Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

20| Loco por ti.

Capítulo 20: Loco por ti.

Llegar a mi casa después de haber salido del apartamento de Terry fue todo un prodigio. Como no sabía en donde estaba, crucé diversas calles y pregunté a muchos transeúntes hasta que logré dar con un taxi. Le di la dirección de mi casa y este me trajo sana y salva.

Cepillo mi cabello y luego saco de una gaveta la cajita que me dio Terrence, la abro y con un suspiro empiezo a colocarme las lentillas que venían dentro. Han pasado dos días y el color de mis ojos sigue de color ámbar, aunque, el color intenso ha disminuido dejándolo entre un anaranjado suave. Parpadeo unas cuantas veces cuando he conseguido colocarme la primera y luego cojo la otra haciendo el mismo procedimiento que con la anterior. Me miro en el espejo y mis ojos ahora son de un color gris azulado, aunque claro brillan un poco más que lo usual.

Solo espero que nadie lo note.

Cojo mi bolsón y me encamino hacia el instituto a pie, ya que necesito pensar y que mejor que hacerlo caminando. Solo estoy esperando que esta semana pase rápido para tener mis anheladas vacaciones.

Llego al instituto y de repente soy un manojo de nervios. Rápidamente me encamino hacia los baños pues siento que mis ojos han vuelto a ser de ese color espantoso. Tenía la leve esperanza que durante el fin de semana mis ojos volvieran a su estado natural pero no fue así, cabe constar que durante este fin de semana varias cajitas estaban sobre mi cama y todas contenían un par de lentillas por lo que no hizo falta ser una genia para saber quien las había llevado.

Las clases pasan rápidamente llegando la hora del almuerzo, todo mi curso estaba más que alegre pues los profesores que nos daban clases las últimas horas después del almuerzo no habían llegado y por ende, el director nos dio el permiso para que nos marcháramos a nuestras casas.

Cuando me senté junto a mi grupo de amigas pensé que saltarían en preguntas sobre porque nunca regresé del baño el viernes pasado, pero curiosamente esto no había sucedido, parecían como que si ese momento nunca había pasado en sus mentes.

Obviamente eso me extrañó un poco pero al ver de reojo a Sullivan mirándolas con intensidad supe que él estaba detrás de eso.

Al menos me salvó de una buena.

Sigo comiendo y hablando con mis amigas, cuando sorpresivamente una mano es colocada en mi hombro, me sobresalto y miro hacia atrás asustada.

Él me da una de esas sonrisas coquetas.

—Muñeca —Se acerca para besar mi mejilla.

— ¡Ian! —exclamo respondiendo a su beso.

Las chicas empiezan a cuchichear y yo les doy una mala mirada.

— ¿Qué tal? ¿A qué debo tu visita a nuestra mesa? —digo divertida.

El empieza a reír y a jugar con un mechón suelto de mi cabello.

—Sal conmigo —Suelta de sopetón.

Las chicas se miran entre ellas sorprendidas y luego me miran a mí. Jazz se levanta y seguido de ellas todas las demás.

—Nosotras nos vamos —exclaman azoradas—. ¡Hasta luego! —Canturrean a coro desapareciendo por la puerta del cafetín.

¡Traidoras, no me dejen aquí sola!

Ian toma asiento en frente de mí y toma una de mis manos.

—Me debes una cita, Kiara — Acaricia mi mano—.  Sal conmigo.

— ¿Cuándo? —respondo involuntariamente.

El sonríe pero noto que tras su sonrisa oculta algo.

—Hoy mismo, después que acabe el almuerzo.

— ¿Dónde iremos? —pregunto un poco desconfiada.

— ¿Te parece si hacemos una especie de picnic en el bosque?

— ¿Picnic?

Se encoje de hombros. —Traje comida.

No puedo evitar reír.

—Está bien.

—Okay —responde levantándose, se inclina y me besa cerca de las comisuras, dejándome anonada.

Me levanto también y Sullivan simplemente se limita a seguirme con la mirada. Pongo los ojos en blanco y salgo justo en el momento en el que el timbre suena.

Veo salir a Ian rodeado de los populares, este se despide de ellos para luego reunirse conmigo.

—Bien, vamos a nuestra cita —Sonríe mientras me coge de la mano.

🌹 🌹 🌹

Caminamos un buen trecho para llegar al parque, ya ahí nos internamos en las profundidades del bosque mientras, Ian va charlando sobre un montón de cosas, desde todo lo que había vivido en su infancia hasta criticar todos los libros que había leído provocándome muchas sonrisas.

No sabía hasta donde quería llegar Ian pero habíamos caminado muchísimo y el cansancio me estaba pasando factura.

— ¿Podemos descansar? —cuestiono apoyándome sobre el tronco de un árbol.

—Claro —Acepta mientras aprovecha para sentarse sobre el suelo. Se descuelga su bolsón y saca un mantel, y seguido de estos unos sándwiches—. Ten.

Camino hacia él mientras tomo el sándwich, descuelgo mi bolsón y lo dejo en el suelo, al mismo tiempo en el que me siento.

— Esta sí que es una cita un poco desconcertante para ti ¿no?

››  Créeme he tenido peores —pienso, recordando la cita con Terrence.

Sacudo mi cabeza.

¿Cita? ¿Really cerebro? ¡Eso no fue ninguna cita! ¡¿Pero qué diablos me pasa!?

Ian me mira intrigado y yo dejo de pelear internamente.

—Claro que no —Me limito a contestar—. Me encanta la naturaleza, el aire libre... siento que los campos y los bosques son los lugares perfectos para meditar y relajarte.

—Me encanta tu forma de pensar —Sonríe.

— ¿Gracias?

Él tira una carcajada.

Termino de comer y me acuesto sobre el suelo importándome un bledo que mi ropa se ensucie. Ian hace lo mismo y ambos quedamos mirando hacia el cielo.

— ¿Crees en los vampiros? —Suelta de sopetón.

Su pregunta me desconcierta y trago disimuladamente el nudo que se me ha formado en la garganta.

—Claro que no —miento—, son solo mitos.

¿Mitos? Sí claro.

— ¿Por qué preguntas? —Volteo mi rostro en su dirección.

— Pensé que lo hacías cuando vi que leías un libro de fantasía el otro día.

››Criaturas de la noche.

—No, claro que no. Ese libro... Mmm me lo encontré por ahí —El nerviosismo empieza a hacerse presente en el tono de mi voz.

— ¿Y que lo hiciste? —pregunta con demasiado interés.

Lo miro desconcertada.

—Está... —Veo ansia en sus ojos— está en la basura, probablemente ya lo hayan reciclado —Me encojo de hombros.

Toda aquella ansia y curiosidad se vino abajo al escuchar mi respuesta, sin embargo esa no es la actitud de Ian y es eso lo que me hace sospechar un poco de él.

¿Es este el verdadero Ian? ¿Un loco fanático a la literatura fantástica?

Decido cambiar de tema pues quiero olvidarme de todo lo mitológico por un momento.

—Así que... como sabías que algunos profesores no vendrían.

— ¿A qué te refieres?

—A que trajiste comida, mantel y todo para un picnic justamente el día en que los maestros faltan.

El sonríe.

—Kiara me debías esa cita —Se incorpora quedando sentado—. Y fue mera casualidad que los profesores no llegaran.

— ¿Y si no sabías que ellos iban a faltar, porque trajiste todas estas cosas?

—Porque estaba dispuesto a que hiciéramos novillos para tener la cita —Guiña un ojo.

Me quedo perpleja y luego empiezo a reír.

—Estás loco.

—Loco por ti.

Alzo una ceja ante su respuesta y él se dedica a mirarme fijamente esperando alguna reacción. Y la única que obtiene es una incomodidad y silencio sepulcral de mi parte.

— ¿Te parece si caminamos un poco? —Rompe el silencio.

Asiento.

Le ayudo a guardar las cosas y empezamos a caminar sin rumbo.

—Háblame de ti —Y mientras lo dice trata fallidamente de tomar mi mano.

Veo una flor en el camino y me agacho para recogerla, evitando así su contacto.

—No soy muy buena hablando de mí —Huelo la flor.

— ¿Pasatiempos favoritos?

—Leer —Es mi respuesta inmediata. Lo observo reír—. También me gusta dibujar y salir a correr.

— ¿Tipo de música? —Intenta cogerme nuevamente la mano.

—Pop y electrónica.

— ¿Fobias? ¿Miedos?

—Solo a las cucarachas y ratones.

›› También a los vampiros pero no pienso decírtelo.

— ¿Persona a la que más amas?

¿Qué es esto? ¿Cuestionario?

—Mi mamá y mi hermano.

Hace un puchero.

— ¿Qué? —Pregunto.

— ¿No me amas a mí? — Dice agarrándome la mano luego de mil intentos.

Una risa nerviosa sale de mí.

—Pero que cosas dices —respondo soltándome de su agarre.

Continúo caminando un buen trecho hasta que veo hacia mi par y no está a mi lado.

Me doy media vuelta y lo veo parado mirándome.

— ¿Qué? —inquiero acercándome—. Fue solo una broma Terrence, no te amo porque es un poco ilógico ¿No crees? Llevamos poco tiempo de conocernos.

Él parpadea confundido.

— ¿Terrence? —Alza una ceja.

Abro los ojos sorprendida y me doy cuenta de lo que acabo de decir.

¡Pero qué carajos!

—Eh… yo —balbuceo.

— ¿Por qué has dicho el nombre de ese tío?

¡Joder!

El silencio reina entre nosotros dos.

¿¡Por qué eres así, Kiara!? ¡Por qué!

— ¿Kiara? —pregunta nuevamente.

Se acerca hacia mí y el pánico me invade.

—Responde —dice cogiéndome de los hombros—, ¡Responde!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro