Capítulo 6
—Hyung... Hay ruido afuera —dijo levantándose de su sillón.
—Es obvio, no es tan tarde, las personas salen y hacen ruido, ¿sabes? —dijo el otro.
—Suena como si estuvieran forcejeando... —dijo acercándose hacia la ventana de la cocina para averiguar, no era normal ese tipo de sonido que había captado a mitad de su conversación.
—¡Fuera! —dio un salto en su lugar con aquel grito repentino.
—Ese es ChanYeol —dijo BaekHyun rodando los ojos. YeonJun ignoró el teléfono y se asomó por completo, miró a una mujer forcejeando con el pelinegro que gruñó y la arrojó al suelo con fuerza.
—¡Fuera de aquí! —gritó el pelinegro acercándose mientras mostraba sus garras afiladas y colmillos junto a su iris rojo carmesí. La mujer se levantó y se fue de ahí con rapidez, gruñendo y acomodando su cabello.
—¿Quién era ella? —preguntó mirando al vampiro que se aseguró de que la mujer ya se había ido antes de acercarse hacia él.
—La esposa de Choi Seong-Suk —contestó carraspeando y guardando sus colmillos y garras.
—Oh... —dijo bajo. ¿Por qué todos conocían al empresario y a su esposa menos él? La empresa Min&Ho era una buena y famosa empresa en Busan y él, siendo nativo de allí no sabía quién era su jefe o quién era su esposa.
Siquiera sabía a qué se dedicaba dicha empresa.
Él nunca se había sentido interesado en saber ese tipo de cosas, pero ahora que al parecer tenía a la esposa y dueño de la empresa tras su cuello debería empezar a investigar.
—¿Quieres que te ayude con...—calló mirando como el raspón en la frente del vampiro desaparecía en segundos.
—Estoy bien, no se preocupe —contestó.
—¡No lo tutees! —los dos hombres bajaron su mirada al teléfono del abogado— ¡Es mayor que los dos, tiene miles de años, Yeon-ye! —YeonJun llevó una de sus manos a su boca aguantando la risa que le causaron esas palabras.
—¿Me permite? —Preguntó extendiendo su mano al aparato que YeonJun cedió sin problemas— Tengo doscientos ochenta años, no miles de años, aprende los números —y le devolvió el teléfono al otro— Gracias.
—D-de nada —y volvió a su casa conteniendo la risa.
—¡YeonJun! ¡Ash! —rió escuchando las quejas de su amigo— ¡Me hubieses avisado que estaba allí! —Lloriqueó falsamente— Es un pesado cada que le digo así... ¡Se molesta mucho!
—No le diga que tiene miles de años entonces —dijo riendo— A nadie le gusta que le digan viejo.
—¡Es mi viejo! Le puedo decir lo que quiera —YeonJun soltó una carcajada tomándose en estómago.
—Hyung...—volvió a carcajear, definitivamente BaekHyun alegraba sus días con sus palabras— Puede que sea viejo como dice pero está más ejercitado que usted —y volvió a reír por las quejas de su amigo.
Pasó el aburrido domingo entre llamadas con su hermano y uno que otro mensaje con su amigo peliblanco que fingió molestia luego que le dijera que su vampiro por muy viejo que esté estaba mejor ejercitado que él.
Y ahora era lunes, tenía la cita junto a los hermanos Choi.
Había peinado su cabello de lado y vistió su traje negro, manejó con paciencia hasta el instituto, estaba en un semáforo así que se estiró y miró a los lados, asustándose cuando divisó una figura completamente negra sobre una motocicleta del mismo color.
Era ChanYeol. Lo sabía por la chaqueta de cuero desgastado.
Rió suave avanzando con el semáforo en verde, al llegar, bajó y entró con su característica sonrisa al lugar.
Su domingo se había basado en investigar a las empresas Min&Ho y realmente, no descubrió nada interesante a su parecer, tenían varias sucursales y en Daegu tenía una franquicia con otra empresa de la que no recuerda el nombre, se dedicaba a la seguridad industrial y el nombre de su jefe era...
—Choi Seong-Suk, un gusto —saludó el hombre castaño estrechando su mano con una sonrisa.
—Choi YeonJun —dijo soltando la mano del hombre, tomó asiento en su escritorio y miró a su cliente que, para su sorpresa, había llegado mucho antes que él— No ha venido con su abogado, señor Choi —dijo pasando su mirada al hombre castaño.
YeonJun se atrevería a decir que el parecido era casi nulo, no se parecían en nada.
—He decidido no traerlo —le contestó con una sonrisa que a ojos del abogado parecía de todo, menos amigable y sincera— Estoy totalmente de acuerdo con todo esto, no haré perder el tiempo a mi abogado —dijo.
—¿Seguro que es eso, señor Choi? —arqueó una ceja— ¿O no posee la ayuda de un abogado? —vio la sonrisa del hombre flaquear.
—¡Claro que tengo abogado! —dijo riendo falsamente. YeonJun hizo una mueca de disgusto.
—En este proceso es esencial que las dos o más personas presentes tengan un abogado —explicó pasando su mirada al pelinegro que tenía una mueca de disgusto igual o peor que la suya— Y si usted, está totalmente confiado en todo esto y que no necesita un abogado, está bien, no tengo problemas con eso, prepararé un documento en donde tendrá que firmar para que quede legal que usted estuvo de acuerdo. Solo quiero que tenga muy en claro que si algo le disgusta, si no está de acuerdo en alguna petición, ya no habrá oportunidad de llamar a su supuesto abogado porque el proceso está en marcha y usted ha dicho que está totalmente de acuerdo, anexándole el documento anterior, ¿está bien?
—Está bien, señor Choi, estoy confiado de que mi hermanito —frunció el ceño por el apodo que a sus oídos sonó con odio— No hará nada que no me guste, ¿verdad? —el castaño miró al pelinegro que miró al abogado con intensidad y habló:
—He decidido cambiar mi reclamo —dijo el vampiro— ¿Podría hablarlo con usted a solas?
—Permítanos un segundo, señor Choi —dijo el abogado al castaño que solo asintió con sus falsa sonrisa.
El abogado se levantó de su lugar y salió de la oficina junto al pelinegro.
—¿Qué ha decidido cambiar? —preguntó cuándo estuvieron afuera.
—Quiero treinta por ciento de dinero, quince wones y quince dólares —dijo mirando fijamente al abogado que asintió anotando mentalmente— El otro veinte será en los autos, hay cuatro autos, quiero dos. Eso es todo.
—Si me permite darle mi punto de vista... —dijo alzando una ceja— Antes estaba totalmente bien su reclamo, ¿qué va a hacer con los autos? Como su abogado le recomiendo reclamar el cincuenta por ciento del dinero.
—¿Por qué? —preguntó el pelinegro cruzando sus brazos.
—Es más... Conveniente —subió sus hombros.
—¿Conveniente por qué? —el vampiro carraspeó cambiando su peso de pierna— Estoy perfectamente bien a nivel económico, no necesito tanto dinero y...
—¿Entonces para qué reclamar esto? —no se había dado cuenta que lo había dicho en voz alta. Amplió sus ojos y negó con la cabeza— Lo siento, lo siento. Soy su abogado, no debo preguntar más de lo debido, lo siento... Entonces, ¿solo eso? Treinta de dinero y veinte en autos.
—Sabrá porqué lo hago, más adelante —le dijo— Y sí, es eso —asintió con una sonrisa de medio lado. El abogado, con el ceño fruncido entró de nuevo a la oficina y tomó asiento en su lugar.
—Mi cliente exige que el cincuenta por ciento de su reclamo sea dado de esta forma...—habló sacando del cajón de su escritorio los papeles necesarios que había preparado la semana pasada— Treinta serán cedidos con el dinero, quince por ciento wones y quince por ciento en dólares... —el vampiro castaño asintió— El otro veinte por ciento será cedido en automóviles, dos con exactitud, ¿está usted de acuerdo? —miró como el castaño mordía su boca y su resplandeciente sonrisa se borraba— Le recuerdo que no puede reclamar un-...
—Sí, estoy de acuerdo —dijo mirando los papeles en las manos del otro.
—Está bien —se levantó de su escritorio— Debido al cambio repentino de mi cliente, deberán esperar un momento mientras hago el cambio de documento.
—No importa —dijo SooBin levantándose. El castaño también se levantó y salió de la oficina.
YeonJun suspiró tomando asiento en su computadora para hacer el cambio de petición de su cliente que aún no entendía, más su trabajo no era cuestionar las definiciones así que sólo se centró en cambiar las palabras, al terminar envío el documento a la impresora.
Salió de la oficina encontrando a los dos hermanos callados y serios, uno al lado del otro mirando a distintas direcciones, los pasó de largo para ir hacia la dichosa impresora. Tomó el documento recién impreso y volvió con calma a su oficina, en el transcurso un pequeño chocó con sus piernas.
—¡Auch! —dijo el niño que había rebotado en el suelo. YeonJun tomó al niño del brazo y lo ayudó a levantarse— Lo siento, señor... ¡No lo vi! —dijo el pequeño de cabello castaño, unos pequeños rizos se hacían en la punta del cabello del niño, dándole un aspecto adorable.
—Tranquilo, pequeño —dijo peinando su cabello— ¿Dónde están tus papás? —preguntó mirando los pequeños colmillos del niño.
—Los estoy buscando, mamá me dejó aquí y me dijo que buscara a mi papá —dijo avanzando junto al abogado que asintió.
—¿Cómo se llama tu papá? —preguntó mirando al frente. ¿Cómo es posible que una madre deje a su hijo en una institución y le diera la misión de buscar a su padre? ¿Y si alguien se lo llevaba o el niño se perdía? Era un peligro y YeonJun aún no podía creer lo despreocupados que eran los vampiros y algunos humanos con sus hijos.
—Se llama... ¡Tío! —el niño corrió con una sonrisa, el abogado miró como el niño se abrazaba a las piernas del vampiro pelinegro que estaba atendiendo. Es el hijo de Seong-Suk. Pensó mirando como el pelinegro acariciaba los cabellos del niño con afecto.
—Vamos —les dijo abriendo la puerta de su oficina, los dos vampiros volvieron a tomar asiento esta vez el pelinegro con el pequeño sobre sus piernas— Debe firmar aquí, señor Choi —le dijo al castaño entregándole la hoja recién impresa, el vampiro tomó el bolígrafo que le habían extendido y firmó— Usted también —le dijo al pelinegro que tomó el bolígrafo de su hermano y firmó— Tiene un plazo de tres días para entregar lo estipulado a su hermano —le dijo a Seong-Suk.
—No se preocupe, mi hermanito tendrá lo que pidió en unas horas —sonrió levantándose— Me retiro, un gusto —le dijo extendiendo su mano al abogado que asintió estrechando sus manos, disgustandole la diferencia de temperatura y el tiempo que las manos estuvieron unidas, Seong-Suk no le había agradado en absoluto a YeonJun.
—Un gusto —le dijo.
—Adiós —les dijo a los otros dos vampiros, SooBin solo asintió y el niño...
—¡Adiós, papá! ¡Te quiero! —dijo moviendo su mano en dirección al hombre que sólo salió de la oficina, sin dirigirle mirada o palabra al niño.
—Muchas gracias —dijo el vampiro pelinegro dejando al niño sentado en la otra silla— Su pago ya ha sido transferido —el pelinegro asintió— Necesitaré que me ayude en otras cosas —dijo.
YeonJun pensó, de verdad que pensó que el vampiro le iba a hacer una de esas insinuaciones típicas de sus clientes cada que terminaba un caso.
Pero no esperó lo que salió de los labios del vampiro.
—Necesito que me ayude a arruinar a mi hermano —le dijo.
—¿Ah? ¿Por qué, tío? —el niño preguntó mirando al vampiro que rebuscó en su bolsillo y le entregó unos billetes al niño.
—¿Por qué no compras unos cafés y chocolate? Abajo hay una cafetería —le dijo.
—¡Sí! —tomó el dinero con emoción— ¿Quiere un café, señor? ¡Yo se lo compro! —el pelinegro asintió y sonrió al niño que chilló y salió corriendo.
—Como le decía... Necesito que me ayude a arruinar a mi hermano —el vampiro peinó su cabello hacia abajo— Legalmente, claro está. Necesito eso, que me apoye como un abogado.
—Escuche, la esposa de su hermano estuvo espiando fuera de mi casa —dijo mirando sus manos— Y si me permite decirle, su hermano no me da buena espina...
—A nadie le da buena espina. Ninguno de los dos son de fiar —contestó alzando sus hombros— ¿Entonces?
—Este es mi último día trabajando, me iré de vacaciones, señor Choi —habló conectando su mirada con la del vampiro.
—Le pago más dinero —dijo— Le contrato como mi abogado personal.
—¿Abogado personal? —arqueó su ceja sin creer lo que le ofrecía el vampiro. SooBin era una figura pública, debía tener un representante legal.
—Le contrato como mi abogado, tu contrato dura tres años—dijo— Solo mío —YeonJun frunció el ceño— ¿Acepta?
—Acepto a ser su abogado —dijo moviéndose en la silla giratoria. No le daría vueltas a la razón por la cual SooBin no tenía representante legal, además, era la primera vez que le ofrecían ser representante de alguien tres años— Seguiré trabajando aquí, olvídese de aquello de "Solo mío" Hable con su mánager y yo hablaré con mi jefe para empezar a gestionar el contrato —le dijo con seriedad. SooBin asintió apretando sus labios— ¿Qué es lo que quiere hacer ahora?
—Cuando pasen los tres días que se estipularon, procederé a denunciar a mi hermano por lavado de dinero en la empresa —contó.
—¿Tiene pruebas? —el vampiro asintió— Tienen que ser cien por ciento reales.
—Lo son —dijo con el ceño fruncido— Luego de eso, necesito conseguir algo para poder reclamar el otro cincuenta de la herencia —YeonJun asintió.
—Está bien, no es mucho lo que haré —dijo subiendo sus hombros— No son procesos difíciles y su hermano, a pesar de la mala espina que me dio, cedió rápido y sin abogado a la entrega del reclamo —SooBin abrió la boca para hablar, para decirle de nuevo que con Choi Seong-Suk nada era sencillo pero la llegada de su sobrino le hizo cerrarla.
—Tome, señor —el pequeño vampiro dejó un vaso pequeño de café negro y un sobre de chocolate sobre el escritorio del otro— Disculpe por chocarlo.
—Muchas gracias, pequeño —le sonrió al niño tomando el café en sus manos.
—De nada —el niño sonrió extendiendo otro café al vampiro, mientras que de su bolsillo sacaba una paleta y los billetes que le sobraron— Tome —le dijo extendiendo el dinero al adulto que se levantó de su asiento.
—Quédatelo —le dijo haciendo un movimiento de cabeza al pelinegro que hizo lo mismo— Hasta luego, señor Choi —dijo tomando el hombro del niño.
—¡Adiós, señor! —dijo el niño comiendo de su paleta con felicidad.
—Hasta luego —y los dos salieron por la puerta dejando al pelinegro bebiendo del café.
El chocolate se lo guardaría a su sobrina que, por cierto, llegaba el martes.
En este fic, al ser de vampiros, las edades cambian un poco.
Un ejemplo sencillo es con SeungBae, es un vampiro y tiene 60 años, en edad humana tiene 6.
Cualquier duda dejen su comentario y les contesto con mucho gusto:3
¡Nos vemos!
The_Dark_Diamond
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