Capítulo 56
El miedo de perder a un ser querido sin más, era algo latente en la mayoría de las personas, la preocupación de no poder alcanzar ciertos objetivos también era algo latente en la mayoría.
Y el perder a alguien que se ama sin poder defenderlo, el sentimiento de preocupación y la presión de tener que defender y proteger a una persona era algo latente en SooBin.
Él conocía su capacidad de pelea, conocía su cuerpo, todo. Y sabía que podía dar buena pelea.
Pero no podía decir que ganaría contra Seong-Suk.
Él es un vampiro de cierto modo, pasivo. No hacia caza constantemente y cuando las realizaba lo hacía lo menos agresivo posible, no dejaba a libre albedrío su instinto.
Y Seong-Suk es un vampiro de cierto modo, activo. Siempre está cazando y llegando a un nivel de agresividad cada vez más alto con cada caza.
Era algo, que marcaba mucha diferencia.
No tenía a nadie, podía decir que Jackson, podía decir que su manager y podía decir que JinSoo, pero ninguno de esos tres podían compararse con el abogado que le había recomendado Jackson, ninguno podía compararse con él.
Sintió la mano del menor pasar por su cabello con cuidado a modo de confort, SooBin también lo había rodeado por la cintura en un abrazo, el miedo a no poder defenderse ni proteger al abogado en sus brazos era un hecho, y no había dudado en llorar en su hombro sin explicación.
YeonJun solo abrazaba y le daba confort, no quiso pensar en más nada que eso.
—Gracias, Yeon-ye —fue lo único que dijo antes de sorber su nariz y separarse dispuesto a calmarse. YeonJun suspiró y alzó sus manos, acunando sus mejillas.
No sabía porqué estaba consintiendo de esa manera al vampiro que le gritó y lo mordió, e hirió, pero si sabía que en ese momento solo quería acompañarlo y secar sus lágrimas.
Sus pulgares pasaron por las mejillas ajenas, borrando todo rastro de lágrimas, separó sus manos cuando terminó, volteó a ver al ventanal, un bonito atardecer.
Recordó cuando estuvieron en el yate.
Una sonrisa pequeña adornó su rostro, SooBin lo estaba observando, bebiendo de otra copa, bajó su mirada hasta el cuello ajeno, un parche cubría la zona del cuello pero sus brazos expuestos podían mostrar el agarre que había tenido en él.
—Perdoname —pidió llamando la atención del otro. YeonJun borró su sonrisa, más siguió viendo hacia el ventanal— Lo hice para protegerte, creeme, por favor, y sí, tuve un ataque de celos, pero enserio tenía una terrible presión, estaba tenso, muchas cosas en mi cabeza.
—Eso quiere decir que cada vez que estés tenso y presionado vas a morderme como un salvaje —supusó subiendo sus piernas para abrazarlas. SooBin negó con su cabeza.
—No es eso. Yo... Yo tuve una llamada con Hye, ¿bien? Ella me llamó y me dijo que Seong-Suk tiene planeado secuestrarte, si, le creí, y ahora tiene mucho sentido que lo haga, YeonJun. En ese momento estaba tenso, necesitaba tenerte cerca, y necesitaba tener algo que nos enlazara, por eso, te marqué, no conté con que tu querido TaeMin te dijera esas cosas y no tuve control de mi, me sentí amenazado y mi instinto de protección me llevó a eso —narró mirando el perfil del abogado. YeonJun chasqueó la lengua— Vuelve conmigo, por favor.
—¿Cómo estás tan seguro de que Hye está diciendo la verdad? —preguntó esquivando las últimas palabras del vampiro que ahora sí, desvió la mirada al ventanal.
—Tiene sentido, si Seong-Suk muere todo quedaría siendo de ella, le interesa tenerme al tanto y ahora estar de mi lado —asintió dándole seguridad a sus palabras, YeonJun también pensó en que tenía sentido, se levantó y miró a SooBin, el modelo le sonrió sin mostrar los dientes, la punta de su nariz roja y los ojos algo rojos alrededor por el llanto.
¿Por qué quería lanzarse sobre él? Ese mismo lo había mordido y ahora no soportaba el dolor en el cuello, ese mismo tenía el rasgo que más odiaba de una persona, era posesivo, celoso y agresivo cuando los celos lo atacaban.
Eso no estaba bien.
No dijo nada y se levantó directo a la cocina, su estómago le había exigido alimento y no le quedó de otra que salir, no esperó encontrar a SooBin en ese estado, y no pudo, simplemente no pudo pasarlo por alto.
Y ahora que estaba en la cocina preparándose un ramen, estaba en un dilema.
¿Debía volver con SooBin?
¿Estaba bien si le perdonaba esas heridas y volvía con él?
No salió de la cocina en ningún momento, comió con lentitud y lavó todo lo que había usado, él sabía que el comportamiento de SooBin no estaba bien en ese aspecto, ¿qué pasaría si SooBin por otra circunstancia se volvía a sentir amenazado? ¿Lo mordería de nuevo? ¿Haría otra cosa?
No obstante su mente le recordaba lo bueno que era, lo caballeroso, inteligente, un poco gracioso, educado y buen hombre que era.
Chasqueó la lengua y se decidió a ir a su habitación temporal, no serían más de las siete pero prefería encerrarse allí a estar en la sala de estar.
—¿Ya vas a dormir? —preguntó el modelo sirviendo otra copa. YeonJun asintió pasando de largo, sin mirar a los lados ni despedirse.
SooBin suspiró mirando la copa en la mesa de noche.
—Dulces sueños, mi amor —dijo a pesar de que YeonJun no lo escuchaba, tanteó su teléfono en su bolsillo y lo sacó para revisar todas las notificaciones que tenía, miró los mensajes, bufó cuando notó uno de su manager.
Marcó el número del hombre y lo llamó, esperó los pitidos necesarios.
Él necesitaba unas vacaciones, en definitiva no podía estar haciendo sesiones o pasarelas con ese problema que tenía, y estaba completamente seguro de que se las concederían, después de todo, desde que empezó como modelo nunca había tenido unas vacaciones por decisión propia.
Y estaba en lo correcto, de inmediato le otorgaron vacaciones, cuatro meses era el máximo que le daba la empresa.
Volvió a ir a sus redes sociales, una distracción muy necesaria para él en ese momento.
Con el pasar de una hora, la botella de vino se acabó, la copa se vació y SooBin decidió cambiar la bebida, aquella que tenía muchos tipos.
La botella de líquido carmesí fue el reemplazo del vino, ahora estaba acostado por completo en el mueble mirando el techo de su casa, sonrió al escuchar una leve risa de la habitación de huéspedes, miró en esa dirección cuando escuchó una completa carcajada.
Al parecer YeonJun recordó que podía escucharlo en cualquier lugar de la casa así que calló.
SooBin no quiso ni quería saber que estaba haciendo tanto reír a YeonJun solamente agradecía que estuviera ahí con él.
Por otro lado, YeonJun estaba completamente cubierto por las mantas mientras apagaba su teléfono, había estado unos minutos en una aplicación demasiado adictiva y a pesar de que su pantalla estaba rota, podía ver los vídeos.
Decidió dormir, sin alguna otra cosa que hacer.
Dejó su teléfono en el buró a un lado y cerró los ojos, su mente dió un par de vueltas, pensó en SooBin, en la situación actual, hasta que cayó dormido mucho antes de poder pensar en si volver con el vampiro o no.
[...]
A la mañana siguiente, YeonJun despertó sintiendo comezón y ardor en su cuello, no sabía qué hora era y no revisó en su teléfono, fue directamente al baño para verse en un espejo.
Lavó su cara y sus dientes con una mueca de dolor, al terminar, empezó a quitar el parche de su cuello con lentitud, quejándose por el ardor.
Miró el parche en sus manos, tenía algunos puntos de sangre, lo arrojó a la basura y miró su cuello en el espejo asustándose al ver el alrededor de la piel morada, algunas partes rojas, se acercó y miró más detalladamente, aún no cicatrizaba podía ver la entrada de los colmillos ajenos aún abiertos.
No quiso tocar la piel, aparte de que dolía no tenía las manos desinfectadas.
Fue a la cama y la acomodó con lentitud evitando girar mucho el cuello, enserio le dolía.
Tomó su teléfono y se dirigió a la puerta, debía ir a comer después de todo.
La abrió y se detuvo en seco cuando observó una gran cesta frente a él.
Miró con cuidado a los lados, haciendo una mueca con el dolor de su cuello.
Se agachó y miró la cesta, quitó el papel transparente que la envolvía, lo primero que captó fue un teléfono, en su caja, lo identificó como uno de último modelo, tenía en sus especiales capturar vampiros con su cámara.
Lo sacó con cuidado y lo dejó a un lado, mirando lo siguiente, papeles, era como un guión, lo tomó en manos y lo leyó.
Renovación de título, titulación en poco tiempo, Derecho.
Leyó la siguiente hoja, eran todas las opciones que había, ninguna decía el costo, solamente la ubicación y todo lo que contenía a nivel de educación.
Cayó en cuenta de que solo una, era en Corea y los demás eran mayormente en Estados Unidos, uno que otro en Tailandia y otro en Japón.
—Tu sólo debes decirme cuál quieres —volteó a la derecha, SooBin estaba ahí, con ropa deportiva, observándole con una pequeña sonrisa.
YeonJun volteó a ver las hojas de nuevo.
—Ninguno dice el costo... —murmuró dejando las hojas en su regazo, miró lo demás, dulces en una mitad y frutas en la otra mitad, era lo que le daba bulto a la cesta.
—No necesitas saber el costo —negó SooBin mirando como el pelinegro tomaba una pequeña tarjeta ubicada en el medio de las golosinas y las frutas.
Primer mes y parecen mil años conociéndote. Era lo que decía la pequeña tarjeta, por mera curiosidad la volteó.
Había un escrito a bolígrafo, la letra de SooBin elegante y legible.
Espero puedas perdonarme y dejarme estar a tu lado un mes más multiplicado por mil.
Se guardó una sonrisa y cubrió la cesta de nuevo con el papel, dejando el teléfono y las opciones para volver a estudiar de lado.
Se levantó con ambos en manos, miró a SooBin.
—Gracias, es... Un lindo detalle —dijo, mirando la caja del teléfono luego.
—Rompí la pantalla del tuyo, lo siento, procuré buscar el mismo modelo pero este me gustó más —le dijo con las manos en los bolsillos de su pantalón deportivo, YeonJun no dijo nada al respecto, se quedó ahí de pié pensando.
Si aceptaba el regalo, ¿Debía volver con SooBin?
¿Y si no lo aceptaba?
¿Y si lo aceptaba y no volvía con SooBin era un interesado?
Entró a la habitación y dejó el teléfono en la cama, volvió afuera y tomó la canasta para volver a la habitación y dejarla sobre uno de los buró, también dejó las opciones de estudios ahí antes de salir, SooBin ya no estaba ahí.
Suspiró sin saber muy bien qué decir o que hacer, si fuesen novios ese día estarían cumpliendo un mes, y él no se hubiese percatado o acordado, SooBin si.
¿Eso era un punto para SooBin?
Lo encontró en el sillón, mirando su teléfono. Pasó de largo a la cocina, dispuesto a buscar su desayuno, comer ahí y volver a la habitación a atiborrarse de fruta.
No esperó ver cereal integral en los gabinetes, lo sacó y vertió en un plato, decidió comerlo con leche, abrió el refrigerador encontrando también jugos de cartón que no había visto el día anterior, sacó el garrafón de leche y lo vertió en el plato, deteniéndose cuando estuvo el plato a la mitad de leche.
SooBin en el sillón frunció el ceño, él en particular vertía primero la leche y luego el cereal.
YeonJun tomó asiento en la mesa y empezó a comer en silencio, pensando en todos los artículos nuevos que había en la cocina.
¿Cereal integral? ¿Jugos de cartón? Hasta logró ver un envase grande de gomitas en un gabinete.
¿SooBin había salido a comprar mientras dormía?
Bebió la leche que quedó al final y se sintió satisfecho, lo lavó y salió de la cocina, SooBin lo observó.
—Dejame ver tu cuello —pidió palmeando el lugar a su lado, YeonJun se acercó a pasos lentos— ¿Duele?
—Arde, pica, duele cuando lo muevo, dejó un poco de sangre en el parche incluso —contó sentándose a su lado. SooBin miró la piel de cerca, luego del perfil del pelinegro, se inclinó y besó su mejilla, YeonJun solo dió un salto en su lugar por el contacto y se alejó con rapidez cuando el vampiro tocó la herida con su dedo índice— ¿¡Estás loco!? Duele —gritó alejándose. SooBin suspiró.
—Necesito hacerlo, YeonJun, aún no está cicatrizada y se puede infectar —le explicó con paciencia.
—¿Qué harás?
—Tengo que volver a morder, y luego lamer, no dolerá, lo prometo —dijo con una pequeña sonrisa. YeonJun lo miró casi con miedo, no quería dolor, no más.
Después de un rato pensando, asintió dándole el permiso a SooBin de hacerlo.
De inmediato tuvo al vampiro cerca de él, la mano derecha pasando por sus hombros. Recibió otro beso en su mejilla, obviamente, ladeó su cabeza, dándole total acceso a SooBin que luego de ubicar la primera mordida, la cual, no era la marca, mordió.
Sus colmillos ya estaban afuera, lo habían estado desde la noche anterior.
Se contuvo de sorber y simplemente se alejó, miró a YeonJun, apretando sus ojos.
Procedió a cicatrizarla con su lengua, causó un escalofrío en el otro.
YeonJun apretó sus manos en su pantalón de pijama, tomó aire cuando el vampiro abrió la segunda mordida, soltó un quejido de dolor, esa era la que más maltratada estaba.
Aguantó lo suficiente, apretó sus ojos y hasta movió sus piernas para distraerse, extrañamente sintió una sensación de alivio, ya no había comezón, y a pesar de seguir con el leve dolor no era nada comparado a cuando despertó.
—Gracias —dijo volteando a ver al modelo que asintió, relamiendo sus labios.
Tuvo el impulso de inclinarse y besarlo, pero se detuvo y decidió ir a su habitación, dejando de nuevo a SooBin solo en la sala.
¿Estaría bien volver con él?
¿Qué opinan?
The_Dark_Diamond
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