Tokyo - 29 de diciembre de 2020.

Al ser el cumpleaños de Sana, esperaba con todo su corazón que hubiera privacidad porque desde que las fotos aparecieron todo el mundo le ha estado preguntando de muchas cosas, incluso personas con las que yo trabajo que tenía una ligera impresión de que tenían algún tipo de interés hacia ella y ahora se dan cuenta que es así por la forma tan horrible que tienen hablar de la persona que ahora mismo es su novia.

A pesar de todo el enojo que ha estado viviendo en todo este tiempo, ha hecho todo lo posible para poder sonreír y disfrutar de todos los momentos que ha pasado este día, junto a sus amigas y su novia, se siente muy agradecida de poder decir qué lugar en el que se encuentra es de los mejores sitios que había tenido en toda su vida.

Junto a las personas que ama y por las cuales daría la vida sin ningún tipo de problema, quería llegar a tener esa sensación en la vida de poder darlo todo por un grupo de personas que no llevaran su sangre y lo encontró.

Mina, siempre ha sido esa chica incondicional que está a su lado sin importar el hecho de que hay veces en las que ella no podía estar en el suyo, han disfrutado de días enteros en donde vivieron juntas teniendo aventuras las cuales al recordarlas no puede evitar sonreír porque fueron momentos que le hicieron crecer como persona y disfrutar de la vida que ella creía que simplemente era para vivirla, no para disfrutarla.

Nayeon, esa chica tan misteriosa que su mejor amiga había ocultado por tanto tiempo para saber cómo es que las cosas iban a evolucionar se había convertido en una de las mejores amigas que ha tenido en toda su vida y es que las personalidades de ambas compaginaban de la mejor forma posible a tal punto de que podrían llegar a decir que tienen los mismos pensamientos cuando se miran a los ojos, la quiere demasiado y está segura que hace muy feliz a alguien que considera como su hermana, por esa razón es que ahora mismo estás tan feliz al ver las juntas tomadas de la mano disfrutando de las celebraciones de su cumpleaños.

Momo, esa chica que llegó a su vida como un rayo de luz el cual iluminó cada parte de los momentos tristes que había llegado a pasar, que le hizo saber que sin importar las tantas veces que las cosas se vean mal siempre se puede seguir adelante en todo momento y sobre todo cuando estás al lado de la persona que amas porque esta siempre hará todo lo posible para que puedas ser feliz o por lo menos sacar una sonrisa de tu parte en cualquier momento.

Esa que ahora mismo toma su mano y le da un apretón mientras ve como varios fotógrafos acercan a ellas apuntándolas con esas grandes cámaras que de seguro valían más que su propia vida y fue en ese momento que comprendió lo que era usar frente a personas que ella misma había contratado para que le tomaran foto cosa que hace demasiado tiempo que no pasaba, solo cuando quería tener un catálogo de fotos por si se le daba el ser modelo, una de sus aficiones las cuales dejó debido a que le fue muchísimo mejor como actriz.

— Me incómoda un poco —. Dijo entre pequeñas risillas nerviosas las cuales Momo intentó calmar con besos. — No me gustaría que crean que somos de esas típicas parejas súper adineradas que quieren que las vean como si se trataran de trofeos —. Hirai al escuchar eso se apartó un poco y con una mirada decidida, según la actriz, la miro directamente a los ojos y le sonrió dándole a entender que probablemente eso también se tratará de un trabajo.

— Hay que disfrutar la fama que vamos a tener después de esto, amor, piensa que seremos la mejor pareja del mundo —. Aunque se percibió como una broma para Sana fue bastante raro escuchar esas palabras porque no esperaba que su novia pensara de esa forma ni mucho menos.

Aún así le hizo caso, tomando una postura lo más imponente que pudiera pero que se notara lo feliz que se encontraba al lado de la persona con la que estaba, esa misma que le sonríe nuevamente y la toma de la cintura para hacerles saberlo protegida que puede llegar a sentir es una persona cuando está al lado de alguien a quien ama.

La peligris nunca había llegado a tener algún tipo de protección o por lo menos sentirse en un lugar seguro, y justo lo encontró en una persona que no puede evitar que se haya convertido en el pilar de cada una de las cosas que hace en su vida.

Ama a Momo y no se siente mal por todo lo que siente, al contrario, disfruta de todo corazón el hecho de que está compartiendo toda esta aventura a su lado.

— Te amo, feliz cumpleaños —. Cómo pudo la cómoda y, cómo si se tratara de esa típica serie coreana que todo el mundo ve mientras suspiran queriendo estar justo en los brazos de aquel protagonista perfecto el cual parece que no tiene ningún defecto, le plantó un beso en los labios y lo único que hizo fue cerrar los ojos para poder disfrutar de aquel delicioso sabor a licor de durazno que tenían los dulces labios de la mayor.

Eso hizo que cayera perdidamente enamorada una vez más, a tal punto en el que aquel sabor que no le gustaba en lo absoluto se había convertido en su favorito desde que estaba con Momo, sobre todo porque a esta le encanta ese licor y ella haría todo lo posible por poder disfrutar de esos labios sin importar que aquí el sabor tan empalagoso no le agrada en lo absoluto pero cuando se une con la persona que ama, está segura quedaría lo que fuera por antes de morir y disfrutar de ese manjar.

— Te amo más y gracias por todo esto —. Dijo mientras veía como las personas aplaudían, ella en definitiva se encontraba en una historia de amor que era escrita por una persona que esperaba que le fuera tan bien que hasta le busco una princesa.

Sus ojos inconscientemente se llenan de lágrimas y eso preocupa un poco a la contraria que al verla de esa forma hace todo lo posible para cubrirla porque no quiere que en ninguna foto la mujer que ama parezca que está sufriendo porque puede que existan muchas especulaciones.

Conoce también a Sana que sabe muy bien que esta no podría soportarlo.

— ¿Por qué lloras? —. Preguntó y Minatozaki hizo todo lo posible para poder contener las lágrimas mientras no dejaba de suspirar porque no quería sollozar en medio de ese lugar donde se supone que debería estar disfrutando pero que ahora mismo no puede evitar emocionarse de más debido a que se ha dado cuenta de que es una de las personas más afortunadas de todo el mundo.

Tiene el amor de la mejor familia que pudo haber tenido en esta vida, también tiene el amor de sus mejores amigas las cuales ella puede decir que son como sus hermanas y el amor de una persona que parece ser completamente irreal.

No sabe muy bien qué fue lo que hizo para poder merecerlo pero aún así se sentía completamente agradecida del hecho de que estaba disfrutando de una de las mejores vidas que podría llegar a tener o querer una persona.

— Hey, amor estás preciosa no deberías llorar por el maquillaje —. Sopló sus ojos con delicadeza y eso la hizo reír lo suficiente como para que aquel dolor que tenía se fuera por completo convirtiéndose en la mayor felicidad de todo el mundo.

Aunque había algo que le incomodaba levemente y es el hecho de la capacidad que tenía Momo para intentar cubrirla de alguna forma mientras la estaban tomando las fotos, le parecía bastante raro porque se supone que era ella la que tenía experiencia con eso pero tal parece que la contraria también y mucha más de la que alguna vez llegó a pensar, eso le hace sentir orgullosa y nota lo desenvuelta que puede llegar a ser su novia; sin embargo, es como si estuviera más experiencia de lo que le ha dicho y es algo que ha estado en su cabeza durante un largo rato.

Es que parece que ha estado preparada para estos momentos durante demasiado tiempo, por la forma en la que actúa y se desenvuelve es como si se tratara de una persona que fue famosa en algún momento y que al finalizar su carrera decidió hacer todo lo posible para poder hacer un perfil bajo.

Si eso fuera cierto ella lo sabría es por eso que sacude la cabeza y espera que sus pensamientos intrusivos no hagan lo que siempre hacen, quiere disfrutar de momento de que está viviendo y tener una excelente noche junto a su novia que está feliz por ella.

— No puedo evitar sentirme la persona más afortunada del mundo —. Una sonrisa de oreja a oreja adornó e iluminó ambos rostros los cuales se notaban que eran de pura felicidad, había encontrado a la persona que más deseaban en todo el mundo y sabían que eran las más privilegiadas de ese lugar porque sin importar que habían personas enamoradas sin duda no se asemejaba a lo que ellas sentían.

Eran dos almas que se habían encontrado en el mejor momento de sus vidas y que ahora disfruta de lo que es estar en pareja sin tener ningún tipo de problema con la profesión que pueda llegar a tener la otra, ambas compaginan de la mejor forma posible y se entienden sin importar que como eso se tratara de una pareja de casadas que tiene tanto tiempo que conocen absolutamente todo de la otra.

— Yo soy que se siente la persona más afortunada del mundo por estar al lado de la mejor persona que existe —. Habló tan alto que algunas personas que estaban tomando fotos hicieron algunos sonidos queriendo decir que les había parecido la cosa más favorable del mundo lo que había dicho.

Minatozaki frunció poco las cejas porque no estaba demasiado contenta ni acostumbrada al hecho de que hubieran personas que ella no conocía en su cumpleaños.

Pero aún así lo aceptó porque era algo que le iba a venir muy bien a la pareja porque entre más visualización tuviera menos personas la estarían porque han habido muchos qué han hecho todo lo posible como para intentar separarlas cuando eso nunca va a poder pasar porque son la una para la otra.

Tanto así que han pensado seriamente en cómo van a ser sus hijos y es algo que le ilusiona demasiado a la menor porque siempre ha querido formar una familia que sea igual de feliz como la que ella tiene.

Me encantaría poder compartirlo con una persona que valiera la pena y que la amara tanto como ella la ama, definitivamente se trata de Momo porque es perfecta y única.

— Te amo con todo mi corazón y un poco más —. Le susurró al oído y lo contrario no pudo ocultar lo que eso le hizo sentir. — Te amo de aquí a la luna dando vueltas sin parar y quiero decirte que deseo que este sea uno de los tantos cumpleaños en los que estamos juntas amándonos como nunca —. Eso le llegó al corazón a Hirai, nunca nadie la había dicho algo así y la verdad es que los últimos meses no ha pasado como si estuviera protagonizando algún tipo de película que no es real.

Pero cuando está frente al amor de su vida se da cuenta de que sí lo es y que está daría lo que fuera para poder hacerla la persona más feliz del mundo, haciéndole saber que el amor que ambas se tienen es más fuerte que todo aquello que en algún momento llegaron a sentir.