Capítulo 1:  Gracias Elizabeth.

Una sensación que recuerdo haber sentido antes recorre mi cuerpo, pero específicamente se concentra en mi cuello. En medio de la oscuridad me retuerzo como un gusano debido al dolor, grito y grito pidiendo que paren pero parece que nadie me escucha.

Al cabo de unos minutos, mi boca es abierta y algo se desliza a través de mi garganta. Tiene un sabor metálico y que de inmediato parece hacer reaccionar todo mi sistema pues el interior de mi cuerpo arde.

De pronto, lo que se deslizaba por mi garganta se detiene y comienza la agonía.

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Ladeo mi cabeza viendo su cabello. El tono no está mal, de hecho, le queda bien pero son los malos recuerdos que me trae ese color que me causa repulsión.

—Insisto en que el rubio cenizo me desagrada—hago una mueca al tiempo en el que cojo el vaso que está sobre la mesa. Lo muevo entre mis manos y puedo ver mi reflejo en aquel líquido rojo en su interior.

Ashley da un suspiro y termina de peinarse colocándose una rosa roja a un lado como toque final.

—Aún no entiendo el por qué y créeme que me gustaría saberlo—se da la vuelta y me observa fijamente.

Me encojo de hombros. —Algún día te lo diré.

Ella gruñe y yo sonrío antes de llevar el vaso a mi boca y deleitarme con su contenido. Relamo mis labios y saco mi lengua saboreando la última gota que cae.

Escucho un fuerte suspiro y seguido de eso, el rostro de Ashley cambia y se pone en pie enfurecida.

Que bipolar, Dios.

Me limito a mirarla mientras sigo relamiendo mis labios.

—¡Ya basta, Kiara! ¡Deja de fingir que esto no te afecta!

Alzo una ceja confundida. ¿Fingir? ¿Yo? ¡Qué rayos le pasa!

—¿De qué hablas, Ashley?

Se acerca hacia mi y me toma del cuello poniéndome a su altura. Sus ojos ambarinos brillan y sus uñas poco a poco  van creciendo.

—¡Deja de fingir que esto no te afecta! ¡Deja de aparentar que puedes sobrellevarlo, porque todos sabemos que  no es así!

Trato de quitar sus manos de mi cuello pero ella presiona más su agarre.

—Ni siquiera te has lamentado, lo has tomado con tanta calma que da miedo—sisea—. De mi parte esperaba que gritaras y que nos reprocharas por haber tomado una decisión demasiado egoísta pero ¡Has hecho lo contrario! Lo has aceptado, has acatado instrucciones, ¡No te has opuesto a beber sangre! ¡¿Qué rayos te sucede?!

Respiro hondo y a través del iris de sus ojos puedo ver como los mios adoptan un color rojizo sin perder la tonalidad gris que ellos poseen.

—Me sucede que he madurado y que no puedo pasar lamentándome de esta situación—tomo su mano y logro safarme de su agarre—. Si bien es cierto, nunca quise ser vampira esto es lo que me tocó ser desde hace dos semanas y no me queda de otra más que aceptarlo, porque hacer berrinches y quejarme no va a devolverme mi humanidad—camino hasta llegar a la puerta de mi habitación dispuesta a salir—. Sólo quiero seguir con mi vida, quiero seguir estudiando y fingir ser un humano; y no le veo problema alguno pues estoy libre de peligro, ninguna vampira desquiciada me persigue, ya no tengo el diaphire y me creen muerta. Así que ¿Que más puedo pedir?

No espero su respuesta sino que salgo y me encierro en el baño. En el espejo colgado en la pared puedo ver mi reflejo, al menos para mi ya no queda ningún rastro de humanidad, pero para los ojos humanos sigo siendo la misma, solo que más bella y atractiva.

Mi cabello sigue siendo el mismo, a diferencia de que hoy posee mas brillo y parece como si me he sometido a algún tratamiento para que luzca perfecto al igual que el de los comerciales, algunas facciones de mi rostro han tenido un leve cambio y lo más visible es el cambio de color de mis ojos, aunque es un tanto extraño ya que uno de ellos se torna rojo pero el otro se mantiene gris, como si tuviera heterocromía.

Oh, pero no nos olvidemos de los grandiosos y estupendos —nótese el sarcasmo— colmillos y ni hablar del crecimiento repentino de mis uñas. Cierro mis ojos tratando de contener la repentina furia que me invade.

Ahora sé que el karma existe, juzgué y traté de monstruo a un vampiro y terminé convirtiéndome en uno de ellos.

Gracias karma.

Y, gracias Elizabeth.

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—¡Caramba, Kiara! Tú si que tomaste a pecho la frase de: Nuevo año,nuevos cambios.

Río negando con la cabeza mientras caminamos por los pasillos en dirección al aula de español.

¡Ah! Como extrañaba volver a la rutina.

—No sé de que cambios hablas, Jazz. Sigo siendo la misma.

Mentirosa.

—No  sé, es que hay algo en ti que ahora llama la atención. Es como si tu rostro tuviera brillantina y dijera: ¡Hey, mirenme!

Le doy un leve empujón y nos adentramos al aula sentándonos en los asientos ubicados al final. Escucho a Jazz parlotear sobre todo lo que hizo durante mi ausencia en Cambridge y también sobre las festividades de navidad y fin de año.

Esas dos últimas semanas del año en la que mi vida dio un giro totalmente inesperado.

Dejo de divagar y continúo escuchándola hasta que la mención de una persona en particular llama mi atención.

—Desde el día en que me la encontré en el parque ya nadie la volvió a ver, y supimos por Steve que realmente ella había provocado aquel incendio a propósito y ahora todos creen que ha sido la culpa la que la hizo ya no venir a estudiar por lo que se transfirió de instituto.

Beth no se transfirió, ella huyó. Pues para que seguir fingiendo ser humana cuando tu propósito  ya ha sido cumplido.

—¿Realmente crees eso?

Jazmín se encoje de hombros. —Sinceramente ella no me agradaba, pero las chicas dicen echarla de menos pues al parecer le cogieron cariño. A mi, me va y me viene que ella ya no esté con nosotras, incluso una pequeña parte de mi se alegra de que ya no venga.

Sonrío.

—Grosera.

—Es un don.

La señorita Britter aparece justo en el momento que el timbre suena, como es habitual cuando regresamos de vacaciones ella charla casi una hora sobre lo que hizo y que no hizo durante ellas, y se desvía contando anécdotas de su juventud lo cuál retrasa más la clase. Jazmín y yo compartimos miradas y damos un suspiro puesto que ella sigue hablando, y todos sabemos lo que pasa cuando ella pierde el tiempo de clase.

Mi móvil vibra en el bolsillo trasero de mi jeans y con disimulo lo saco para tratar de leer el mensaje que de seguro es de Jazmín quejándose. Sin embargo, el remitente no es Jazz y el mensaje no es una queja.

Cierro mis ojos y muerdo mi labio ansiosa.

Terrence ha vuelto.

N/A:

¡Oh mai gaaad! Ahora nuestra Kiara es una vampira.

Asdfghjklñ.

Creo que este es el capítulo más corto que he escrito en lo que va de esta bilogía 😂 Y pues, nada mejor que dejarlo así con una pizca de intriga al final.

¿Dónde rayos andaba nuestro vampiro?

Eso lo sabremos en el próximo capitulo 😂 —Andale que esto ya parece novela :v—

Dejen sus comentarios 🙊 quiero saber que les ha parecido el primer capítulo🙈🙈❤

Aún no actualizaré con frecuencia pues no tengo muchos capítulos escritos y quiero avanzar con esta historia antes de entrar a la Universidad😭😭

E

n otras noticias, acabo de publicar un nuevo libro de misterio y suspenso, se llama "Obsesión", si a ti te gusta ese género no dudes en pasar por mi perfil y agregarlo a tu biblioteca😎

Así que, nos leemos pronto.

Baaii❤ las amito❤