Capitulo 45
Dos días después.
¿Qué mejor que pasar vacaciones en la playa? El viento fresco de las noches, en las mañanas, en la tarde hacía calor pero nada que un buen chapuzón en el mar no arreglara, la arena tibia, el cielo azul y lleno de estrellas en las noches.
Era simplemente perfecto, hermoso y relajante.
Aún más cuando estaban cómodos en una cabaña sólo para ellos dos, a unos metros habían más personas, pero no era algo de mucha importancia.
Llevaban dos días ahí, hace dos días SooBin había culminado la sesión y partió directo a dicha cabaña, ese día solo fue para acomodar las cosas y descansar.
Pero al día siguiente, no desaprovecharon el sol y mucho menos el mar. Tampoco el siguiente a ese.
Y hoy, el tercer día de hospedaje, YeonJun quería que fuera igual.
—¡Levántate, levántate, Binnie! —gritó saltando en la cama haciendo al vampiro rebotar, este gruñó— ¡No puedes estar todo el día acostado como un camarón! Ven —le dijo deteniendo sus saltos para quedarse a su lado acariciando su cabello. SooBin volteó la mirada, observándolo, los pómulos levemente sonrojados por el sol que había llevado dos días seguidos.
—Me voy a quemar si sigo a este paso, me arde la espalda, YeonJun, vamos después, el mar no se va a ir —le dijo con un suspiro de por medio. El abogado chasqueó la lengua levantándose de la cama para ir a la cocina con la que contaba la cabaña, abrió el refrigerador y sacó la crema corporal que había tenido desde esa mañana allí sabiendo que SooBin se quejaría de ardor.
—Ven, niñita —le dijo en tono burlón ganándose un bufido de SooBin que observó a su pareja, YeonJun tenía la espalda apoyada en la cabecera de la cama, manteniendo las piernas levemente separadas para que SooBin se acomodara allí.
Así lo hizo el vampiro, se acostó boca abajo, abrazándolo por la cintura y dejando su cabeza hacía un lado.
YeonJun se colocó un poco de crema en las manos y con cuidado la aplicó en la espalda desnuda del vampiro que soltó un suspiro al sentir lo refrescante.
—Eso se siente bien —murmuró sintiendo el frío de la crema refrescar su piel. YeonJun sonrió levemente siguiendo por toda la espalda ajena hasta que decidió dejar que la propia piel la absorbiera.
—¿Hay otro lugar que arda? —preguntó mirando como el vampiro alzaba la mirada.
—Aquí —le dijo señalando sus pómulos. YeonJun usó ambos índices para aplicar el producto, dejando igual un poco para que la piel absorbiera— Y aquí —SooBin tomó asiento y le señaló los brazos, YeonJun hizo el mismo proceso mirando que la piel estaba de verdad enrojecida— Y aquí —ahora el pecho— Y aquí —ahora sus hombros— Y aquí.
—Ya, deja la mentira.
—¡No te estoy mintiendo!
—¿Cómo te va a arder el pene SooBin? —le preguntó con una mueca cerrando la crema, dejándola a su lado. SooBin rió alzando los hombros sintiendo las zonas que estaban con crema refrescarse.
—Al menos lo intenté —se excusó levantándose de su lugar, YeonJun lo siguió con la mirada, frunciendo el ceño cuando observó a SooBin colocarse las sandalias y unas bermudas, seguido de una playera cualquiera— ¿Vas a salir o no?
—¡Si si! —dijo levantándose de sopetón para terminar de cambiarse para ir hacia el mar.
Solamente se colocó las sandalias y tomó el protector solar, lo metió en su bolsillo, tomó una toalla cercana.
—¡Vamos vamos! —YeonJun jaloneó a SooBin a la salida, este rió tomando una botella de whisky junto a un vaso, afuera había un pequeño refrigerador con hielo. Se dejó jalar por YeonJun a la salida de la cabaña, bajaron unos cuantos escalones para sentir sus sandalias llenas de arena.
—Ten, lleva hacia allá —le dijo a su pareja encargandole la botella de whisky y el vaso, YeonJun obedeció. SooBin se acercó al pequeño refrigerador y tomó una cubeta especial, abrió el electrodoméstico y sin problemas llenó la cubeta de hielo.
Entre el mar y la cabaña había una mesa de madera, ideal para dejar las cosas o comer. Una gran sombrilla le hacía sombra así que era el lugar indicado para SooBin en este momento.
—Yo te veo desde aquí —le dijo a YeonJun que ya estaba casi listo para ir al darse un buen baño al mar.
—Bien —rió inclinándose unos segundos para besar castamente la nariz ajena. SooBin le sonrió mirándolo irse, sintiendo la brisa mover su cabello.
Bebió moderadamente del whisky, usando uno que otro hielo de la cubeta. Miraba a YeonJun y soltaba una carcajada cada que una ola lo había perder el equilibrio o lo arrastraba hasta la orilla.
Esas podrían ser las mejores vacaciones. Definitivamente.
Tal vez había pasado una hora y media, un poco más, YeonJun caminaba hacia él agitando su cabello.
Estaba levemente bronceado, los pómulos sonrojados y restos de bloqueador solar.
—¿Quieres whisky?
—No gracias, ya tomé suficiente agua del mar —YeonJun envolvió la toalla en sus hombros y tomó asiento en la banca, al frente de SooBin que rió siendo testigo de toda la hora y media llena de ahogos e insultos al aire— Quiero entrar, no es divertido si no me acompañas —dijo secando su cuerpo con toques sabiendo que la irritaría más si la restregaba.
Ambos entraron a la casa, YeonJun directamente a la ducha para quitar tanto el bloqueador y las sales de su cuerpo, además, la arena lo estaba incomodándo cada vez más.
—Me quiero quedar aquí un año entero —dijo al salir de la ducha sintiéndose relajado, desestresado.
SooBin rió arrojándose a la cama compartida, se había quitado la playera otra vez, así que solo estaba en bermudas. YeonJun empezó a cambiarse con tranquilidad.
—Aún no puedes, tienes que estudiar —le recordó con un pequeño toque de malicia. YeonJun se quejó sabiendo el estrés que le esperaba luego de esas vacaciones— Mientras el mar te revolcaba a su antojo estuve pensando... Te esforzaste mucho para tener esos benditos cienes, y te he hecho esperar, YeonJun, ya puedes reclamar tu premio —le dijo luego de un momento en silencio. YeonJun alzó las cejas, volteando a verlo con la boca abierta sin esperar esas palabras aún.
Ya había recolectado los tres cienes, pero SooBin no le había dicho nada de eso.
Hasta ahora.
—¿Enserio?
—Si, hablo enserio —SooBin rodó los ojos quedándose en su lugar.
—¿Puede ser ahora? —el modelo alzó los hombros, ignorando el ritmo rápido que tomó su corazón en segundos, aumentando cuando YeonJun se acercó a él, solamente en ropa interior.
¿Enserio iban a hacerlo?
¿Ya? ¿Ahora?
Bueno, era obvio pero...
¿Enserio voy a hacerlo? Oh, mierda.
Enserio estoy loco, estoy loco y enamorado, y me hace un imbécil...
Se está acercando.
Va a doler, me va a doler.
—¿Qué piensas, Binnie? —preguntó YeonJun al borde de la cama.
—E-en nada... ¿Vamos a tener sexo o no? —soltó la pregunta para disimular sus nervios pero YeonJun solamente rió subiéndose a la cama.
—Si, quiero mi premio —le dijo con una sonrisa que le derritiría el corazón, pero esta vez solamente se lo aceleró.
[...]
—Solo relájate —rió el abogado apoyando la rodilla en el colchón, el vampiro le dió una mirada antes de acomodarse mejor en el centro de la cama, mirándolo fijamente, casi en alerta— Relájate, SooBin —repitió en un murmullo el otro inclinándose para besar su nariz con cariño.
SooBin frunció el ceño aún mirándolo, el abogado le sonrió antes de volver a besarlo, insistiendo en usar su lengua juguetonamente.
YeonJun sonrió en medio del beso, SooBin dió un respingo llevando de inmediato sus manos a las muñecas del abogado que no paraba de apretar sus pezones, masajeando de forma circular, aveces jalando causando un escalofrío en el vampiro que rompió el beso para morder su labio inferior, relajándose un poco más, soltando las muñecas de su pareja y dejando sus manos a cada lado de su cabeza.
—Eso, relájate, lindo —le dijo el abogado aún con una sonrisa de oreja a oreja. SooBin suspiró abriendo un ojo para verlo.
—Cállate y sigue.
YeonJun siguió perfectamente con su trabajo, a los segundos usando su lengua contra los pezones erectos.
El menor inclinó la rodilla a la erección del vampiro que apenas jadeó, acariciando los cabellos de su pareja con una mano.
SooBin se sentía bien, estaba rozando su erección y le gustaba, lo de los pezones... Eso era nuevo, pero no le disgustaba.
Hasta que llegó el momento de la preparación.
YeonJun se encargó de besarlo y tocarlo para quitarle las bermudas, el mismo SooBin decidiendo que quitaría su propia ropa interior. La desnudez no era algo que le avergonzara o preocupara ni en ese momento ni nunca.
Ambos unieron sus bocas en besos desordenados, una que otra risa y provocación.
—Te ves bien —dijo el abogado inclinándose para besar su cuello, dejando chupetones y mordidas juguetonas hasta llegar a su oído, dónde susurró:— Abre las piernas para mí, SooBin.
El vampiro pasó una mano por su cara antes de cumplir las indicaciones, dejando que el abogado se acomodara entre sus piernas desnudas.
SooBin se sintió, por primera vez en mucho, pero muchísimo tiempo, intimidado.
YeonJun rió usando su palma para rozar el miembro ajeno, y la otra apretando en un pezón, SooBin, sin quererlo en realidad, arqueó la espalda.
—¿Te gusta? ¿Uhm? —se burló el otro usando la mano que estaba en su pezón para subirla hasta sus labios, SooBin se negó a abrirlos— Abre la boca, o usaré mi lengua allí abajo —amenazó el humano adentrando tres dedos en la cavidad bucal de SooBin.
Era la primera vez en ese rol, y él no quería algo tan arriesgado, YeonJun lo sabía y lo había amenazado.
Chupó los dedos en su cavidad bucal, apenas moviendo sus caderas para que la mano en su miembro se moviera más rápido, pero esta solo pudo detenerse y alejarse a buscar una almohada.
—Alza —le indicó YeonJun dejando la almohada bajo su cadera, ahora estaba más alzado, y obviamente, más expuesto.
Sintió su cara caliente, sabía lo que venía, YeonJun le sonrió antes de dirigir su mirada a su entrada, al instante SooBin se arrepintió de haber hecho él mismo la propuesta. Estaba sonrojado, lo sabía, y sintió el calor en su rostro subir más cuando YeonJun se lo recalcó con una mueca de ternura.
—Empezaré a prepararte —avisó el abogado sacando los dedos de la boca ajena. SooBin le desvió la mirada aferrándose a las sábanas, nervioso.
—Te mato si duele —amenazó, pero YeonJun solo rió, no era intimidante, trataba de serlo pero no podía, la situación era diferente, la posición no lo ayudaba, mucho menos el sonrojo de su cara.
YeonJun apoyó su codo a un lado de su cabeza, ambos quedando cerca, el miembro de SooBin quedando en medio de ambos vientres.
El vampiro soltó un gemido apenas sintió una presión en su entrada.
El abogado lo observó de cerca, no quería perderse de nada. Empujó con lentidud su dedo índice poco a poco, atento a las reacciones de su pareja, SooBin no se quejó y solo bastaron unos minutos hasta que estuvo por completo adentro.
—¿Qué tal? —preguntó moviendo el dedo para más adaptación.
—¡Deja-... Ah... ¡Deja de moverlo, carajo! —dijo el vampiro apretando las sábanas bajo él. La sensación era nueva, la causaba algo de incomodidad, pero también un cosquilleo que recorría todo su sistema, su erección endurecía incluso, su respiración se agitó al sentir el dígito seguir moviéndose, de adentro hacia afuera.
YeonJun lo besó, lo besó en un intento de relajarlo, podía sentirlo, estaba tenso y así dolería más.
—¿Crees que no lo sé? ¡Sé cómo es el sexo, y mucho más que tú! ¡Pero yo soy el que prepara, no al que preparan, YeonJun! —le gritó, YeonJun arqueó una ceja, impulsando la punta de su dedo del medio, SooBin apretó los labios, igual las sábanas— No, no todavía... E-espera...
—Ya estás listo para un segundo dedo —fue lo único que dijo antes de irlo adentrando poco a poco, SooBin arrojó la cabeza hacía atrás, respirando agitado.
Eran nuevas sensaciones, y a pesar de tener un muy buen control de sí mismo cuando de sexo se trataba, en ese momento no lo tenía, no lo encontraba.
Pero era por eso, sensaciones nuevas, estaba en manos de YeonJun y era muchísimo más diferente.
—Ni se te ocurra moverlo —dijo abriendo los ojos para ver al abogado que lo observaba con una sonrisa de oreja a oreja, YeonJun miró las manos de SooBin apretadas a las sábanas.
—¿Duele? Agradece que tengo los dedos cortos comparados con los tuyos —habló, besando su pecho, mordiendo bruscamente uno de sus pezones, SooBin jadeó, estaba incómodo así que se removió un poco causando que los dedos se movieran en su interior.
Soltó un gemido sintiendo el escalofrío y el cosquilleo en su vientre.
YeonJun empezó a embestir con solo dos dedos, SooBin soltó las sábanas para ahora enterrar sus garras allí, sentía dolor, placer, cosquillas, hormigueo, no sabía cómo describir el momento.
El humano se enderezó en su lugar, quedándose sobre sus rodillas, podría agregar el último dedo, a pesar de ser la primera vez, el vampiro lo estaba tomando bien...
—¡Avisa, carajo! ¡YeonJun, maldita sea! —gritó el vampiro sintiendo el tercer dedo entrar con lentidud sentía ardor, ahora el placer se había ido, no podía concentrarse en otra cosa que no fuera en ese horrible ardor, se estaba extendiendo y ardía.
YeonJun dejó su dedo a la mitad, se inclinó juntando su frente con la del modelo que hacia su mayor esfuerzo por relajarse y controlar su respiración.
—Sigue —le dió permiso luego de unos segundos, YeonJun terminó de meter el tercer dedo, SooBin gruñó apretando las manos en las sábanas.
—En un rato pasará... —murmuró el abogado besando castamente su mejilla, luego su nariz, su mentón y sus labios.
SooBin le correspondió el beso sin problema, despegó una de sus manos de las sábanas y la llevó a la nuca ajena, tomando control del beso.
YeonJun jadeó, separándose un poco para tomar aire, retomando el ritmo cuando SooBin lo jaló hacia él. El abogado sintió la erección desnuda del vampiro rozar con su entrepierna aún con ropa interior, ambos gimieron en medio del beso por el vaivén de caderas que YeonJun tomó.
SooBin soltó a su pareja, volviendo su mano a la sábana con brusquedad al sentir los tres dedos empezar a embestir con lentitud.
No ardía tanto, sentía cierto hormiguero pero no tanto como para sentirse necesitado. Soltó solo un pequeño suspiro cuando sintió los dedos salir.
—¡Avisa, imbécil! —gritó apretando las sábanas, los dedos habían entrado de golpe. YeonJun soltó una risita, empezando a repartir besos por su pecho, bordeando sus pezones.
—Ya estás listo —le dijo luego de un par de embestidas lentas y que obviamente tuvo que avisar cada una de ellas si no quería un regaño de SooBin que simplemente lo observó unos segundos, desviando la mirada a lo que pasaba entre sus piernas.
Sintió un enorme alivio cuando los dedos salieron, aún así, seguía sintiendo ardor, aunque fue ignorado gracias a la mano de su pareja haciendo un gran trabajo en su miembro.
Observó a su pareja, YeonJun se quitaba con su mano libre y con lentitud la ropa interior, lo recorrió con la mirada, mordiendo su labio inferior después, jadeó por la atención en su miembro.
—Te ves sexy —fue lo que dijo, acomodando él mismo sus caderas sobre la almohada para que quedaran un poco más arriba.
YeonJun le sonrió inclinándose a besar castamente sus labios.
—¿Listo? —preguntó YeonJun sujetándose de las rodillas de SooBin, las piernas pálidas abiertas para él.
El vampiro asintió, aún agitado, pero seguro.
YeonJun se alineó con agilidad, lo observó a los ojos un segundo.
Y empezó a empujar.
—¡Oh, mierda! ¡No, no puedo hacerlo! ¿¡Acaso quieres matarme!? ¡Hay maneras más fáciles, maldita sea, me duele! —SooBin empezó a gritar, encajando las garras en las sábanas, empezó a quejarse de dolor, sin ser conciente de que estaba poco a poco rasgando las sábanas. YeonJun se quedó en su lugar.
—P-pero... No voy ni por la mitad —balbuceó mirando al vampiro bajo él que negó frenéticamente con su cabeza, tomando respiraciones.
—¡Pues es un maldito infierno! —le contestó a los gritos, con las mejillas sonrojadas, agitado— ¡No sirvo para esto!
YeonJun dudó un poco, se decidió y empujó un poco más.
—¡Carajo! ¿¡Acaso quieres romperme a la mitad!? ¿¡Ah!? ¡Busca un cuchillo y listo, será menos doloroso! ¡Me duele, YeonJun! ¡Detente! —y sin más, el abogado salió lo poco que había podido entrar, tampoco podía obligarlo o seguir si expresaba tanto dolor.
SooBin dejó de rasgar las sábanas, respirando agitado, mirando a YeonJun fijamente y con el ceño fruncido.
—¿¡Estás loco!? ¿¡Sabes cuánto me duele ahí abajo!? —le gritó aún, quitando la almohada debajo de sus caseras, la dejó a un lado, el vampiro trató de tomar asiento, pero sentía la dichosa incomodidad, soltó un quejido— ¿¡Seguro me preparaste bien!?
—¡Qué si, claro que lo hice bien! No es mi primera vez de activo, ¿Sabes? —bufó el abogado de brazos cruzados, rodó los ojos desviando la mirada, quedándose sentado con una almohada en el regazo— Llorón —murmuró, negando con la cabeza.
—¿¡Llorón!? ¿¡Soy un llorón!? ¡Tú no eras al que le estaban partiendo el culo en dos! ¡No sabes lo mucho que me dolió el culo! —le contestó con los brazos cruzados.
—¡Oh, claro que sé! ¿¡Sabes quién pasó dos días enteros con dolor hasta cuando se sentaba!? ¡Yo!
—¡Es diferente! ¡Tú ya estás acostumbrado!
—¡Llorón, llorón, llorón! —SooBin le rodó los ojos y se acostó en la cama, boca arriba, cubriendo su mirada con su antebrazo.
Hubo un momento de silencio.
YeonJun soltó una risa, gateando un poco hasta SooBin, hasta que lo abrazó, aún riendo.
—No te rías —ordenó el vampiro a pesar de que tenía una sonrisa en labios.
Bien, la situación había sido más que graciosa, y ya ninguno poseía una erección que atender además.
—Y no me excité, apenas lo empezaste a... Empujar... Perdí la calentura —dijo el vampiro. YeonJun soltó una risa pequeña, abrazandolo con más fuerza.
—Bueno, aunquesea lo intentaste —contestó volviendo a dejar un momento de silencio en el ambiente, YeonJun recordó lo de minutos atrás y soltó una carcajada.
—¿Ahora qué?
—Nada, cielo —dijo alzando la mirada para dejar un casto beso en la mejilla ajena. SooBin chasqueó la lengua mirando el techo de la habitación.
—Enserio duele... —murmuró cruzando sus piernas, sentía la incomodidad y aún más, una sensación de húmedad, si se concentraba podía sentirlo palpitar.
—Ya sabes lo que siento —le dijo con una pequeña sonrisa— Aunque yo no hago tanto drama.
—No hice drama.
—¿Y los gritos qué?
—Era defensa personal —se excusó sacándole una risa al abogado que negó lentamente con su cabeza—No me excita precisamente que me toquen ahí, es incómodo y duele —dijo alzando los hombros. YeonJun asintió, comprendiendo.
—Si bueno, que te metan algo por el culo no es muy cómodo para algunos —rió ganándose un pequeño pellizco de SooBin.
—No lo digas así.
—¿No es así acaso? —preguntó cerrando los ojos unos segundos para relajarse, SooBin se quedó en silencio acariciando la melena de su pareja.
También cerró los ojos, divagando en su mente.
SooBin sonrió malicioso.
—¿Qué necesito para que uses un juguete? —preguntó el vampiro relamiendo sus labios, YeonJun alzó la mirada para verlo.
—Nada en realidad, con pedírmelo está bien —contestó con una pequeña sonrisa, volviendo a su posición anterior, su estómago rugió exigiendo alimento— SooBin, tengo hambre.
—Anda a prepararte algo entonces —le contestó el vampiro con una ceja arqueada. YeonJun lo observó fijamente— ¿Qué? Acabo de pasar por la cosa más traumante y dolorosa que puedas imaginar, ¿Y vas a mandarme a cocinar? —YeonJun lo siguió observando fijamente, arqueando una ceja a los segundos.
SooBin suspiró levantándose de su lugar, tomó sus prendas inferiores y con un bufido, se fue directo a la cocina.
No podía hacer nada, YeonJun lo tenía en la palma de su mano.
Pero no le molestaba.
Le fascinaba.
Bien, he aquí el capitulo que muchos estuvieron esperando, tal vez no sea lo que imaginaron, pero a mí me gustó y esta escena estaba planeada desde hace tiiiieeeempoooo así que no la iba a cambiar JAJAJA
SooBin no tiene escencia de pasivo, sorry not sorry 🤙🏽
ADVERTENCIA;
En el siguiente capítulo se hará un salto cronológico de AÑOS.
¿Que les pareció el capitulo?
The_Dark_Diamond
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