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Capitulo 23

YeonJun arrojó la puerta de su departamento con fuerza, se quitó los zapatos y los arrojó a un lado, dejó las llaves tiradas en el recibidor.

No sabía qué sentir, no sabía cómo reaccionar ni pensar.

SooBin estaba ahí, en Italia.

Lo vió, volvió a hablar con él, volvió a sentir su tacto.

Alzó sus muñecas, algo enrojecidas por el agarre que SooBin había tenido antes.

Bufó arrojándose al sillón.

Pasó sus manos por su cara, ¿A quién debía llamar? ¿A quién debería pedirle consejo?

Para esos casos, necesitaba a Baekhyun.

Mordisqueó su labio inferior indeciso, ¿Y si llamaba a Hyejin? ¿O a MoonBin?

Su teléfono empezó a sonar, lo sacó de sus pantalones, leyó el remitente y contestó.

—Lo siento, en serio lo siento —fue lo que dijo apenas contestó, apenas acaba de recordar que había dejado a TaeMin solo en el restaurante.

No importa, YeonYe... ¿Cómo estás?

No sé cómo sentirme... —murmuró mirando hacia el suelo—Que solo aparezca... Y-...

¿Estás molesto?

Si... —sinceró. TaeMin era la persona que en esos momentos necesitaba después de BaekHyun.

¿Estás triste?

No.

¿Estás decepcionado?

No.

¿Estás emocionado?

Yo... ¿Por qué debería estar emocionado? —preguntó con el ceño fruncido.

Porque vino por ti, como has estado esperando desde que llegaste —TaeMin sabía que YeonJun aún estaba enamorado de SooBin, y sabía que el abogado inconsientemente había esperado por SooBin, y que ahora estuviera ahí, buscándolo, representaba algo para YeonJun.

Aunque este no quisiera admitirlo.

Dime, YeonJun, ¿Estás feliz de verlo?

No... —dudó.

Sé sincero o juro que cuelgo la llamada —amenazó.

—Si, estoy feliz de verlo...—murmuró muy bajo.

Entonces responde, ¿Qué quieres hacer con él?

No sé, TaeMin no tengo ni una idea de qué hacer con SooBin... Está aquí y no me sorprendería si ya sabe en dónde estudio o vivo, y no sé... ¡Estoy confundido! —dijo, sin sentir algo preciso, no sabía que hacer— Quiero culparlo de todo, quiero mandarlo al carajo con su estilista de mierda, pero también... También quiero escucharlo, verlo...

Sigues enamorado de él, por mucho que quieras ignorarlo.

Lamentablemente... Tienes razón, TaeMin.












[...]














Baekhyun bostezó restregando su frente del pecho ajeno, sacándole un gruñido al vampiro por las cosquillas que hacía con su cabello.

—Creo que... SooBin quería decirme algo, ayer —recordó el abogado tomando asiento en la cama, llevaba rato despierto pero simplemente no quería moverse de la cama. Tomó su teléfono del buró y empezó a revisarlo unos segundos, sintió una respiración en su espalda, estaba desnudo, un escalofrío recorrió su espalda— Déjame —rió buscando entre sus contactos a SooBin.

ChanYeol chasqueó la lengua y se sentó tras él, apoyando su mentón en el hombro ajeno, ladeó la cabeza y besó castamente el lugar en dónde, la noche anterior, había hecho, al fin, la marca.

Baekhyun se quejó removiéndose en su lugar, marcó al número de SooBin esperando lo necesario para que el vampiro contestara.

¿Si?

—¡Hey, SooBin! —saludó, levantándose de la cama, ChanYeol lo tomó de la cintura, volviendo a sentarlo, le restó importancia y se quedó recortado del pecho ajeno, recibiendo uno que otro beso en la coronilla, o alguna caricia en el abdomen— Recordé que me habías llamado ayer, estaba ocupado y...

Lo sé, ¿ChanYeol te marcó? —preguntó. Su voz sonaba baja, triste.

Y la pareja se dió cuenta de ello.

—Si, lo hizo. ¿Cómo estás? Te escucho decaído —sinceró con el ceño fruncido.

SooBin sabía, que sus amigos eran ChanYeol y BaekHyun, ¿Con quién más podía hablar si se sentía mal?

De primero, iba YeonJun.

Por obvias razones no se asomaba ni la idea.

Le quedaba BaekHyun, y tal vez tenía la esperanza de que el mismo BaekHyun lo ayudara a hablar con YeonJun.

Hoy lo ví, ya sabe que estoy aquí... —dijo, estaba acostado en su cama, mirando el techo, con la misma ropa de esa mañana aún.

—¿Cómo reaccionó? —BaekHyun colocó el altavoz y dejó el teléfono a un lado.

Gritó, me mintió con arrepentirse de muchas cosas, estaba molesto, decepcionado... Y maldita sea, BaekHyun, yo solo quería besarlo.

—No puedes esperar que él simplemente sonría, pasaron muchas cosas, SooBin —esta vez, habló ChanYeol, fuerte y claro— Tanto tú cómo él son unos tontos enamorados que cometieron muchos errores, tú metiste la pata desde que lo mordiste, empezaste a cagarla desde ahí, SooBin, y tal vez tuviste intenciones muy buenas la mayoría de veces, pero YeonJun no lo ve así, y está dolido. Y él, también cometió errores... —para la pareja fue sorprendente el hecho de que SooBin no interrumpiera a ChanYeol, o que gritara, el vampiro del otro lado solo miró hacia la pared de espejo que había en la habitación y de observó, arrojado en la cama— No sé cuáles son exactamente, pero ambos se han herido y traicionado sentimentalmente.

¿Cómo puedo enmendar eso?

Empezar desde cero —dijo BaekHyun cerrando los ojos mientras escuchaba la conversación.

¿Por qué es tan complicado?

Busca la manera de que te escuche, aclara todas las cosas, convéncelo de arreglar las cosas y, por favor, Choi SooBin, no te desesperes y mucho menos quieras sobrepasarte con él porque sería tu primera metida de pata en Italia —rió BaekHyun sacándole una pequeña risa a SooBin que, luego de un agradecimiento, colgó la llamada.

La pareja se observó, BaekHyun doblando un poco el cuello para ver al vampiro.

Se sonrieron.

—Llevame a desayunar —pidió el abogado haciendo al vampiro arquear la ceja.

—Dame una razón para hacerlo.

—Te daré dos razones, uno, porque prometiste alimentarme todo el tiempo desde que empezamos esta relación, y número dos, porque es lo menos que merezco después de tanto esfuerzo físico y el ardor de un marca. Así que levántate, vampiro tonto, iremos a desayunar al lugar más caro que encuentres —le sonrió antes de levantarse para ducharse y arreglarse para salir.

¿Y ChanYeol?

ChanYeol jamás le negaba algo al abogado, y esta vez no sería la excepción.

Por eso, imitó los movimientos de su pareja y se arregló para salir, sabiendo muy bien que terminarían en un pequeño local de cafés y sandwiches que amaba su abogado.

—Te adoro —habló el vampiro mirando a su novio comer animado, con aquellos lentes redondos que lo hacían ver adorable. ChanYeol solamente bebía un frappé.

—Si me adoras tanto pide otro de estos, sigo con hambre —le contestó el abogado con una sonrisa. ChanYeol rodó los ojos por su respuesta— Te adoro, colmillos —le dijo después de un rato, ganandose la más brillante sonrisa de Park ChanYeol.

Eso, no lo cambiaría por nada.




















[...]























YeonJun aún no dejaba de pensar en lo que pasó en la tarde, ya era de noche, estaba en pijama, sentado en el sillón, mirando a la nada mientras pensaba y le daba millones de vueltas al asunto de SooBin.

Hablar con TaeMin lo había calmado un poco, aunque, seguía sin tener una respuesta a lo que estaba pasando.

Seguía enamorado de SooBin, era un hecho y a pesar del tiempo que había pasado, no podía olvidarlo.

Pero tampoco podía olvidar todo lo que pasó, SeungSuk, Hye, su invalidación de título, el miedo que sintió por la versión más violenta de SooBin, los días postrado en cama, el peligro que representó para su sobrina.

Eran demasiadas cosas.

Y no podía perdonar todas solo porque SooBin llegó y lo mira como si fuese la primera maravilla del mundo.

Mordisqueó sus labios con insistencia, aún con una rara sensación en el pecho.

En su cabeza, se reprodujeron varias escenas de SooBin.

El día de la cena en el yate, la primera vez que estuvieron juntos, la vez que mató a SeungSuk, la vez que le rogó un abrazo en la clínica.

Eran demasiadas emociones y diferentes escenarios.

Tocaron la puerta, salió de su ensoñación y se levantó, a esa hora no era común que tocaran su puerta.

Abrió con cuidado, al no ver a nadie, abrió por completo.

—¿Qué? —frunció el ceño mirando la pequeña caja de madera con chocolates y bebidas energéticas.

Asomó un poco la cabeza para ver a los lados, dando un salto en su lugar al ver el cuerpo alto vestido de negro.

—¿Qué haces aquí? —preguntó retrocediendo, SooBin se agachó a recojer la caja de madera, extendiéndola hacia él— No la quiero, vete de aquí.

—Sé que te queda una semana de estudio, y entrarás en un mes de vacaciones —SooBin habló sin importar que el abogado lo hubiese corrido hace segundos— No voy a aparecer esta semana, para que te centres en el estudio-...

—No aparezcas nunca —lo interrumpió haciendo ademán de cerrar la puerta, SooBin usó su mano derecha para detenerlo, con la otra sujetando la caja.

—Puedes pensar esta semana en lo que quieras decirme o preguntarme, sin mentir. Estoy dispuesto a contestarte todo con sinceridad, YeonJun —le dijo, viéndole a los ojos. El abogado tragó grueso— Quiero arreglar las cosas.

—¡Ya vete! —le gritó sin saber muy bien que responder.

SooBin estaba... Diferente.

Hablaba calmado, y eso, le asustaba a YeonJun, ese no era el SooBin que dejó en Corea, teniendo crisis.

—¡Fuera de aquí! ¡No te quiero ver, fue suficiente esta tarde! —le dijo, empujando la puerta con ambas manos. SooBin cedió, cerrando los ojos cuando el impacto de la puerta resonó en sus oídos.

Suspiró, dejando la caja de chocolates y bebidas energéticas en el suelo, frente a la puerta. Se fue a paso lento.

Por otro lado, YeonJun se quedó apoyado en la puerta, chasqueó la lengua.

—SooBin, vete de aquí... —habló pensando que el vampiro seguía tras la puerta y, por ende, podía oírlo— Llévate la caja y vete —repitió, todo estaba en silencio.

El abogado abrió con lentidud la puerta, mirando que la caja estaba ahí en el suelo, asomó su cabeza sin ver ningún rastro de SooBin.

Suspiró, volviendo a cerrar la puerta.

No agarraría la caja, la dejaría ahí, solamente la haría a un lado para que no estorbara, pero no la tomaría.

Aceptar la caja era aceptar el hecho de arreglar las cosas.

Y YeonJun no tomaría la caja, no aún.

Pensó en las palabras de SooBin, el vampiro estaba dispuesto a responder todo de la forma más sincera, él tenía muchas preguntas, y sería su oportunidad de saber las respuestas.

Si resolvía todas sus dudas, podría superar a SooBin, podría superarlo, ¿cierto?

Soltó un bufido.

¿A quién engaña? Si sigue enamorado de ese imbécil con colmillos.

Tenía una semanas para pensar, aclararse las cosas, decidirse.

Ya no quería pensar, por eso, apagó todas las luces y se arrojó a su cama, buscando la posición para dormir.

Y cuándo la encontró, solamente se quedó de ojos abiertos, mirando a la nada, odiando no tener claro lo que quería en esos momentos, sin saber si aceptar, si gritar, si llorar.

¿Cuál fue su error?

¿Había tomado buenas decisiones esos meses?

¿Qué había pensado cuando se mudó a Italia?

¿Qué había sentido cuando abandonó todo en Corea?

¿Qué había sentido cuando vió a SooBin después de mucho?

Ninguna de sus preguntas tuvo una respuesta esa noche, incluso cuando el sol se asomó, YeonJun había dado millones de vueltas en la cama, sin ningún tipo de sueño o cansancio.

Y cuándo sonó su despertador y él no había pegado ni un ojo, supo que estaba jodido.

Supo que SooBin había llegado para joder su vida, de nuevo.

Y no sabía cómo sentirse al respecto.
























¿Qué opinan? ¿Cómo creen que terminarán resolviendo todo y volviendo a estar juntos?

Los leo 👀

The_Dark_Diamond

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