Cap. 17- Todos cambian
Chris
Me quedé mirando fijamente hacia el balcón. Mis pensamientos volaron a semanas anteriores, cerré los ojos al recordar el tacto de las manos de Jack sobre mi cuerpo, sentí una punzada en el corazón, me abracé a mí mismo y me concentré, deseando poder sentir su presencia, aunque ya no esté marcado.
Suspiré desalentado al no sentir nada. Me levanté y tomé mi libro de geografía que se encontraba sobre mi escritorio, con temor fui buscando un mapa.
Tragué con dificultad y el vacío en mi interior se hizo aún más grande al ver lo lejos que estaba Infernus de aquí.
Tocaron a la puerta, cerré el libro y suspiré.
—Adelante —Dije sentándome en la cama.
—Chris, te... —Mi madre se quedó callada al verme, se acercó lentamente a mí, la miré sorprendido mientras ella acercaba sus manos a mi rostro y limpiaba las lágrimas que recorrían mis mejillas, no me había dado cuenta.
Ella me abrazó suavemente, cerré los ojos y le correspondí mientras lloraba en silencio, tratando de aliviar el dolor en mi corazón, lo cual parecía ser imposible. Me aferré a ella, no he hablado con nadie sobre la soledad que estoy sintiendo.
Abrí los ojos, mi vista estaba borrosa a causa de las lágrimas, pero pude ver el amor y la tristeza en los ojos de mi madre, me mordí el labio.
—Él... Él se fue... Y-Yo lo amo mamá... Pe-Pero él a mí no... —Balbucee en un susurro sin soltar a mi madre, ella suspiró y acarició mi cabello.
—Sh, sh, tranquilo —Me susurró al ver lo entrecortada que estaba mi respiración y lo irregular que era mi ritmo cardíaco, respiré hondo y me pase las manos por los ojos.
Me alejé un poco, ella se sentó a mi lado, pasé saliva, sentía mis ojos doler, hice que la fuerza invisible cerrara la puerta.
—Acuéstate —Dijo mirándome con preocupación, le hice caso y me acosté. Me sentí bien al tener sus manos acariciando mi cabello, gracias a eso pude calmarme y sentir algo de paz.
—¿Quieres que él regrese?
Miré al techo al escuchar su pregunta, asentí levemente. Eso es lo deseo en este momento. Aunque siento duda y desolación dentro de mí al recordar como terminaron las cosas entre nosotros, mis ojos se llenan de lágrimas cada vez que lo recuerdo.
—¿Por qué no se lo pides? Eres su pareja —Giré el rostro y sonreí con tristeza al escuchar lo último que dijo, ella frunció el ceño al ver mi sonrisa.
—Ya no, él me ha quitado su marca —Dije en voz baja, siento la boca seca, ahora yo fruncí el ceño al escuchar la suave risa de mi madre.
—Ni siquiera Jack puede hacer eso —Respondió bajando sus manos hasta mi rostro, yo la miré con sorpresa y confusión.
—Pe-ero...
—Esas marcas son para siempre —Me interrumpió poniendo un dedo sobre mis labios, yo la mire con asombro. Eso no puede ser posible...
Yo no siento a Jack y puedo beber sangre de otros. Mi madre suspiró con derrota y me miró con arrepentimiento.
—Es mi culpa por no enseñarte estas cosas. Escúchame Chris, los vampiros se aparean de por vida, esa marca solo se le pone a alguien una vez y para siempre, solo se rompe si alguno de los dos muere.
Mis ojos no se podían abrir más al escuchar eso, ella se veía muy seria mientras lo dijo, tragué duro. Estoy atado a Jack por toda la eternidad. Entre todos él me marcó a mí... Para ser su pareja...
Sentí mariposas revolotear en mi estómago pero luego fueron sustituidas por un escalofrío y una sensación de terror. ¿Por qué algo me dice que él pensaba matarme en algún momento?
Además, seguro él ha marcado a otros antes, y los ha matado para no lidiar con ellos para siempre...
—¿Por qué puedo beber sangre de otros? —Le pregunté a mi madre con confusión, ella se llevó una mano a la barbilla y negó varias veces.
—Jack es muy poderoso, no sé cómo lo hace pero puede anular algunas cosas que conlleva la marca, aunque a ambas partes les resulta doloroso estar lejos de otra...
Ella había dicho eso mirándome fijamente, agarré las sábanas entre mis dedos y las apreté. Por las noches el dolor que siento es tan fuerte que creo que me matará algún día, no puedo imaginarme a Jack pasando por lo mismo.
—Aunque conociendo a Jack seguro que no siente nada —Dije cruzándome de brazos, ella negó varias veces y sonrió un poco.
—Zack está aquí —Dijo ella levantándose y mirándome con duda, yo me senté de inmediato en la cama.
Como si hubiese sido invocado sentí la presencia de Zack al otro lado de la puerta, mi madre fue a abrir, traté de sonreír al verlo ahí, él estaba mirándome y sonriendo un poco.
—Los dejaré solos —Dijo mi madre saliendo, Zack cerró la puerta y se acercó con cautela a mí.
—¿Cómo has estado? —Preguntó intentando sonar tranquilo aunque su mirada era de ansiedad mientras miraba mi rostro.
—¿Cómo crees? —Le pregunté en voz baja, él suspiró y se acercó más a mí.
—Lo siento, fue una pregunta tonta —Dijo mirándome y sonriendo algo incómodo.
—No lo fue, ¿y tú como estas? —Pregunté verdaderamente interesado, yo considero a Zack uno de mis amigos, él sonrió de lado.
—Bien... —Dijo pasándose una mano por el cabello, se sentó en la silla de mi escritorio. Yo asentí mordiéndome el labio inferior con frustración, quiero preguntarle si Jack está bien, o si está en Claymouth.
—Él está... Bien... —Respondió suavemente mirándome a los ojos, yo me sonrojé y asentí.
Por supuesto que él está bien...
¿Por qué debería afectarle dejarme?
Sonreí con amargura.
—¿Y él...
—No está aquí.
Bajé lentamente la vista al piso en cuanto dijo eso, asentí comprendiendo. Suspiré y levanté la mirada, Zack estaba mirándome fijamente.
—Sabes Chris... Esta es la primera vez que veo que mi hermano marca a alguien...
Los dos escuchamos como se aceleraba mi corazón, mi rostro enrojeció mientras miraba a Zack, él sonrió por lo bajo.
¿Fui el primero?
—¿No lo sabías?
Negué lentamente ante su pregunta, él se acomodó en la silla y se quedó mirándome.
—¿Crees que Jack solo jugaba contigo? —Preguntó con un tono extraño, yo asentí lentamente.
—Él me lo dijo —Dije mirándolo a los ojos, él ni se inmutó solo asintió.
—¿Y tú le crees? —Preguntó, noté algo de desafío en su tono.
—Por supuesto.
Yo le contesté con seguridad, él ladeó la cabeza y se levantó de la silla, lo observé mientras caminaba alrededor.
—Yo no lo creo.
—¿Por qué? —Pregunté sin dejar de observar cada paso que daba, el dirigió su mirada a mí.
—Jack debía regresar a Infernus hace meses, su trabajo aquí había terminado, sin embargo no lo hizo, ¿sabes por qué Chris? —Él se había acercado mucho a mí, sus ojos tenían un brillo extraño. Yo negué lentamente, aun sabiendo lo que quería decir... Y deseando que lo dijera.
—Por ti —Dijo alejándose y mirándome, la sangre subió a mi rostro y mi corazón bombeó con fuerza, ¿él seguía aquí por mí? —Pareces un niño el día de navidad —Dijo mirándome con una sonrisa tierna, yo miré al suelo tratando de parar las lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos.
—¿Eso es cierto? —Pregunté en un susurro, levanté la mirada y lo vi asentir.
—Él hasta estaba hablando sobre llevarte a vivir con él a Infernus... Tu padre casi se vuelve loco.
Lo miré con incredulidad y me llevé una mano al pecho, mi corazón quería salirse de su lugar, Zack puso una sonrisa triste y se sentó a mi lado.
—¿Él no regresará, cierto? —Pregunté en un hilo de voz mirándolo, él hizo una pequeña mueca y negó. Junté los labios y asentí.
—Y tú... ¿Volverás aquí?
Él negó nuevamente, miré lo tenebroso que se veía el bosque desde el balcón suspiré y regresé mi mirada a Zack, él estaba mirando al vacío, se sobresaltó al escuchar su celular sonar, me dio una rápida mirada y después de sacarlo de su bolsillo, contestó.
—Si... Uhm... Llegaré esta noche, tengo que buscar a Rin... Ahora estoy con los Wells... Adiós Jack... —Zack estaba mirándome de reojo mientras hablaba, al escuchar eso agudicé mi oído.
"... Adiós."
Solo alcancé a escuchar eso antes de que colgara, pero solo ese segundo escuchando su voz bastó para que mi piel se erizara y todo mi cuerpo se estremeciera.
—Chris...
Salí de mi ensoñación y miré a Zack, él estaba mirándome fijamente.
—¿Qué dijiste? —Pregunté apenado, él frunció un poco el ceño.
—Que tengo que irme —Dijo levantándose de la cama, yo asentí desanimado levantándome también.
—Supongo que esta es una despedida —Por un largo tiempo. Lo miré y sonreí aunque las ganas de llorar me impedían hacerlo bien.
—Es un hasta luego —Dijo acercándose y abrazándome, yo lo abracé y me reí un poco ante su tono de reproche. —Cuídalo — Susurré antes de alejarme, él asintió mirándome, sonrió un poco y caminó hacia la puerta.
Apreté las manos en puños luchando contra el nudo en mi garganta y cerré la puerta en cuanto salió...
— 2 meses después —
Se me salieron unas cuantas lágrimas cuando impacté contra el suelo lleno de barro, escuché un crack, un grito de dolor salió de mi boca al sentir una de mis costillas romperse.
—I-Idiota —Le susurre a Lawriett mirándolo mal, él sonrió con culpa y levantó ambas manos.
—Lo siento —Dijo sin borrar esa sonrisa, gruñí y me levanté del suelo, ignorando el dolor corrí hacia él y traté de darle un puñetazo que esquivó con facilidad, reaccioné en menos de un segundo y conecté mi puño con su rostro tomándolo desprevenido.
Él se alejó con un gran salto hacia atrás, vi que había sangre saliendo de su nariz, sonreí y tosí, miré sangre en mi mano, me limpié y caminé hacia él.
—Buen golpe —Dijo mirándome con una sonrisa ladeada, bufé. Pero eso no fue suficiente para dejarlo tirado en el suelo.
Saqué la fuerza invisible o "Dash" como Luke le llama, hice que agarrara a Lawriett y lo estrellara contra el suelo, corrí hacia él y sonriéndole macabramente iba a golpear su rostro pero él agarró mi brazo y me lanzó lejos, tosí y me levante rápidamente.
Justo cuando me disponía a acercarme corriendo me vi agarrado de la cintura por Alec, quien me miró mal y presionó justo donde mi costilla estaba rota, lancé un grito y caí como un saco de papas en sus brazos.
—Lawriett, ¿planeas matarlo? —Preguntó Alec con un tono enojado mientras llevaba mi magullado cuerpo en sus brazos.
—Aún podía seguir —Dije mirándolo con el ceño fruncido, Lawriett se acercó en un pestañeo y me miró con arrogancia, su nariz ya había curado.
—Gané —Dijo con burla, yo rodé los ojos.
Desde que Lawriett comenzó a entrenar conmigo nunca he podido ganarle. Han pasado dos meses y medio desde que Jack se fue, el dolor sigue en mí como el primer día, estos entrenamientos me distraen por unas horas.
Pronto tendré que irme a la Ciudad Vampiro junto a Alec, por órdenes de mi padre. En los últimos dos meses han habido seis asesinatos en Claymouth, por lo que mi padre ha insistido en que Lawriett me entrene.
—Ya se curó, puedes bajarme Alec —Dije mirándolo, él me miró fijamente, al ver que no miento me soltó sin cuidado alguno en el suelo, me quejé y lo mire mal.
—Chicos, tienen trabajo —Dijo el tío Tom entrando al salón y levantando un papel en sus manos, me levanté del piso y caminé junto a Lawriett, Alec y Luke quien bajo corriendo las escaleras.
Desde hace un mes Luke, Alec, Lawriett cuando está aquí y yo hacemos algunos trabajos de los de mi tío, nosotros "limpiamos y acabamos" con los vampiros problemáticos. Muchos en el instituto me han dicho que he cambiado; solo he dejado de ser tan inocente. Además, todos cambian; ya sea para bien o para mal.
Entramos en la oficina del tío Tom.
—Este será difícil, tendrán que ir los tres, es un grupo de unos quince vampiros, están en esta dirección... Chris ve a bañarte primero.
Haciendo un puchero caminé hacia mi habitación, no sin antes fulminar a Lawriett con la mirada, él me sonrió. Con una rapidez sobrehumana me bañé y me vestí, me puse ropa negra, Luke dice que debemos ir vestidos así.
Me miré en el espejo, tomé unas tijeras y me corté el cabello, estaba muy largo. Bajé la vista, llevaba una camiseta negra, unos pantalones y unas botas militares de igual color, miré mis ojos, la tristeza se veía en ellos. Suspiré y bajé al primer piso, los demás llevaban ropa igual a la mía, Luke es muy insistente.
Salimos de la mansión y nos montamos en el jeep de Lawriett, al principio me resultaba aterradora la idea de matar a otros, pero... Esos vampiros a los que hemos matado han hecho mucho daño, han matado a incontables personas inocentes y no les importa hacerlo donde cualquiera los puede ver, entonces toda culpa que siento se va.
Lawriett aparcó unas cuadras antes del lugar, nos pasó pistolas con balas especiales a todos, eso no los matara pero los dejará vulnerables, salimos a la calle, la cual estaba desierta.
—Mmm... Esto me da mala espina —Dijo Luke mirando alrededor con desconfianza, Alec se puso a su lado.
—Siempre dices eso —Dijo mirándolo con una ceja arqueada, Luke hizo un puchero.
—Mantengan los ojos bien abiertos... —Dijo Lawriett y sonrió justo cuando un vampiro salió de la nada y saltó hacia él. Miré al vampiro, está perdido, lo sé al ver sus ojos completamente rojos, no queda ni un poco de humanidad ahí.
Vimos como Lawriett le arrancaba la cabeza sin hacer mucho esfuerzo. Él puso una expresión aburrida al ver los restos del vampiro.
Vimos como unos doce vampiros salían de un almacén, hasta yo los mire con desinterés, será fácil.
Pensé eso a la vez que Dash arrasaba con cinco a la vez, miré a los otros con frialdad, del almacén salieron más, Lawriett, Alec y Luke se lanzaron a por ellos, yo corrí hacia ellos y comencé a quitar cabezas...
. . .
—No sé cuál es la definición que Tom tiene de "difícil" —Dijo Lawriett en cuanto nos montamos en su jeep, todos asentimos de acuerdo con él. Ni siquiera nos cayó una gota de sangre.
Me crucé de brazos y me quedé mirando por la ventana, había comenzado a llover.
Bostecé y miré las gotas de lluvia recorrer la ventana, justo cuando mis ojos se estaban cerrando algo en la calle captó mi atención, con la expresión desencajada miré hacia una esquina. Su cabello blanco, sus ojos rojos como la sangre, giró su rostro hacia mí y me mando una aterradora y excitante sonrisa...
Me restregué los ojos y volví a mirar, no había nadie...
Por un segundo me pareció ver a Jack. Me abracé a mí mismo y me hundí en el asiento sin participar en la animada conversación que tenían los demás.
Jack... Te extraño.
Una solitaria lágrima recorrió mi mejilla derecha, giré el rostro y cerré los ojos. Todos se habían quedado callados.
Abrí los ojos minutos después al sentir el jeep detenerse, me bajé y entré a la mansión junto a los demás, mi mamá se acercó rápidamente y nos abrazó a los cuatro.
Luego Luke se fue a la cocina, Lawriett y Alec a la oficina de mi tío.
Luego de hablar unos minutos con mi madre, fui a mi habitación, ya era de noche. Luego de bañarme entré a la cama, Luke entró en mi habitación y se acercó a mí con una expresión triste.
Sin decir nada se sentó a mi lado y se quedó mirándome, yo lo miré expectante.
—¿Tanto lo extrañas? —Preguntó en voz baja, yo desvié la mirada a otro lado.
—¿Por qué lo preguntas? —Le pregunté sin mirarlo, lo escuche suspirar.
—Hay veces en las que tu aura expresa a gritos tu dolor.
Giré lentamente el rostro y lo mire, él se mordía el labio inferior con nervios mientras me miraba, yo lo miré con sorpresa, no sabía eso...
—Todo este tiempo...
Él asintió, me quedé en silencio. Todo este tiempo ellos han sabido lo destrozado que estoy por dentro, cerré los ojos al sentir a Luke abrazarme, mi labio inferior tembló, lo abracé y traté con fuerza de quedarme dormido...
—3 meses después —
Miré fríamente al vampiro a mis pies y sonreí mostrando mis colmillos al ver el temor en su mirada.
Él señaló tembloroso hacia una de las muchas cajas que había en esta casa, Alec se acercó y rompió la caja, allí había un pequeño niño, estaba desmayado.
—Sigue siendo humano —Dijo Alec mirándolo.
Miré con asco al viejo vampiro al que estaba pisando, tomé su cabeza, él comenzó a llorar.
—Nos vemos en el infierno —Le dije antes de arrancar su cabeza, Luke le prendió fuego de inmediato a su cuerpo. Me alejé y miré al pequeño niño.
—Tráiganlo —Les dije a Luke y a Alec mientras caminaba hacia la salida de esta casa.
—A ver, ¿desde cuándo te volviste nuestro jefe? —Preguntó Alec arqueando las cejas y cargando al niño, le sonreí de lado.
—Desde que Lawriett me dejó a cargo —Dije con suficiencia, ellos bufaron y me siguieron.
Levanté una mano y ellos se detuvieron, sentí la presencia de un desquiciado cerca. Segundos después este vino corriendo por la calle, sonreí, ese era fuerte.
—Lleva a Luke y al niño al auto —Le dije a Alec mientras sacaba dos pistolas de mi pantalón, él resoplando se fue a hacer lo que le dije.
Sin pestañear comencé a dispararle al vampiro, logré quitarle un brazo, eso no pareció afectar la rapidez que llevaba, usé el Dash para azotarlo varias veces, luego dejé que se me acercara retorcí uno de sus brazos escuchando el ladrido de dolor que lanzó, puse una mano en su frente cuando intentó morderme.
—No, no, nadie puede morderme —Solo él puede. Hice un poco de presión con mis dedos y vi como su cabeza se desmoronaba. Que decepción resultó ser. ¿En qué clase de monstruo me he convertido?
No sentí nada al ver al hombre muerto, saque un encendedor de mi bolsillo y le prendí fuego. Caminé hacia el auto sin mirar atrás.
—Soy mayor que tú, yo debería dar las órdenes —Dijo Alec haciendo un puchero en cuanto me subí y prendí el auto, giré mi rostro y le sonreí con burla.
—Somos mellizos genio, además mamá me dijo que nací cinco segundos antes que tú —Dije carcajeándome malvadamente, él entrecerró los ojos y miró a Luke.
—¡Luke dile algo! —Exclamó para que Luke lo defendiera, saqué de mi bolsillo una de las extrañas paletas de sangre que mamá hacia y se la pasé a Luke, él le sonrió apenado a Alec y se metió la paleta en la boca.
Conduje hasta la casa del niño que había sido reportado como perdido, es el hijo de un señor muy influyente en la ciudad, por lo que su desaparición estaba llamando mucho la atención, por eso nos encargamos del viejo pervertido que se lo había llevado.
Cuando estuvimos a unas cuadras agudice el oído para ver si habían muchas personas cerca.
—Déjalo ahí —Le dije a Alec señalando un banco que había en un parque. Él hizo lo que ordené, en cuanto se subió arranqué a toda velocidad al ver a una vieja acercándose.
"Tú no viste nada" Susurró Alec mirando a los ojos de la vieja. Él tiene el poder de cambiar los pensamientos de las personas, solo de los humanos y algunos vampiros de bajo nivel.
Conduje hasta la mansión, en cuanto llegamos estacioné el auto y bajamos, sentí la presencia de Lawriett.
He querido hablar con él desde hace unos días, hay cosas que necesito que me aclare, más bien que me confirme.
—Law, quiero hablar contigo —Dije en cuanto entré y lo vi sentado en el sofá, él asintió y se levantó.
Caminé hacia mi habitación con él siguiéndome.
—¿Cómo están las cosas con Amy? —Le pregunté con interés. Hace un mes que Lawriett la marcó como su pareja, esto ha sido todo un escándalo, un príncipe y una sirvienta.
—Está bien... Nos vamos a casar.
Sentí que mi boca pegó al suelo al escuchar eso, él tenía una sonrisita de idiota. Tragué duro.
—¡¿Pe-Pero cómo?! —Yo no podía creerlo todavía, él sonrió con felicidad. —Es increíble, felicidades —Dije realmente feliz por ellos, él sonrió agradecido.
—Es en tres semanas, en el palacio, tienes que ir —Dijo mirándome fijamente, yo asentí sin dudarlo, él me miró significativamente, no entendí su mirada así que solo sonreí.
En cuanto entramos a mi habitación cerré la puerta y me recosté de ella.
—Mmm... Dime algo Lawriett, ¿por qué me hablabas en sueños y por qué usando mi apariencia convertiste a Amy en alguien como yo? —Le pregunté mirándolo fijamente, él se sorprendió y luego se sentó con calma en la silla de mi escritorio.
—Yo sabía las intenciones que tenía Jack al principio, trataba de advertirte... Sentí que Amy sería mi pareja, pero sería imposible si era una humana, así que la hice de ambas especies, yo debía esperar el momento adecuado para presentarme ante ella, por lo que tuve que usar tu apariencia, bueno solo use una peluca roja y me puse lentes de contacto verde, ella ya sabe que fui yo...
Yo lo escuché todo con atención, le sonreí levemente y sin previo aviso lo abracé. Desde que lo vi hace meses Lawriett se ha ganado mi cariño y mi respeto, Amy no podría haber estado con alguien mejor. Nos abrazamos por unos minutos.
—Alec me está llamando, vengo ahora —Dijo levantándose y mirándome con cariño, yo asentí mientras él salía por la puerta.
En cuanto salió fui a bañarme.
Grité y me jalé el cabello con frustración al caer en la cuenta de que los de Infernus irán a esa boda, las posibilidades de encontrarme con él son muy altas...
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