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Capitulo 38

Cuatro días después.








Estaban en el juicio, el examen final que valía el cuarto de la calificación final

Y Choi YeonJun estaba preocupado.

No por sus argumentos, sabía cómo defenderse, sabía todo lo que tenía que hacer, se sabía al pie de la letra los artículos, todo, absolutamente todo, entonces... ¿Cuál era el problema?

Su voz.

—Oye, apenas y se escucha que hablas, ¿Acaso estás enfermando? —preguntó MoonBin releyendo sus anotaciones, faltaban unos quince minutos para entrar al examen.

—Ayer no estabas así —señaló HyeJin mirándolo con una sonrisa ladina.

YeonJun carraspeó unos segundos antes de hablar.

—Yo... Estuve... Uhm... Bueno —balbuceó antes de volver a carraspear, su voz estaba áspera, ronca.

Y todo era culpa de Choi SooBin.

Incluso el dolor corporal.

“No podía memorizar los últimos artículos actualizados, solo eran tres, así que, como último método de estudio empezó anotarlos una y otra vez en una hoja cualquiera.

A pesar de ello, cuando fue con SooBin a decirle lo que había memorizado, el vampiro le negó, estaba confundiendo los artículos.

SooBin estaba frente a él, escuchando como decía los argumentos y luego los artículos, equivocándose con los últimos dos.

—No, no puedo —se estresó a eso de las diez de la noche, sin poder memorizarlos, su cabeza no lo grababa y le enfurecía.

—Probemos otro método —le propuso el vampiro con una sonrisa engañosa, aún así, aceptó.”

—Y ya, lo demás no lo voy a contar —dijo recogiendo sus libretas, los dos amigos se observaron antes de soltar carcajadas caminando tras él.

—No conocía ese método —se burló MoonBin acercándose a YeonJun para caminar a la par.

—Solo los privilegiados lo tienen —contó HyeJin palmeando el trasero de su amigo que se quejó en voz alta— ¿Te duele?

—No —mintió YeonJun caminando más rápido a pesar del dolor de muslos.

“—Lee en voz alta —ordenó el vampiro estirando la hoja con los últimos dos artículos repasados en resaltador amarillo.

—N-no... No puedo... ¡Mmhg! —el abogado se sostuvo de los bordes de la mesa, las patas del mueble empezaron a crujir— ¡La mesa! ¡SooBin, la mesa va-... ¡Ah, si, ahí!

—No me importa la mesa, lee esto en voz alta —le puso el papel cerca de la cara sin dejar de embestirlo. El abogado sintió su garganta arder por tantos gemidos y casi gritos continuos.

—Arti-... Artículo ochen-... Sigue, sigue... Artículo ochenta y dos... Pro-proteccion... De...

—No te escucho —dijo SooBin aumentando el ritmo de las embestidas.

—¡Ah, más lento! ¡Artículo... ¡Artículo ochenta y dos, protección del menor!... ¡Según éste! ¡Éste artículo el infante pasará!... —soltó un lloriqueó escondiendo sus manos en su cara unos segundos antes de seguir leyendo— ¡Por exámenes psicológicos!... ¡SooBin, no te detengas!”

—Choi YeonJun —el abogado parpadeó rápidamente, saliendo de su recuerdo de hace unas horas atrás. Se levantó y avanzó al pequeño estrado, era una simulación después de todo.

Empezó su examen con su compañero, MoonBin estaba frente a él con una pequeña sonrisa, ambos representarían ya sea al demandante o al acusado, todo, en cuatro horas.

Cada hora debía haber un veredicto final, es decir, en cuatro horas, se supone que debían dar sus veredictos.

Cómo abogados, debían saber contradecirse en esa parte, por muy bueno que sea su argumento, si el profesor decidía que ahora debía ir en contra, debía pensar rápido para aplastar su propia defensa.

MoonBin y YeonJun empezaron el examen, con los demás alumnos de público, y varios profesores.

Algunos alumnos habían llevado acompañante para que vieran el examen, tal vez su pareja o sus amigos.

YeonJun le había dicho a SooBin, aunque el vampiro no le había contestado nada.

El examen estaba arduo, algunos comentaba en voz baja, MoonBin se notó nervioso cuando un artículo no salió de su boca, sabía que lo había estudiado, pero en ese momento no lo recordaba.

YeonJun observó a su amigo unos segundos.

—Creo que quiere mencionar el artículo sesenta —dijo, como una pequeña ayuda. MoonBin le agradeció mentalmente antes de seguir hablando, los profesores haciendo sus anotaciones y colocando los puntajes.

Fueron cuatro horas continuas, YeonJun había dicho a la perfección los dos artículos que tanto le había costado aprender, protegió al acusado y al demandante, asegurándose que todos sus argumentos fueran tomados en cuenta y ayudando a que el caso quedara en un estado neutral.

MoonBin y él estaban dando todo de sí, tanto, que la sala se había puesto en silencio, ya no había murmullos, solo ellos, defendiendo a quien les correspondía a capa y espada.

YeonJun se quedó en blanco unos segundos cuando en el final de lo que se podía llamar el público estaba SooBin, recién sentándose, y observándolo a él a pesar de que varios voltearon a ver al famoso modelo.

El examen continuó, finalizando veinte minutos antes de lo pensado, MoonBin y él habían hecho un gran trabajo, no había un "ganador" así que todo lo estaban manejando neutral.

—Acérquense —pidió el profesor a ambos alumnos que sintieron un poco de nervios al ver las hojas de calificación en manos del hombre.

—Muy buena defensa y ofensa, abogados —halagó otro profesor cerca. Ambos sonrieron y agradecieron, nerviosos por ver su calificación.

YeonJun quería...

No.

Necesitaba un cien.

—Tengan —les dió el hombre entregando una hoja, dicha hoja tenía al principio las críticas constructivas sobre cómo ejercieron, y al final, la calificación.

Agradecieron y se fueron en dirección a los demás alumnos, ahora debía pasar HyeJin con otro chico.

YeonJun jaló a MoonBin más arriba, el hombre se dejó llevar, después de todo estaba leyendo lo que le había entregado.

—Oh, hola, señor Choi —saludó MoonBin cuando cayó en cuenta que se estaba sentando a un lado de la pareja de su amigo. YeonJun hizo lo mismo, empezando a leer, cruzando las piernas a los segundos.

SooBin lo observó, mordiendo su labio inferior.

—Quieres un cien, ¿no? —preguntó en voz baja debido a que las otras personas ya habían empezado su examen.

—Ujum —asintió con la cabeza unos segundos antes de abrir en grande los ojos, palmeando el muslo del vampiro— ¡Es un cien! —susurró emocionado. SooBin solo sonrió procediendo a felicitarlo, sintiéndose feliz pero a la vez nervioso.

Solo faltaban dos cienes.

Ya podían irse los que habían presentado el examen, MoonBin esperaría a un grupo y Hyejin aún no iría a casa así que YeonJun se fue con SooBin, sabiendo que tenía la mirada de varios encima por Choi SooBin.

—Mira, un cien —dijo en el auto, mostrando la calificación a SooBin que rió, asintiendo con la cabeza.

—Lo sé, cariño —siguió conduciendo dejando su mano derecha en el muslo de su pareja y la otra en el volante. YeonJun sonrió mirando por la ventana, jugueteando con los dedos del vampiro que suspiró, mirando el camino con una pequeña sonrisa.

—Mañana debo entregar un trabajo de cálculo, aunque es más sencillo —dijo, dejando el exámen sobre la consola.

—¿Necesitas que te ayude a estudiar?

—Estaba a punto de pedirlo —rió el abogado entrelazando su mano con el vampiro que sonrió de medio lado— Agradezco que haya sido tu mesa y no la mía, yo sí valoro mis muebles.

—Te preocupas mucho. Solo le crujieron las patas —rodó los ojos conduciendo directo a un restaurante para comer algo, YeonJun se lo merecía.

En un semáforo observó a su pareja, YeonJun veía su teléfono, al sentir la mirada del vampiro alzó la cabeza y le sonrió.

—Te amo, Jun.

—Te amo, colmillos.












[...]























2:30 a.m

—Pasa —YeonJun restregó sus ojos y se volteó en la silla mirando a SooBin entrar con un vaso grande de bebida chocolatada.

—¿Cómo vas? —preguntó el vampiro estirando el vaso a su pareja que agradeció tomando del vaso.

—Estoy confundido con esto, es lo único que falta —dijo señalando un problema matemático, el examen era de cálculo, debía resolver varios ejercicios pero había uno en específico que lo tenía estresado y confundido.

—A ver —SooBin lo hizo levantarse para tomar asiento, YeonJun se quedó en su regazo, tomando de la chocolatada, en el escritorio estaban regadas las hojas, los bolígrafos, lápiz, borrador, calculadora.

SooBin miró el ejercicio y tomó el lápiz, ya el vampiro había entrado varias veces a ayudarlo, resultando tener muy buen conocimiento de números.

—Hazlo en esta hoja —indicó YeonJun estirando una hoja arrugada antes de bostezar.

—Bien, mira el orden de las letras y números primero, luego identificas los signos —empezó a explicar anotando el largo ejercicio en la hoja arrugada, YeonJun dejó la bebida de un lado, prestando atención a lo que SooBin le estaba explicando.

El vampiro empezó a sacar las cuentas, haciéndole preguntas a YeonJun de vez en cuando, el abogado contestando cada vez más bajo.

—Entonces... Lo único que debes hacer para terminar es hacer el desglosado, para tener un resultado de... —el vampiro se detuvo cuando sintió un peso en su hombro, escuchó la respiración lenta del abogado.

Había tardado mucho en caer dormido.

El vampiro dejó el lápiz a un lado y acomodó con cuidado a su pareja para cargarlo y dejarlo en la cama a un lado, estaban en la habitación de YeonJun.

SooBin se aseguró de que estuviera cómodo, dejándolo en el medio de la mullida cama.

YeonJun sintió el cambio de superficie, abrió los ojos, tratando de levantarse.

—A-aún falta el último ejercicio y organizar las páginas, y-y...

—Ya, duerme, te despierto temprano y lo terminas —le dijo arrojándole la manta encima, sin dejarlo levantarse.

—Promételo —pidió en medio de un bostezo.

—Lo prometo, cariño —dijo besando su frente.

El abogado se quedó dormido en segundos, agotado.

SooBin lo observó unos segundos antes de ir al escritorio a terminar el ejercicio.

Analizó los números de YeonJun. Tomó una hoja limpia y trató de imitar los números, igual la letra.

Al tercer intento, lo logró.

Y así, SooBin se quedó toda la madrugada anotando lo que faltaba, haciendo los ejercicios y corrigiendo algunos que tenían detalles.

Miró la hoja que iba a ser la portada, con esfuerzo y paciencia empezó a anotar la información que se debía colocar en la portada, siguiendo la guía que buscó en las libretas de su novio.

Comparó su letra con la de YeonJun, había quedado igual, el profesor no se daría cuenta.

Y si lo hacía, él se haría responsable.

Miró la portada y sonrió satisfecho.

Empezó a poner los números en la parte inferior hoja por hoja.

Luego las organizó las páginas por el número que tenía en la esquina, engrapó con seguridad y guardó el trabajo en una carpeta marrón, empezó a arrugar todas las hojas que ya no necesitaba, las arrojó al cesto.

Eran las cinco de la mañana, y el vampiro ya había culminado el trabajo, dejándolo a un lado, tomó la libreta de YeonJun, y, por mero ocio, la revisó mirando las pulcras anotaciones. Por curiosidad buscó la última página, sonrió, mirando la firma del abogado ahí, junto a uno que otro garabato, pudo ver su nombre encerrado en un corazón.

Tan infantil.

Cerró la libreta, y observó la pared frente al escritorio con el horario de clases, tomó el bolso del abogado dormido y sacó las libretas que no iba a utilizar, le dejó las libretas que iba a usar ese día, le dejó el bolso en el escritorio también.

Tomó la chocolatada y terminó de beberla.

Ya eran las seis de la mañana.

¿Qué debería preparar para desayunar?

El vampiro caminó por la casa, sabiendo que YeonJun debía despertar a las ocho, obviamente no lo despertaría antes, después de todo, el trabajo estaba listo.

Cocinó con paciencia y un leve tarareo, comiendo él también un poco cuando estuvo listo, metiendo un gran bocado al emparedado de pollo, tomó jugo de naranja, y una que otra galleta de la merienda del abogado.

Cuando se hicieron las ocho, SooBin se arrojó a un lado de su novio, abrazándolo por la cintura, besó su mejilla, riendo al observar el cabello desordenado del otro.

—Yeon... Despierta, cariño —dijo picando con su dedo índice le mejilla ajena. YeonJun se removió, enterrando su cara en su pecho con un quejido.

—¿Qué hora es? —murmuró enredando sus piernas con el vampiro que solamente lo apretó más contra él, sintiendo su calor corporal.

—Las ocho —y así, YeonJun se levantó de sopetón, mirando a SooBin con el ceño fruncido.

—¡Mi trabajo! ¡Te dije que me despertaras antes! —dijo, pasando sus manos por su cara antes de levantarse e ir al escritorio.

Todo estaba en orden.

Miró la carpeta marrón. La tomó y la abrió, miró el trabajo, la portada, las ecuaciones hechas, todo ordenado y listo, solamente debía entregar.

—¿Cómo lo hiciste? Ésta es mi letra, SooBin —dijo señalando algo que él sabía que no había escrito. SooBin alzó los hombros.

—Me concentré y la copié, no fue gran cosa. Puedes relajarte, todo está listo, incluso tus cosas, ve a lavarte los dientes, el desayuno está listo —YeonJun observó a SooBin unos segundos antes de sonreír, sintiendo su corazón latir a mil por hora.

—Eres... Eres increíble.

—Lo sé —le guiñó un ojo antes de acercarse a besar su frente, YeonJun lo abrazó con fuerza, enterrando su nariz en el hombro ajeno.

—Gracias, muchas gracias, SooBin.

—No hay de qué, es lo menos que puedo hacer por ti —le contestó besando su hombro por encima de la tela.

Ya todo estaba estable, con ellos, todo iba a buena medida, cada uno en su espacio pero compartiendo uno mismo, dándose apoyo, amándose y conociendo muchísimo más del otro.

Su relación había evolucionado, habían aprendido con el paso de las cosas, se estaban entendiendo muchísimo mejor, estaban en una etapa de la que no quería salir.

Baekhyun lo llamaba la etapa de luna de miel.

Y ninguno de los dos podía negarlo.
























Fin del primer arco.















Apartir de aquí empiezo a hacer cuenta regresiva para el final, quedan unos 12-15 capítulos (contanto el epilogo) y listooo

Ojo: se estarán dando saltos en el tiempo, meses/años.

¿Que opinan de este cap? ¿Les gustó?

¿Qué les gustaría ver antes de que este Fic acabe?

The_Dark_Diamond

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