Para llegar al salón de fiestas con el que contaba el hotel, debía pasar primero un pasillo que solamente tenía tres puertas, baño de hombres, de mujeres y un cuarto de conserjería con todo lo necesario.

Luego de dicho pasillo debía doblar a la derecha y entraba a otro pasillo corto que daba a la entrada principal del salón.

Era sencillo, un recorrido sencillo y rápido.

YeonJun hizo el recorrido, bebiendo de una lata de bebida energizante, en el bolso que le había regalado HyeJin estaba la de SooBin junto a otros bocadillos salados.

Dobló a la derecha, solamente unos pasos para llegar a la entrada.

Se quedó parado en su lugar mirando lo que se interponía entre la puerta y él.

El estilista estaba ahí parado, sonriente y con los ojos carmesí, más brillantes de lo normal.

Pero no era todo, también estaba SooBin, observando al estilista, sujetando su cintura con ambas manos.

YeonJun apretó la lata en su manos sin importar el líquido que derramó.

—Bésame —escuchó el murmullo del estilista, seguido de un peculiar brillo en sus ojos, YeonJun recordó lo que SooBin le había comentado de la hipnosis.

Pero, ¿Cómo SooBin se dejó hipnotizar si ese era su don? ¿Era posible que Kai fuese más fuerte en hipnosis? ¿Se podía?

Miró con el corazón latiendo a millón como los labios de su pareja se unían con los del estilista que soltó un jadeo satisfecho por el contacto, rió en medio del beso siendo consiente de la presencia de Choi YeonJun.

YeonJun dejó caer la lata y el bolso, no le importaba que algo se derramase, para algo había un maldito cuarto de conserjería.

Avanzó a pasos rápidos a Kai, lo sujetó del cabello y lo separó con brusquedad de SooBin, YeonJun estampó al estilista contra la pared y con su mano libre le propinó un puñetazo directamente a la mejilla.

—¿¡Qué carajos te crees!? ¿¡Ah!? —le gritó, Kai le sonrió contestando el golpe, YeonJun se enfureció aún más, lo jaló del cabello con una mano para dar un golpe directo a su quijada, el vampiro gruñó empujándolo para separarlo, YeonJun se tambaleó.

Ambos se observaron fijamente.

—¿Tan bajo tienes que llegar para conseguir atención? —preguntó YeonJun con la respiración agitada, furioso.

—Para tu información, SooBin me siguió hasta acá sabiendo que estaríamos solos, la hipnosis... Fue solo una pequeña ayuda —contestó el estilista. YeonJun apretó las manos volteando a ver a SooBin que restregaba sus ojos.

Lo ignoró y con los celos y la rabia recorriendo su ser, se lanzó encima del estilista, ambos hombres empezando una pelea física que tarde o temprano iba a llegar.

Por otro lado, SooBin apenas estaba saliendo de su trance, no sabía que hacía allí, se supone que había salido a hablar con Kai, seguía en el pasillo, pero no recuerda nada después de que le aclaró sus puntos al vampiro.

Hipnosis.

Miró hacia el suelo, observó a su pareja y a su estilista pelear a golpes.

—Mierda —gruñó restregando sus ojos, debía averiguar eso después, pero ahora, debía separar a los dos hombres que no dejaban de golpearse, jalonearse, e insultarse.

YeonJun lo golpeaba en la cara, Kai se lo devolvía, en los costados, rodaban por el suelo. Era un desastre.

—¡YeonJun, ya déjalo! —le gritó al abogado que no dejaba de jalonear el cabello ajeno, volteó a verlo.

—¡Déjame en paz, que también estoy furioso contigo! ¡Si hubieses hecho lo que te dije no estaría pasando esto! —le gritó haciéndolo retroceder, YeonJun gruñó furioso empujando a Kai contra el piso. Kai también gruñó sacando los colmillos, amenazando a YeonJun que soltó una risa burlona levantándose de su lugar, jalando de brazo al vampiro, como un muñeco de trapo.

Kai, un vampiro, estaba siendo dominado por un humano y eso no podía pegar más en su orgullo de lo que lo estaba haciendo, aún así, sabía que tampoco podía sobrepasarse con YeonJun.

No sabiendo que SooBin estaba ahí, viendo todo.

—Escuchame bien, prostituta barata, ya me colmaste la maldita paciencia...—le dijo entre dientes. SooBin suspiró también molesto, sabía lo que se venía y esta vez no le iba a negar nada a YeonJun. Se cruzó de brazos y se quedó en silencio mirando la escena.

Kai observó a YeonJun, ambos mantuvieron una mirada fija, de muerte.

—¿Y qué vas a hacer? ¿Despedirme? Por favor, no eres nadie aquí —dijo el extranjero con una sonrisa de autosuficiencia. YeonJun arqueó una ceja.

—¿Tantos golpes que te di en la cabeza te hicieron daño? Tu mismo sabes que yo soy más que tú, y si quiero, puedo hacer que te despidan —le contestó manteniéndole la mirada. SooBin miraba a ambos en silencio.

—Si tanto te crees, entonces, ¿Por qué no lo hiciste antes? ¿Uhm?

—Porque me diste lástima —soltó a pesar de que era mentira. Kai apretó las manos con fuerza y sin pensarlo le dió un puñetazo de YeonJun, justo en la nariz, el abogado jadeó cubriendo la misma.

SooBin se interpuso entre los dos, mirando a Kai, ojos brillantes y rojos, amenazadores.

—¿Qué crees que haces? —preguntó en voz baja, el vampiro frente a él lo observó fijamente, sin esperar la rapidez con la que su cuello fue tomado y su espalda fue estampada contra la pared, sus pies apenas tocaron el suelo, sostuvo las muñecas del modelo cuando sintió el aire empezar a escasear— YeonJun tiene razón en muchas cosas que dice, y una de ellas es que no te despedí por lástima, pero mira hasta donde has llegado, estás enamorado sólo, y ya te aclaré una vez las cosas, ¿Quieres que lo vuelva a aclarar? ¿Uhm? —el modelo ladeó la cabeza, Kai jadeó empezando a rasguñar con desespero las manos ajenas, SooBin apretaba cada vez más y más su cuello, enterrando sus uñas en el proceso— Creo que no —le sonrió de medio lado, a los segundos una mueca de disgusto en su cara.

—SooBin, basta... —murmuró YeonJun cubriendo aún su nariz, le dolía demasiado, aún así, no quería moverse de ahí.

—Te lo dije fuerte y claro, Kai, ¿Si o no? —preguntó, ignorando a YeonJun. Kai soltó pequeñas lágrimas sintiendo que ya no podía respirar, no podía hablar, veía puntos de colores, SooBin se estaba distorsionando— ¿¡Si o no, Kai!? —le gritó el modelo estampando su cuerpo de nuevo con la pared, lo soltó al fin. El estilista se sostuvo de la pared empezando a toser y a tomar grandes bocanadas de aire, SooBin lo sujetó de la barbilla— Te dije que si le tocabas un cabello no me haría responsable de nada, pero decidiste empezar una pelea a golpes.

—¡É-l.. él empezó! —acusó tratando de enderezarse.

—¡Tú lo provocaste! ¡Cruzaste la maldita línea! —YeonJun se acercó unos cuantos pasos a SooBin, alzando su mano derecha para tocar su hombro con cuidado, el vampiro lo ignoró, siguió gritándole al estilista— ¡Levántate! —le ordenó a los gritos jalando del brazo a Kai, que se encogió en su lugar al ver las garras del SooBin cerca de su cara, sus colmillos más grandes, sus ojos rojos. Tenía miedo.

YeonJun supo las intenciones de SooBin al instante.

—¡Ya, basta! ¡Es suficiente! —le gritó al vampiro jalándolo del brazo, SooBin se aferró a Kai, encajando las garras en su brazo causando un quejido del estilista.

—¿¡Qué pasa aquí!? —una cuarta voz resonó en el pasillo, Bang PD estaba ahí, mirando la escena con el ceño fruncido.

Sabía que eso pasaría, tarde o temprano.

SooBin soltó a Kai.

—Estás despedido —gruñó volteando la mirada a su manager, YeonJun acunó ambas manos bajo su nariz, y a sabiendas que SooBin lo seguiría, se fue directo al baño a pasos rápidos.

SooBin miró a Kai furioso.

—No quiero volver a ver tu cara —fue lo único que le dijo antes de jalarlo hasta su manager, explicándole rápido la situación y pidiendo firmemente que le dieran la carta de renuncia en ese mismo momento.

No podía quedarse ahí a escuchar el regaño y luego despido de Bang PD así que simplemente se fue en la misma dirección que YeonJun.

En el pasillo no había nadie pero lo podía escuchar quejándose en el baño.

Entró al baño de hombres, colocó el pestillo.

—No me hables, Choi —fue lo único que YeonJun dijo al verlo de reojo, su nariz sangraba por el golpe en su nariz, sus nudillos estaban rojos, el cabello despeinado, SooBin sabía que por debajo de la ropa posiblemente hubieran unos moretones por los golpes. YeonJun arrojó la cabeza hacia atrás usando un poco de papel para su nariz.

SooBin lo observó.

—¿Acaso yo tengo la culpa? Él me hipnotizó —dijo con el ceño fruncido mirando al abogado, quería acercarse a él pero sabía que no sería buena la reacción por ahora.

—¡Te dije que lo despidieras, muchas veces! ¡Y esperaste esto para hacerlo! —le reclamó volviendo a verlo, YeonJun arrojó a un lado el papel ensangrentado de su nariz, chasqueó la lengua cuando siguió saliendo, le dolía la nariz, un poco la mejilla— ¿Y acaso no pudiste defenderte?

—¡Que no, carajo! Me hipnotizó, me agarró desprevenido, YeonJun, ¿Crees que estoy tranquilo o feliz? Si no fuera por ti, o por Bang PD ya estaría cometiendo un maldito crimen en el pasillo. Ven acá —le dijo jalándolo del brazo, YeonJun se dejó hacer dejando que el vampiro le limpiara el resto de su nariz ensangrentada.

—¿Tenías que esperar los golpes? Imbécil —le dijo un poco más calmado, sintiendo la satisfacción en él recordando que había golpeado a quien más le irritaba.

SooBin solamente le sonrió de medio lado, jalando de la mano para regresarlo al lugar de la sesión, en dónde habría más material para aunquesea poner pomada en los posibles moretones.

—¿Viste como golpeo? —preguntó YeonJun luego de un rato con un pequeño tono de orgullo, SooBin rodó los ojos con una risa, seguía molesto, pero sabía que debía calmarse y seguir con la sesión.

—Si, todo un boxeador eres tú —le dijo pasando su brazo por los hombros ajenos. YeonJun se pegó más a él con una sonrisa pequeña.

Bien, admitía que se había descontrolado, pero no se arrepentía, lo hecho, hecho está.

El mal rato quedó olvidado para YeonJun una hora después, cuando al fin SooBin sería fotografiado. Pidió permiso para estar cerca, siendo concedido al instante, así que ahí estaba, en una silla a un lado de los fotógrafos, el director y obviamente, el manager de SooBin.

A SooBin le daban las indicaciones y él las acataba con tranquilidad y agilidad.

YeonJun aún no entendía el tema de la sesión, aún así gozó cara parte de ella. SooBin estaba en traje, pantalón y saco negro, abajo una camisa a botones blanca junto a un moño en el cuello, el cabello peinado hacia un lado.

De fondo tenían un gran papel blanco, no se notaba el tapiz del salón.

—Aquí puedes ver cómo salen las fotos —le indicó amable el director a YeonJun que le sonrió mirando el monitor a su lado, de inmediato una foto de SooBin apareció, recién capturada.

—¡Estilista! Algo diferente y rápido en el cabello —indicó el director mirando a SooBin que se dejó hacer por la mujer que, con un poco de laca y un cepillo se ayudó para dividir el cabello en dos, dejando una pequeña separación en la frente— Y quítale el moño —la mujer acató, colocándose tras SooBin para desabrochar la prenda  y retirarse de la zona, ahora el turno de dar órdenes era del fotógrafo.

—Abre lo más que puedas las piernas, posa al centro —indicó el fotógrafo bajando de dónde estaba para poder tomar la foto.

YeonJun observó a su pareja acatar la orden con una pequeña risa de por medio por no poder tomar equilibrio al instante.

Sonrió inconsientemente, volvió a ver el monitor.

—Lo tenemos, hagan cambio de ropa —indicó el director satisfecho, YeonJun siguió mirando el monitor, el director pasando todas las fotos que habían tomado.

Todas habían salido bien, aunque para YeonJun era una lástima que solamente se usaran pocas para el público.

Esperó pacientemente a que SooBin se cambiara, en ese tiempo quitaron la escenografía completamente blanca y dejaron el tapiz de las paredes.

Solo bastaron unos veinte minutos para que SooBin estuviera listo, con otra ropa y hasta otro estilo de cabello, algo despeinado.

¿Cómo podían lograrlo en tan poco tiempo? Es decir, hace rato tenía laca por todo lo cabello y ahora no veía ni un rastro de ella.

—Siéntate en el suelo —indicó el fotógrafo agachándose frente al vampiro, que se había encargado de guardar al máximo los colmillos como se lo habían pedido en esa sesión.

—Necesitamos menos seriedad, más sonrisa, quiero ver una sonrisa que enamore —habló el director mirando que la mayoría de fotos que se estaban tomando era con seriedad.

SooBin sonrió y achicó los ojos, pero aún así no le convenció al director que ya había visto otro tipo de sonrisa en el vampiro y esa era la que quería captar en la fotografía.

YeonJun no entendía nada, simplemente sabía que el director no estaba satisfecho, y también sabía que tenía algo de hambre por eso, se levantó con cuidado de su lugar para ir al tocador en dónde estaban sus cosas, pero antes, se detuvo diagonal a SooBin que lo observó. El fotógrafo no estaba haciendo nada, simplemente escuchando al director que le ordenó volver a su lugar con rapidez.

—Termina rápido, tengo hambre y si me desmayo será tu culpa, que quede en tu conciencia, Choi —le dijo con una mirada severa.

—Dramático —le dijo antes de sonreír ante la mueca que hizo su pareja.

Click.

—¡Lo tenemos! ¡Oh, esta foto es perfecta! —dijo el director mirando el monitor con una sonrisa. YeonJun había seguido su curso en busca de comida, SooBin frunció el ceño y el fotógrafo se sintió más que orgulloso de su trabajo— Puedes irte, SooBin, ya tengo lo suficiente —le dijo aún mirando el monitor satisfecho— Asegúrate de darle un buen banquete a ese muchacho, ¡Me dió la foto que quería!

—Quiero verla —dijo el vampiro levantándose de su lugar, rara vez pedía ver sus fotos ya que podría verlas cuando se las entregaran en un álbum o cuando salieran en internet.

Pero esta vez, estaba curioso de saber la razón de la emoción que demostraba el director.

Se acercó al monitor, y se inclinó para verse a si mismo.

—Esta sonrisa y esta mirada, solo la puede causar una persona, ¡Tráelo más seguido! —le dijo el director palmeando su hombro. SooBin rió mirando su foto una vez más.

El director tenía razón, esa mirada y esa sonrisa solo la podía causar una persona.

Choi YeonJun.

Si hay algo error corregiré luego, mi teléfono está con problemas >.<

¿Que opinan de este capítulo?

The_Dark_Diamond