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Cap. 18 -¿Qué estoy haciendo?

Advertencia: Este capítulo contiene un poco de incesto. Quedan advertidos/as. No soy responsable de daños psicológicos o de otros tipos.

Chris

Sonreí sádicamente mientras me limpiaba los pantalones, a unos metros de mí estaba Lawriett, tirado en el suelo y quejándose del dolor. Finalmente, después de meses entrenando con él, al fin pude vencerlo.

Invencible. Así me sentía en este momento.

Caminé un poco y con una sonrisa de suficiencia me acerqué a Alec, él estaba estupefacto mientras me miraba.

-Te puede entrar una mosca -dije cerrándole la boca, me reí al ver su expresión. -Law, ¿te ayudo a pararte? -pregunté inocentemente girando el rostro, él me fulminó con la mirada y se levantó.

-Fue cuestión de suerte -dijo pasándose una mano por la quijada, sonreí aún más. Al parecer eso no fue suficiente para él. Qué bien, porque me quedé con ganas de más.

-Puedo vencerte otra vez -dije mirándolo fijamente, él arqueó una ceja y abrió los brazos.

-Ven -dijo retándome con la mirada, lo miré mal.

-Alto -dijo Alec agarrándome por la cintura cuando yo iba hacia Lawriett, él me miraba y su ceño estaba fruncido.

-¿Qué? -pregunté fastidiado, mi voz sonó algo macabra, hasta un escalofrío recorrió mi cuerpo, Alec frunció aún más el ceño.

-Ya fue suficiente, ve a bañarte -me ordenó mientras me miraba, rodé los ojos.

Ya está en modo madre. Creo que Alec actúa más como mi madre que la real.

-Primero deja que me encargue de él -dije mirando a Lawriett, tenía ganas de golpear algo, de morder algo.

-No. Ve adentro Chris -dijo Alec mirándome mal, yo resoplé y rodé los ojos.

-Ve adentro tú, no eres mi madre -dije con enojo y fastidio de que estuviera molestando tanto. Lo miré, sus ojos estaban rojos mientras me miraba, arqueé ambas cejas.

Dejándome pasmado me dio una bofetada tan fuerte que caí al piso lleno de barro, olí y sentí la sangre saliendo de mi mejilla.

-No te atrevas a hablarme así, y no dejes que haberle ganado se te suba a la cabeza o no tendré piedad contigo -dijo él mirándome desde arriba, su tono era frío, lo asesiné con la mirada. Madre golpeadora.

-¿No tendrás piedad? -pregunté con sarcasmo y burla, si pude ganarle a Lawriett entonces Alec será pan comido.

Él leyó eso en mi mirada, vi como su expresión se endurecía.

-Chris, ve adentro -ignoré la advertencia de Lawriett, yo solo miraba a Alec, sentía mi sangre hervir y de repente una oleada de enojo y odio me invadió.

-¿Crees que esa fue una gran derrota? Levántate, te enseñaré lo que es hacer trizas a alguien -dijo él con un tono de molestia mientras se arremangaba su camisa, me levanté de inmediato.

Vi por el rabillo del ojo como Luke y mi madre salían de la mansión y nos miraban con preocupación.

-No te distraigas niño lindo.

Solté un grito de dolor al sentir como me rompía los huesos del hombro derecho, no vi cuándo se acercó, traté de utilizar mi Dash pero él se movió con rapidez, esquivándolo, ¿acaso puede verlo?

-Para mí es muy fácil escapar de eso -respondió mirándome fijamente, su tono no era de burla sino de seriedad, como si quisiera que yo comprendiera algo.

Yo me enojé aún más, corrí hacia él e iba a darle un puñetazo, él no lo esquivó, sino que me agarró el brazo y me dejó inmovilizado contra el suelo. Había acabado conmigo en menos de un minuto.

-Las peleas más inútiles las hacen aquellos que se dejan cegar por el enojo -dijo a mi oído mientras hacía presión sobre mi brazo, grité de dolor al sentir como me lo rompía.

-¡Alec, basta!

Escuché el grito de mi madre, luego dejé de sentir el peso de Alec sobre mí.

-Salvado por mami -dijo él esta vez con un claro tono de burla, me mordí el labio inferior con fuerza.

Miré con odio como Alec se acercaba, no podía moverme para apartarlo, él hizo presión en varias partes de mi cuello, suspiré al sentir una extraña tranquilidad repentina, me sentía en paz, miré a Alec con arrepentimiento.

-Lo siento mucho -dije en voz baja, no entiendo por qué me sentía tan enojado, no estaba pensando bien las cosas, Alec suspiró con cansancio y me miró.

-Te estás descontrolando Chris, cuando le ganaste a Lawriett tu aura se oscureció -respondió mirándome con preocupación, yo me sorprendí y sentí algo de pánico en mi interior. Así que por eso fue que él me detuvo.

Me estoy descontrolando. Me estoy volviendo un vampiro cegado por la locura y la oscuridad.

La última vez que lo vi a él le dije que era una persona horrible; sin embargo, el monstruo aquí soy yo.

. . .

-¿Haz estado experimentando cambios drásticos últimamente? -preguntó el psiquiatra mirándome con atención, suspiré y me acomodé en el sillón, ha preguntado eso unas cinco veces pero de formas diferentes, cree que soy idiota.

Mi madre insistió en que visitara a un psiquiatra, ella piensa que tendré un choque emocional o algo así después de saber que me estoy volviendo un demente.

-Si, como ya le dije me enteré de que mi vida es una mentira, mi novio me dejó, probablemente lo veré en unas semanas por lo que estoy nervioso y recién me entero de que me estoy volviendo loco -le dije cruzándome de brazos, él asintió con calma y escribió algunas cosas en su libreta.

Bufé aburrido y me quedé mirándolo, era un vampiro que lucía de unos 33 años, tenía el cabello negro y los ojos por igual, estaba cruzado de piernas y me estudiaba con la mirada.

-¿Y qué es lo que tengo doctor? -le pregunté con algo de burla.

Mamá dijo que este es el mejor psiquiatra de la ciudad, sin embargo a mí me parece que él no tiene ni la menor idea de lo que tengo ya que no deja de preguntar la misma cosa, una y otra vez, ¿tendrá algún retraso mental?

-Le diré en un momento que es lo que le pasa, ¿hace cuánto su pareja lo dejó? -preguntó mirándome a los ojos con interés.

-Hace cinco meses y medio -dije rascándome la nuca, él asintió y se quedó mirándome en silencio, escribía en su libreta sin decir nada, logrando ponerme nervioso.

-¿Tenían una vida sexual muy activa? -preguntó levantando la vista hasta mis ojos, yo me sonrojé y asentí levemente, lo hacíamos casi todos los días.

El Dr. Bloom me miró lentamente de la cabeza a los pies, luego tiró su libreta a un lado.

-Falta de sexo es lo que usted tiene -respondió con toda la calma del mundo mirándome fijamente, toda la sangre subió a mi rostro mientras lo miraba, él hablaba en serio.

No me estoy volviendo loco por el poder, sino por la falta de sexo.

Me dió un tic en una ceja. ¿Estoy así por esa razón? ¿Desde cuándo eso es una necesidad en mi vida?

-Desde que tienes pareja.

Lo miré boquiabierto, es como si me hubiese leído la mente, él sonrió un poco y me miró.

-El sexo se vuelve una necesidad para todo vampiro con pareja -dijo juntando sus manos sobre sus piernas cruzadas, pasé saliva y miré la lluvia caer por la ventana.

A Jack se le olvidó suprimir esa necesidad.

-¿P-Puedo hacerlo con otra persona que no sea mi pareja? -pregunté muy avergonzado, él sonrió levemente y asintió. Yo solo quería saber, no se me ha pasado jamás por la mente el tener relaciones sexuales con otra persona.

-Te volverás cada vez más y más agresivo si no liberas ese tipo de tensión, sería mejor si lo hicieras con tu pareja al menos una vez cada tres meses, si lo haces con otra persona tendrás que hacerlo como mínimo diez veces a la semana.

Seguro mi boca pegó al suelo al escuchar eso. ¿Como mínimo diez veces? Esto no puede ser posible. Vi como el doctor se llevó una mano a la boca para ocultar su evidente sonrisa al mirarme.

-¿N-No puedo liberar e-esa tensión de otra manera? -pregunté mirándolo y jugando con mis manos, él negó lentamente. -¿Y con la mas... mas...

-¿Masturbación? -preguntó apiadándose de mi momento de vergüenza, asentí y desvié la mirada, podía ver la diversión en sus ojos. -No, eso no es suficiente -dijo acomodándose y observándome.

-Ah -dije desanimado y apenado. Me resignaré a volverme loco.

-No veo porqué eso supone un problema para un chico como tú -resoplé al escucharlo decir eso, lo miré, él lo dijo con amabilidad no con perversión mientras me miraba de arriba abajo.

-No quiero actuar como un ninfómano -respondí haciendo un puchero, él suspiró y clavó sus ojos negros en mí.

-Entonces trate de hablar con su pareja sobre esto.

Suspiré y me mordí el labio inferior con fuerza.

-Ya le dije que me dejó -dije cruzándome de brazos, aunque la verdad es que yo lo boté.

-Bueno, hay otra forma...

Lo miré con mucha atención y esperanza cuando dijo eso, él se veía calmado y me miraba con un brillo extraño en los ojos.

-Al igual que si lo hicieras con tu pareja, puedes hacerlo con alguien que tenga lazos sanguíneos contigo...

Me paré de la sorpresa y la indignación al escuchar eso, tragué duro y lo miré con incredulidad, él no había dejado de mirarme.

Eso es impensable. Que perversas son algunas cosas vampíricas. Tener sexo con alguien de mi familia, no creo poder hacerlo, además ellos tienen parejas.

-Christoper, habla sobre esto con ellos, seguro sus parejas entenderán -dijo él con comprensión mirándome, yo negué rápidamente, ni loco les contaría sobre esto.

Suspiré aliviado cuando tocó el temporizador que indicaba que se acabó la cita.

-Gracias y adiós -dije rápidamente y salí de allí a la velocidad de la luz, mis mejillas estaban muy caliente.

-Chris -me llamó mi madre mientras se acercaba por un pasillo del consultorio.

-M-Mamá vámonos -tartamudee y la tomé de la mano, quería salir ya mismo de aquí.

-Espera, el doctor dijo que luego tenía que hablar conmigo -dijo ella mirándome confusa, yo negué y caminé con ella hacia la salida.

-Sra. Wells.

No me giré a ver al depravado doctor en cuanto llamó a mi madre, ella me soltó.

-Siéntate y espera aquí -me dijo mirándome a los ojos antes de perderse en la oficina del doctor.

Con el corazón tembloroso me senté en una de las sillas de espera. Ese desgraciado seguro le dirá lo que tengo. Siento que mi rostro explotará de la vergüenza que siento.

Minutos después mi madre salió de la oficina en silencio, se acercó y sin decir nada me abrazó.

-Mi bebé necesita atención especial -dijo apretujando mi cara contra su pecho, yo con el rostro colorado me alejé, ella me miraba con compasión.

-M-Mamá eso no es necesario, puedo controlarme -respondí nervioso, ella negó y comenzó a caminar hacia la salida.

-No te avergüences por eso, ¿quieres que llame a Jack?

-¡No!

Negué con rapidez, no soportaría tal humillación. Mi madre me miró con sorpresa. Eso sería lo último que haría, llamarlo a él. Seguro sabía que esto pasaria, lo más probable es que esté esperando a que yo lo llame suplicando por sexo.

-¿Entonces aceptarás tener relaciones con...

-Con nadie -dije muy seguro de mí mismo, no voy a hacer eso con alguien de mi familia.

Nos quedamos en silencio durante todo el trayecto hacia la mansión.

-Chris, ¿qué te dijo el doctor? -preguntó Lawriett con curiosidad, Amy estaba a su lado mirándome, yo me sonrojé y subí rápidamente las escaleras sin responderle.

Me encerré en mi habitación y me lancé a la cama, cerré los ojos con fuerza y luché por quedarme dormido.

. . .

Cuando abrí los ojos vi que afuera ya había oscurecido, me levanté de la cama y bajé al primer piso con el estómago gruñéndome, entré en la cocina.

-Chris, te hice un pastel de fresas.

Miré a Amy con adoración al ver el delicioso pastel que había sobre el desayunador. Ella ya no tiene por qué hacerme estas cosas pero cuando viene de visita lo hace.

-Gracias, se ve delicioso -dije tomando un cuchillo, justo cuando iba a cortarlo ella lo apartó, hice un puchero, su mirada era seria y amable.

-Te lo daré si prometes que hablaremos seriamente luego -la miré con confusión y asentí con hambre, ella suspiró y puso el pastel frente a mí.

Con una sonrisa me lo comí todo, lamí mis dedos ya que me había caído crema.

-Hablemos -dije mirando a Amy, ella estaba sentada frente a mí, acercó su mano y acarició mi rostro.

-Chris, ya sabemos de tu... Problemita.

Abrí los ojos como platos al escucharla, me levanté de la silla, dispuesto a irme, no voy a tener esta conversación.

-Prometiste que hablaríamos -dijo ella mirándome mal, la miré por unos segundos y suspiré. Sé lo que piensa.

-Ya no, Amy no, no lo haré, ustedes están a unas semanas de casarse -dije mirándola. No puedo creer que ella esté pensando en dejarme tener sexo con Lawriett. Me tomó de las manos.

-Chris, mírame, los dos te queremos mucho, a mí no me va a molestar o a incomodar que ustedes hagan eso, es para ayudarte, ¿es que no comprendes la magnitud de lo que te pasará si no lo haces? -ella preguntó esto último mirándome con enojo, yo me solté de su agarre, por su mirada puedo ver que realmente no le molestará si lo hacemos pero no puedo.

-Lo siento Amy, pero es un no -dije echándole una última mirada y saliendo de la cocina.

Miré con algo de asombro a Lawriett, él estaba recostado de la pared, me miró fijamente, escuchó todo lo que hablamos Amy y yo.

Caminé hacia mi habitación sin mirarlo, ignoré cuando me llamó.
No puedo creer que Amy haya aceptado eso, en los vampiros lo comprendería pero ella era humana, debe sentir celos, pero parece que no.

Suspiré cansado al ver a Alec sentado en mi cama, él me miró y sonrió con burla.

-Déjame adivinar qué haces aquí... ¿viniste a ofrecerte para que tengamos sexo? -pregunté con sarcasmo, él se rió y negó.

-Jamás tendría sexo contigo, mamá me obligó a venir a hablarte, por eso estoy aquí -dijo él mirándome con comprensión. -Mamá habló con Zack...

Ay Dios. Me pasé una mano por el cabello, mamá va a hacer que termine muriendo de la vergüenza, seguro le contó lo que me pasa y él se lo dijo a Jack, el cual debería estar sonriendo con prepotencia.

-Ella no se lo contó, solo preguntó por Jack -dijo él al ver mi expresión de preocupación, lo miré expectante. -Jack no está en Infernus.

-¿Dónde está? -pregunté nervioso, él negó.

-Nadie sabe -dijo con derrota, yo asentí y me senté a su lado, seguro anda buscando juguetes nuevos. -Yo pienso que no deberías hacer nada con Lawriett.

Lo miré extrañado al escuchar eso, su mirada era cautelosa.

-¿Por qué? -pregunté con curiosidad. Hasta ahora él es el único que se ha negado.

-Jack es muy peligroso, aunque no esté aquí dudo mucho que le agrade la idea de que Lawriett te toque.

Arqueé las cejas al escucharlo, ¿Jack se enojaría? ¿Le fastidiaría la idea de que otro me haga lo que solo él ha hecho? Sentí placer al pensar en eso, no pude ser capaz de pensar en otra cosa.

-No sé para qué te lo dije -dijo él negando y mirándome, yo sonreí y me mordí el labio inferior con nervios.

-No sé si sea apropiado hacer eso con Lawriett, él es mi hermano... -dije mirándolo, Alec suspiró y me miró, pero sentí que sus pensamientos estaban en otro lugar.

-Eso es normal, él y yo lo hicimos una vez -respondió apartando la mirada. Yo me sorprendí muchísimo.

-¡¿Lo hicieron una vez?! -dije mirándolo con incredulidad y vergüenza, el asintió y pasó saliva.

-Bueno... más de veinte veces... -dijo en voz bajita, mi boca no podía abrirse más. Jamás lo hubiera pensado, entre ellos no parece haber ese tipo de atracción.

-¿Tenías lo mismo que yo? -pregunté sentándome a su lado, él negó. Lo sabía, para eso tienes que tener pareja, hace solo unos meses que Alec marcó a Luke. Ellos lo hicieron por placer.

-Dejemos de hablar de eso -dijo apenado, yo me reí al verlo así. Luke explotaría de los celos si lo supiera. -¿Qué harás? -preguntó mirándome con curiosidad. Recordé lo que dijo sobre Jack enojado, sonreí.

-Gracias por hablar conmigo Alec -dije sin dejar de sonreír, él tragó duro.

-Tu sonrisa me aterra -respondió él fingiendo un escalofrío, aunque sí había preocupación en su mirada. Me levanté y caminé hacia la puerta.

Salí riendo para mí mismo, fui a buscar a mi madre...

. . .

Ayer tenía valor para hacerlo, pero en este momento me estoy arrepintiendo como nunca mientras miraba por los ventanales de mi habitación, los demás estaban yéndose a cazar a otra ciudad para dejarnos a solas a Lawriett y a mí.

Ayer acepté tener relaciones con él, estoy temblando como una hoja, observé a Lawriett entrar a la mansión, subirá en unos segundos.

No, no puedo. Corrí a esconderme en el armario del baño de Alec, allí no me encontrará. Sé que es normal para los vampiros tener sexo con familiares, sé que Lawriett y Alec lo han hecho entre ellos en el pasado, muchos hasta hacen orgías, pero para mí esto es difícil.

Me senté en el piso, dentro del oscuro armario, agudicé mi oído, no podía sentir la presencia de Lawriett.

-Te encontré -susurró él abriendo la puerta del armario, abrí los ojos con temor.

-No quiero, no quiero hacerlo -dije a punto de llorar, él negó varias veces y me abrazó, levantó mi mentón y me miró a los ojos.

-Tranquilo, será rápido -dijo él acariciando mi rostro, yo me quedé mirándolo con muchas dudas.

Sorprendiéndome, él unió nuestros labios en un suave beso, yo me quedé en shock, Lawriett me estaba besando, cerré los ojos e imaginé que era Jack mientras le seguía el beso, pero era imposible, algo dentro de mí sabe muy bien y no me deja imaginar que él es Jack.

Me tensé al sentir la mano de Lawriett entrar por debajo de mi camiseta y tocar mis pezones endurecidos por el frío tacto de sus dedos.

-L-Lawriett... n-no... -dije asustado mientras él me cargaba. Tenía ganas de llorar mientras él me tocaba, pero aun así no me apartaba, hace meses que nadie me tocaba de esta manera.

Podía sentir la necesidad de hacerlo.

Lawriett me dejó sobre su cama y se subió sobre mí de inmediato, me miró con cariño y deseo, me sorprendió y me sonrojó ver su mirada. Me sentí querido.

Dejé que él me comenzara a desnudar, yo quité su camisa con lentitud, él pasó una mano por mi cabello y me besó, metió su lengua en mi boca mientras me bajaba los pantalones, gemí al sentirlo rozar su erección contra mi cuerpo, él sonrió complacido.

-La... Lawriett... -susurré su nombre al sentirlo besar mi cuello, se sentía bien y mal al mismo tiempo, él se quitó los pantalones y me quitó los boxers, dejándome completamente desnudo.

Me sonrojé mucho al verme de esta manera frente a él, su cuerpo estaba muy bien formado, pasé mis manos por sus bíceps, sentía algo desagradable en mi estómago, la parte de mí que rechazaba su toque. Él se bajó los boxers y yo me asusté.

-Lawriett ya no quie...

Él me calló con un beso demandante y húmedo, me aguanté las lágrimas y lo besé, gemí suavemente y me agarré de su cuello al sentir como acarició mi entrada con su pene sin llegarlo a meter, contuve la respiración y separé nuestros labios, él me miró, se veía la lujuria en sus ojos, bajé la mirada con terror, él pasaba su gran pene con suavidad sin dejar de mirarme, lo vi posicionarlo para entrarlo.

¿Qué crees que haces Chris?

Empujé a Lawriett lejos de mí antes de que me lo metiera al escuchar la voz de Jack dentro de mi cabeza, mi respiración se entrecortó, Lawriett me estaba mirando con sorpresa, pasé saliva. Juro que escuché la voz de Jack.

-Lo siento pero no puedo -dije mirándolo, me levanté de la cama, tomé mi ropa y corrí hacia mi habitación.

Las lágrimas recorrían mis mejillas cuando entré a la ducha, tomé jabón y comencé a lavarme con rudeza, me senté en el frío piso y me quedé mirando el agua debajo de mí.

He estado apunto de tener sexo con Lawriett, sentí que traicioné a Jack.

Levanté la mirada al sentir a Lawriett, él estaba en el marco de la puerta del baño, tenía solo el pantalón puesto y estaba mirándome fijamente, suspiró y se acercó, lo miré en silencio con temor, él me tomó en brazos y me llevó hasta mi habitación, me cubrió con la toalla, me sentía perdido, él me secó en silencio y me vistió.

-Escuchaste su voz, ¿cierto? -preguntó mirándome fijamente, yo me sorprendí y asentí, él sonrió un poco. -Perdóname, no debí ponerte ni un dedo encima -dijo con arrepentimiento, yo lo miré sin entender su amarga expresión, él me abrazó y nos quedamos así. Una lágrima recorrió mi mejilla derecha.

Jack, ¿dónde estás?

Perdóname.

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