Capítulo 7
BaekHyun fue el primero en preguntarle de su estado, ya se habían llevado a SooBin, a los golpes, cabe destacar.
YeonJun solamente le sonrió levemente expresando que su cuello dolía un poco, de inmediato recibiendo una pastilla para el dolor que luego de minutos, fue que empezó a hacer efecto.
—¿Seguro estás bien? ¿No quieres otra cosa? —preguntó BaekHyun preocupado. YeonJun asintió captando toda su atención.
—Quiero irme a casa —dijo sacándole un suspiro a su amigo.
—Aún no puedes, YeonJun. Tu cuello y tú tobillo no están del todo bien —explicó con cuidado, aún el ambiente estaba tenso.
ChanYeol entró a la habitación con un bufido.
—Puedo cuidarlo desde casa, se todo lo que hay que hacer —insistió recibiendo una negación de su amigo que siquiera se preocupó en llamar a la enfermera, después de todo, le diría lo mismo.
YeonJun pasó tres días más en esa habitación, su tobillo mejorando pudiendo caminar con una muleta, ya se había quitado el molesto uniforme de hospital, teniendo un cambio de ropa en una mochila que había pedido.
En esos tres días, había estado planeando todo, BeomGyu ya le había entregado la tarjeta y a espaldas de BaekHyun y ChanYeol había sacado el pasaporte y comprado el boleto de avión en línea.
Su destino era Italia, ahí lo esperaba TaeMin, no le importaba el idioma o tampoco no saber nada del país, estar lejos era lo único que quería y obviamente, que SooBin no lo encontrara.
Esa noche, ChanYeol no estaba, BaekHyun estaba dormido en el sillón de siempre, sabía por dónde escapar incluso.
Se levantó con cuidado de la camilla, sin hacer ruido, tomó la muleta, podía irse con la ropa que tenía, no le importaba.
Tomó la mochila que tenía, ahí había objetos personales y un cambio de ropa, inocentemente BaekHyun le había llevado esa mochila.
Miró la gorra de su mejor amigo en el buró, la tomó y se la colocó, su cabello enmarañado siendo cubierto.
Suspiró y quitó todos los aparatos que lo conectaban, los latidos de su corazón se dejaron de escuchar, un pitido constante, el sonido que indicaba que no había latidos, el sonido que indicaba que la persona había perdido la vida.
BaekHyun se removió en su lugar, YeonJun se apresuró de salir de la habitación, ubicando el elevador cerca, lo pidió y gracias a la soledad del lugar las puertas se abrieron de inmediato, entró y presionó el piso del estacionamiento.
Por otro lado, BaekHyun dió un salto en su lugar, despertó asustado cuando el pitido llegó a sus oídos.
—¡YeonJun! —gritó levantándose para ver la camilla, vacía— ¡YeonJun! —salió de la habitación desesperado, las puertas del elevador se estaban cerrando, no llegó a tiempo para detenerlo.
Empezó a bajar las escaleras con rapidez, jadeando de cansancio, ¿Por qué se había ido? ¿A dónde? ¿A casa?
—¡YeonJun! —gritó cuando estuvo en planta baja, la recepcionista lo observó confusa. YeonJun salió por el estacionamiento, apurando el paso, sabía que BaekHyun ya lo estaba buscando.
Alzó la mano a un hombre que iba bajando de un taxi, este le dejó la puerta abierta, sonriendo educadamente antes de irse.
YeonJun cerró la puerta del auto y jadeó.
—Al aeropuerto, por favor —le pidió al chófer de una línea de taxis cercana. El hombre no dudó en arrancar el auto, YeonJun miró la salida de la clínica, a lo lejos, miró la silueta de alguien salir apurado, tal vez BaekHyun.
Estoy haciendo lo correcto. Pensó encendiendo su teléfono, marcó el número de TaeMin, uno, dos, tres pitidos y el otro contestó.
—Voy en camino al aeropuerto, Tae —informó, según sus conocimientos, faltaban unos diez minutos para llegar— El vuelo sale en una hora, si por alguna razón, BaekHyun te llama dile que no has hablado conmigo, dile que no sabes nada de mi.
—No creo que sea lo correcto —opinó TaeMin, inseguro.
—TaeMin, cuando sepas todo verás que es lo correcto —y colgó, suspirando, apoyando su cabeza en el respaldo.
Sintió dolor en su espalda, mucho tiempo en la camilla le estaba afectando.
—Llegamos —avisó el chófer estacionándose cerca de la entrada, a pesar de ser de noche, había autos y personas circulando con maletas, listas para abordar un vuelo.
Pagó con el poco efectivo que quedaba en su billetera, agradeció al bajar, tomó su mochila con una mano y la muleta la usó con la otra.
Avanzó al aeropuerto, el clima frío de la noche pegando en su piel descubierta.
Quitó su gorra para entrar y buscar la sección que correspondía a su vuelo, su teléfono vibró.
Era BaekHyun.
Colgó la llamada, mordiendo su labio inferior, avanzó hasta encontrar la puerta C, la que le correspondía. Tomó asiento en las sillas de metal, había unas cuantas personas ahí también.
Su teléfono volvió a sonar.
Era ChanYeol.
Colgó y apagó el teléfono, dejándolo en el bolsillo de su pantalón, se sabía el teléfono de TaeMin de memoria, podía llamarlo en algún teléfono prestado del otro aeropuerto.
Pasajeros del vuelo 25, puerta C, rumbo a Roma, Italia, ir acercándose para abordar, por favor... Pasajeros del vuelo 25, puerta C...
YeonJun se levantó de su lugar, caminando para hacer la fila, jadeó sintiendo un pequeño dolor en su cuello, buscó en su mochila y, sin agua, tomó la pastilla del dolor. Agradecía que la enfermera le hubiera dejado los suficientes envases de pastilla en su buró, le durarían hasta llegar a Italia y poder comprar más.
Le mostró su boleto y pasaporte a la mujer que con expresión seria, dejó un sello y le indicó por dónde pasar, a algunas personas las hicieron a un lado para poder envolver sus maletas y solamente dejarla abordar con su equipaje de mano.
Obviamente, él siguió de largo, por el ancho pasillo que lo llevaba al avión, solo tenía una mochila y contaba con equipaje de mano.
Iba lento, aún no manejaba bien la muleta y su brazo estaba doliendo ya, se detuvo un momento, mirando al suelo.
Recordó a SooBin, días atrás, casi suplicando por un abrazo.
¿Por qué no se lo había dado? Apretó sus ojos cuando recordó lo deplorable que se veía, y el impulso de abrazarlo que tuvo.
Pero SooBin le hacía daño, era malo, era tóxico y aún con Seong-Suk muerto seguía representando peligro en su vida.
Lo habían intentado dos veces, y ninguna funcionó, ¿no era suficiente para saber que no funcionaban juntos?
Ahora iba a otro país, a otro continente en dónde haría una nueva vida, sólo, con TaeMin a su lado, como sea, pero lejos de SooBin.
Y se sintió mal de que no pudo despedirse de ChanYeol, de BaekHyun, de quienes estuvieron con él en todo momento, incluso de su hermano, estaba desapareciendo por completo del mapa. No se los había dicho, por el simple hecho que habían estado manteniendo contacto con SooBin, y a pesar de todo, no confiaba en que guardarían ese secreto.
Por eso, tuvo que irse así, escapando y desapareciendo del radar de todos cuando montó a las doce en punto el avión directo a Roma.
El único, la única persona que, irónicamente, sabía a qué continente y país había partido era BeomGyu, era quien más sabía, pero aún así, sería imposible encontrarlo.
SooBin estaría preso por cinco meses, ya sea en casa o en la misma celda, era el tiempo suficiente para que los dos olvidaran lo ocurrido y siguieran con sus vidas.
SooBin podía olvidarlo a él esos meses de encarcelamiento, y él empezaría de cero.
Con su dinero.
Chasqueó la lengua en el avión al recordar que todo lo que estaba haciendo, era con el dinero de SooBin.
¿Estaba mal? ¿Era un aprovechado?
No, no y no, en su mente se lo negaba, era lo menos que podía hacer SooBin por él en ese momento.
Miró por su ventanilla, el cielo oscuro, se abrazó a sí mismo recordando la carta que le había redactado y dejado exclusivamente a BeomGyu.
“No soy y no me haré responsable de SooBin, que lo olvide porque no estaré en el país para ayudarlo, pero aún así, mientras esté en cárcel te pido que no lo dejes de visitar, y llévale donantes con mi mismo tipo de sangre, no dejes que muera ahí, habla con él, sal del profesionalismo y distráelo, por favor.
No dejes a SooBin sólo, es lo único que te pido.”
Suspiró pensando en si BeomGyu estaría cumpliendo con su petición, el abogado no le había mencionado nada de la carta, solamente preguntando por su tipo de sangre, era lo único que habían hablado respecto a ello. BeomGyu no era malo, y conocía su buen corazón, y por eso, no quiso y no iba a desconfiar de él.
Todavía le faltaba un largo trayecto, lo sabía, y también sabía que debía dormir un poco para llegar con las energías bien, pero su mente le recordó la carta que también le había dejado a BaekHyun sobre su camilla.
“Me voy por un tiempo del país, no te preocupes por mi, hyung, estaré bien y prometo comunicarme con usted apenas esté en un lugar seguro. Gracias por cuidarme todo este tiempo y no salir de la habitación ni para buscar algo de comida, también de mis gracias a ChanYeol hyung, te quiero mucho, hyung, estaré bien. <3”
YeonJun veía cinco meses como mucho tiempo, el tiempo suficiente para olvidar y superar, confiando en que SooBin haría lo mismo que él.
Pero no, SooBin no olvidaba, y mucho menos a la persona que amaba, en la celda que estaba miró el cielo oscuro, inconsiente de que en un avión se marchaba la persona que amaba buscando olvidarlo y alejarlo de él.
SooBin daría todo de si, para buscar a YeonJun en cuanto supiera su desaparición, él no se cruzaría de brazos.
No lo dejaría escapar de él y mucho menos, con TaeMin.
Ya estamos a nada de finalizar esta parte para pasar al primer arco!
Les explico, esto que están leyendo puede contar aún como un "Prólogo" de la historia, en el primer arco es que se empezará a desarrollar todo.
Espero les esté gustando y no esté decepcionando sus expectativas!
The_Dark_Diamond
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