Capítulo 49
El café estaba vacío, era poco concurrido por sus precios a decir verdad, porque había más cafeterías cerca y con los mismos productos a un precio más bajo, a cualquiera le gustaría pagar más económico.
Entraron uno al lado del otro. SooBin miró su teléfono un momento, para buscar la foto del abogado, alzó la mirada de nuevo, y lo miró en la esquina derecha, en los asientos finales que en lugar de sillas eran unos lindos sillones individuales color gris.
BeomGyu ya los estaba viendo fijamente, le sonrió a SooBin apenas llegaron a la mesa.
—Mucho gusto, Choi BeomGyu —dijo levantándose para juntar sus manos.
—El gusto es mío, Choi SooBin, él es Choi YeonJun, mi novio y anterior abogado —presentó a los dos, soltó la mano del abogado esperando a que BeomGyu juntara su mano con el otro.
Pero los dos solo se vieron unos segundos y tomaron asiento.
No dijo nada al respecto y tomó asiento igualmente.
—Usted solamente tiene que seguir las órdenes que le voy a dar —dijo YeonJun recostándose en su sillón, mirando a BeomGyu, el muchacho de cabello negro y largo lo observó antes de tomar la misma pose que él, recostando su espalda en el sillón.
—Usted no me contrató —le contestó. SooBin analizó todo, las expresiones corporales, el tono tosco de los dos.
Había pasado algo.
YeonJun y BeomGyu se conocían.
—Soy su anterior abogado y ya tenemos el trabajo hecho, usted solo tiene que ejecutar y ya —dijo con el ceño fruncido, SooBin cruzó sus brazos y miró a BeomGyu.
—Hagamos esto menos tenso, abogado Choi, siga todas las órdenes de mi novio —habló mirando a BeomGyu que no tuvo de otra que asentir. YeonJun comenzó a hablar y explicar todo lo que tenían recolectado, el pelinegro lo veía fijamente y asentía cada cierto tiempo.
SooBin miró a los dos abogados pensando en qué relación pudieron haber tenido.
¿Amorosa? ¿Amistosa?
YeonJun seguía hablando y hablando, BeomGyu haciendo intervención en ciertas partes, los dos compartiendo lenguaje de abogados.
—SooBin, no trajiste nada, ¿cierto? —preguntó YeonJun observándole, él negó, se supone que solo iba a explicar la situación, pero entre palabras de los abogados llegaron a la conclusión de que debían entregar todos los papeles a BeomGyu.
—Están en mi casa, además, hoy SeHun me lleva una carpeta con las pruebas de la empresa —contestó alzando la mano a un mesero— Pero, abogado Choi, puede pasar por mi casa a buscarlos, si quiere, claro.
—Estaría bien, paseme la dirección y la hora —pidió dedicándole una pequeña sonrisa amable.
—¿Quiere comer algo? Yo invito —dijo con educación apenas el mesero llegó, BeomGyu negó con la cabeza mirando a YeonJun.
—Los dejo solos, no quiero estar de más —dijo dándole una última mirada a YeonJun antes de irse.
El pelinegro rodó los ojos y refunfuñó.
SooBin se encargó de pedir el desayuno al mesero, pidiendo lo mismo para los dos.
Para cuándo el muchacho se fue miró a YeonJun.
—Lo conoces —afirmó, YeonJun asintió cruzando sus brazos con un suspiro.
—Fue mi casi algo y no formalizamos porque le gané un caso importante en su carrera. A raíz de eso, decidió no seguir con lo que teníamos... Y creamos una pequeña rivalidad, que aumentó cuando le gané dos casos consecutivos —explicó, resumiendo todo. SooBin asintió recordando que en el perfil de abogado solo habían tres casos perdidos y ahora sabía que los había perdido contra YeonJun.
—Un casi algo, entonces —dijo mirando el alrededor.
—Si, ya sabes, sexo, salidas, uno que otro regalo —asintió con su cabeza subiendo sus hombros.
—Sexo —fue la palabra que le resaltó el modelo. YeonJun asintió mirándolo.
—Si, sexo. Irónicamente, tú nuevo abogado fue quien me hizo abrir la imaginación en todos los lugares que se pueden tener sexo —señaló sacándole un pequeño gruñido al otro, arqueó una ceja notándolo celoso de sus palabras— Una vez... Lo hicimos en el baño de un restaurante, los hombres entraban libremente al baño y nosotros en el último cubículo.
—Suficiente de tus historias de sexo —dijo con el ceño fruncido. YeonJun carcajeó queriendo ponerle más leña al fuego.
—Y con TaeMin... —carcajeó inclinándose hasta él— Lo hicimos sobre el escritorio de la computadora.
—Ya, YeonJun —le gruñó el modelo a su lado, carcajeó y besó su mejilla gozando de lo celoso que era.
—Ya, SooBin —imitó con el mismo gruñido haciendo al vampiro a su lado rodar los ojos. El mesero apareció con los dos platos, agradecieron antes de empezar a comer, era sandwich de pollo con tomate, lechuga y salsas, acompañado de ensalada y jugo natural, el de YeonJun de naranja y SooBin de fresa— Hoy es tu celo, ¿cierto?
—No, mañana —indicó comiendo con lentitud de la ensalada, no le estaba gustando el sabor.
YeonJun asintió a la información, pensando unos segundos.
Formó una sonrisa perversa antes de hablar.
—Si me vas a proponer otro lugar para tener sexo, cállate y come.
—¡Pero, SooBin! Escucha, no cierres tu mente —rió cuando el vampiro le dió la espalda bebiendo de su jugo, YeonJun chasqueó la lengua dedicándose a su desayuno en silencio, después le diría.
[...]
—Tienes lo suficiente, papeles, pendrives con videos y audios, fotos impresas con fechas, todo —dijo SeHun en la puerta del departamento ajeno, entregando un sobre gordo al vampiro que asintió.
—Revisaré y luego de hablarlo con el abogado, te deposito la cantidad final —dijo antes de despedirse, cerrando la puerta a su espaldas. Dejó los papeles en la encimera de la cocina.
YeonJun lo observó en el sillón y miró la hora, no faltaba mucho para que BeomGyu llegara.
Se recostó del vampiro y sonrió de nuevo antes de empezar a hablar el tema de la cafetería.
—Como te decía, mi querido ojos rojos, es increíble usar otras posiciones o superficies —SooBin bufó— No sé por qué pero pensé que los vampiros eran pervertidos en eso, y de verdad pensé que harías cosas raras conmigo la primera vez que tuvimos sexo.
—Si, somos pervertidos o como sea, pero yo prefiero cosas normales en una superficie normal como una cama —explicó.
—Aburrido —reclamó, mirándolo de reojo, recordó las veces que han estado juntos, y recordó algo que quería preguntarle— ¿Por qué no me ahorcas? —SooBin contó hasta diez, YeonJun era imposible— Te he visto y parece como que te resignas a no hacerlo.
—Puede ser mucho para ti, o puede que te quejes y empieces a insultarme y eso, rompe la pasión —explicó peinando los cabellos del abogado que rió alzando la mirada para besar sus labios castamente.
Volvieron a besarse, primera vez que lo hacían en el día.
Ladearon sus cabezas para profundizar, SooBin succionó el labio inferior del abogado antes de separarse.
—Tienes permiso para hacerlo, no voy a matar la pasión, te lo juro —dijo con una risa. Tocaron la puerta, seguramente era BeomGyu, ya era hora de que llegara.
YeonJun fue quien se levantó, mordió su labio inferior y se devolvió, inclinándose para susurrar:
—Maltrátame, me gusta que me traten mal —besó su cien y ahora si fue a abrir la puerta, SooBin gruñó levantándose también.
BeomGyu observó a YeonJun y suspiró.
—Buenas noches —saludó pasando cuando el otro le dió el permiso. Dejó sus zapatos en el recibidor y saludó a SooBin con una reverencia.
El modelo pasó su mano por la cintura de su novio y le sonrió.
—¿Quiere algo de tomar? —preguntó, BeomGyu negó.
—Solo vengo por los papeles —indicó. YeonJun se despegó de SooBin y buscó la carpetas de las que habían hablado en el café, también tomó la que había en la encimera de la cocina.
A pesar de todo, confiaba en que BeomGyu sabría usar el material que SeHun les había dado.
—Ten, confío en que aplicarás todo lo que hablamos en la mañana y también confío en que usarás este material de forma adecuada —dijo, el abogado asintió rozando sin querer los dedos con el otro. YeonJun fue atraído de la cintura por SooBin, hasta que su espalda pegó su pecho.
Los dos abogados observaron al modelo que simplemente miró a otro lado como si no se diera cuenta de las dos miradas.
—Claro que lo haré, para mí es un honor defender a su novio y ser un reemplazo de usted —dijo con una ceja arqueada. YeonJun entendió la seña y rió.
—Es difícil reemplazarme, ya sabe, así que deberá dar lo mejor de usted.
—Siempre lo hago —contestó colocándose los zapatos. Se levantó y YeonJun lo observaba con la cabeza ladeada.
—¿Seguro?
—Y sin dudas, puedo hacer su trabajo perfectamente, y hasta mejor.
—Eso veremos, abogado Choi —dijo no pudiendo evitar guiñarle un ojo de forma burlona al pelinegro que solamente le dió una mirada antes de salir, siquiera se despidió de SooBin que no opinó nada sobre el cruce de palabras de los dos.
YeonJun se separó de él y lo miró con confusión.
—¿Por qué me jalaste así? —preguntó caminando de vuelta al sillón.
—Porque quise —contestó sin querer admitir que lo hizo por el roce de dedos que vió, no había sido intencional pero aún así, no dejaría que el casi algo de YeonJun tuviera ese contacto con él así se odiaran en la actualidad.
Claro que no lo dejaría.
Siguió a su pareja hasta el sillón, tomó asiento a su lado, SooBin observó el perfil ajeno.
—¿No tienes otro fetiche o algo? —preguntó, YeonJun rió.
—¿Te gustó la conversación? —preguntó burlón, YeonJun pensó unos segundos antes de alzar sus hombros— Hasta no hace mucho pensé que las mordidas y que me sacaran sangre no era lo mío, pero ahora lo considero excitante. Puedes hacer lo que sea, confío en que te darás cuenta si no me agrada, y si no te das cuenta, te gritaré todas las groserías que conozco.
—Eso mata la pasión, YeonJun.
—No me importa, ahora, ven acá —pidió, la cabeza del modelo quedó en sus muslo, acostado. Pasó su mano por el cabello ajeno y lo acarició con cariño, jugando con sus mechones y luego con sus orejas.
El vampiro cerró los ojos, viéndose completamente inofensivo, su mejilla estaba aplastada en los muslos ajenos y abultaba sus labios.
El menor recordó que esa misma cara, que esa misma persona lo miraba fijamente mientras estaba arrodillado frente a él, esa misma persona que lo hizo gritar y casi llorar de placer. Sintió sus mejillas calentarse por los recuerdos.
SooBin era demasiado para su corazón, definitivamente.
—Eres muy lindo —dijo apenas dándose cuenta de lo que había dicho.
—Lo sé —contestó volteándose para verlo, quedando boca arriba, YeonJun le sonrió y besó la punta de su nariz.
—No lo sé, eres tan apapuchable pero a la vez tan sexy, ah, no sé cómo explicarlo —dijo apretando las mejillas ajenas, SooBin solo lo veía fijamente.
¿Qué es apapuchable?
Para quienes quedaron igual que SooBin:
Apapuchable es una persona o cosa que quieres apretar de lo esponjoso o lindo que es, es como la misma sensación de ternura y necesidad de apretar un peluche.
Por otro lado, puede que les incomode que en este capítulo hablaron mucho de sexo, no se preocupen que solo es este nada más, como pareja había y hay que tener aunquesea una mínima conversación del ámbito sexual o en mi opinión.
No crean que estos caps son relleno okey?
A partir del cap 50 empezamos de nuevo con la acción!
The_Dark_Diamond
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro