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Capitulo 29

No recordar que había hecho, era lo de menos, había abierto los ojos y la habitación estaba clara, estaba cómoda la superficie bajo él, no era acolchada, incluso subía y bajaba con lentidud.

Sintió su boca con un asqueroso sabor, un ardor en sus labios, dolor en su cabeza, ardor en su garganta.

Tomó un respiro antes de abrir los ojos solo un poco, la claridad le molestaba.

—Oh... —murmuró con voz ronca mirando la ropa que estaba usando, no era la suya, y mucho menos, esa habitación era suya, no la conocía, y muchísimo menos, el pecho en el que estaba acostado— Por favor que no haya hecho una locura...—empezó a murmurar reconociendo el aroma de quién estaba usando como almohada.

SooBin rió pasando sus manos por el cabello del abogado.

—Buenas tardes —YeonJun alzó la cabeza, observando al vampiro sonreírle, usando su otra mano para sujetar su teléfono.

—Oh no —YeonJun tomó asiento en la cama y miró al vampiro preocupado— ¿Qué hice? ¿Qué hicimos? —murmuró mirando por debajo de su camisa, no encontró nada extraño en su cuerpo, tampoco sentía dolor ahí.

—Nos besamos, y vomitaste el noventa por ciento de fluidos que hay en tu cuerpo —le dijo, tomando igualmente asiento, dejando su teléfono en el buró, reemplazándolo por un gran vaso de agua y dos pastillas, ofreciéndoselas a YeonJun que las examinó con la mirada— Una es para el dolor de cabeza y otra es un protector estomacal —explicó con una pequeña sonrisa.

YeonJun solamente asintió, aún pensando en el supuesto beso que SooBin había mencionado.

¿Seguro había sido un beso solamente?

SooBin se veía demasiado feliz como para ser sólo un beso.

Suspiró tomando ambas pastillas y terminando el vaso de agua, agradeciendo en un susurro, su garganta ardía y su cabeza iba a explotar en cualquier momento, lo sabía.

Por eso, con el malestar recorriendo su cuerpo, siquiera pudiendo levantarse de la cama, se volvió a arrojar en ella acomodándose ésta vez sobre una almohada.

La cama está arreglada...

¿Y si fue en el sillón?

No no.

—¿Puedo confiar en ti, SooBin? —murmuró. El vampiro asintió con la cabeza— ¿Seguro fue solo un beso?

—Claro, llegaste, me besaste y empezaste a vomitar hasta las cinco de la mañana, te dormiste por completo a eso de las cinco y media y ahora despiertas, a las dos de la tarde —le narró con seguridad y sinceridad.

SooBin estaba diciendo la verdad.

El pelirrosa solamente asintió con la cabeza, quedándose acostado.

—Lavé tu ropa, estaba llena de sudor y vómito —le informó el vampiro levantándose de la cama. YeonJun sintió la vergüenza adueñarse de su cuerpo aún más— Iré a hacerte algo, cualquier cosa, no grites, puedo escucharte si hablas normal —y sin más, SooBin desapareció, dejándolo sólo en la habitación.

Bueno, no estaba solo.

Estaba YeonJun y también su inmensa vergüenza.

¡No recordaba nada! ¡Nada!

En su cabeza todo llegaba hasta que MoonBin lo subía al auto, más nada.

Tapó su cara con sus manos.

—No puede ser, no puede ser... —murmuró lo más bajo que podía, aún así, SooBin lo escuchó en la cocina.

YeonJun tomó asiento en la cama, la resaca era lo peor que podía existir, pero él se lo había buscado al beber de varias botellas de Vodka hasta dejarlas vacías.

Miró a su derecha, toda la pared era un espejo, suponía que atrás era un armario, aún así pensó en quién tendría un espejo tan grande en su habitación.

Se levantó y avanzó unos cincos pasos para estar cerca del espejo, la cama estaba en el centro, como había esperado, aún así, estaba cerca del espejo.

—Oh, mi cara —dijo pasando sus manos por sus ojos hinchados, su nariz enrojecida, sus labios hinchados, resecos, y con la prueba de que sí se habían besado.

Su labio inferior tenía dos pequeños rasguños, con la suficiente separación para saber que había sido don colmillos.

Su resaca era tanto que no quiso caminar más, siquiera al baño, solo se volvió a arrojar a la cama, a descansar y pasar sus malestar.

Ya no podía hacer nada, estaba con SooBin, en su maravilloso penthouse con resaca, el vampiro lo había cuidado, y supo que había sido más precavido que las últimas veces cuando observó una cubeta azul a un lado de la cama.

Veinte minutos después, SooBin le ofrecía sopa, lo único que podía aliviarlo en ese momento.

—Gracias —agradeció empezando a comer con paciencia, cucharada tras cucharada— ¿Seguro no hice otra locura?

—Quisiste besarme con tu boca llena de vómito mientras me llamabas Néstor —rió el vampiro por el recuerdo a pesar de haber estado asqueado al inicio. YeonJun soltó una pequeña risa, entre divertido y avergonzado— Luego de que comas esto, deberías ducharte.

—Claro... —asintió comiendo del plato, estaba divino pero su estómago estaba muy sensible, no podía comer más— No quiero más —dijo, estirando el plato al vampiro que lo aceptó, viendo que se había comido la mitad solamente.

—Luego lo terminas —el modelo solo le sonrió un poco antes de dejar el plato sobre el buró. YeonJun abrazó sus piernas, observándolo.

—Gracias... Por cuidarme —le dijo, estaba avergonzado todavía, no era la primera vez que SooBin lo veía ebrio, y no era la primera vez que lo cuidaba, pero esa vez, se sentía diferente.

SooBin rió levantándose de la cama.

—No te avergüences, aunquesea esta vez no me vomitaste encima, es un avance —señaló.

—SooBin, por favor —YeonJun rió cubriendo su cara. El vampiro alzó los hombros.

—Estaré afuera, puedes hacer lo que quieras, ahí estaba el baño y tras eso está el armario —como YeonJun había pensado, tras el espejo estaba el armario— Solo llámame si necesitas algo —SooBin le dió una última mirada y se fue, dejándolo solo.

Dándole privacidad y el suficiente tiempo para descansar.

Se obligó a levantarse directo a la ducha, sabía que eso era lo que necesitaba, una buena ducha para quitar todos los olores, y hasta la misma resaca.

Se tomó su tiempo para ducharse, tarareando aveces y tratando de recordar algo de la noche anterior, ¿Qué había dicho? ¿Qué había hecho?

Se rindió luego del quinto intento, saliendo de la ducha con una toalla en la cintura.

—SooBin, ¿En dónde está mi ropa? —preguntó en un tono de voz normal, a los segundos, escuchó la voz del vampiro tras la puerta indicando el lugar de su ropa.

—Deberías quedarte con algo más fresco arriba, anoche estabas sudando como un demente —le dijo SooBin antes de irse, leyendo los mensajes que iban entrando en su teléfono.

YeonJun se miró en el espejo, solo con sus pantalones puestos, su torso descubierto.

Era lógico que SooBin lo había cambiado de ropa, lo había visto solo en ropa interior.

En el gran espejo observó su cuerpo, miró la cicatriz casi invisible en su abdomen, miró su cuello.

Eran una gran cicatriz, aún faltaba mucho para que se borrase o aclarara.

Pasó su mano por allí, decidiendo que debía dejarse algo fresco arriba, por eso, se tomó el atrevimiento de urgar en los cajones de SooBin, tomando una playera cualquiera, de color negro.

No le sorprendió el cómo le quedaba, así que solamente pasó sus manos por su cabello.

Se sentía un poco mejor.

Tomó asiento en la cama y tomó el plato con sopa, empezó a comer al notar que estaba tibia, casi fría.

—Está delicioso... —dijo para sí mismo tomando sus últimas cucharadas.

¿Dónde estarán sus pertenencias? Sus llaves, su teléfono, su billetera...

Se levantó para buscarlas por la habitación, pero no había nada, buscó en sus pantalones y tampoco. Decidió salir a preguntarle a SooBin, abrió la puerta.

—Pasa, toma asiento en el sillón —se quedó quieto al escuchar la voz de SooBin, escuchó unos tacones resonar, la puerta principal se cerró.

¿Quién era esa?

Se quedó asomado en la puerta, no tenía vista a la sala, así que avanzó para estar un poco más cerca y poderle ver el rostro a la mujer.

—¿Trajiste todo lo necesario? La última vez tuvimos que detenernos —habló SooBin, la mujer rió.

YeonJun se asomó solo un poco, pudo verla. Cabello negro hasta la cintura, lacio, una vestimenta casual, tacones negros, sus labios rosas, sus gestos desbordaban elegancia.

¿Acaso era un vampiro también?

—Esta vez vine lista, señor Choi —YeonJun rodó los ojos por sus palabras.

Señor Choi mis huevos.

—Perfecto —vió como SooBin se sentaba a un lado de la mujer, la observó unos segundos antes de inclinarse a ella, la mujer ladeó su cabeza, dejando su cuello expuesto ante el vampiro.

YeonJun no iba a ver eso.

—¡Choi SooBin! ¿¡Qué haces, infiel!? —gritó haciendo a la mujer dar un salto. YeonJun observó a SooBin, avanzando hacia ellos.

Si, estaba celoso.

—Oh, buenas tardes —saludó la mujer inclinando un poco la cabeza a YeonJun.

—Es una donante, necesito alimentarme, ¿Sabes? —le dijo SooBin con una mueca de diversión.

YeonJun detalló de nuevo a la mujer, fue mucho peor.

—Ven acá —le dijo, jalando al vampiro del brazo.

—Ya volvemos, ponte cómoda —SooBin no podía dejar a la mujer así como así, la miró una última vez y se fue, cediendo a qué YeonJun lo jalara como un muñeco de trapo.

YeonJun estaba celoso, demasiado, hizo de lado la resaca para poner los celos de primero.

—¿Pensabas beber de ella? —preguntó YeonJun con un tono de voz bajo. SooBin asintió.

—Cazar humanos es ilegal aquí, contraté a esa mujer para que me alimentara, solo eso —contestó aún entre divertido y confundido.

YeonJun bufó.

—Claro claro, la vez que bebiste de mí en Corea lo hiciste del brazo, ¿Por qué a ella le muerdes el cuello?

—Tu me ofreciste tu brazo, así que bebí de él —se defendió. YeonJun negó con su cabeza.

—¿Acaso le viste el escote? No no, estás muy cerca de sus pechos —lo señaló. SooBin rió, ¿YeonJun enserio le estaba montando una escena de celos por eso?

Y había que recordar, que no eran nada.

Pero SooBin no dijo nada, para no acabar con la diversión.

—Necesito alimentarme, lo sabes —contestó. YeonJun chasqueó la lengua.

—Puedes hacerlo de su brazo... —murmuró. SooBin rió otra vez, tomándolo con fuerza de la cintura, pegándolo a él— ¿Qué haces? —preguntó con el ceño fruncido a pesar de que tenía sus manos en los hombros ajenos.

—¿Estás celoso? —preguntó lo obvio, sonriendo con la misma diversión de antes.

—Es obvio. No la necesitas a ella, me tienes a mi aquí.

—¿Ah si? —le preguntó cambiando su tono de voz a uno bajo y seductor, mientras apretaba su cintura. SooBin se inclinó levemente hacia su oído— ¿Qué debería hacer?

—Bebe de mi —le contestó, seguro de sus palabras.

SooBin sonrió.

—Entonces, mi lindo príncipe....Puedo beber de tu hermoso cuello... También de mi lugar favorito, ¿Recuerdas cuál es, YeonJun? —el pelirrosa asintió con lentidud, cerrando los ojos cuando sintió la nariz del vampiro en su mejilla, moviéndose con lentidud— Dilo, cariño.

—Mis muslos —murmuró YeonJun sintiendo el cosquilleo en su estómago, sus piernas tuvieron un leve temblor cuando escuchó la risa de SooBin, gruesa.

¿Cómo ese hombre podía causar tantos efectos en su cuerpo?

—Aún así, no podría beber de ti todo lo que necesito para estar satisfecho... Tienes resaca, no has comido nada y posiblemente enfermes por ser tu primera vez —y ahí estaba, ese vampiro que le sonreía hasta mostrar sus colmillos y achicar sus ojos.

SooBin subió sus manos a su mejilla y lo observó con ternura.

Esa dualidad, podría acabar con él en cualquier momento.

—Bebe de su brazo... No de su cuello —le dijo seguro. SooBin rió de nuevo acariciando sus mejillas con sus pulgares.

—Ah, estás muy celoso, YeonJunnie... No puedo imaginar lo que me espera cuando sea tu pareja —le dijo haciendo caer apenas en cuenta a YeonJun de lo que estaba haciendo.

Tuvo una pequeña escena de celos y no eran nada, aún.

YeonJun chasqueó la lengua y se separó del vampiro.

—Solo ve a alimentarte —le dijo avergonzado. SooBin le sonrió retrocediendo en sus pasos, el abogado pensó unos momentos y caminó tras SooBin.

—¿Vas a ver? —preguntó el vampiro tomando asiento a un lado de la mujer que no se impacientó, ella esperaría todo lo necesario, la cantidad de dinero era muy buena.

—Para asegurarme —contestó el abogado sentándose en el sillón cercano, observando la escena de SooBin alimentándose del brazo de la mujer.

Mientras eso pasaba, su mente empezó a procesar lo que acababa de pasar, como había detenido a SooBin, como lo había jalado.

Ya era demasiado obvio, y hasta incontrolable para él mismo.

Los dos se amaban, se querían el uno al otro.

¿Quién se los impedía?

Nadie.

¿Algo los limitaba?

No.

Entonces, ¿Qué esperaba Choi YeonJun para corresponder en voz alta los sentimientos de Choi SooBin?

Ni él mismo sabía que esperaba.

Ya no había nada que esperar.

Ya habían pasado por todo lo que había que pasar, ya habían superado y perdonado, solo quedaba volver a amarse, incluso en una mejor versión ésta vez.

—¿Por qué no lo hiciste? —preguntó YeonJun dos horas después, la mujer ya se había ido.

SooBin lo observó fijamente.

—El SooBin que conozco... Lo hubiera hecho sin pensar —dijo YeonJun cruzándose de brazos— El SooBin que conozco se hubiera q SooBin que conozco habría hecho muchísimas cosas más impulsivas...

—Tienes razón —contestó el modelo caminando hacia él, YeonJun seguía en el sillón individual— El SooBin que conoces no hubiera soportado la idea de que ese tal MoonBin te estuviera agarrando de la cintura y hubiese tenido un ataque de celos, el SooBin que conoces te hubiese besado esa noche en el mirador a pesar de tu respuesta. El SooBin que conoces sigue aquí, YeonJun —le dijo, sujetándose de los posabrazos, acorralando al pelirrosa, aunque no era algo que le molestara.

SooBin lo observó desde arriba, sonriendo de medio lado.

—No, estás más meloso, estás más romántico, estás diferente —señaló, SooBin asintió con su cabeza.

—Tal vez es la versión mejorada de mi, YeonJun, soy meloso, si, soy romántico, si. Porque te lo mereces y porque nunca te dí nada de esto antes, en Corea —SooBin empezó a hablar, mirándolo fijamente a los ojos— Te amo, y quiero decírtelo a cada segundo, quiero demostrarlo y-...

—Yo también te amo —lo cortó, sonriendo sin mostrar los dientes— Te amo, SooBin.

—¿Aún estás ebrio? —preguntó con una risa. El vampiro sintió su corazón agitado.

YeonJun negó con su cabeza alzando sus manos para dejarlas en los hombros de SooBin, que se inclinó más hacia él, el pelirrosa pegó su espalda en el sillón, sus flequillos se rozaban.

—No te abracé ese día... Porque temía arrepentirme de mis planes... Sabía que si te abrazaba no iba a poder soltarte...—le dijo, observando como los ojos de SooBin cambiaban a un carmesí atrapante, precioso— Porque jamás dejé de amarte, aún cuando quise dejar de hacerlo, no pude, SooBin.

—Lo sé —fue lo único que dijo SooBin, y era verdad, SooBin siempre lo supo pero una cosa era saberlo, y otra era escucharlo de YeonJun.

El pelirrosa rió pasando sus manos a la nuca del vampiro, acariciando el cabello corto que había allí.

—¿Eso es lo único que vas a decir?

—¿Qué quieres que diga? —preguntó el modelo ladeando la cabeza con una sonrisa que mostraba solo la punta de sus colmillos.

—Solo bésame.

































Bien, al fin el Yeon dice que ama a Néstor en voz alta, puede que muchos esperaran que en esta historia la relación de YeonJun y SooBin fuese más difícil de recuperar, puede que hayan esperado drama, pues lo siento, este libro es para reconciliaciones, y mucho romance.

Ya hubo mucho drama en la primera temporada, no creen? Ahora YeonJun y SooBin merecen un buen tramo de romance.

Por cierto, ¿Notan la diferencia del SooBin de la primera temporada con el de esta temporada? ¿Por qué creen que sea?

En este momento podría decir que está entrando en etapa final este libro :(

¿Quisieran un preguntas y respuestas? Podrían preguntarme a mi y a los personajes u.u

The_Dark_Diamond

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