
| C A P I T U L O XXXVI.|
Puedo explicar todo a detalle, el problema es que no quiero. El estómago se me retuerce de los nervios. Esta todo listo, solo debo terminar yo. Hay miles de mujeres arreglando como nunca, quitan bellos, aplican cremas que dejan mi piel suave y brillante, mi cabello lleno de ondas, le colocan algo extraño como una corona de flores todo en diamantes, el vestido blanco, perfumes. Ligas en las piernas, ropa interior muy...provocativa. De todo, y cuando acaban conmigo.
Me ponen ese labial rojo que tanto me llamaba la atención, y me veo bien, podría decir que no soy yo, soy muy linda. Me gusto, me extendió la mano para salir del castillo, Cold. Ira conmigo y al verme, sus ojos brillan—Eres maravillosa.—Me extiende su brazo y lo tomo, salimos del castillo nerviosa con ganas de vomitar, en la salida solo enfoco al General mirarme en asentimiento.
Que tomaré como aprobación.
Sus ojos detallan todo de mi, supongo que...Para guardarlo. Bajo la mirada entristecida y sigo mi camino, me suben a la otra carrosa y el camino hacia el infierno que me espera sigue. El silencio es denso y extenso, pero llegamos a la iglesia de Insomnia, que para no creer en Dios, los Vampiros tienen una, supongo que aquí vienen cuando se sienten solos y vacíos. Nosotros los humanos si lo hacemos, por qué mi madre me hablaba sobre ello.
Y quizás, hay algún plan para que deje que todo esto me pase¿No?
No se la verdad, el rey se baja y empieza la ceremonia, hay miles de Vampiros, todos con una cara de mala leche, odiosos y llenos de rabia, se que no quieren esto pero...Debemos hacerlo. Doy unos pasos leves hacia el templo y piso la alfombra roja, alguien de atrás levanta mi cola, y son esos niños de la fiesta, les sonrió ampliamente ellos emocionados me ayudan a llegar al final—¿Pueden quedarse aquí?—Les señalo una silla al frente detrás de mi ellos emocionados asiente y toman lugar, me coloco a lado de rey quién...
Bueno, no lo había visto y luce fantástico, su cabello negro peinado a la perfección, su rostro siempre limpio impecable, lleva un traje negro con incrustaciones pequeñas de diamante y una corbata muy roja, una capa hecha de metal y pelo suave, y muchos anillos en sus manos. Pero un dedo en especial va vacío.
—Demos por iniciada la ceremonia para unir a nuestro querido rey de Insomnia Zev Jacques II, Vampiro de sangre pura, con cuatrocientos años de edad un reinado impresionante. Y por otro lado la union será con la Humana Audrey Rousseau Lorrent, Humana pura, única en su clase ex reina de los humanos.—Mis ojos se abren asombrada y veo a Zev, el rey quien sostiene una amplia sonrisa.
—¿Cómo...?¿Tu lo...?
El inclina la cabeza hacia a mi—¿No es un buen plan unir dos reinos?¿Y adivina quién va a controlar el tuyo?Tu amado y futuro esposo.
—Eres un...
Perdón por la palabra.
Hijo de...Desgraciado.
—¡Silencio la ceremonia inicia!—Exclama el hombre.
La rabia que siento puede conmigo, por qué todo el discurso tengo mala cara, y odio todo lo que el hombre frente a mi dice, hay tantos vampiros aquí, vampiros con cientos de coronas distintas. El templo todo está hecho de oro y cristales preciosos, bancas de madera pulida oscura, pisos de mármol blanco, candelabros dorados, todo lujoso y maravilloso—Y lo que la sangre los une que no los separe.Que así sea.
—¡Que así sea!
Todos exclama. El hombre se aleja y llega otro—¡Ahora para terminar la ceremonia el contrato de vida, y la coronación!
¿Todo de una vez?
Que servicio tan eficaz.
El hombre se pone frente a nosotros y nos extiende una pluma, el primero quien firma el rey. Lo hace con elegancia,
después me extiende la pluma a mí sin quitar¡Esa estúpida sonrisa arrogante!Ah...claro va a ver cómo se la quitó. Tomo la pluma y firmo con mi nombre por qué no recuerdo tener una.
Si pudiera golpearlo justo ahora.
El hombre nos extiende una caja roja, adornada de ramas planeadas y dorados, al abrirla hay dos anillos, ambos rojos, con oro y con plata. El rey tomo el que tiene plata y me píde la mano, veo como se le pone rojo el dedo,le irrita. Extiendo la mano temblorosa y con cuidado coloca el anillo rojo. No se por que me pica y cuando lo pone siento que me quema.
Me toca colocarle el suyo. Tomo el de oro con el rubí y le pido su mano, la extiende y justo en el dedo vacío es donde va el anillo, lo coloco lento y cuando acabó el asimila—Tanto tiempo vacío.—Susurra para el, pero sin esa sonrisa que llevaba.
Me quedo analizándolo¿Por qué ya no sonríe?¿Tanto le agobia ser mi...concubino?o como se diga.
El levanta la vista a mi —¡La corona!—Exclama el hombre que nos hizo firmar.
Pero haber.
¡¿Corona?!
Dos hombres traen una corona, una grande y gruesa que colocan en la cabeza del rey. Y una fina delgada hecha de ramas y rubíes rojos, y me la colocan en la cabeza, de inmediato siento el peso de ella, aún así levanto la cabeza. Miro al rey quién analiza mi cara y veo una leve sonrisa—¡Larga vida a la reina Rosseau de Insomnia!
Esa sonrisa. Es diferente.
Jamás la había visto¿Está orgulloso acaso de mi?No, no puede ser.
—¡Larga vida!—Exclaman todos los Vampiros de Insomnia.
—Pueden besarse, reyes de Insomnia.
Mejor vomito que besarlo en público. Alejo un poco la cabeza, el enarca una ceja.
Me mira, analiza mi cara y dice—Quizas en otro momento.
Toma mi mano y la besa¿así que pensamos igual?Eh, claro...
Nos giramos a dar la cara a Insomnia, y veo algunos rostros decepcionados, otros encantados, algunos extrañados pero todos, me hacen una reverencia.
Quizás no debería sonreir. Pero todos aquellos que quizás pensaron hasta lo peor de mi.
Ahora estan aqui, inclinándose a su nueva reina.
Y...
Me gusta como se siente el poder.
|XXX|
La ceremonia de compromiso termino, los ojos rojos de todos los vampiros están puestos en mi. Pero la verdad no sé que forma, si¿Cómo bocadillo, como presa, como vena aorta o como su reina?Aunque pensarlo así me estremece. Es raro que ahora...sea su reina
Es decir, tantas veces que fui humillada. Ahora tengo el poder de desterrar si quiero. En todo el camino el rey de Insomnia se prendió de mi brazo como si yo fuera un bonito brazalete que cargar y en todo el camino no puedo evitar mover mis dedos al sentir el anillo ahí entre ellos incómoda. Llegando al salón que prepararon para el festival, hay una mesa enorme de comida, pero...bueno no de la que me gusta, también hay mesas, un especie de...tabla, hay mucha mucha gente. Todas mirándonos algunos con respeto otros con odio y desprecio. O bueno solo a mi.
Pero el rey sigue jalando de mi como un adorno, cuando me suelta es cuando nos sienta hasta al frente del gran salón para festejar. Toma una copa al tiempo que los invitados todos toman lugar, puedo ver al fondo a Cold. Y al general a la espera.
El toma una copa y la hace sonar, una copa llena de líquido rojo, que seguro es sangre.
—¡Quiero brindar por esta emotiva celebración, por la gran espera alrededor de cuatrocientos años a qué su rey consiga una esposa, quizás no tanto digan—Me hecha una ojeada y enarco una ceja—,...Pero tiene todo lo que necesitamos, así que ahora deberá recibir el mismo respeto que yo. Como su rey, ahora festejen, beban y disfruten!
Todos sueltan gritos emocionados a mi me ruge la panza incómoda, y nos sentamos para disfrutar de la fiesta como en todo.
Hay una banda.
Un pastel que pidió para mí y si me sorprende. Y comida, alcohol y gente bailando.
Eso es lo peor.
Me pongo de pie frente al pastel gigante, el rey está detrás de mi—¿Cuando lo comeremos?Oí que es de mala suerte no cortarlo.
Su risa ronca me hace girarme verlo y quitar mi embelesamiento del pastel gigante. El sonríe, y lo hace con genuino respeto. Es raro por qué siempre me mira con cara de odio.—Cuando sea lo último, no tengas ansias. Que yo también quiero probar el postre, y no precisamente este—Señala con la cabeza el pastel—¿Quieres bailar?
¿Pero de que postre habla?
¿Habrá otro?
¡¿Y será más grande?!Me muero.
Miro su mano extendida con desconfianza, al ver qué todos nos miran debo fingir, la tomo y me jala a la pista de baile, donde han puesto musica de piano y empieza a bailar, me toma de la cintura para movernos de un lado a otro y no entiendo por qué no se bailar, jamás lo intente. Como muchas cosas que no he hecho por estar encerrado oculta de los vampiros.
Si, triste.
Al terminar de bailar medio raro, me vuelvo a acercar al pastel, lo rodeo para verlo, todo el mundo está ocupado bailando y haciendo tonterías, me escondo detrás del pastel gigante y le meto el dedo, agarró un poco de la cosa blanca que lo adorna y me lo llevo a la boca, una vez cometido mi crimen vuelvo a la pista de baile que han hecho sin decir nada, total. Nadie va a descubrir el pequeñísimo agujero que le deje al pastel, creerán que fue un error de transporte.
Me incorporo y después de unas horas bailando y conviviendo con los Vampiros, tengo que esperar a que partan ese exquisito pastel, le lanzo varias miradas.
—Ya deja de mirarlo así, quien fuera ese pastel—Sisea la voz de el General a mis espaldas.
El rey se ha alejado mientras yo espero a que llegue y deje de hablar con sus súbditos.—Es que quiero probarlo.
—¿Sabes que?Creo que tienes lo que los humanos llaman lombrices. Flaca lombricienta.—Achino los ojos y giro mi cabeza a él
—He tenido que soportar sus apodos raros pero el tuyo no. Eso rebasa mis límites.
El sonrie—¿Ah, si?¿Cuáles más te han puesto?
—Pues Cold es cruel a veces...
El enarca una ceja.—¿Ah, si?ahora quiero saber más.
Suspiro—Me dijo Vaca perezosa.
El se echa a reír en una risa estruendosa, y se tapa un poco la boca se gira para evitar que lo vean mientras se rie de mi, me pongo los brazos en jarra molesta—¿Y de que se ríe General?
—Que es cierto, lo de vaca entiendo por los trajes. Pero no importa, que ocurrente es el soldado. Deberia darle un ascenso.
Muy chistosito.
Le doy un ligero manotazo—No se burle de mi, ahora soy la flaca lombricienta.
El sonrie—Esta mejor mi apodo.
Ondeo mi mano—Como sea, como tú reina te ordenó que vayas a robarme una rebanada de ese manjar.
El sonrie—¿Vas a ordenarme cosas?No lo hagas porque me pones caliente, mi reina.
Giro la cara lejos de el, por qué la siento caliente, de pronto deje de respirar—No te burles.
—No me burló, iré a hacer guardia a otro lado. Majestad—Se burla haciéndome una falsa reverencia y me guiña un ojo. El cuánto se aleja llega el rey.
Siento mucho calor, evito abanicar y tomo un trago del líquido rojo que si es sangre, lo regreso y tomo la otra copa esa sabe diferente. Creo que es alcohol humano.
—¿Puedo comer pastel?—El rueda los ojos.
El rey molesto asiente—Ya vamos a partirlo.
Emocionada lo sigo para que ambos partamos ese delicioso pastel, por cierto que yo tomo la más grande, emocionada como satisfecha, el sigue comiendo la suya con varias muecas, no le gusta lo dulce al parecer—¿Para que lo come si no le gusta?
—No entenderías.
—Si, si entiendo, solo explique.
El enarca una ceja, me mira desde su asiento y dice—Hay cosas que saben más dulce, por ejemplo, tu sangre, tus besos. Tu humedad.
Ladeó la cabeza—¿Mi humedad?
El sonrie—Es a lo que me refiero. No sabes.
—No, otra oportunidad, dígame.
—Zev, ahora soy Zev para ti, amor mio.
Siento un retorcijon y no del bueno, de esos que me quieren hacer vomitar que eso venga de el me hace odiarlo mas, por que se que lo dice con burla.
Paso saliva nerviosa—Seguire diciéndole majestad.
El rueda los ojos—¿Recuerdas aquella vez que nos besamos y terminas tan mojada que pensaste que te hiciste pipi?
Asiento confundida—Si....
—Pues eso que te...salió es lo que sabe dulce.
Me tapo la boca, recordando lo que hice con el general—Entiendo.
Y vuelve el calor.
El no dice nada más. Hasta que termina nuestros pasteles y cuando yo acabo le digo—No dejaré que me toque.
—No está a discusión eres mi esposa no puedes.
Le cortó en plena discusión en medio de la fiesta—Pero tengo una propuesta para usted. En cuanto esto acabe quiero discutir algunas cosas como pareja.
El sonrie—Ansio hacerlo.
Claro, que se burle pero le quitare esa sonrisa burlona. Claro que si...tengo unos planes como reina, quizás el se aprovechó de mi, y ahora debo de sacar provecho a todo esto.
|XXX|
En la alcoba real, la que han amoldado para ambos y me resultará incómoda dormir con el, me planto frente a el mientras se quita el traje. El me mira y se sienta sobre la cama—Habla ahora que quiero saber, me tienes intrigado.
Tomo mucho aire para ver si se filtra algo de valor. —Es importante lo que quiero negociar.
El extiende su mano para que continúe y así lo hago—Es sobre los humanos que queden aquí, y el paso. Quiero que permita a los humanos a Insomnia, y los legalice.
El enarca una ceja con semblante duro—¿Es broma?
—Yo no bromeo majestad, bueno aveces. El punto es que, quiero que usted haga eso por mi, que humanos y vampiros anden de un lado a otro.
—Es una idea suicida.
Sonrió ahora yo—¿Usted que propone para tener acceso a mi?
El eleva ambas cejas—Define acceso.
—¿Quiere tocarme no?De todas las formas posibles¿Que haría por mi si le concedo el derecho a mi cuerpo cuántas veces quiera sin protestar?
Su boca se abre levemente y no por su perplejidad si no por que no sabe que decir, toma eso.
Humana: Uno.
Vampiro: Cero.
No sabe que decir, se lame los labios secos y baja la vista maquinando seguramente esa respuesta diabólica con doble sentido, vuelve a levantar la vista a mi y ahora dice—¿Que me asegura eso?Voy a arriesgar a mi pueblo de Insomnia, si me vuelves loco,.pero no como para casarme contigo si lo hice fue por un plan detrás.
—¿Es un no?
El se pone de pie—No—Replica con voz ronca—Es un haré lo que me pides, siempre y cuando vea acceso en ti.
Parpadeo—¿Y que quiere que haga?¿que me quite el vestido ahora?
El sonrie—Podrías incentivar.
—¡Ah, no!Eso no va a pasar.
—Entonces no cumpliré tus promesas.
—Yo menos.—Me cruzo de brazos.
El se revuelve el cabello—¿Entonces que quieres?—Se ve desesperado.—¿Que cumpla tus caprichos?
—Pues...si.
El resopla mucho aire, más al inflar esas mejillas y soltarlo, se ve frustrado pero a la vez desesperado, en conclusión si lo va a hacer a regañadientes. Genial.
Me señala severo. —Queda bajo tu conciencia, arregla tus cosas que mañana a primera hora vamos a los acuerdos y haré esa estúpida propuesta. Y comportarte por favor, no puedes ir por la vida picando pasteles.
Abro la boca. ¿Cómo lo supo?
Me hace una señal para que salga de la habitación y lo hago asombrada no creo que me viera, fui cuidadosa pero claro, es un vampiro detalles que siempre olvidó. Una cosas más.
¡Iremos al reino humano!
Fantástico.
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