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Capítulo 57

Advertencia, Smut explícito, si no les agrada este tipo de narraciones no lean por favor.

Disfruten.







Definitivamente, SooBin había comprado esa mañana todas las cosas de la cocina y las frutas que regaló al abogado, no salió del apartamento pidió adomicilio.

YeonJun ya se había comido un par de frutas y no había evitado empezar a usar el teléfono que le habían dado, de hecho, por ahí estaba hablando con BaekHyun pidiendo ayuda a su amigo, debatiendo su situación con SooBin, preguntando más de dos veces si se veía interesado aceptando todo.

BaekHyun solo le recordaba una y otra vez que SooBin lo había herido, le había gritado, pero YeonJun aparte de recordar eso, recordaba todos los gestos que había tenido SooBin con él.

Baek hyung 💞

No puedes aceptarle eso siempre, YeonJun, es malo y tóxico.

YeonJun miró el último mensaje de su amigo y apagó la pantalla, escuchó ruidos afuera, la ducha de la habitación de SooBin.

Era verdad, esa actitud era tóxica y muy mala, no podía confiar en que no volvería a pasar.

Bufó mientras agitaba su cabello, frustrado, él quería tener algo con SooBin, pero tampoco quería esa actitud cerca de él.

Pensó mucho, le dió muchas vueltas al asunto, su cabeza ya dolía de pensar y pensar el asunto.

Miró la puerta de su habitación aún con su cabeza dando vueltas y vueltas.

Todos tenían un rasgo tóxico, un lado malo o un lado que no era agradable para todos, él lo entendía, pero aún así, ¿qué tan malo era ese lado de SooBin?

Esperó pacientemente a que SooBin dejara de hacer su aseo personal, y salió cuando escuchó la puerta de la habitación ajena ser abierta.

Efectivamente, SooBin salía de su habitación con un cambio de ropa holgado y el cabello húmedo.

El modelo le sonrió deteniéndose.

-Yo... Quiero hablar contigo -dijo con su vista fija en él. SooBin asintió con su cabeza prestando atención, miró hacia el sillón y decidió que sería mejor hablar ahí, caminó con el vampiro siguiéndolo. Tomaron asiento en el sillón- SooBin, te perdono -esbozó una pequeña sonrisa para darle seguridad a sus palabras, el modelo sonrió en grande para acercarse a él y rodearlo en sus brazos, besó su coronilla.

-Gracias, Yeon-ye, no volverá a pasar, enserio -dijo tomándose el tiempo de acariciar sus mejillas con sus pulgares, el menor solo le dió una pequeña sonrisa, sujetando las manos del vampiro aún en sus mejillas.

-Pero no sé si quiera volver contigo -sinceró mirándolo directamente a los ojos- ¿Qué me asegura que no me volverás a... -fue callado por los labios ajenos, dudó unos segundos antes de seguir el beso, los dedos del vampiro acariciando la piel suave de sus mejillas. Fue un beso lento y cariñoso, el modelo se separó en un chasquido.

-Confía en mi, YeonJun -le pidió mirándolo a los ojos, una pequeña sonrisa en sus labios- No volveré a hacerlo, no volveré a lastimarte -el menor miró los labios ajenos, quiso besarlos de nuevo. Alzó la mirada.

-Confío en ti, SooBin -fue lo único que dijo antes de besar de nuevo los labios ajenos, otro beso lento y que decía muchas cosas de parte de los dos.

Sin alargarlo, se separaron
SooBin no dijo más nada, lo rodeó con sus brazos, escondiendo su cara en el hueco entre su cuello y hombro.

YeonJun apoyó su barbilla en su hombro devolviendo el abrazo.

-Confío en ti, pero-...

-No hables -lo cortó otra vez, YeonJun bufó.

-Sí hablo, SooBin, enserio no sé si quiera volver contigo, ¿qué pasa si me vuelves a morder o peor? Esa actitud no está bien y-...

-Es mi esencia, YeonJun, puedo reprimirla pero no todo el tiempo, así soy y he sido por doscientos años.

-Me estás diciendo que no puedes ni piensar cambiar esa a

-Ven -los dos entraron a la habitación que había usado YeonJun, SooBin tomó asiento en la cama notando que faltaban frutas en el arreglo.

-¿Leíste las opciones? -preguntó tomando los papeles para verlos él. Había buscado toda la madrugada de la noche anterior, anotó los más prestigiosos y por más que intentó solamente encontró uno ahí en Corea.

YeonJun hizo un mueca y se sentó a su lado, miró también la hoja de opciones.

-Si, y todas son prestigiosas, SooBin, voy a buscar algo más económico que esto -dijo mirando al modelo que chasqueó la lengua.

-En corea no hay más opciones, YeonJun, y yo confío más en esto que en otra más económica. Además, no te preocupes por dinero, tengo doscientos años y he trabajado toda mi vida, tengo una fortuna y no me importa gastarla en ti, y mucho menos si son tus estudios -le dijo con una pequeña sonrisa. YeonJun soltó un quejido.

-Suenas como un sugar daddy o algo así -dijo pasando sus manos por su cara. SooBin rió- Déjame pensarlo, ¿si? -pidió entre emocionado y avergonzado de estar financiando sus estudios con el dinero de SooBin, él tenía su propio dinero, sus ahorros, y hablando de eso, ¿desde cuándo no usaba su tarjeta?

Dejó de pensar en eso cuando una de las manos frías del modelo se escurrió por debajo de su camisa.

Rió levantándose, apartándose de él.

-Voy a almorzar -dijo, una excusa muy tonta, él acababa de desayunar y había comido fruta también. SooBin arqueó una ceja.

-Acabas de comer.

-¿Y qué tiene? -preguntó mirando la puerta de su baño, sonrió tomandolo de la mano, SooBin solo suspiró y se levantó con una sonrisa, divertido. Entró al baño recordando la particularidad de este.

Prefirió no mostrarla o avisar a YeonJun simplemente pasó sus manos por la cintura ajena y juntó sus labios en un vaivén lento, las manos del abogado fueron a su cabello, enredó sus dedos ahí, su espalda chocando con la encimera, se separaron en un chasquido, SooBin besó su mandíbula y descendió a su cuello, evitó molestar o rozar la marca, lo observó.

-¿Enserio aquí? -preguntó, el menor asintió, SooBin lo giró, dejándolo frente al espejo, el vampiro besó su nuca y volvió a su cuello. YeonJun alzó su mirada al espejo, estaba él, si.

Pero SooBin no estaba.

-SooBin...-dijo señalando el espejo, el vampiro soltó una risa floja, metiendo sus manos por debajo de su pijama, las manos frías entrando en contacto con la piel cálida de su abdomen.

-Ese espejo es de plata, vino con el amoblado y no me he interesado ni acordado de cambiarlo -explicó.

YeonJun se sintió incómodo con esa visión de él solo, SooBin estaba tras él pero el hecho de ni verlo reflejado le daba escalofríos así que se dió la vuelta, tomando asiento en la encimera, el modelo se acomodó entre sus piernas.

Volvieron a besarse, ésta vez con más profundidad y rapidez, las manos del modelo apretaron sus muslos y fueron subiendo hacia su espalda, se separó para quitar la parte de arriba de su pijama arrojandola a un lado, los labios del modelo descendieron por todo su pecho en besos húmedos, las manos del menor buscando quitar la playera ajena.

SooBin alzó la mirada, encontrando los ojos de YeonJun, le mostró una pequeña sonrisa antes de separarse por completo, acomodando su cabello.

-Dijimos que no lo haríamos aquí -recordó con una sonrisa burlona, acomodando su playera, el menor lo observó indignado.

SooBin bajó su mirada por la anatomía ajena, notó una erección en los pantalones de pijama.

-No importa, SooBin, ven -se estiró tratando de sujetar al otro, SooBin fue más rápido y se apartó, saliendo del baño con una risa.

-Toma una ducha -le recomendó antes de salir de la habitación con una risa. YeonJun bajó de la encimera y salió a pasos rápidos, persiguiendo a SooBin, lo sujetó del brazo y gracias a que el vampiro cedió lo pudo sentar en el mueble, tomó asiento en el regazo ajeno y lo sujetó de las mejillas.

SooBin lo observó con una sonrisa coqueta.

-No sabía que eres fan del sexo de reconciliación -comentó cerciorándose de que el ventanal estuviera cerrado, lo estaba, si no, los del edificio de al frente podían verlos.

-No es sexo de reconciliación -negó pegándose más a él, lo besó castamente, bajando sus besos por todo el cuello, tomó la piel entre sus dientes y succionó, las manos del modelo no se mantuvieron quietas, subieron por su abdomen hasta llegar a sus hombros.

El menor se separó de él, mirándolo mientras relamía sus labios, se inclinó y tomó el lóbulo de la oreja ajena, besó toda la zona, antes de susurrar.

-Sólo soy fan del sexo contigo -fue lo único que dijo, SooBin lo sujetó de la espalda y logró acomodarlos en el sillón, el menor con la cabeza apoyada en el posa brazos, acostado a lo largo, el vampiro entre sus piernas con una sonrisa que desbordaba sensualidad.

Volvieron a besarse, ésta vez con más pasión, sus lenguas entrando en el juego, succionando y enredándose entre ellas.

A decir verdad, para YeonJun era casi un reto seguirle ese tipo de besos a SooBin.

Él sabía besar, y no era malo, pero no se podía comparar con un vampiro, un ser que se alimentaba de sexo y era un experto en eso.

Se separó en un jadeo, los pantalones de pijama ya le estaban incomodando, y aún más con el modelo apretándose contra él.

-No puedes hacer ruido, no tan alto -avisó el modelo separándose mientras lo ayudaba a quitar sus prendas inferiores, el menor asintió con rapidez.

-Lo sé, lo prometo -dijo mirando al vampiro frente a él, solamente bajando sus pantalones deportivos lo suficiente, es decir, hasta sus rodillas.

Los labios del mayor pasaron por sus muslos, leves mordidas que fueron llevadas a besos apenas estuvo en su abdomen, y pecho, quiso ir a su cuello, más el otro lo tomó de la nuca y juntó de nuevo sus labios, ésta vez siendo YeonJun quien marcaba el paso del beso, sus piernas se enroscaron en las caderas ajenas, rozando más sus intimidades si era posible. Se separó en un jadeo, arrojando su cabeza hacia atrás dándole completo acceso al modelo de besar su cuello.

-Solo una vez -aclaró YeonJun volviendo su mirada al otro, el vampiro ladeó su cabeza mientras movía su cadera contra él, mordió su labio inferior mientras apretaba los ojos, sus manos en los hombros del mayor rasguñaron la piel blanquecina.

SooBin no dijo nada al respecto, simplemente se dedicó a observar las expresiones del contrario, la estimulación siendo la suficiente como para agitar la respiración de los dos.

Hizo un sonido con su garganta, llamando la atención de YeonJun que, aún encajando sus uñas en los hombros ajenos lo observó, pequeños jadeos saliendo de sus labios. El vampiro mordió su labio inferior y detuvo los movimientos, lo observó desde arriba.

-Hazlo tú entonces -propuso relamiendo sus labios. El menor ladeó la cabeza sin entender muy bien a qué se refería el otro.

¿Iba a cambiar de rol?

La idea creció aún más en su cabeza cuando su mano derecha fue llevada a los labios del modelo, este beso su torso y, luego de acomodar sus dedos, los adentró a su boca, tres de sus dedos entraron a la cálida cavidad bucal ajena.

Soltó un jadeo por la sensación húmeda y los colmillos apenas y rozando con su dedo índice y anular, como impulso, empujó más los dedos hacia adentro, sus miradas se conectaron.

SooBin simplemente le guiñó el ojo izquierdo mucho antes de tomar con una de sus manos, su virilidad, dándole nuevamente placer.

Su espalda se arqueó, pero aún así, sus dedos empujaron en la boca ajena, recibió una, dos y tres succiones que causaron efecto en su vientre, un cosquilleo haciéndose presente.

Un sonido húmedo llenó el silencioso lugar, sus dedos ensalivados.

Con la idea aún en su cabeza, se impulsó para tener más contacto, SooBin se dió cuenta de ello.

-Ni lo sueñes, cariño -se burló soltando su virilidad, su mano subiendo hacia uno de sus pezones. YeonJun mordió su labio inferior y se contuvo de quejarse.

Él había pensado que SooBin le daría esa oportunidad.

Ahora sí, sabiendo lo que debía hacer, él mismo comenzó a prepararse, con los besos húmedos del modelo en todo su cuerpo, las manos frías tocando por todos lados, sin dejar un espacio sin tacto, conciente de que no estaba listo, adentró dos dedos, sin quererlo, un gemido alto salió de él.

El vampiro a su lado, como reacción gruñó y mordió la piel de la clavícula con fuerza, más no llegó a encajar los colmillos, y esa acción solo logró que el pelinegro bajo él soltara otro gemido con el mismo volumen.

-Baja la voz -le recordó ganándose un bufido. Bajó su mano derecha, tomando la muñeca de la mano que estaba preparando al menor, la impulsó un poco más rápido- Vas lento.

-Tú estás lento -acusó el menor con el ceño fruncido.

SooBin sonrió flojo, alejando la mano del menor, todavía faltaba para menor dolor, lo sabía, los dos lo sabían.

-Date la vuelta -pidió, mirándolo con deseo, casi con ganas de devorarlo. El menor no pudo negarse o ponerlo a discusión, así que acató la orden, sus antebrazos apoyados en el posa brazos.

De inmediato, el vampiro se adentró en él de una sola estocada, sacándole de nuevo un gemido, casi grito. El pecho del vampiro se pegó a su espalda, su aliento rozó su mejilla, su mano derecha lo tomó bruscamente de las mejillas volteando su cabeza a la derecha obligándolo a verlo.

-¿Qué parte de silencio no entiendes, YeonJun? -preguntó, inevitablemente el menor jadeó y tuvo la inercia de alzar sus caderas hacia atrás, la otra mano de SooBin sujetaba su peso en el sillón así que no había nada que lo detuviera.

Hizo lo que quería, la mano en sus mejillas apretó más, la lengua del modelo se adentró entre sus labios, succionó el músculo sacándole un jadeo al modelo, se separó en un chasquido y de inmediato empezó las embestidas, rápidas y profundas.

La mano de SooBin ya no sostenía su cara por eso pudo meterla entre sus brazos mientras evitaba a toda costa no hace ruido.

Por otro lado, SooBin esbozó una pequeña sonrisa al escuchar apenas un quejido de su vecina.

-Y de nuevo, no tienen descencia ni respeto -fue lo que escuchó en un tono molesto, se alzó y sujetó con ambas manos las caderas ajenas, empezó a realizar un vaivén más lento, encontrando de inmediato el punto más sensible de todo el cuerpo bajo él.

Él mantenía sus jadeos y algunos gemidos lo suficientemente bajos, pero el muchacho bajo él, no lo hacía.

-Silencio, YeonJun -le pidió pellizcando parte de la espalda ajena, observó su cuerpo temblar. No estaba embistiendo, sus caderas estaban haciendo un movimiento casi circular que estaba maltratando una y otra vez el punto del pelinegro.

-¡N-no me digas que me calle c-cuando haces eso! -le reclamó con un grito sintiendo el éxtasis aumentar en él, el vampiro frunció el ceño volviendo a pegar su pecho con la espalda ajena, ahora sí, embestidas rápidas, todas, golpeando el punto indicado.

La mano derecha del modelo fue al cuello del menor, lo tomó y apretó, obligándolo a alzar la cabeza, los gemidos descontrolados y altos.

-Te dije que silencio, YeonJun, dijiste que no harías ruido -le dijo con un tono autoritario, el abogado no prestó atención y mordió su labio inferior, trató de contenerse, pero la estimulación era demasiada así que siguió con sus gemidos altos, SooBin volvió tomarlo con brusquedad de las mejillas, anotó mentalmente el nuevo gusto desbloqueado- Te estoy hablando, obedece -gruñó, el menor solamente soltó un jadeo y sin tomarle o darle importancia a las palabras de SooBin mandó a la mierda a la vecina de nuevo y volvió a gemir, alzando aún más sus caderas, ya estaba por llegar a su climax.

Lo que no esperó fue que la misma mano que lo sostenía de las mejillas le cubriera por completo la boca y nariz.

Jadeó sorprendido y miró al vampiro que, detuvo los movimientos rápidos para convertirlos en movimientos lentos pero acertando cada vez con el punto débil que estaba haciendo que las piernas del menor temblaran.

SooBin lo observó, apretando más su agarre cuando el otro se intentó zafar, YeonJun apretó los ojos sintiéndose cerca de su orgasmo, los gemidos quedaron en la mano de SooBin, no se escuchan tan altos pero, su nariz también estaba cubierta, no podía respirar bien y si respiración agitada no lo ayudaba para nada y mucho menos las caderas de SooBin, ¿cómo podía mover sus caderas así y en esa posición?

-¿Quieres que te suelte? -preguntó el modelo usando su otra mano para empezar a darle atención a su miembro, con lentitud. Apretó sus ojos y lloriqueó, asintiendo- No vas a hacer ruido -ahora negó con su cabeza tomando una gran bocanada de aire cuando la mano del vampiro se retiró, jadeó, nuevamente las caderas de SooBin hicieron un cambio radical, un ritmo que oscilaba entre lo rápido y lo lento.

No quiso preguntarse más cómo SooBin podía hacerlo, no tenía cabeza para eso, su mirada estaba nublada de placer, sus piernas dolían y daban un pequeño temblor cada cierto tiempo, sus labios maltratados por sus dientes, era un intento fallido para no gemir, tuvo que cubrir su boca con ambas manos, soltando lloriqueos y gemidos ahogados, SooBin notó su acción y sonrió, empezó a masturbar con más rapidez a la vez que dió una sola embestida con fuerza la cual lo hizo soltar sus manos y liberar su boca, un gemido, alto y con el nombre del reconocido modelo de por medio.

Reposó su cabeza en el posa brazos, el modelo salió de él con un jadeo usando su propia mano para finalizar, lo hizo con un gemido de igual forma, más, procuró hacerlo en un tono bajo.

-Ésta es la última vez que lo hacemos aquí, eres un escandaloso -acusó tomando asiento por completo en el sillón, el abogado se tomó un par de respiraciones para tomar asiento y verlo.

-No es mi culpa -se defendió aún tratando de regular su respiración, el modelo lo observó unos segundos antes de inclinarse y besar castamente sus labios.

-¿Otra vez? -preguntó con una sonrisa que sabía podría convencerlo, YeonJun rió y negó con su cabeza, bufando cuando la mano del mayor pasó por su muslo.

SooBin chasqueó la lengua cuando el teléfono local sonó, tuvo que acomodar sus pantalones correctamente e ir hacia la puerta, presionó un botón para poder escuchar.

-Señor Choi, alguien quiere verlo aquí en recepción, me pidió que lo llamara, dice que es importante -escuchó la voz de la mujer.

-Puede subir, señorita -dijo con el ceño fruncido.

-Él dice que no subirá antes de hablar con usted -SooBin bufó y le pidió diez minutos a la persona que quería verlo.

Miró a YeonJun, recogiendo sus ropas.

-Voy a bajar un momento -avisó peinando su cabello con sus manos. El menor asintió.

-Cambiate antes -pidió perdiéndose en la habitación de huéspedes para ducharse y ponerse ropa limpia.

SooBin obedeció y entró a su habitación para cambiar su ropa.

¿Quién quería verlo y por qué quería verlo abajo y luego subirlo?

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