Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo.

2 meses después.

Ya había pasado el tiempo suficiente como para que YeonJun descansara todo el tiempo que la universidad le quitó, disfrutó de la compañía de sus amigos, y de su novio.

Y ya había pasado el suficiente tiempo como para que aquello que habían hablado antes, fuera una realidad.

SooBin se tomó minutos, horas, días, en explicarle todo a YeonJun, lo que debía pasar, como debía pasar, que iba a pasar, le habló desde lo más mínimo hasta lo más profundo del tema. Era un paso demasiado grande y además, irreversible.

YeonJun había tenido demasiado tiempo para pensar, e incluso aún tenía tiempo de retractarse, pero no lo haría.

Estaba decidido a hacer la transformación.

Y así se lo explicó a SooBin.

Estaban ambos en la habitación que compartían, sentados uno frente al otro, sobre la cama.

-Hazlo -pidió con una pequeña sonrisa. SooBin le acunó las mejillas y besó su nariz.

-Acuéstate -ordenó suavemente recibiendo el gesto casi de inmediato. SooBin se colocó sobre él, con cada mano a cada lado de su cabeza para no aplastarlo con su peso- Muéstrame tu cuello -de nuevo la orden fue acatada de inmediato. SooBin besó la suave piel, repartió pequeños besos- Te amo mucho, YeonJun -murmuró apenas audible, el abogado no logró escuchar, de inmediato, el leve punzón en su cuello lo hizo cerrar los ojos.

No había dolor, se sentía igual que cuando SooBin se alimentaba de él.

¿Cómo se convertía a alguien en vampiro? ¿Qué estaba a punto de hacer SooBin?

Para hacerlo solo se necesitaba el veneno que solo los vampiros de sangre pura supuran opcionalmente, de los colmillos.

SooBin en ese momento simplemente estaba succionando algo de sangre, para de inmediato segregar el veneno por un tiempo considerable, el veneno recorrería las venas del individuo.

¿Y ya?

No, antes de que el sujeto se desmayara por completo por el veneno debía beber, mínimo, un trago de sangre de quién lo transformase.

Y luego, solamente esperar lo suficiente para que el veneno se mezclara con la sangre, el cuerpo se adaptara a la transformación y a los cambios agudos de los sentidos.

Justo así, lo hizo SooBin.

-Soo-...

-No hables, solo bebe -le dijo SooBin extendiéndole una copa casi hasta la mitad, sangre que era del modelo.

YeonJun apretó los ojos, se apoyó contra SooBin para mantenerse sentado y apretó de más la copa para poder sostenerla.

Empezó a beber, trago tras trago hasta dejar la copa vacía.

SooBin la sostuvo en su mano a tiempo.

Ya YeonJun había perdido la consciencia.

Solo debía esperar a que despertara. Jamás había un tiempo estipulado para despertar, se sabía que el máximo era un mes pero no lo demás.

Así que habían muchas posibilidades, que YeonJun despertara en horas, en un día, en dos semanas o en un mes.

Y en un caso muy riesgoso, que no lo hiciera. Aunque este último solamente ocurría con casos muy especiales, como el tener que transformar a alguien con alguna enfermedad severa, o con un cuerpo que muy difícilmente se podía adaptar al cambio.

Para YeonJun ese no fue el caso.

Choi YeonJun duró dos días en despertar.

Apenas abrió los ojos y tomó una bocanada de aire se sintió diferente.

-YeonJun -escuchó a SooBin a su lado, el vampiro lo observaba fijamente, pasando sus ojos por todos lados asegurándose de todo.

El abogado tomó asiento en la cama con ayuda del vampiro, su vista estaba borrosa, su garganta estaba seca.

-Toma agua -SooBin le dió un vaso con agua que tomó gustoso.

-SooBin... -habló teniendo la garganta más clara, miró a su pareja- ¿Ahora qué? -SooBin soltó una risa besando su cien con cariño.

-Ahora eres un colmillos también -le dijo. YeonJun tomó un poco de aire.

¿Tan sencillo?

Si, era sencillo.

Pudo captar un aroma más en SooBin, estaba su perfume, pero había algo más metálico, dulce.

Supo que era al instante.

Sus sentidos estaban más agudos, su olfato, oído, vista y gusto.

Pasó su lengua por sus dientes, sintió sus colmillos un poco filosos.

-Abre la boca -pidió SooBin mirando el cambio que había tenido la dentadura. Los colmillos no estaban en el tamaño que deberían estar, pero tenía su explicación- Están un poco pequeños aún, pero en unas semanas crecerán -dijo con una pequeña sonrisa- Luego con el tiempo aprenderás a usarlos, aumentar el tamaño o ponerlos en su tamaño normal, cómo tus uñas.

-¿Y mis ojos? -preguntó sintiéndose igual que siempre solo que con los sentidos más agudos.

-Es algo que debes trabajar. Por ahora, eres como un vampiro bebé, igualmente necesitarás dormir, comer más allá de la sangre, con las semanas irás desarrollando tus habilidades y tu cuerpo lo irá asimilando mejor -explicó de nuevo SooBin a pesar de haberlo explicado mucho antes de hacer la transformación- En dos meses creo que estarás listo.

-Uhmm...-YeonJun asintió bajo la atenta mirada de SooBin. Su piel estaba más pálida, la punta de los colmillos apenas y se notaban, definitivamente era como un vampiro bebé al que debía cuidar muy bien.

Con la transformación las cicatrices viejas no dejaron rastro, su piel estaba más suave y brillante incluso, era como un nuevo YeonJun.

Y lo era.

[...]



2 semanas después.

Adaptarse a su nuevo yo no había sido tan complicado, su oído era agudo, podía comunicarse con SooBin en cualquier lugar de la casa sin ningún problema y sin tener que alzar la voz.

Aún su cuerpo le exigía necesidades humanas, cómo dormir y comer, pero sabía que con el tiempo esas necesidades se minimizarían hasta anularse.

No había tenido sed de sangre en esa semana, y a pesar de que SooBin estaba mínimamente extrañado por eso, solo decidió que debían esperar.

Estaban acostados, SooBin lo abrazaba a su pecho, pero YeonJun se removía, una y otra vez.

-Ya duérmete -gruñó el modelo de ojos cerrados sintiendo que estaba abrazando a un gusano de lo mucho que se movía el otro.

-No puedo... Y menos con tu... Con tu olor.

-¿Qué? ¿Huelo a basura? -preguntó con una pequeña sonrisa separándose del abogado que lo observó casi con miedo.

-No, hueles muy fuerte... A metal, a sangre -dijo, tomando asiento, ese aroma no le había incomodado al estar cerca de SooBin pero ahora se hacía más fuerte y su boca empezó a hacerse agua.

SooBin supo lo que pasaba, sabía desde un principio, pero estaba esperando a que YeonJun se diera cuenta y le dijera. Debía empezar a conocerse en ese ámbito.

-Tengo sed, tengo hambre no sé cómo se dice -dijo volteándolo a ver sobre su hombro.

SooBin tomó asiento en la cama, apoyándose del respaldar, palmeó sus muslos. Así cómo muchas veces YeonJun dejó su cuello a su merced para que pudiera alimentarse, él lo haría, además, sabía que a esas horas de la noche no había donantes y dudaba que YeonJun prefiriera a un extraño.

A YeonJun nunca le gustaron los donantes, después de todo.

-¿Qué d-debería hacer? -preguntó mirando el cuello del rubio, relamió sus labios.

-Solo muerde -animó el vampiro lo suficiente conocedor de YeonJun cómo para saber que tenía miedo de lastimarlo- Te diré si duele -fue lo único que dijo, logrando así que el abogado se inclinara hacia su cuello, el modelo ladeando la cabeza para más acceso y comodidad.

SooBin suspiró rodeando la cintura de su pareja, sintiendo el ardor de los colmillos encajados y una constante succión.

Primero, fue lento, inseguro del sabor que iba a tener en la boca. Pero no fue malo, no era dulce, era un sabor metálico pero a la vez adictivo.

Su cuerpo le pedía más, era su primera vez, y estaba sediento.

SooBin en ningún momento se quejó ni expresó dolor, solamente se quedó tranquilo, esperando pacientemente a que el otro terminase.

YeonJun se separó de él, pasando su lengua por los pequeños puntos, se enderezó observando al modelo.

-¿Estás bien? -fue lo primero que preguntó, relamiendo sus labios.

SooBin solo le sonrió, abrazándolo a él.

Sabía que YeonJun se había convertido por él, por amor, y ahora se volvía a dar cuenta de todo el amor que les rodeaba a ambos. De cómo su amor, creaba un mundo de ellos, solo de ellos.

-Te amo tanto, YeonJun -murmuró besando su coronilla causando una risita del otro, tantas veces que lo había dicho y seguía causando el mismo efecto.

-Mi nombre no es YeonJun -le dijo el otro alzando la mirada, SooBin solo le sonrió.

-Tu nombre es cariño, amor, príncipe, ¿Cierto?

-Exactamente.















2 meses después.





-Está torcido, un poco a la derecha... Oh, un poco pero solo un poco hacia la izquierda... ¿Acaso no tienes perspectiva, SooBin? -YeonJun se quejó intencionalmente haciendo al vampiro chasquear la lengua.

-¡Así quedó! -se exasperó de inmediato el modelo separándose para ver lo que había estado colgando- Quedó bien -opinó con una ceja arqueada, YeonJun rió abrazándose a él, mirando el cuadro que habían colgado.

-Desde un principio lo estuvo, solo quería fastidiar -confesó lo obvio sacándole un bufido al, de nuevo, pelinegro. SooBin no aguantó mucho que digamos con el rubio, odia el aroma de los químicos que usan, además, prefiere su cabello negro.

-Nos vemos sexys, uhm -opinó el vampiro recostando su mejilla de la cabellera ajena. YeonJun rió enseñando sus colmillos, esta vez más grandes, ya había logrado desarrollar hacerlos crecer a su gusto.

Ambos estaban viendo una de las paredes del penthouse, antes, estaba blanca y no había más que una aburrida repisa a la que SooBin no le prestaba atención, pero ahora, tenía dos cuadros. Uno, con el título de YeonJun, SooBin había insistido en colgarlo allí, y el segundo cuadro era una foto de ellos, era un cuadro más grande.

Y cabe destacar que no era cualquier foto, hace cuatro días atrás, SooBin había tenido una sesión y como siempre, YeonJun fue.

U

na cosa llevó a la otra, y YeonJun no supo cuando estuvo con un par de estilistas y luego estuvo frente a las cámaras junto con SooBin.

-Si me dedico, podría quitarte el trabajo -dijo, muy seguro de su don para el modelaje.

-Y yo podría quitar el tuyo si leo un poco más -arqueó una ceja el vampiro volteando a verlo, YeonJun también alzó la mirada para verlo, le sonrió.

-¿Qué pasaría si todo fuese alrevés? Si yo desde un principio hubiese sido un vampiro y tú un abogado humano -preguntó. SooBin hizo una mueca.

-Creo que hubiese pasado lo mismo, pero, yo seguiría siendo el activo, deja de soñar boberías -dijo, dándole un pequeño golpe en la frente. YeonJun soltó una carcajada separándose de él.

Aún tenía apetito, así que fue a la cocina a comer lo primero que encontrase, un cereal, unas galletas cualquiera, lo que sea estaba bien mientras su estómago dejara de rugir.

SooBin se quedó en la sala, mirando su teléfono, ese día salían las fotos de la sesión pasada junto a la noticia de...

"¡Exclusiva de última hora! Nuestro Choi SooBin, el modelo principal de numerosas marcas de la alta moda reveló su actual compromiso con Choi YeonJun, abogado recién graduado..."

-¿Ya salió? -YeonJun se acercó a él, tomando asiento a su lado, mirando hacia el teléfono del vampiro que solamente silenció la noticia, no era sorpresa que habían buscado hasta lo más mínimo de YeonJun para dar la primicia.

-Las redes están... Que explotan, para ellos es la primera vez que me comprometo y en realidad, es la primera vez que me ven con una pareja -dijo revisando todas las redes sociales, YeonJun le besó la mejilla.

-Se lo van a tomar bien -aseguró el abogado.

-Solo me importa que tú lo tomes bien -soltó una risa después de eso, apagando el teléfono. YeonJun alzó su mano izquierda miró el anillo en su dedo anular, hizo un mohin.

-No está tan mal el anillo, se me ve bien, mi prometido es guapo, si, lo tomo bien -dijo sonriendo después. Ambos habían cambiado el anillo de promesa a uno de compromiso, era rojizo con detalles dorados, dentro, tenía labrados sus nombres junto a su fecha de aniversario. Eran sencillos, pero hermosos.

SooBin guardó su anillo de promesa en sus cosas mientras que YeonJun solamente se lo cambió a la otra mano.

-¿Conseguiste algo de comer? -preguntó el modelo.

-Si, pero... ¿Que tal si me llevas a comer comida coreana?

-¿A ésta hora? Son las ocho y el lugar está a una hora y media -SooBin observó a YeonJun.

El abogado solo se inclinó un poco y sonrió, enseñando sus colmillos.

-Vamos, Binnie.

-No uses esa técnica -el modelo alzó un dedo y lo señaló, YeonJun lo sujetó de las mejillas, besó la punta de su nariz, besó castamente sus labios, apretó sus mejillas para que sus labios se abultaran más, besó una, dos, tres, cuatro veces y se separó, volviendo a sonreírle.

-¿Me pongo los zapatos, Binnie?

-Maldición, si, ve a cambiarte -bufó el modelo arrojándose por completo al sillón sabiendo desde un principio que terminarían en ese lugar de comida coreana a una hora y media de ahí.

Porque no podía decirle que no a YeonJun.

Y cuando se disponía a decirle que no, YeonJun lograba convencerlo.

Así que ahí estaban a las nueve y media de la noche en un local de comida coreana, siendo prácticamente los únicos comensales.

-¡Muchas gracias! -YeonJun agradeció por los platillos al mesero, mirando la comida con emoción, habían habilitado un nuevo platillo que YeonJun no había comido y ahora aparte de hambriento estaba emocionado por probar el platillo- ¿Que haces viéndome? ¡Come o te dejo sin nada!

SooBin sabía que si debía ir al fin del mundo por YeonJun, lo haría.

Tal vez, había rasgos tóxicos, había y hubo peleas, hubo llanto, al inicio todo había sido caótico desde la perspectiva de ambos.

Pero desde un principio, ambos se pertenecieron, desde la primera vez en el yate, desde el primer beso, desde el primer momento en que sus miradas se cruzaron.

Solo un abogado y un modelo, una pelea de herencia de por medio. Solo eran eso desde un principio.

Y ahora lo eran todo, individualmente y juntos. SooBin tuvo aprendizajes, un desarrollo que nunca esperó tener luego de tantos años siendo uno mismo.

Estaba comprometido con YeonJun, con la persona por la que movería mar y tierra para verlo sonreír, cumplir sus sueños y vivir plenamente.

-Gracias, colmillos -le dijo adormecido cuando iban de vuelta a casa, estaba empezando a dormir pocos lapsos de tiempo, sabía que pronto su sistema lo anularía.

-No hay de qué, príncipe.

Y YeonJun, estaba pleno. Cómo quería estar, con quién quería estar y en dónde quería estar.

Era abogado, un vampiro.

Y el prometido de Choi SooBin.

¿El veredicto de ambos?

Amarse, cuidarse, valorarse el largo camino que tienen y que no les importa recorrer.

Porque están juntos y eso, es suficiente.






Fin del juicio.



























Okey... 😭😭😭😭 Ya llegamos al final de esta historia, aún quedan unos extras pero bueno, ya será a elección de ustedes.

Haré 2 extras a su petición, les daré opciones para que voten:

1) Lemon/Smut.

2) Un vistazo de lo que sería el cambio de roles (SooBin humano abogado y YeonJun Vampiro).

3) Cuidando a un vampiro enfermo.

Tienen esas tres opciones, espero sus votos!

Les gustó el capitulo?

Comenten!

The_Dark_Diamond











Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro