Quiero que me conviertas en un vampiro.

SooBin no esperó escuchar eso tan pronto, y hasta llegó a esperar no escucharlo.

YeonJun lo había dejado sin palabras, con un silencio sepulcral en la habitación.

—¿No estás de acuerdo? —preguntó YeonJun mordisqueando su labio inferior.

—¿Por qué lo pides? —respondió con otra pregunta, YeonJun se abrazó más a él, quedándose en silencio— Antes de conocerme, ¿Querías hacerlo?

—No.

—¿Por qué ahora sí?

—Porque te amo, y quiero estar contigo mucho tiempo.

Nuevamente el silencio reinó en la habitación, ninguno se movió de su lugar, cada uno metido en sus pensamientos.

—Es lo más romántico que me has dicho en el mes —dijo SooBin para romper el silencio, YeonJun simplemente rió— Quiero que estés conciente de lo que serás al momento de convertirte, pero lo que más quiero en este momento, es que estés conciente de que tendrás la inmortalidad.

—Lo sé.

—La inmortalidad no es del todo buena, Yeon, necesito que estés conciente de que pasarán los años y tú seguirás igual, los demás morirán. Si te conviertes, verás a SeokJin morir, a sus hijos, a sus nietos, verás a BaekHyun morir, a HyeJin, a MoonBin, a cualquier humano que conozcas, lo verás envejecer y morir mientras tú sigues igual, siendo un vampiro, joven y con la inmortalidad a tu lado —habló, siendo lo más explícito posible, YeonJun escuchó atentamente— Aparte de eso, tendrás sed de sangre humana o animal, ¿Estás dispuesto a alimentarte de eso? Son demasiadas cosas que debes pensar.

—Lo entiendo.

—No quiero que lo hagas y luego te arrepientas, después de que seas un vampiro no hay vuelta atrás, YeonJun. Yo te convierto, con gusto, pero necesito que estés conciente de todo lo que acarrea ser un vampiro —SooBin relamió sus labios, viendo hacia el techo— Por ahora, concéntrate en tus estudios, termina tu carrera, luego tendremos todo el tiempo que quieras para la transformación, ¿De acuerdo?

—De acuerdo.

[...]

No se habló más del tema por semanas, ambos habían quedado satisfechos con la conversación, YeonJun esperaría a terminar su renovación, y así, tendría más tiempo para pensar lo que SooBin le dijo.

—¿Comiste algo antes?

—Si.

—¿Dormiste bien?

—Si.

—Sientate aquí —indicó SooBin palmeando su regazo, YeonJun le sonrió sentándose a horcajadas en el regazo del vampiro que, por costumbre, lo sujetó de la cintura.

YeonJun tomó los bordes de su playera y la quitó de su cuerpo, dejando a un lado del sillón.

SooBin se inclinó, besó sus clavículas un par de veces, pasó la punta de su nariz, inhalando el perfume y el aroma natural de su pareja.

Sus colmillos salieron, crecieron lo suficiente.

Desde hace meses atrás, cada cierto tiempo SooBin decidía alimentarse de su pareja, tal vez cada dos meses, o tres meses, era esporádico. YeonJun había estado de acuerdo en todo momento, y si bien, al principio no se acostumbraba a la sensación y terminaba incómodo, ahora se había acostumbrado.

Soltó un pequeño suspiro al sentir los colmillos atravesando la piel de su hombro derecho, la succión comenzó, no le molestaba, no dolía. SooBin lo había regañado un par de veces por moverse mucho, así que, con sumo cuidado alzó su mano derecha y la dejó en la nuca ajena, con sus dedos empezó a acariciar los cortos cabellos que había allí.

Pasaron unos cuantos minutos, SooBin se separó relamiendo sus labios, pasó su lengua por los puntos que había dejao, besó castamente el lugar antes de alzar la mirada, encontrando los ojos de su pareja.

—¿Terminaste? —SooBin negó con su cabeza besando la barbilla del humano antes de bajar por su cuello con pequeños besos y seguir alimentándose.

YeonJun mordió su labio inferior al sentir el punzón en su cuello, arrojó la cabeza hacia atrás al sentir incomodidad si la dejaba en su posición normal.

Nuevamente esperó minutos, SooBin hizo el mismo proceso al separarse, se observaron, YeonJun acunó las mejillas de SooBin.

—¿Me ayudas a estudiar para el examen de mañana?

—¿Qué gano si lo hago? —preguntó pasando sus manos heladas por la espalda ajena.

—Ganas el agradecimiento de tu novio, ¿Qué más que eso? —le sonrió conociendo lo suficiente al modelo.

—No me conviene, dame otra propuesta —insistió con una sonrisa de medio lado. YeonJun rodó los ojos.

—Solo ayúdame, luego puedes pedir lo que quieras.

—¿Lo que yo quiera?

—Lo que tú quieras.

[...]

Una semana después.

—Me dijiste que lo que yo quisiera, y esto es lo que quiero.

—No, no es cierto —dijo entre incrédulo y emocionado.

—Si es cierto, además, tu antes me dijiste que lo que quisiera  —recordó SooBin cruzándose de brazos en el sillón, mirando con una ceja arqueada a su pareja que había salido exitosamente de otro examen importante, lo había ayudado a estudiar y ahora SooBin estaba reclamando su ganancia por su ayuda.

YeonJun en su cabeza había imaginado cualquier cosa, no le impresionaría si era sexo, porque SooBin tiene de caliente lo que tiene de inmortalidad, además la mayoría de veces esa era la petición de su lujurioso novio.

Pero...

—Yeon, no quiero sexo —SooBin hizo una mueca cuando supo lo que estaba pensando YeonJun.

—¿Quién eres y donde dejaste al SooBin original?

—YeonJun, por favor.

—Primero, ¡No me digas YeonJun! Y segundo, ¿Seguro que no quieres sexo? Enserio no tengo problemas.

—¡Que no! ¡Ya te dije lo que quiero! —el vampiro se exasperó por la insistencia del estudiante, ambos se mantuvieron la mirada. YeonJun a los segundos le sonrió enternecido, acercándose a él hasta sentarse en su regazo.

—¿Enserio quieres eso? —preguntó pasando sus brazos por los hombros del vampiro que asintió con la cabeza, besando castamente su mentón.

—Solo apaga el teléfono —dijo SooBin recibiendo un asentimiento de su pareja.

¿Qué había pedido SooBin?

Fácil y sencillo.

Una noche de películas.

Hizo palomitas, sacó la gaseosas, buscó el último bote de gomitas que quedaba, incluso consiguió algunos chocolates, ambos apagaron el teléfono para evitar interrupciones.

¿La razón?

Hace mucho no compartían de esa forma.

Y bueno...

—SooBin... Enserio estás extraño —dijo YeonJun con el control remoto en la mano derecha, buscando algo de su agrado. SooBin se había acomodado tras él, rodeándolo con sus brazos, besando aveces su hombro, o recostando su cabeza allí.

Estaba demasiado cariñoso.

No le molestaba.

Pero era extraño.

—¿Qué te pasa? —preguntó en medio de una risa cuando el vampiro lo apretó aún más entre sus brazos, pero sin llegar a lastimarlo.

—No me pasa nada, solo busca una película —dijo rodando los ojos.

YeonJun solamente obedeció, riendo cada cierto tiempo y dejándose hacer por SooBin.

—No estás prestando atención —acusó el abogado ofreciendo el envase de palomitas al vampiro.

—Si lo estoy haciendo —el vampiro rió mirando hacia la pantalla, empezando a prestar atención a la película.

Solo estaban ellos dos, en el sillón, abrazados, viendo una película. En su mundo, en el mundo que ellos mismos crearon poco a poco.

Ambos empezaron a crear sus costumbres, sus hábitos, sus reglas en su hogar, sabían de memoria las costumbres del otro.

No había sido tan difícil empezar a convivir oficialmente como una pareja después de todo.

Acordaban visitar cualquier lugar o se quedaban en casa, aveces iban por un trago.

Cualquier cosa, juntos, como la pareja que son y como el equipo en el que se convirtieron.

—Tengo sueño —murmuró el abogado acomodándose en el sillón, a lo largo, acostándose boca arriba, la segunda película estaba por terminar. SooBin la ignoró, y aprovechó la posición del abogado, se acostó igual sobre él, dejando su mejilla en su pecho, el latido de su corazón opacando el sonido de la película— Me aplastas, SooBin.

—Deja el drama, siquiera estoy completamente sobre ti.

—Pesas, estás gordo, mira, mira tus mejillas —dijo apretando la mejilla del modelo con rudeza, el vampiro se quejó antes de subirse a horcajadas del abogado que se quejó por el peso, SooBin simplemente se acostó sobre él— ¡SooBin, me estás aplastando!

—Dramático —acusó con una sonrisa.

—¡Te la pasas aquí en casa comiendo frituras y ni ejercicio haces! —acusó el abogado con una sonrisa, él podía aguantar el peso de SooBin, incluso podría cargarlo unos segundos, pero le gustaba el drama.

—Sigo en forma, no digas tonterías.

—Dame pruebas —pidió con una ceja arqueada, SooBin lo observó antes de sentarse sobre él y, sin lentitud, quitarse la playera que tenía.

YeonJun observó, alzó su mano derecha y trazó con su dedo índice el abdomen levemente marcado del vampiro.

—Bien, tienes razón, sigues en forma —admitió, pasó su mirada al tirante del pantalón.

—Es obvio, tú eres el que siquiera me acompaña al gimnasio.

—Hay prioridades, Choi.

—¿Cómo cuál?

—¿Crees que los treinta capitulos de la serie se verán solos? —SooBin soltó una carcajada, contagiando a YeonJun.

SooBin detalló a YeonJun, lo imaginó siendo alguien de su raza, lo imaginó teniendo las mismas necesidades que él, tal vez no en la misma intensidad, pero serían parecidos.

YeonJun debía pensarlo, tenía tres años para hacerlo. Y SooBin estaría de acuerdo con su decisión, sea cual sea.

Cómo lo había estado siempre, desde que pudo aprender y manejar una relación con un humano. Desde que pudo aprender y entender lo que era bueno, malo, y tóxico.

YeonJun lo había ayudado a aprender varias cosas en el ámbito de una relación con un humano, y SooBin también había ayudado a YeonJun a aprender y entender lo que es una relación con un vampiro.

Aprendieron a complementarse.

¿Había detalles? Poco a poco lo podían trabajar.

Y así fue, sucesivamente, hasta que pasaron tres años más...

Si, pueden considerar este capítulo como uno de relleno :( pero quise ponerlo así que :D

Me tardaré en subir los siguientes caps, así que por fa, tenganme paciencia

¿Qué les pareció?

The_Dark_Diamond