Capítulo 9
Y mientras SooBin estaba teniendo una crisis, descontrolado y en manos de ChanYeol, YeonJun estaba sentado en el aeropuerto de Roma - Italia, bostezando y mirando a las personas pasar.
Su vuelo había tardado más de lo que pensó en llegar, pero aún así, TaeMin no estaba ahí para buscarlo.
Bufó prestando atención en tres muchachas hablando animadas, obviamente, en Italiano. Él no sabía nada del idioma, podía defenderse con inglés pero debía aprender el idioma lo antes posible para así, poder estudiar y no depender del italiano de TaeMin.
Alzó la mirada cuando miró un par de zapatos, sonrió levantándose para recibir un abrazo que le sacó un quejido.
—Lo siento, lo siento —TaeMin le sonrió y se apresuró a quitarle la mochila— Yeon, esto no pesa nada.
—No traje mucho —dijo usando su muleta para avanzar a un lado de TaeMin, que a pesar de estar feliz de que su amigo estuviese ahí en ese país tan hermoso, no estaba de acuerdo bajo las condiciones por las que se fue y aún menos sabiendo lo poco que llevaba en la mochila.
—Mira cómo estás, tienes una muleta, mírate YeonJun, hiciste ese viaje en ese estado —dijo examinando a su amigo con la mirada, Yeonjun suspiró mirando todo.
—Estoy bien, TaeMin, en unos días podré dejar de usar la muleta —contestó dejándose guiar por el ahora pelinegro hacía un taxi, como costumbre saludó al taxista, pero este solo lo observó extrañado antes de ver a TaeMin que dió el mismo saludo esta vez en Italiano— Tengo que acostumbrarme —dijo con una pequeña risa, el muchacho a su lado lo secundó indicando la dirección al conductor que sin hablar, empezó a conducir, aún más si los dos muchachos que llevaba no hablaban en su idioma.
YeonJun miraba las calles con algo de ilusión, encantado por las calles y todo lo que veía al pasar. Miró cabinas de teléfono, recordó que debía llamar a BaekHyun.
—¿Nadie te ha llamado? —preguntó YeonJun jugando con sus dedos en su regazo, TaeMin negó.
—De todas formas nadie tiene mi número —dijo ansioso de que YeonJun le contara todo a profundidad, es decir, ¿qué tan grande había sido el problema para mudarse a un país sin casi nada?
Pensó en SooBin, él había sabido que tenían una relación, el vampiro lo intimidaba y podía ver lo posesivo que se portaba, pero no sabía más allá de eso.
No quiso culparlo por completo, puede que también fuese por su asunto de abogado, o también puede que fuera por... Por...¿Por qué no se le ocurría otra cosa que no fuera por SooBin?
Pagó al chófer apenas se estacionó frente a su conjunto, bajó del auto y estiró su mano a YeonJun, pero este ya había bajado con su vista fija en el edificio.
—Supongo que vas a tener que trabajar para alquilar o para vivir —comentó entrando al lugar, sonriendo leve al vigilante que le devolvió la sonrisa y los dejó pasar, de inmediato una linda recepción en colores mostaza y amarillo los recibió, a un lado dos puertas doradas de elevadores, los cuales no tuvieron que esperar, apenas TaeMin presionó el botón las puertas se abrieron.
—Tengo dinero, uh... Puedo vivir lo suficiente sin trabajar aquí —dijo algo apenado, TaeMin arqueó una ceja, conocía el ingreso de su amigo y en definitiva no era para nada la cantidad que necesitaba para vivir "lo suficiente" sin trabajar ahí.
No opinó, de nuevo sintiendo las ansias de saber que pasaba y la razón de muchas cosas. Pero debía entender que YeonJun venía de un vuelo que a pesar de ser cómodo resultaba cansado y aún más en el estado que tenía el abogado.
TaeMin lo guió a su departamento, era algo pequeño, pero suficiente para él solo, eso sí, no había contado con que tendría un huésped.
Los dos dejaron sus zapatos a un lado de la entrada, muy diferente a los recibidores que tenían en Corea.
—Es lindo —comentó YeonJun, mirando la simple decoración, enserio era pequeño pero lo suficiente para el tiempo que se quedaría ahí. Al entrar se podía ver del lado derecho una cocina, básica, sin muchos gabinetes, o utensilios, frente a ella una mesa para cuatro personas, y en el lado izquierdo un sillón para tres personas junto a una repisa que tenía una pequeña televisión, y al frente, dos puertas las cuales TaeMin le indicó que era el baño y la habitación.
Avanzó con ayuda de su muleta y tomó asiento en una de las sillas invitando con su cabeza a TaeMin a tomar asiento.
—Le prometí a BaekHyun llamarlo cuando llegara, ¿puedes prestarme tu teléfono? —pidió recibiendo inmediatamente el teléfono del pelinegro que seguía en silencio, analizando— Te contaré todo, Tae, solamente déjame hacer esta llamada.
—Está bien —asintió, jugando con su reloj, contando cuantas agujas tenía y mirando de vez en cuando a YeonJun que agradeció que su amigo tuviese internet, entró a una aplicación y marcó el número de BaekHyun sin sorprenderse de que TaeMin no lo tuviera agendado.
Si llamaba por el número de TaeMin y BaekHyun lo reconocía, sabría que estaba con él, pero no habría manera de saber en dónde estaba, porque número uno, BaekHyun no sabe para dónde se había ido TaeMin, y número dos, si hace la llamada desde esa aplicación no podrían rastrear la ubicación.
Tomó un respiro y marcó la llamada dejando el aparato en su oreja.
Esperó un tono musical que te daba la aplicación, tomó aire cuando el abogado atendió del otro lado.
—¿Hola? —BaekHyun frunció el ceño, nunca lo habían llamado de esa aplicación y no conocía el número del que venía, puede que se le hiciera conocido pero no más de ahí.
—Hola, Baek Hyung —saludó casi en un murmullo, que no sabe lo que ocasionó en uno de los hombres que estaba con BaekHyun.
—Ye-yeonJun...—escuchó la voz de su amigo, preocupada y asombrada de la llamada.
—¡Entra a una habitación ya mismo! —YeonJun frunció el ceño al escuchar el grito de ChanYeol, pudo escuchar un gruñido y también pasos rápidos, seguido de una puerta ser azotada.
—¿Está todo bien? —preguntó escuchando un forcejeo de algo, tal vez una perilla.
—No está nada bien desde que te fuiste, YeonJun —contestó su amigo algo agitado, de fondo seguían escuchándose gruñidos salvajes y golpes en la puerta— Pero eso no importa, ¿estás bien? ¿En dónde estás?
—Estoy bien, hyung, no se preocupe —contestó con la mirada gacha, los golpes en la puerta del otro lado le estaban poniendo los pelos de punta— ¿Quién es...
—SooBin... Está en un estado de descontrol que no-...
—No quiero saber —cortó mordiendo su labio inferior. Pudo escuchar unas palabras algo distorsionadas de fondo, luego un jadeo de su mayor, por medio del sonido había adivinado que habían derribado la puerta— Voy a colgar, hyung —avisó aún en un tono medio bajo, apretando sus ojos cuando escuchó un forcejeo.
—No cuelgues, por favor —apretó el teléfono en sus manos, un nudo se formó en su garganta, la voz del otro lado era la de SooBin, rota y con un anhelo de que el abogado no le colgara la llamada— Dime dónde estás... —pidió en un tono bajo, YeonJun no lo sabía pero SooBin del otro lado estaba arrodillado en el suelo sosteniendo el teléfono en sus manos con fuerza y con miedo de que la llamada fuera cortada repentinamente.
—Solamente llamé para decirles que estaba bien, ya llegué a mi destino... Es todo —dijo mordiendo su labio inferior luego, sin saber lo mucho que estaba afectando del otro lado de la línea.
—¿Crees que me hace feliz tenerte tan lejos? Y-yeonJun, dejaste todo aquí y-y... ¿Fue por mí? —preguntó en un hilo de voz.
—SooBin... ¿Tú crees que... —tomó aire pasando su mano libre por su cara, TaeMin lo observaba atento— ¿Tú crees que me hace feliz tenerte cerca?
—Si...—contestó SooBin, ChanYeol y BaekHyun estaban escuchando la conversación, BeomGyu en algún momento había decidido irse y solo eran ellos tres en el apartamento del vampiro modelo— Y todo lo que estás haciendo... E-es mentirme, yo lo sé.
—No miento cuando te digo que te quiero lejos —fue lo único que dijo sintiendo su corazón en la garganta cuando escuchó un atisbo de sollozo del otro lado— Diles a todos que estoy bien, y no vuelvan a llamar al número.
—Dime si fue por mí que te fuiste...
SooBin le pidió la respuesta de nuevo con voz temblorosa y dolida. YeonJun sabía que se había ido de Corea de esa manera solo para que SooBin no lo consiguera, pero, ¿Era por él? ¿No había algo más?
El peligro que representa SooBin, sus rasgos tóxicos, ¿Era eso una razón para irse de un país?
—No lo sé, SooBin... —fue su respuesta, sus ojos se cristalizaron.
—¿Quién l-lo sabe entonces? —preguntó el vampiro levantándose del suelo, con la vista nublada de lágrimas.
—Ya cumplí con llamar, adiós.
—Te amo —fue lo que soltó deteniendo el dedo de YeonJun, TaeMin lo observó, una mirada confusa e indecisa, alzó su mano para dejarla en el cabello negro y sedoso del abogado antes de susurrar:
—Ya cuelga...
Y YeonJun, colgó.
[...]
YeonJun colgó la llamada, inconsciente de lo que había desencadenado del otro lado de la línea, más que todo, en SooBin.
La mano no le tembló al modelo para lanzar el teléfono a la pared más cercana, gruñó con ira deslizando sus manos por el buró más cercano arrojando al suelo el reloj pequeño y la lámpara que había ahí, pateándolas luego, ChanYeol de inmediato jaló a BaekHyun del brazo, haciéndolo retroceder.
—Hay que dejarlo, ve a otro lado —le pidió en un murmullo, el abogado solamente le dió una última mirada a SooBin que soltando gruñidos volvió a golpear el buró, arrojándolo al suelo haciendo golpes estridentes que estaban afectando a la dichosa vecina.
SooBin se volteó y miró a ChanYeol, golpeó el armario cercano con sus dos manos.
—¿¡Sabes con quién está!? ¿¡Sabes con quién mierda está!? —preguntó a gritos, furioso, su cabello agitado y despeinado. Su mano derecha con las garras afiladas y lo suficientemente largas hicieron un solo movimiento, marcando la madera del armario con brusquedad— ¡Con el maldito de TaeMin! ¿¡Por qué se fué y está con él!? —ChanYeol solo lo observó en silencio. SooBin soltó un grito de pura ira y frustración pateando la puerta del armario, doblando la madera levemente, gruñó y volvió a patear en dónde mismo— ¡Sobre mi maldito cadáver YeonJun se va a quedar con ese imbécil! No me importa si tengo que matarlo, lo mato para que no se acerque más a él, porque YeonJun es mío y ese... ¡Ese hijo de puta no tiene por qué estar en el mismo lugar con él! —gritó ahora golpeando la pared con sus manos, se quedó ahí apoyado, soltando gruñidos mientras que su respiración se trataba de regular. ChanYeol cerró la puerta a sus espaldas con cuidado, se acercó a pasos lentos a él, apoyó su espalda en la pared a un lado de SooBin que recordando la conversación anterior volvió a golpear una y otra vez la pared, se alejó empezando a caminar por toda la habitación tal cual un león enjaulado, furioso y sin perder el tiempo de desquitarse con la televisión con la que contaba esa habitación.
Lo tomó con sus manos y lo arrojó al suelo, de inmediato la pantalla plana sufriendo daños por una patada que le dió.
—Los sonidos me molestan, joven, sé que SooBin no está bien pero de todas formas... —escuchó la voz de su vecina, ChanYeol se puso alerta cuando miró que SooBin hizo ademán de salir de la habitación.
—Oh, esa vieja zorra —murmuró tomando el pomo de la puerta, ChanYeol lo tomó de la muñeca, empujándolo hacia la cama, SooBin se resistió gruñendo, lanzando golpes, más de uno llegando a ChanYeol que sin más, lo golpeó a puño cerrado en la mejilla haciéndolo detenerse, como si apenas estuviera cayendo en cuenta de lo que estaba e iba a hacer.
—Puedes romper toda la maldita habitación, pero no más, contrólate en estas cuatro paredes o te duermo —amenazó apartándose de él, SooBin tomó asiento en la cama.
—Me voy a calmar cuando tenga lo mío conmigo y a TaeMin muerto porque él-...
—¿Vas a matarlo? ¿Sabes en dónde está él? ¿Sabes lo mucho que le dolería a YeonJun? Deja de decir locuras, SooBin, no puedo creerlo —espetó cruzando los brazos y apoyándose en la pared. SooBin lo observó unos segundos antes de mirar a otro lado, su vista captando el arañazo que le había dado al armario.
No podía enfriarse, estaba molesto, escuchar la voz de TaeMin le había sacado aún más de sus casillas.
Pensó en dónde dormiría YeonJun, ¿con él? Fueron amigos con derechos, ¿Y si volvían a retomarlo?
Soltó un grito de pura rabia parándose para exclusivamente patear de nuevo la pared del armario, esta vez haciendo una grieta de un lado. No se detuvo, pateó de nuevo.
¿YeonJun tenía pensando tener una relación con él?
Otra patada.
¿Acaso se quedaría a vivir con él de por vida?
Otra patada con más fuerza, la puerta estaba a nada de ceder.
¿YeonJun lo había cambiado por TaeMin?
Y una última patada a la pobre puerta del armario, que cedió y se rompió en dos, SooBin retrocedió soltando un jadeo.
Paso su antebrazo por sus ojos, volteándose a ver a ChanYeol.
—Induce mi sueño, por tres meses —pidió mirando directamente a los ojos al vampiro que ladeó su cabeza— Solamente me quedarían dos meses para salir del arresto domiciliario e ir por YeonJun, no creo aguantar los cinco meses así —le dijo tomándolo de los hombros, ChanYeol analizó sus palabras unos segundos, hasta que asintió con lentitud, señalando con su cabeza la puerta.
—Ve a ducharte —fue lo único que dijo antes de asegurarse visualmente que SooBin estaba apto para salir y estar unos segundos sólo.
Dormir a SooBin tres meses no sería mala idea y mucho menos si él estaba conciente de su situación y manera de ser.
Y cuando despertara, solamente le quedarían dos meses, lo suficiente como para saber en dónde estaba YeonJun e ir por él.
SooBin iría por lo que es suyo, ya lo había sentenciado.
Inducir el sueño a un vampiro era fácil, era un don común en los vampiros, obviamente no despertaban solos, la misma persona que les indujo el sueño o un tercero debían despertarlo usando ese mismo don.
Era lo más recomendable y sensato en ese momento, SooBin en un solo día ya había destruido la habitación de huéspedes, nadie quería imaginar que sería del departamento si estaba los cinco meses en eso.
ChanYeol le dió su tiempo a SooBin, escuchó la ducha y avanzó a la cocina, BaekHyun estaba ahí, sentado en la mesa lo observó cuando se sentó a su lado.
—Voy a dormirlo, me pidió que lo hiciera, por tres meses —informó mirando al abogado que asintió— Pero debemos estar aquí con él, o por lo menos yo —dijo mirando al abogado hacer una mueca, no había comprendido. ChanYeol suspiró escuchando el armario, y el roce de ropa— Hye aún está por ahí, la estoy siguiendo por medio de mis conocidos, pero si dejo a SooBin aquí, solo y dormido, es decir, vulnerable por tres meses, puede que intente algo.
—Hye no tiene ese interés en SooBin, ¿O si? Ella estuvo de su lado más bien —dijo BaekHyun con el ceño fruncido, pasó sus manos por su cara— Cómo sea, ¿hay que cuidarlo? ¿Ducharlo?
—No, nada de eso, estará como... Cómo en estado vegetal —dijo aún dudando un poco de usar ese término, BaekHyun ladeó su cabeza— Estará como muerto, solamente respirará y ya, cuando lo despierte volverá a la normalidad —y BaekHyun asintió entendiendo un poco la situación. SooBin apareció a los segundos, peinado y con ropa casual. Miró a la pareja en la mesa.
—No creo que deban quedarse, pueden venir a ver de vez en cuando y... Enserio, gracias ChanYeol —dijo dejando su mano en el hombro del vampiro que asintió con una pequeña sonrisa antes de levantarse. BaekHyun observó a SooBin y viceversa— Gracias a ti también —fue lo único que dijo antes de darle una pequeña sonrisa, el abogado se levantó y rodeó el torso del modelo con sus brazos, lo dos fundiéndose en un pequeño abrazo.
BaekHyun ya no lo odiaba, no tanto, podía darle una oportunidad, tuvo el tiempo de pensarlo y aún más, siendo consiente de su crisis.
—ChanYeol me está viendo con ganas de dormirme y no despertarme más —dijo el modelo tratando de alivianar el ambiente, BaekHyun soltó una pequeña risa mirando a ChanYeol.
Ellos también tenían mucho que hablar y organizar.
—No es tan celopata como alguien que conozco —dijo acompañando a los dos vampiros, SooBin río flojo, se notaba que no tenía muchos ánimos pero aún así le siguió el juego a BaekHyun con unas cuantas palabras.
Tres meses eran mucho tiempo, pero para SooBin sería un abrir y cerrar de ojos.
Un abrir y cerrar de ojos que marcaría mucha diferencia.
[...]
—No sé que decirte... —murmuró TaeMin con sus manos entrelazadas en la mesa, su vista en todos lados menos en YeonJun que acababa de finalizar el relato de lo que había pasado luego de su partida.
YeonJun suspiró tocando el parche en su cuello sintiendo comezón, dió pequeños tactos con los dedos para poder rascar como le había dicho la enfermera.
—Dime si no es una buena razón para venir —dijo buscando la mirada de su amigo que luego de unos segundos de silencio negó con su cabeza.
—SooBin en esos cinco meses de cárcel debe entender que tú ya no quieres nada con él —opinó TaeMin— Y no creo, enserio no creo que ésta sea la mejor opción, aparte de SooBin, piensa en BaekHyun.
—Tengo que pensar en mi, TaeMin. SooBin, él... —un recuerdo de no más unas horas del encuentro que tuvieron en la clínica, TaeMin analizó la expresión de su amigo— Él me va a perseguir y no quiero verlo, tengo miedo... Y sé que no va a rendirse conmigo. En cuanto a BaekHyun... Lo lamento mucho por él, pero si la situación no fuese otra... Con SooBin.
—BaekHyun no lo merece, YeonJun —insistió ganando una mirada del abogado. TaeMin sobó sus cienes— De todas maneras... Espero que estos cincos meses puedas sanar y pensar mucho mejor las cosas para así volver a tu hogar, porque es tu hogar, YeonJun, todo está allá.
—Lo sé —asintió mirando sus manos. TaeMin no quiso opinar más, se levantó para señalar la habitación, invitando al abogado a seguirlo.
TaeMin aún no estaba del todo de acuerdo con esa decisión tan rápida de YeonJun.
¿Y si él no estuviera en Italia? ¿En dónde estaría YeonJun ahora? ¿Hubiera escapado así de rápido?
No quiso pensarlo en ese momento, lo ayudaría y apoyaría, era su amigo de todas formas.
Lo dejó pasar a la habitación y le indicó en dónde podría encontrar ciertas cosas, YeonJun le agradeció, acercándose a él para rodearlo en un abrazo.
—Gracias, TaeMin, enserio —dijo, con una pequeña sonrisa que fue correspondida de inmediato— Por hoy, voy a dormir... Mañana saldré.
—Puedo acompañarte —ofreció mirándolo fijamente, YeonJun sé movió por la habitación abriendo el gabinete de pijamas que TaeMin le había indicado, sin algún tipo de vergüenza empezó a desvestirse frente a él.
—Me parece bien, así me guías en algunas cosas, después de todo llevas más tiempo aquí que yo —dijo terminando de colocar la playera de la pijama, faltaban los pantalones— También... Quisiera buscar una universidad o un instituto... Para renovación de título.
—Cuenta con eso —le sonrió dejando que sus pensamientos lo guiaran.
TaeMin no sabía mucho de vampiros y lo que había escuchado de algunas personas que sí se habían relacionado con ellos era que, eran muy peligrosos, celosos, posesivos, persistentes y muy calculadores.
No sabía más.
—¿Puedes dormir conmigo? ¿O tienes algo que hacer? —preguntó YeonJun sonriendo pequeño cuando el otro se arrojó a su lado, dispuesto a tomar una siesta.
No era algo de segundas intenciones, sólo dos amigos durmiendo.
Aunque eso no quería decir que por la cabeza de los dos pasara la posibilidad de ser como eran antes.
Si, mucho antes de Choi SooBin.
Fin del prólogo.
No esperaba terminar este prólogo hoy, pero bueno, espero les haya gustado mucho y esté cubriendo sus expectativas.
Esta vez, sí tardaré en actualizar.
¿Tienes teorías? ¿Qué opinan?
No sé olviden de votar y comentar!
The_Dark_Diamond
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro