Capitulo 21
YeonJun escuchaba atentamente su clase, intervenía cada cierto tiempo, anotaba, sacaba hojas y borraba cosas, estaban en una clase intensiva sobre reclamos de herencia del lado humano y vampiro, con casos de familias completamente vampiras, completamente humanas y mezcladas.
Si, el tema le recordaba muchas cosas, pero no por eso iba a dejar de recibir la clase.
Suspiró cuando el profesor indicó quince minutos antes de seguir, todos debían organizarse mejor y tal vez salir a caminar por ahí, llevaban dos horas de clases y el entumecido de las piernas era común.
YeonJun solamente organizó sus papeles, arrugando los que no tenían importancia.
—¿Choi Daniel? —escuchó su nombre salir de los labios del profesor.
—Presente —contestó pensando que estarían pasando la asistencia, pero el profesor movió su mano, indicándole que se pusiera de pié.
No lo iba a negar, se puso nervioso.
—Lo buscan en el aula de descansos —indicó antes de volver a sentarse en su escritorio, YeonJun asintió aún sin saber quién lo estaba buscando, todos sus amigos y conocidos estaban en otras aulas en sus respectivos intensivos y los demás estaban en su misma aula.
Se sintió repentinamente nervioso mientras avanzaba por el pasillo. El aula de descansos era un gran salón con sillones, sillas acolchadas, cojines en el suelo y hasta un televisor, a pesar de tener esa comodidad, muy pocos estudiantes la usaban.
Las puertas eran por completo transparentes, así que sintió su corazón latir a mil por hora al ver al hombre de espaldas, con un saco negro y su cabello completamente negro, sus hombros anchos.
Y a su lado...
—¡Tío! ¡Tío Junnie! —sonrió en grande, entrando al aula para abrazar a su sobrina, la pequeña SooYoung rió de la emoción, abrazando de vuelta a su tío.
—¡Mi princesa! ¿Cómo estás? Ah, estás más grande que la última vez —dijo acariciando los cabellos de la niña, que aún no quería separarse de él— ¡Hyung! No esperé verlos hoy, ¿por qué no avisaron? —aún con la niña en brazos, YeonJun se levantó y abrazó a su hermano.
SeokJin soltó una risa apretando a su pequeño hermano en brazos.
—Llamé y envié mensajes, pero alguien tiene el teléfono en silencio al parecer —dijo arqueando una ceja. YeonJun lo recordó, él siempre que entraba a clases dejaba el teléfono en total silencio, sonrió levemente a su hermano.
Hace dos semanas atrás fue que SeokJin se enteró de su ubicación, de dónde vivía, en dónde estudiaba y cuál era su nombre extranjero.
—¿Y tu mamá, SooYoung? —preguntó a la niña que se bajó al fin de los brazos de su tío.
—Se quedó en el hotel, está enferma, ¿verdad, papá? —preguntó arreglando su ropa con sus manos, se había arrugado cuando fue cargada.
—Si, está algo enferma... Cariño, ve a comprar algo en la cafetería, ¿Si? Ten —le dijo extendiéndole unos billetes a la niña que arqueó una ceja tomando el dinero.
SooYoung ya no caía en esa broma.
—Sé que van a hablar cosas de adultos, papá, mejor iré a los baños y guardo esto para más tarde —dijo saliendo enseguida del aula antes de que los adultos le reclamaran por sus palabras o le quitaran el dinero.
Aunque, YeonJun solo rió mientras SeokJin suspiraba.
—Esa niña cada día se parece más a mi, me aterra —confesó cruzándose de brazos. YeonJun tomó asiento en uno de los sillones, frente a él, estaba SeokJin, formando una sonrisa radiante.
YeonJun frunció el ceño extrañado, miró el reloj del aula unos segundos, aún quedaban diez minutos para entrar a clases.
—¿Qué esconde? —preguntó achicando los ojos, SeokJin alzó los hombros.
—Bueno, mi esposa y yo estuvimos hablando, y haciendo cosas de casados... Y una cosa llevó a la otra —divagó sacándole una risa a YeonJun— Y bueno, tendremos otro hijo.
—¡Oh, eso es genial, hyung! Supongo que SooYoung aún no sabe —SeokJin negó con su cabeza aceptando la felicitación de su hermano junto a un abrazo.
YeonJun le sonrió, feliz de que su hermano agrandara su familia. Aún les quedaba tiempo antes de que YeonJun entrara a clases, y, como había dicho SeokJin, una cosa llevó a la otra y...
—¿Qué pasó con SooBin? ¿En dónde está él? —preguntó SeokJin ganándose un inmenso silencio de YeonJun.
No era el momento y mucho menos tenía el tiempo para hablarlo.
Por eso, decidió dejárselo a SeokJin para después, una reunión de ambos en su departamento, para contar todo, aclarar cosas y demás.
El mayor no se mostró convencido al principio pero luego de entender que YeonJun tenía clases y el tema sería extenso, aceptó ir en unos días.
Ambos hermanos siguieron hablando, ignorantes que a unos cuantos pasillos, SooBin había sido descubierto por una pequeña niña, astuta, y emocionada.
—¡Es usted! ¡Es usted! ¡Hace mucho no lo veía! —la niña empezó a brincar al rededor de SooBin, gritando, haciendo que se escuchara el eco en el pasillo.
—Shh... Princesa, silencio... Hay gente estudiando... —indicó alzando su dedo índice para que la niña hiciera silencio, aunque la niña no le prestó atención.
—¡Yo lo ví en televisión! —señaló más que emocionada apegándose a la pierna del vampiro que solamente rió aceptando el abrazo de la niña.
SooBin se agachó frente a ella.
—¿Y cómo está? ¿Está cuidando a mi tío? —preguntó la niña acomodando los billetes en sus manos. SooBin pasó su mano cariñosamente por la cabellera de la niña.
—Estoy bien... Y si, estoy cuidando a tu tío...—habló en voz baja, haciendo una mueca luego, aunque SooYoung no se dió cuenta de ello.
—Él está allá, debería ir a verlo, señor —señaló a sus espaldas, SooBin solo vió hacia allá y relamió sus labios.
Lo sabía, lo había visto pasar.
—Te voy a decir algo, pero es entre los dos, ¿si? No se lo puedes decir a nadie —la niña asintió, alzando las cejas en una expresión curiosa por saber cuál era el secreto de SooBin.
El vampiro sabía que SooYoung iría a contar que lo vió y eso, arruinaría sus planes.
—Tu tío aún no sabe que estoy aquí, es una sorpresa, ¿bien?
—¿Y cuándo va a verlo?
—Tal vez mañana, princesa. Pero no puedes decir nada porque dañarías mi sorpresa —aclaró mirando a los ojos de la niña que asintió, alzando su dedo meñique.
—¡Lo prometo! —SooBin también alzó su meñique entrelazándolo con el de la pequeña.
Le sonrió con cariño, alzándose, SooYoung también se iba.
—Nos vemos, princesa —se despidió haciendo una exagerada reverencia real a la niña que rió, imitando la reverencia.
—Nos vemos, señor Choi... ¡Oh! ¡Encienda sus ojos antes de que me vaya! —pidió caminando en retroceso, SooBin cumplió la petición de la niña, sus ojos brillaron en rojo carmesí— ¡Si! ¡Es genial! —la niña rió una última vez y movió su mano en despedida, antes de irse dando saltos emocionada por su encuentro con SooBin.
El modelo confió en que la niña no diría nada, por eso, se despreocupó, volviendo a merodear por la universidad, se acercó un poco a la sala de descanso en dónde estaba YeonJun, sonrió al escucharlo reír por, posiblemente, algún chiste de SeokJin.
—Vamos a la cafetería, aún me queda tiempo —indicó antes de empujar la puerta.
SooBin avanzó, directo a la cafetería, con rapidez y con la suficiente agilidad para no ser visto, entró a la cafetería y se quedó tras las máquinas expendedoras, observó a SeokJin, SooYoung y YeonJun entrar.
Estaba tan cerca, demasiado cerca de YeonJun, justo ahora podría salir y...
No.
No podía aún, debía controlarse un poco más.
—Pide lo que sea, SooYoung —dijo YeonJun mirando la vitrina de la cafetería, la niña señaló un pastel de chocolate— ¿Y usted, hyung?
—No quiero nada, estoy bien así —YeonJun achicó los ojos hacia el mayor pero aún así pidió solo lo de la niña.
SooYoung empezó a ver al rededor, era grande el lugar, y ella, curiosa, se quiso acercar a todo.
—¡Oh! —se sobresaltó cuando llegó a la máquina expendedora y encontró un pie sobresaliente.
Se asomó con cautela, sonriendo cuando vió a SooBin, el cual le hizo una seña de silencio.
—Se le ve un pie —le susurró la niña asintiendo cuando el vampiro se acomodó. SooYoung le sonrió una última vez y se fue en dirección a los adultos.
Ahí, tras la máquina expendedora, SooBin pensó en como sería la reacción de YeonJun.
Tal vez no se emocionaría, pero aún así estaba curioso.
Por eso, cuando los demás se fueron y pudo salir de la máquina expendedora, se dedicó como siempre a seguir a YeonJun, tratando de averiguar cuales eran su planes para mañana.
—¡Vamos al café! —propusó Hyejin, ya habían salido, iban YeonJun y MoonBin a cada lado de la mujer. Y a unos metros tras ellos, iba SooBin, escuchando todo.
—¿Ahora? Estoy muy cansado —se quejó MoonBin.
SooBin rodó los ojos.
No le agradaba.
—Moon tiene razón, yo también estoy cansado, ¿Por qué no lo dejamos para mañana? —propuso YeonJun mirando su teléfono, Hyejin chasqueó la lengua.
—¡Ah, son unos flojos! —y sin más, la mujer se fue en otra dirección, dejando a los dos hombres solos. YeonJun observó a MoonBin y alzó los hombros.
—De todas formas, no creo poder mañana... —murmuró YeonJun aún mirando su teléfono.
SooBin observó con el ceño fruncido como MoonBin pasaba su brazo por los hombros del abogado.
—Uh~ ¿Una cita? ¿O es tu noviecito? —se burló lanzando besos al aire, impactando al final, uno en la mejilla ajena. YeonJun se quejó, empujándolo lejos.
SooBin apretó las manos, controlándose.
—Es TaeMin —contestó, SooBin rodó los ojos— Quiere salir a almorzar conmigo mañana, ¿Sabes desde hace cuanto no lo veo? No quiero negar su propuesta, además, él se alejó mucho desde que se confesó...—ahí, SooBin perdió el hilo de la conversación.
¿Confesó? ¿TaeMin a YeonJun?
¡Lo sabía! ¡Claro que lo sabía!
Oh, cuando tuviera a YeonJun se frente, le diría un gran "te lo dije".
SooBin se cruzó de brazos, sintiendo celos, pero también emoción por tener la razón con el estúpido de TaeMin.
Dejó que YeonJun se fuera con MoonBin, mientras él se quedaba merodeando por las calles de Italia.
Sería mañana, mañana en el almuerzo de su querido YeonJun y TaeMin.
Sonrió de tan solo pensarlo.
Observó las tiendas alrededor, las ganas de comprar algo presentes en él.
Tenía mucho dinero y quería gastarlo, ¿Cual era el problema?
Entró a una tienda de joyería, observó todo con detenimiento, preguntando el precio de algunas prendas.
Observó detenidamente una prenda en específico, era una fina cadena dorada, con una luna roja, la luna de sangre, le agradó.
—Quiero ese —indicó señalando la prenda, cuando la tuvo en manos, se la colocó alrededor del cuello.
Si, era para él.
Agradeció y salió de la tienda, empezando a maquinar desde ya, el encuentro, ¿Qué debía hacer?
Algo que sabía, era que no podía perder el control.
Aunque, con TaeMin cerca era casi imposible.
Pensó en llamar a Baekhyun, tal vez el abogado lo ayudaría con su idea.
Cuando estuvo en el penthouse, marcó el número del abogado, pasaron unos cinco pitidos antes de que le contestara.
—¿H-hola? —le contestó con la respiración agitada. SooBin hizo una mueca, antes de reír, escuchaba dos respiraciones agitadas, y podía escuchar un par de besos.
—Olvidalo, sigue en lo tuyo —dijo antes de colgar, sin querer escuchar a nadie, tener sexo.
Y mucho menos a Baekhyun y a ChanYeol.
En el siguiente capítulo al fin pasa lo que todos hemos estado esperando, espero les guste >.<
Quiero aclarar que la sobrina de YeonJun se llama originalmente SooYoung, en el libro anterior hay capitulos en dónde se le cambia el nombre a: SooJun, o a SooJung, etc. Eso es error de edición, cuando termine este libro me dedicaré a acomodar todos los errores de ambos libros, mientras, oremos porque Wattpad me guarde las ediciones!
Nos vemos en el siguiente capítulo!
The_Dark_Diamond
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