre sus cuellos y ellos caían muertos al instante. Él otro me miró con terror y salió corriendo.
No estoy de humor. Sé que soy un príncipe y esto podría crear una guerra pero continúo porque sé que estamos siendo la diversión de alguien en el palacio que hay más allá, vinimos civilizadamente y ellos nos atacan. Solo me estoy defendiendo.
Decidimos entrar por el bosque para no crear revuelo entre los ciudadanos de Infernus, vinimos en son de paz. Creo.
Saqué mi celular, maldije en un susurro, mis padres llegarán en unas horas.
-Vámonos, oculten su presencia -ordené caminando hacia donde sentía una gran cantidad de presencias.
-¿Matarás al perro? -preguntó Luke mirándolo con duda, lo pensé. El perro nos atacó porque se lo ordenaron.
-No, pero lo dejaré así -dije mirándolo de reojo, Luke asintió, corrimos de manera inhumana hacia el palacio negro.
¿Por qué no me dejan verte, Jack?
Aun corriendo les dije en voz baja un pequeño plan a mis amigos.
. . .
Estábamos a unos metros del palacio, escondidos tras unos gruesos troncos secos de árboles, había una gran cantidad de vampiros guardianes. Sonreí, quizás no nos subestiman.
Lo que me tiene enojado es que Jack es un príncipe, Zack es otro, ellos toman decisiones importantes. Entonces, ¿por qué diablos mandan a toda esa gente para que nos maten?
Si nos matan eso traería grandes problemas para Infernus. Esto debe ser obra de algún demente.
Miré seriamente a Luke, él asintió y una temblorosa Amy también. Si algo falla les pedí que se retiraran, no voy a hacer que nos maten a todos.
Jack, las cosas que tengo que hacer para estar contigo...
Suspiré y todos los vampiros miraron y comenzaron a caminar hacia acá, hice una mueca. Eso no lo esperaba.
-Plan B -dije, Amy y Luke me asesinaron con la mirada. Bajé la vista hacia las estacas de madera que hicimos después de armar el plan, fue difícil conseguirlas en este maldito bosque seco.
Eso no matará a los vampiros pero los detendrá hasta que regeneren su corazón.
Los tres intercambiamos una última mirada y corrimos hacia los vampiros, miré la enorme puerta de ese macabro palacio. Con el dash le rompí las cabezas a varios a la vez. Tosí un poco de sangre, me estoy excediendo.
-R-Rápido -le dije a Luke, él tragó duro y le clavó la estaca a uno, vi a Amy hacer lo mismo, por varios minutos estuvimos apuñalando vampiros.
Corrí hacia la puerta y mandé a volar a dos que se metieron en mi camino, abrí la puerta, entrecerré los ojos, había un recibidor normal. Normalmente terrorífico pero no había vampiros, sentí la presencia de Jack más allá.
-¡Vengan! -exclamé mirando a Amy, Luke y ella se acercaron después de parar a los vampiros que quedaban.
-Woow, somos increíbles -dijo Luke sorprendido, Amy sonrió y asintió. Estaba muy nervioso, quizás esto es una locura. Meternos así en un palacio, es de locos. Pero ya es muy tarde para arrepentirse.
Tengo algo seguro. Mis padres no me dejaran salir en los próximos cien años, claro, si es que Lawriett o Alec no me matan antes.
Caminamos hasta una gran puerta negra que había por un pasillo, este lugar se veía muy tétrico. Me sorprendí al ver un gran cuadro de Jack, arqueé las cejas al ver la ropa antigua que llevaba. A veces olvido la gran cantidad de años que tiene.
-Pónganse en alerta y no se alejen de mí -les dije lentamente a Luke y a Amy, me sentía como una mamá gallina que debe proteger a sus pollitos, ellos asintieron sin rechistar.
Aún teníamos nuestras presencias ocultas pero seguro saben que estamos aquí. Hemos acabado con sus vampiros guardianes, cosa que me parecía demasiado fácil y sospechoso. ¡Este es el infierno! Tres chicos se acaban de meter fácilmente. Si, demasiado fácil para ser verdad.
Cuando toqué la puerta para abrirla esta me quemó la mano, me quedé mirando cómo se desprendía mi piel, me aparté con el ceño fruncido y miré a Luke.
-Eres demasiado puro para tocar algo de este palacio -explicó él tocando la puerta, a él también lo quemó. Amy sólo nos miraba en silencio.
Suspiré. Si no puedo tocarla, entonces voy a mirarla.
La puerta se abrió escandalosamente, creo que usé demasiada fuerza.
Mi corazón enloqueció al ver a Jack más allá. Sin duda él era el ser más hermoso que he visto, su cabello blanquecino estaba recogido en una elegante coleta baja, sus ojos rojos me observaban con enojo y alivio a la vez, él llevaba puesto un traje negro que le quedaba a la perfección. Era un príncipe infernal hermoso. Mi príncipe.
Miré alrededor, él no estaba solo. Mis ojos se posaron en el pequeño vampiro pelinegro sentado en un trono en el centro del salón, él me estaba mirando fijamente, sonrió mostrando sus pequeños colmillos, me dio un escalofrío verlo, miré de reojo alrededor. Zack y Chals, otros dos príncipes de Infernus estaban aquí, y en los extremos había vampiros vestidos de negro, los mismos que fueron a buscar a Jack, todos estaban mirándonos con sorpresa e interés.
Sentí mis mejillas calentarse al sentir todas esas miradas. Creo que no fue buena idea venir de esta manera.
-Chris -me llamó Jack seriamente, lo miré.
Dense la vuelta y corran.
Fruncí el ceño al escuchar lo que dijo en mi cabeza, había un poco de temor en su tono. Pasa algo malo, miré otra vez al pequeño vampiro.
-Supongo que tú eres su rey -dije mirándolo y caminando lentamente hacia el interior del salón, Luke y Amy se quedaron en la puerta, el pequeño vampiro asintió.
Ya lo sabía, desde que vi el recuerdo de Lawriett, Jack solo le besaría la mano a su rey.
-Y tú eres la pareja de Jackson... -afirmó siguiéndome con la mirada, asentí. Había mucha tensión en el ambiente. Ese pequeño vampiro no dejaba de mirarme. -Christoper Wells, lastimaste a uno de mis cachorros -dijo cruzándose de piernas. Así que él lo envió.
-Mil disculpas, fue en defensa propia -respondí mirándolo, chasquee los dedos para que su cachorro dejara de sufrir esté en donde esté.
Escuché un gemido perruno, miré de reojo la gran pantalla que había al fondo, en esta se veía al perro tirado en el bosque. Había cámaras, todo este tiempo nos miraban...
-Está bien. Te tardaste mucho, Jackson lleva una semana esperándote -arqueé las cejas al escucharlo, él tenía una sonrisa juguetona y sádica.
Él sabía que yo vendría, sentí mucha amargura y enojo dentro de mi hacia ese estúpido rey enano, seguro él no dejaba que Jack fuera a verme.
-Bueno, ya estoy aquí -respondí secamente mirándolo, el rey asintió y sonrió de lado mirando a Jack.
-Ahora, Jackson. Tu pareja está aquí, ve con él -dijo con un tono de inocencia que me fastidió, miré a Jack, él estaba mirando con fijeza a su rey. ¿Qué pasa? ¿No quiere venir?
-Jack... -lo llamé arqueando una ceja y esperando que viniera, él suspiró y caminó hacia mí.
-Vámonos -dijo agarrándome del brazo y caminando rígidamente hacia la puerta, fruncí el ceño, puedo sentir su temor.
-Mmm, un momento -los paró el rey enano, Jack cerró los ojos con pesar, luego los abrió y me miró preocupado.
-No debiste venir Chris, no aún -dijo tomándome de las manos, me relamí los labios y lo miré confuso. -No estás listo -negó en un susurro juntando nuestras frentes.
-¿P-Para qué? -pregunté mirando sus ojos, él acercó su boca a mi oído.
-Él quiere ponerte a prueba -dijo en voz baja, me sorprendí y me puse un poco nervioso. Ya casi estoy en mi límite.
-Christoper, tengo que asegurarme de que eres adecuado para Jackson, acabaste con mi cachorro y tú y tus amigos acabaron con los guardias novatos que envié, creo que fue muy fácil -dijo el rey con un tono de estar disfrutando al máximo la situación, me alejé de Jack y miré fijamente al rey.
Ya se me hacía raro que fuese tan fácil entrar aquí.
-Solo dime con quién o con qué es -quise saber con impaciencia, el rey sonrió al escucharme y chasqueo los dedos.
Una puerta se abrió y dos vampiros entraron agarrando a uno, sentí que todo mi cuerpo se helaba al ver a Cairus, él estaba en perfecto estado, llevaba un traje formal gris, aunque tenía las manos esposadas. Pensé que aún estaba suelto. Miré a Jack, se nota que estaba tratando se controlar su enojo.
-¿Quieres que lo mate? -pregunté confundido, el rey me miró mal y negó.
-No puedes matarlo, solo derrotarlo -explicó con un tono cauteloso, algo me dice que si mato a Cairus él me va a matar a mí.
Suspiré, derrotar a ese hombre que cuando peleaba parecía estar poseído, Jack pudo con él, porque lo conoce bien, yo no se nada sobre él, no tengo tantos años de experiencia como ellos.
-Chris -me llamó Luke preocupado, lo miré, él y Amy tenían sus ojos llenos de lágrimas.
-¡NO! -exclamó Jack con enojo mirando al rey, este se sobresaltó un poco y frunció el ceño.
-Jackson, sabes cuales son las reglas -dijo él mirándolo fijamente, Jack se disponía a acercarse a él pero yo me metí en su camino.
No quiero causar problemas entre ellos. Le sonreí con calma a Jack, él tenía el ceño fruncido y la mandíbula apretada, negó varias veces con dolor en sus ojos.
-Voy a estar bien -dije para tranquilizarlo pero eso es algo que no yo mismo puedo creerme, el cansancio se está apoderando de mi cuerpo, llevo una semana sin beber sangre y me excedi allá afuera.
Mi novio negó y miró hacia abajo, pude ver como miraba de reojo alrededor, está planeando algo.
-No, Jack -dije mirándolo, él suspiró pesadamente y se quedó mirándome, maldijo mientras acercaba una mano a mi nariz.
-Estás sangrando.
Me sorprendí y me llevé dos dedos a la nariz. Miré mis dedos llenos de sangre, vi de reojo que no se inmutaron al oler mi sangre pero si me miraron fijamente, con Jack aquí no se atreverían a intentar morderme.
Cairus. Él me estaba mirando como un perro hambriento, los dos guardias lo tenían controlado. Me va a matar.
-Mañana, dejemos esto para mañana -le pidió Jack a su rey, ellos se quedaron mirándose por un largo rato, tanto así que me incomodó.
-Está bien -dijo el rey y con un movimiento hizo que se llevaran a Cairus, él cual se quedó mirándome fijamente con hambre y algo más algo que no pude comprender.
Luke y Amy suspiraron aliviados, Jack me agarró del brazo y caminó hacia la puerta.
-Te dije que no vinieras -dijo con reproche y amargura, yo me quedé callado, todo se veía un poco borroso. -No quiero perderte, Chris...
Jack me abrazó, escondí mi rostro en su pecho y sentí como mi cuerpo se desvanecía en contra de mi voluntad mientras Jack me llamaba...
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