Capítulo Cuatro: nueva película
Tokyo - 01 de agosto 2020.
Leyó una y otra vez el libreto, su sonrisa se va agrandando con cada parte en la que parecía su personaje y miró a su manager que parecía estar bastante satisfecho por su trabajo, la había encontrado un papel importante para una película de Estados Unidos en la que protagonizaría a una japonesa en los años noventa que encuentra el amor de una forma que ella no sabía que podía llegar a experimentar.
Estaría enamorada de una chica y eso la asustaba demasiado porque nunca había llegado a hacer algo así, sabe muy bien que sus fanáticos les iba a encantar que protagonizará algo con una chica porque los conoce y la han shippeado con muchas actrices, aunque eso era lo de menos porque la verdad es que la obra era de las cosas más divertidas, románticas, tristes, nostálgicas y perfectas que había leído en toda su vida, entonces definitivamente tenía un si, sin necesidad de que su manager se lo dijera porque la conocía tan bien que sabía que le encantaría.
Además de que quería aventurarse a tener otro papel que no fuera de la chica que está esperando a su príncipe sino más bien de una mujer fuerte que decidió irse a Estados Unidos para poder luchar contra todo, y también de el repentino enamoramiento que sintió hacia una mujer, sería algo nuevo y le encantaría la gran experiencia, lo que más le emocionaba es que iba a salir del país y que podría expandir sus horizontes hacia otros mercados y era uno de los más importantes.
Se sentía orgullosa de sí misma y tenía ese sentimiento de que las cosas estaban comenzando a salir bien justo como ella quería y hasta sus ojos se llenaron de lágrimas cuando se enteró de la noticia, por fin podría poner en alto a su país en otro lugar que no fuera el mismo.
- Esto es lo más bello que he leído en mucho tiempo -. Dijo con una gran sonrisa dejando el libreto en la mesa frente suyo y cruzando las piernas. - Debería subirte el sueldo porque estás haciendo un excelente trabajo -. Rieron, el manager que le había dado su empresa era lo mejor que podía haber pasado en su vida, se ha convertido como si fuera un tío para ella y siempre ha hecho todo lo posible para que las cosas le salgan muy bien tomando los mejores papeles y luchando para qué su imagen esté perfecta, le debe la vida e incluso un poco más.
- Espero que me des unas buenas vacaciones en las Maldivas -. Rodó los ojos divertida. - El rodaje va a comenzar a mitad del año qué viene, entonces puedes tomarte unas vacaciones antes de eso porque las necesitas, ha sido un año bastante ajetreado -. Isamu sonrío cerrando los ojos.
- ¿Vacaciones? Parece mentira que después de diez largos años voy a llegar a tomar, pero tienes razón es lo mejor que puedo hacer, darme un tiempo para mí misma y dejar de lado todo por un momento antes de dar el gran bombazo e irme a Estados Unidos -. Se levantó e hizo una reverencia. -. Ten por seguro que vas a tener esas vacaciones porque te las mereces es más tú dime y te la pago a ti y a tu esposa para que puedas tener esa luna de miel que no tuvieron por mi culpa -. Se seguía lamentando ya que hace algunos años tenía una importante premier el mismo día que su manager había planeado ir a su luna de miel con su esposa pero no se pudo ya que tenía que cumplir con el trabajo.
Aunque no era culpa de ninguno de los dos sino más bien de la organización, se tomaron las cosas bien h lamentablemente tuvo que aplazar su luna de miel hasta ahora que no va a pagar absolutamente nada porque se lo pagará.
- ¿En serio? -. Se notaba tanto en su voz que estaba emocionado que a Sana le dió ternura.
- Busca los vuelos, el hotel y realmente donde tú quieras ir porque me da igual gastar todo el dinero, quiero hacer feliz a las personas que son importantes para mí -. Posó la mano en el hombro del mayor y le dió un ligero apretón para que supiera que realmente estaba diciendo la verdad.
- Ahora mismo siento que te debo la vida -. Se quitó los lentes y la tomó de las manos apretándola con el mayor agradecimiento que había tenido en toda su vida hacia una persona. - No sabes lo agradecido que estoy y lo agradecida que va a estar mi esposa contigo.
Luego de eso la japonesa se alejó para ir directo a su auto en donde estaba su chofer un señor de edad avanzada que también se merecía algo entonces al sentarse lo miró con una sonrisa como lo hacía siempre y este le correspondió.
- Tómate todos estos días libres porque no tengo nada que hacer y yo puedo manejar -. Lo miró por el retrovisor y le guiñó el ojo. - Ahora por favor quiero que me lleves a una librería que está cerca del centro comercial -. Pidió y se colocó los audífonos escuchando cualquier canción que le apareciera porque la verdad es que no estaba muy al pendiente de eso, apoyó la cabeza en la ventanilla y pensando en que las cosas ya estaban comenzando a salir bien lo primero que se le vino a la cabeza es que tenía que llamar a sus padres para poder contarles además de que debía ir a visitarlos porque sabía que iba a tener un gran tiempo en Estados Unidos donde no los podía ver.
Movió el pie al ritmo de la canción y cerró los ojos, iría a un lugar importante, cuando se refiere al lugar importante es ir a ver a Momo en la librería en donde trabajaba, la verdad es que Hirai no era muy amante los libros pero fue el trabajo que le tocó por ahora mientras, está de vacaciones, no es alguien que puede decir que está cómoda económicamente entonces tiene que ayudar a su familia y a ella misma a pagar alquiler y todo eso, entonces le tocó tomar dos trabajos, uno que es bastante importante en dónde trabaja en marketing en una empresa especializada en remodelación de casas y otro donde debe buscar libros que las personas le piden.
Miró hacia arriba hasta donde pudo porque tiene unos lentes que le impedían ver el lugar con claridad y caminó con la cabeza gacha para que nadie la reconociera porque no quería tener algún tipo de escándalo y que vean que está con alguien más que no sean sus amigas que ya son bastante reconocidas, a Momo no parecía importarle que siempre estuviera como tapada o con miedo, esmás incluso a veces hasta le ayudaba porque se daba cuenta de que Sana le tenía mucho miedo a que hubieran paparazzis o personas malintencionadas que quieren dañarle la carrera o algo por el estilo.
Apretó la mano derecha y con la izquierda abrió la puerta, subió un poco la mirada y se encontró a Momo que estaba sentada en una esquina donde sabía que nadie las iba a encontrar o estar al pendiente de ellas, al darse cuenta de que también habían otras personas pasó como flash en medio de todo el mundo y al ver a Momo lo primero que hizo fue abrazarla porque hace bastante tiempo que no se veían.
Sonrió en grande y le dió un beso en la mejilla porque fue lo primero que se le ocurrió luego de eso y al darse cuenta de lo que acababa de hacer tragó saliva porque creía que Momo se lo iba a tomar un poco mal lo que era algo demasiado atrevido pero esta simplemente sonrió porque sabía que era la forma en la que se expresaba.
La mayor se relamió los labios y le devolvió el beso solo que muy cerca de la comisura de sus labios ambas eran cómplices de lo que querían hacer pero no se atrevían o más bien esperaban que la otra lo hiciera pero al final eso no sucedió, así que se sentaron uno al lado de la otra de piernas cruzadas con las manos rozando al punto de que parecía que querían tocarse y sus miradas fijas hacia el frente como si quisieran mirarse pero de reojo para que no se notará lo felices estaban de verse.
- ¿Cómo estás? -. Sana sonrió porque ese pequeño atrevimiento y volver a escuchar a Momo en persona la hicieron sentir como siempre al estar cerca de ella, demasiado feliz para poder expresarlo de alguna forma.
- Estoy muy bien porque por fin pudimos vernos -. Una oleada de viento pasó por ellas y lo agradecieron porque era agosto y hacía demasiado calor. - Te extrañé en todo este tiempo y estuve pensando muchas cosas.
- ¿Me extrañaste a mi o a mis besos? -. Cuestionó y la actriz tenía dudas sí debía decir la verdad o no. - Fue una broma -. Levantó ambas manos como si eso quitara lo que acababa de decir.
- Extrañaba todo de ti -. Dijo en un suspiro dejando entrever que extrañaba todo en el sentido de que extrañaba los besos, a ella y mucho más. - Aunque disfrute mucho estas mini vacaciones que tuve con mis amigas no puedo negar que en algún momento del día pensaba en ti y en lo bien que lo estaríamos pasando si hubieras estado ahí -. Admitió con un poco de vergüenza pero la verdad para ella es lo más importante entonces fue lo que dijo.
- Oh, ¿En serio? -. Hirai estaba sorprendida por esta faceta que estaba conociendo de Sana. - No te tomes la pregunta como que no te creo sino como que me sorprende que tú seas así, eres muchísimo más de lo que muchos hablan -. Solo se encogió de hombros porque sabía muy bien lo que algunas personas pensaban de ella.
- Créeme que siempre puedo llegar a sorprenderte con lo que digo o hago así que te pido que estés siempre abierta a cada cosa que diga y que tenga la confianza de decirme si te gusta o no o si te parece demasiado o no me gustaría que ambas tengamos esa confianza que muy pocas personas llegan a tener -. Sus miradas se conectaron y fuego artificiales salieron volando por todas partes explotando en diferentes zonas convirtiéndose en una música de amor que pocos podrían llegar a sentir o escuchar.
A Sana le daba igual el tiempo que estaba pasando porque por muy poco que fuera sabía que cada cosa que se estaban diciendo, sintiendo y pensando todo eso era perfecto y nuevo, y siempre que es nuevo es muchísimo más valioso porque es la primera vez y eso nunca se vuelve a repetir puede que de otra forma, pero aún así siempre se valora lo primero porque fue con lo que te aventuraste a estar en ese momento y en ese lugar diciendo o haciendo todo eso.
Porque el amor para ella es así va de primeras veces, de compañía, de lealtad, de honestidad e incluso de vulnerabilidad, todo eso construye lo que es el amor y lo que hace que sea tan perfecto y hermoso porque no es nada mejor que eso.
- Me siento tan afortunada de ser la persona que tú consideras que debe confiar en ti y ver esta parte de ti que estoy segura que muy pocas personas conocen -. Murmuró porque quería que solo Sana lo escuchará. - Debe ser que hice algo muy bueno en mi vida pasada como para que me esté recompensando con esto -. Bromeó.
Sus dedos meñiques, se juntaron en un pequeño juego en el que les daba igual quien fuera la ganadora al fin y al cabo las dos iban a tener una gran recompensa al final al poco tiempo, se tomaron de las manos y todavía no se miraban a los ojos no tenían esa valentía como para poder hacerlo, lo único que cambió de la postura que tenían al principio es que Sana tuvo la confianza de apoyar su cabeza en el hombro de Momo y ese acercamiento que solo tenía con personas cercanas. Fue suficiente para firmar ese bello momento como el más perfecto de su vida.
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